20 de agosto
Pero si este hecho no aparece relatado
en los Evangelios...
Son notas nuevas en el coro que cantan mis Evangelios
Dice Jesús:
"Cuando Yo te desvelo episodios desconocidos de mi vida pública, al momento percibo el coro de los doctores difíciles que dicen: "Pero si este hecho no aparece relatado en los Evangelios, ¿cómo puede asegurar esta mujer: "Yo he visto esto"? A estos tales les respondo con las palabras de los propios Evangelios:
Y Jesús iba por todas las ciudades y aldeas enseñando
en sus sinagogas, predicando el Evangelio del Reino ...
"Y Jesús iba por todas las ciudades y aldeas enseñando en sus sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y sanando todas las dolencias y enfermedades" dice Mateo (Mt 4, 23; 9, 35).
Y asimismo: "Id a contarle a Juan lo que veis y oís: los ciegos ven, los cojos caminan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena nueva" (Mt 11, 4-5; Lc 7, 22).
Y también: "¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida, porque si en Tiro y en Sidón se hubiesen realizado los milagros hechos en medio de vosotros, tiempo ha que en cilicio y en ceniza habrían hecho penitencia...! Y tú, Cafarnaún, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? Hasta el infierno te hundirás, porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros operados en ti, sin duda aún subsistiría" (Mt 11, 20-24; Lc 10, 13-15).
Y Marcos: "... y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, de Judea, de Jerusalén, de Idumea y del otro lado del Jordán. También de las cercanías de Tiro y de Sidón, mucha gente, al oír las cosas que hacía, vino a El..." (Mc 3, 7-8).
Y Lucas: "Jesús iba por ciudades y pueblos predicando y anunciando la buena nueva y el Reino de Dios, y con El estaban los doce y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades" (Lc 8, 1-3).
Y mi Juan: "Y después de esto, se fue Jesús al otro lado del mar de Galilea y le seguía gran muchedumbre porque veían los prodigios obrados por El sobre los enfermos" (Jn 6, 1-2).
Y Juan, el Predilecto, por haber estado presente a todos los prodigios, de cualquier naturaleza que fuesen, que Yo llevé a cabo durante tres años, me otorga este ilimitado testimonio:
Hay además otras muchas cosas obradas por Jesús que,
si se escribieran una por una, creo que el mundo no podría contener
los libros que habrían de escribirse
"Este es el discípulo que vio estas cosas y las ha escrito y sabemos que su testimonio es veraz. Hay además otras muchas cosas obradas por Jesús que, si se escribieran una por una, creo que el mundo no podría contener los libros que habrían de escribirse" (Jn 21, 24-25).
Y bien, ¿qué dicen ahora los doctores de los sofismas?
Si mi bondad, para sostener a una amante mía que lleva mi cruz por vosotros –me la ha quitado de los hombros para cargársela ella, y esto lo hace porque me ama hasta el punto de querer morir antes que verme afligido– si mi bondad, para despertaros del letargo en que morís, hace que se conozcan episodios de su ministerio, ¿os atreveréis a hacer por ello reconvenciones a esa bondad?
Son notas nuevas en el coro que cantan mis Evangelios
Verdaderamente que no os merecéis este don y este esfuerzo de vuestro Salvador por sacaros del miasma en el que os asfixiáis. Mas, puesto que os lo doy, aceptadlo y levantaos. Son notas nuevas en el coro que cantan mis Evangelios. ¡Si al menos sirviesen para despertar de nuevo vuestra atención que, a la sazón, está y se mantiene indiferente ante los episodios ya conocidos de los Evangelios que, después de todo, los leéis tan mal y con el ánimo distante de ellos...!
¿No se os ocurre pensar que, a lo largo de tres años, hubiese Yo hecho tan pocos milagros como se narran, hubiese curado tan sólo a las pocas mujeres que se nombran y realizado únicamente los pocos prodigios que se relatan? Pues si la sombra de Pedro servía para sanar (Hch 5, 14-15), ¿qué no habría hecho la mía? Y ¿qué mi aliento y mi mirada? Recordad a la hemorroisa: "Si logro tocar la orla de su vestido, me curaré" (Mt 9, 20-22; Mc 5, 25-29; Lc 8, 43-44). Y así fue.
Poder milagroso emanaba de Mí continuamente. Vine para llevar a Dios y abrir las esclusas del Amor echadas desde el día del pecado. Siglos de amor se vertían en oleadas sobre el pequeño mundo de Palestina, todo el amor de Dos hacia el hombre que, por fin, podía expandirse, como El anhelaba, para redimir a los hombres con el Amor antes que con la Sangre.
Me diréis acaso: "Mas, ¿por qué a ésta que es una cosa tan miserable? Os responderé cuando ésta, a la que vosotros despreciáis y Yo amo, se encuentre menos extenuada. Mereceríais el silencio que tuve con Herodes (Lc 23, 8-9). Mas es mi intención redimiros a vosotros, a quienes el orgullo hace los más difíciles de persuadir."
646-648
A. M. D. G.