1.º ENERO

 

 

 

CONTEMPLÉ EL ROSTRO SANTO DE JESÚS

 

 


 

Hoy he tenido tan sólo el gozo de contemplar el Rostro santo de Jesús.

Ha creído tal vez mi buen Jesús haber hablado lo suficiente con el dictado de l31-12-43 que dio comienzo dicho día y terminó a las 2,30 de la mañana del 1.º de enero tras una interrupción, como de una hora, debida a causas externas que usted (Valga esta advertencia para todo el resto de la obra consignando que María Valtorta se refiere frecuentemente, y ahora aquí, a su director espiritual Padre Romualdo M. Migliorini, de los Siervos de María, cuyos datos biográficos constan en la nota n.º 2 del dictado de 31 de mayo de 1943 en los "Cuadernos de 1943") conoce bien y que constituyen mi tormento; pues querría ocuparme tan sólo de escucharle a Él. Acaso también haya querido obrar así porque hoy la pobre María jadea como un lucio sacado del agua y así, desde las 15 a las 21, ha estado verdaderamente mal, con una angustia y unas palpitaciones ciertamente impresionantes que me han hundido en el sopor antes de lo acostumbrado y con tal rapidez que me he tenido que acomodar con tres almohadas. Así es que estoy hecha un puro dolor.

Mas, con todo, soy feliz porque le he visto y, sobre todo, he visto sus ojos benditísimos. He estado inmersa en ese zafiro vivo y magnético del que he salido feliz. Y tras estas breves palabras, vuelvo a recogerme en esa beatitud para que me acompañe durante toda la noche.

43. 7

A. M. D. G.