4 de julio

 

 

eL tENTADOR TRATABA DE persuadirme

a hacer, con fines humanos,

una simulación

 

 


 

hoy, desde las 16 a las 17 he tenido que sostener una desagradable tentación

 


 

Hoy, ningún dictado; no por ausencia de la Voz sino por mi incapacidad para recibirla. Turbada con exceso, casi delirando, con una crisis idéntica a la de aquellos infaustos días de Viareggio (De donde hubo de ser evacuada), no me hallo en disposición de entender. No están ya para ello mi corazón ni mi pobre cabeza. ¡No están para ello! ¡Señor, piedad! Tú pasaste una agonía en el Getsemaní... pero a mí ¿cuántas me das? ¿cuántas me das? ¿Cuántas son las almas desesperadas que han de recobrar la paz a través de mi tormento?

 

hoy, desde las 16 a las 17,  he tenido que sostener

una desagradable tentación

 

Para colmo de mi tortura, hoy, desde las 16 a las 17 he tenido que sostener una desagradable tentación. El Tentador trataba de persuadirme a hacer, con fines humanos, una simulación. Me decía: "Escribe con palabras tuyas, pues con un poco de cuidado puedes imitar muy bien el estilo del Maestro. Escribe lo que te convenga para poner en evidencia, más que nada, a quien te ha proporcionado tanto dolor. El es un credulón y caerá en seguida". "No" he respondido. Jamás me valdré de la mentira para cosa alguna y menos para ésta. Aun contra mi conveniencia, yo escribo tan sólo lo que recibo de las diversas "voces" y nada más. Nada mío. ¡Atrás!"

Ha sido una lucha prolongada... Sudaba como si estuviese en un horno. Por fin he vencido, si bien el demonio se ha vengado agudizándome todas las nostalgias, pavores y desconsuelos...

¿Quién sabe de estas luchas? Si la razón y la vida se prolongan y llegamos a vernos, ya se lo explicaré mejor. Ahora no le digo más porque, con la crisis de esta mañana y la lucha de hoy me encuentro aniquilada.

503-504

A. M. D. G.