29 de julio.

Cántico de Débora (Jueces 5), v. 2 y v. 31

 

 

Haced que el mundo se dé cuenta

de que Dios existe

al verlo brillar en vosotros,

en cada uno de vuestros actos.

 

 


 

Cambiando Israel por de Cristo se tiene el pueblo de Dios

  Tras el rostro severo de vuestra misión, que a los ojos humanos puede tener aspecto de rigor divino, está la Dulzura infinita,...

 


 

Dice Jesús (Ahora bien, son palabras del Eterno Padre, como la propia María Valtorta lo rectifica al término del dictado):

 

"Cambiando "Israel" por "de Cristo"

se tiene el pueblo de Dios

 

"Cambiando "Israel" por "de Cristo" se tiene el pueblo de Dios, ese pueblo que, marcado con la Señal santa del Hijo, entrará en el Reino que su Sacrificio le abrió.

Así pues, ha de decirse: "¡Oh vosotros, cristianos, que ofrecisteis voluntariamente vuestras vidas al dolor, bendecid al Señor... porque, amando con generosidad, habéis conseguido brillar en el Cielo como el sol cuando se levanta". Vosotros brillaréis sin conocer ocaso porque cuanto se relaciona con Dios es eterno, y vosotros sois eternos porque estáis en Dios y en Cristo crucificado al que imitáis en la parte más ardua de su ejemplo.

Permaneced, por tanto, con la paz en el corazón, tanto en lo sobrenatural como en lo humano, pues Yo estoy con vosotros y mí más amplia indulgencia desciende sobre vuestras debilidades por cuanto vuestra ofrenda anula a mis ojos santísimos toda enfermedad.

 

Tras el rostro severo de vuestra misión,

que a los ojos humanos puede tener aspecto de rigor divino,

está la Dulzura infinita,...

 

No puedo trataros con rigor a vosotros que sois los continuadores de la obra de mi Verbo. Tras el rostro severo de vuestra misión, que a los ojos humanos puede tener aspecto de rigor divino, está la Dulzura infinita, pronta a derramarse sobre vosotros cual ola sobre la playa; está el Amor que os ama y está Dios con toda su caridad, su dulzura, su paciencia y su compasión.

Corresponded a mi bendición con la vuestra y, entre la Tierra y el Cielo, se establezca un intercambio de latidos amorosos que mantengan unida a esta tierra infeliz, que no quiere ser de Dios ni de su Cristo, con el Creador que la atiende por más que no lo merezca. Tejed una red de amor con la que prendáis a las almas desviadas para traerlas a la Luz. Aprisionadlas con esta red de vuestros latidos unidos a los de Dios. Haced que el mundo se dé cuenta de que Dios existe al verlo brillar en vosotros, en cada uno de vuestros actos.

Y continuad fieles pensando en vuestro futuro. ¡Qué luz os aguarda después de tantas tinieblas! ¡Cuánto gozo después de tanto dolor! Más alegre que el sol cuando sale será vuestro día eterno. Pensando en este Día, olvidaos del horror actual en el que Satanás y sus servidores se agitan en odio a Dios y a sus hijos.

Os bendigo."

Creía que fuese Jesús; mas, por el contrario, es el Eterno Padre.

576-577

A. M. D. G.