13 de junio 1944

 

 

Visión de un Corazón fulgidísimo

Con trazos de un oro

aún más fulgurante y claro se lee la sigla:

 IHS.

 

 


 

este Corazón, ... aparece ante mí como una viva Hostia radiante en su custodia de oro

    ¿Qué es la Eucaristía? Amor. cuando meditáis en mi Corazón podéis decir: Este es el seno en donde se formó la Eucaristía

 


 

Desde ayer tarde a las 18 estoy viendo un Corazón fungidísimo. Parece oro líquido, oro hecho cristal precioso e iluminado en su interior por una luz potente. Rayos vivísimos se desprenden de él rodeándolo de una aureola por demás espléndida. El Corazón palpita con vehemencia como cuando una emoción o un sentimiento profundo lo embarga. Con trazos de un oro aún más fulgurante y claro se lee la sigla: IHS.

 

este Corazón, ... aparece ante mí

como una viva Hostia radiante en su custodia de oro

 

Ahora bien, este Corazón, cuya forma y movimientos son en un todo exactos a los de un corazón humano, aparece ante mí como una viva Hostia radiante en su custodia de oro, ya que el fulgor de los rayos diría que casi lo redondea en su punta y más que nada porque la parte en que aparece marcada la sigla santa es como una gran partícula que, brillantísima y viva en la luminosa carne del Corazón divino, viene a ser el alma de aquel Corazón bendito.

Recito las oraciones de la noche que se dicen en común así, con los ojos de mi espíritu fijos en este Sol de amor que es el Corazón de Cristo... y paso a formular mis últimos ofrecimientos mientras los demás comen, ya que, por una causa o por otra, durante todo el día me ha sido imposible hacerlo.

Mas, tan pronto me veo sola, al ir a retirar los libros y las labores que tengo sobre el lecho para ocuparme de lo que quiero, se me localiza entre la cabeza y el cuello un ataque cardíaco tan fuerte que creo partir para el otro mundo, no pudiendo ya hacer nada... sino decirle a Jesús: "Toma este sufrimiento que Tú me das en lugar del que yo quería darme". Y así paso sufriendo horas y horas.

Y sufro hoy también e, incluso, ahora; si bien sigo contemplando el Corazón radiante que me alivia en todo menos en la carne, la cual la tengo en un total y verdadero tormento.

Ayer noche, creyendo ciertamente morir, a fin de no morir sola, me puse delante, sobre las rodillas un tanto dobladas, a la Virgen de Fátima y a Gemma. Hubiera querido también a San José, mas no me podía mover para cogerlo. Tenía en las manos mis coronas del Rosario y de la Dolorosa y con ellas se me figuraba estar asistida de las mejores enfermeras. Miraba fijamente a Jesús, a María y a Gemma; y cuando sentía hacerse más vivo el mordiente del dolor y al corazón írsele apagando por momentos sus latidos y pensaba: "Ahora me voy", les miraba más y les llamaba, no para que me preservaran de la muerte sino para morir en un acto de amor y así mi última palabra y mi última mirada fuesen para ellos. En Gemma estaban representados todos los santos; entre Jesús y María le colocaba a San José y yo estaba en mi puesto.

 

¿Qué es la Eucaristía?

Amor.

cuando meditáis en mi Corazón podéis decir:

"Este es el seno en donde se formó la Eucaristía"

 

Al momento pues dice Jesús:

"Lo que tu espíritu ha visto es una realidad. Mi Corazón es Eucaristía viva. ¿De dónde parte el amor? Del corazón. ¿Qué es la Eucaristía? Amor. Así pues, cuando meditáis en la Eucaristía os podéis decir: "Este es el Corazón del Corazón de Jesús". Y cuando meditáis en mi Corazón: "Este es el seno en donde se formó la Eucaristía".

¡Mi Corazón! La Hostia que se inmola aún después de la muerte queriendo ser quebrantado tras haber sufrido todo, y martirizado no sólo por la traición, el abandono y la tortura sino ultrajado también, una vez muerto, para dar las últimas gotas que aún quedaban en los entresijos de un Mártir desangrado (Jn 19, 33-34).

La Hostia que fue hostia cuando no era aún sino Pensamiento y que vino a ser, que se hizo Cosa para ser Hostia.

No te digo más porque ya no puedes escribir. Ama mi Corazón con el tuyo hasta su postrer latido y que, entre los espasmos de su enfermedad, tu corazón de amante me ame a Mí, Corazón de Dios."

437-439

A. M. D. G.