21 de julio

 

 

Quiero tenerte sencilla y desnuda

cual pétalo de flor.

 

 


 

Mi Vida está en otra parte 

  Así estuvieses en los umbrales del abismo viendo el infierno a punto de prenderte... no debes temer.

   Di siempre la palabra de Dios: "Ahora"

   Mas ello no te provoca el odio sino que te distancia de los hombres, que es lo que quiero; y te impele cada vez más hacia Mí,... 

  Dame vida en tu misericordia y pondré en práctica las enseñanzas de tu boca

 


 

Ayer noche, no sé si para forzarme a hacer una hora del Getsemaní o si por tormento diabólico, sentí desatarse una borrasca en mi corazón que de tanta paz había gozado desde que usted vino. Créame, Padre, que tuve miedo.

Me dije: "¡Buena estoy como el Tentador me coja por su cuenta!" Tengo más miedo a las nostalgias que me suscita con una violencia que me descontrola, que no a una crisis cardiaca, porque sé cómo me dejan después, moralmente sin fuerzas, y sensibilizada para sentir por demás agudamente las inevitables miserias de la vida. Se me incrustan, por así decirlo, en la vida y en el pasado, desplazándome de mi Presente que es Dios: mi Vida. Y sufro por ello, ya que soy como un pajarillo, hecho al azul y al espacio, encerrado en una jaulita a la oscuridad y atormentado por personas para él desconocidas, a las que, tan sólo verlas, le infunde terror.

 

Mi Vida está en otra parte

 

Cuanto le digo puede parecerle fuerte, pues no me encuentro entre desconocidos ni atormentadores. Mas esto es verdad para María-mujer que, a la sazón, tiene tan poco de mujer que puede decirse de ella que se encuentra alejada de la vida. Mi Vida está en otra parte. Por un trastrueque milagroso parécenme cosas extrañas y ajenas a mí las que para los demás constituyen su todo, mientras que me parecen auténtica vida todas aquellas que vive mi espíritu. Vida secreta y desconocida para el mundo; mas, ¡qué viva!

Ayer noche, precisamente antes de que se desencadenase la borrasca de los recuerdos y de los consiguientes espasmos, estaba repasando mentalmente las cosas vistas en visión y gozaba con ellas volviendo a considerar este o aquel episodio cuyos detalles revivía una vez más nítidamente. Volvía a ver con el pensamiento, no con la vista interior. recordaba en suma. Y así le sonreía al pequeño Benjamín, me alegraba de lo que gozaba Jesús con los niños; volvía a contemplar la casa de Zacarías en Hebrón, a la Virgen ocupada en sus atenciones femeninas y así de lo demás. Y me decía: "¡Cuántas cosas no me ha hecho ver Jesús para enamorarme cada vez más de El! ¡Cuánto es lo que tengo dentro de mí para poder vivir feliz como rey en medio de sus tesoros! ¡Gracias, Jesús!"

Y después vino el ... bu...; mas duró poco. Lo malo es que vuelva. Llamé a todos mis celestiales amigos: Jesús, María, José, Juan y Teresita, a quienes dije: "Mandad fuera con vuestro soplo las nubes negras, pues yo no tengo fuerzas para ello... puesto que no quiero perder de vista al Sol que está en mí dándome tanta paz. Ayudadme". Y sentí que me ayudaban con sonrisas, caricias y paz, paz, paz....

Esta mañana me he despertado del sopor cantando la canción que compuse para decirle a Dios que le amo y le deseo. Así, de verdad, cantando, ¿sabe? Lo mismo que un pajarillo contento de recibir el primer rayo de sol.

Sor Saviane (Sor Josefina Saviane, de las hermanas de María Santísima Niña del Colegio Bianconi de Monza en el que estudió María Valtorta) me ha escrito lo siguiente: "Que la fe, que siempre te ha sostenido, triunfe en tu alma purificada con el sacrificio y haga brillar las perlas de la inmortal corona. Que nuestra amada Señora te acompañe y te prepare para el ingreso en la nueva Jerusalén cuando y como quiera Jesús. A El te ofreciste... En esta encrucijada, mucho más penosa para ti que para los demás, sientes ya el Cielo con el grupo de tus intercesores, tan cercanos, tan cercanos a ti, que te acompañan en este doloroso peregrinaje... Siénteme igualmente a mí que estoy a tu lado con la oración... Sea Jesús tu escudo, tu bálsamo y tu premio..."

Como siempre, esta santa monja que, humanamente, nada sabe, escribe cual si estuviese al tanto de todo. Mi todo, la vida especial que Dios me hace vivir. He invocado a mis "celestiales intercesores", conforme a su consejo, pues creo que esta monja se halle inspirada, y comprendo que he hecho bien. Lo volveré a hacer cuantas veces torne el... bu, ya que yo nada valgo y usted se encuentra tan lejos para infundirme su paz. ¡Cuánta me infundió en las 24 horas que permaneció aquí ahora hace 10 días! ¡Como que todavía me siento fuerte...! ¡No hay otra solución para la pobre María: En el Cielo, Dios, y en la tierra, usted...!

Abro la Biblia que, al hacerlo, se me abre por el salmo 118 (si es que leo bien los números romanos) y, precisamente en la estrofa Caf. (Salmo 119 (Vulgata: 118), 81-88).

 

Me dice Jesús:

"Lee, pues parece escrito para ti, si bien tu alma no se derrite a la espera de mi socorro. Una cosa, al derretirse, se consume y desaparece. Tu alma, por el contrario, crece y se fortifica con la espera que sirve para despojarte de cuanto te queda de humanidad. Quiero tenerte sencilla y desnuda cual pétalo de flor. La espera sirve para fortificar tu esperanza. Te quiero con una esperanza perfecta y más fuerte que un bloque de acero.

 

Así estuvieses en los umbrales del abismo

viendo el infierno a punto de prenderte...

no debes temer.

 

Así estuvieses en los umbrales del abismo viendo el infierno a punto de prenderte y detrás de ti al mundo, cual jauría de perros, queriéndote desgarrar y dispuesto a abalanzarse contra ti, no debes temer. Te lo digo Yo: "No debes temer". Soy la Palabra que no miente. Espera y cree en Mí.

No sólo tus ojos, mas también tus labios se han agotado y cansado de tanto decirme con la voz y con la mirada: "¿Cuándo me consolarás?" ¡Oh!, presto, querida. Todavía un poco de cruz y después serás consolada mucho más de cuanto tú esperas; consolada tan sobrenaturalmente que quedarás extasiada de gozoso estupor. Entonces te parecerá imposible haber merecido tanto. No te parecerá posible porque el gozo hace olvidar el dolor ya pasado y porque la humildad tiene por base los sentimientos propios de mis siervos.

Mi pequeña y amada discípula, dulce hija de mi amor, no te importe si la granizada de las penas ha venido a hacer de ti como un odre expuesto a la escarcha. Cada lágrima es una perla y cada acto de fe, hecho mientras atenaza el dolor, es mucho más que una perla. Vendrás a Mí mucho más adornada que una esposa.

 

Di siempre la palabra de Dios: "Ahora"

 

Ya te enseñé a no contar los días del pasado ni los del futuro. Di siempre la palabra de Dios: "Ahora". Yo sufro ahora. El pasado ya no existe y el futuro podría no existir sino que: Dios me ama ahora, ahora amo a Dios y Dios me premia ahora para la eternidad. Ahora, siempre ahora".

Pregunta el salmista: "¿Cuándo harás justicia con mis perseguidores?" El lo podía decir puesto que aún no había venido Yo a traer el perdón y el amor. Tú, en cambio, no lo debes decir. Y lo que es más, ni lo debes siquiera desear, ya que Yo dije: "Cuando uno te abofetea, ofrécele la otra mejilla. Ama a quien te aborrece para no ser como los del mundo que aman únicamente al que les ama. Bienaventurados de vosotros si fuereis perseguidos (Mt 5, 10-12; 38-39 y 43-47; Lc 1, 22-23 y 27-36). Déjame a Mí el cuidado de la defensa y del castigo. Tú ama, pues eso es mucho más dulce y mucho más santo.

¡Si tú supieses cómo te amo cuando veo que, no sólo ya no sabes odiar –tú que odiabas– ya no sabes odiar desde que te dije que amaras hasta a los enemigos por mi amor, sino que sufres cuando ves que los demás odian, puesto que el odio entre hermanos es ofensa que se me infiere a Mí, Padre de todos los hombres!

 

Mas ello no te provoca el odio

sino que te distancia de los hombres, que es lo que quiero;

y te impele cada vez más hacia Mí,...

 

Sería en vano que los inicuos te vinieran ahora con cuentos, pues estás muy por encima de ellos y de sus palabras. Te encuentras fija en Dios, en el refugio de su corazón, como el pajarillo en su nido. Por eso, nutrida como estás directamente en mi seno, sabes cual es el alimento verdadero, no pudiéndote, por tanto, seducir los sabores mendaces de los alimentos engañosos. Tú vives de la y en la Palabra de Verdad y el odio de los golosos de la mentira no te puede sino producir extrañeza, como se la produce a un niño el desaire que un adulto opone a sus caricias. Mas ello no te provoca el odio sino que te distancia de los hombres, que es lo que quiero; y te impele cada vez más hacia Mí, que es lo que quiero todavía más.

Aquel que habla la verdad que Dios le pone en sus labios, se hace tan odioso al mundo, que éste, no sólo trata de hacer que desaparezca su persona, pues el mundo es vil y tiene miedo de las prisiones, sino que trata también de destruir su estima y su memoria entre los buenos. Mas, con todo, tú permanece fiel.

 

A los mandamientos dados para todos

se ha de añadir uno especial para mis "voces" y mis predilectos:

La fidelidad absoluta

 

A los mandamientos dados para todos se ha de añadir uno especial para mis "voces" y mis predilectos: La fidelidad absoluta. Una fidelidad, no sólo a lo mandado sino también a lo aconsejado; y no sólo a lo aconsejado sino hasta a lo deseado por Mí. Por eso, aun en contra de toda conveniencia humana, séme fiel. Juana (Santa Juana de Arco, llamada la "doncella de Orleans", 1412-1431) fue fiel a sus "voces" hasta la hoguera y eso que eran voces de ángeles y de santos. Tu Voz es la mía. Si te fuera exigido, séle fiel hasta el martirio. Hasta cualquier martirio. Y el de la calumnia rastrera, de la guerra solapada, de las envidias y de las mentiras no es menos torturante que una hoguera. Séme fiel; Yo te ayudaré.

 

"Dame vida en tu misericordia

y pondré en práctica las enseñanzas de tu boca"

 

Y ahora di tu último dístico: "Dame vida en tu misericordia y pondré en práctica las enseñanzas de tu boca".

Sí, Vida; Vida te daré. Aquí, mientras me sirves, y en el Cielo para que descanses en mi gozo. Vida aquí para que tú vivas cada vez mejor lo que te enseño. Bebe, bebe en la fuente de mi divina Palabra. Jesús-Maestro es más que nunca Maestro tuyo porque son raros en extremo los que lo quieren por Maestro y El se entrega sin medida a los pocos que han comprendido que no hay ciencia ni palabra en el mundo que sean más santas y verdaderas que las suyas.

¡Oh, queridísimos, los que me amáis y vivís de mi palabra, joyeles vivos en los que deposito las perlas de mi pensamiento, lámparas áureas que brilláis con la luz que arde en vosotros, venid, venid! Yo contemplo a esta pequeña grey de corderos amorosos entre las manadas de lobos feroces, de corderos que dan testimonio de Mí ante el mundo satanizado, de corderos cuya vida es una profesión de fe, una prueba de la existencia de Dios y un destello de gozo.

¡Oh, venid, venid, que estáis contraseñados con mi Señal! Mi Corazón está abierto para vosotros. Venid y descansad sobre él. Venid...

Te lo digo Yo: ¡Alégrate! Dios está contigo". "

536-541

A. M. D. G.