3 de julio

 

 

Nuestro templo,

 no hecho por mano de hombre sino

por mi poder creador,

 

es vuestro espíritu

 

 


 

El Altísimo no habita en templos hechos por la mano del hombre

 


 

Dice Jesús (Ahora son palabras del Eterno Padre, como lo confirma la copia mecanografiada en la que se lee: "Dice el Padre celestial"):

"Me habéis levantado suntuosas catedrales y la cruz de mi Hijo proclama por doquier nuestra bondad y vuestra condición de súbditos.

Mas ¿ya se corresponde la palabra de la cruz a la de vuestro espíritu? Hasta sobre las tumbas de los antiguos faraones aparecen escritas historias que proclaman su perennidad y la fidelidad de los súbditos. Mas ¿para qué sirven? Esos reyes, de los que se dice: "Sois inmortales", están bien muertos al igual de sus súbditos. Polvo, muerte, olvido, nada: eso son en realidad y las inscripciones expresan vanas profesiones sobre las tumbas.

 

"El Altísimo no habita en templos hechos por la mano del hombre"

 

¿No sucede lo propio con vosotros? ¿Qué son los templos si no los hacéis vivos con vuestro amor verdadero? ¿Pueden acaso bastarme y ser dignos de Mí? Está dicho: "El Altísimo no habita en templos hechos por la mano del hombre" (Hch 7, 48). Y eso habíase dicho del Templo de Salomón, la más suntuosa de las casas que mano de hombre me levantó. Ahora, por su infinita bondad de Redentor y de Amigo, habita mi Hijo en todas las iglesias. Mas Yo, Yo Padre y el Espíritu Paráclito ¿en dónde habremos de poner nuestra morada?

Nuestro templo, no hecho por mano de hombre sino por mi poder creador, es vuestro espíritu. Mas son contados los espíritus en los que, como en dispuesto cenáculo, puedan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo reunirse para morar y tomar su refacción. Y, así como la unión de las tres Personas operó y opera todos los prodigios de la creación y los milagros del amor, así nuestra morada en un espíritu que nos acoge obra prodigios cuya magnitud únicamente será conocida en la segunda vida.

Y el mundo se llenará de estupor al conocerlos. ¡Qué humillación para aquellos que se creyeron "grandes", "sabios", "poderosos", y criticaron, contrariaron y atormentaron a las almas amadas por Nosotros, cuando vean qué sabiduría, qué grandeza y qué poder se encerraban en ellas al estar Nosotros en las mismas!

Lo repito: "El Altísimo no habita en templos humanos ya que su morada está en el espíritu de sus hijos fieles"

502-503

A. M. D. G.