16-7
Mas con un adulto que desatina,
bien por malicia y obstinación,
tampoco yo razono,
llegando hasta no compadecerle
cuánto mejor es Dios que el mejor de los hombres. Es una perfección de bondad sin límites
Dice Jesús:
"Tú misma me proporcionas el tema de esta lección. Dijiste tú: "Yo me compadezco y soy paciente con los animales y los niños porque los primeros carecen de razón y los segundos aún no la alcanzaron. Mas con un adulto que desatina, bien por malicia y obstinación, tampoco yo razono, llegando hasta no compadecerle".
¡Bravo! Pues si tu Señor, que te dotó de razón, hubiese de hacer lo propio contigo, ¿cuántas veces en tu vida habría tenido que castigarte? Y si –puesto que a todos los hombres les doté de razón– si hubiese de castigar y no compadecer cuando los hombres van contra la razón, ¿qué habría de hacer? ¿Qué hombre se salvaría del castigo? No digo ni siquiera: cuando los hombres van contra mi Ley, sino contra la razón, como tú dices.
cuánto mejor es Dios que el mejor de los hombres.
Es una perfección de bondad sin límites
Deducid de esto, tú y todos los hombres, cuánto mejor es Dios que el mejor de los hombres. Es una perfección de bondad sin límites contra la cual vosotros, abusando precisamente de tal falta de límites, os atrevéis a cometer contra ella toda clase de faltas.
Pues bien, no debéis hacerlo porque, si soy bueno, no es justo que abuséis de ello. Podría deciros: "Tratadme como a Dios" y, sin embargo, me limito a deciros: "Tratadme como a vuestro Padre, vuestro Hermano y Amigo, y portaos conmigo como lo hacen, entre los hombres, los buenos hijos, los buenos hermanos y los buenos amigos.
Mas, por desgracia, ni esto sabéis hacer. Y ¿aún os lamentáis de la falta de bienes en la tierra?"
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A. M. D. G.