15 de septiembre.
María Santísima de los Dolores.
Todo acabará. Yo no
Esta mañana el despertar de mi breve suelo habitual, a eso del alba, ha estado marcado por esta palabras dichas con una voz queda y suave, un susurro apenas:
Yo soy la Caridad de Dios, canal de amor entre el Padre y el Hijo,
canal de caridad entre Dios y los hombres
"Yo soy la Caridad de Dios, canal de amor entre el Padre y el Hijo, canal de caridad entre Dios y los hombres. Libre y fecundo, Yo voy y circulo, distribuyo y recojo, derramo y concentro. Por Mí el Eterno está en vosotros y por Mí vosotros estáis en el Eterno. Soy la Fuerza primera. Seré la Fuerza última. Soy la Fuerza eterna.
Todo acabará. Yo no. Mi vivir y mi reinar son eternos puesto que Yo soy la Perfección de las perfecciones de Dios y la perfección de las perfecciones del hombre. Cuando ya nada le sea necesario al hombre porque no habrá más tiempo, pobre vida, carne ni destierro sino sólo eternidad y espíritu; cuando nada más tenga que hacer Dios sin descanso en favor de la creación porque, de todo lo creado, tan sólo quedará el Cielo con sus, a la sazón, completos y eternos habitantes, todavía seré Yo, seré Yo, seré Yo.
Y entonces los "vivos", que ya me comprenden, me comprenderán del todo y su gozo sobrehumano se derivará de este su comprenderme cumplidamente. Porque comprenderme cumplidamente quiere decir comprender a Dios y su trino misterio. Es decir, conocer a Dios perfectamente y estar absortos eternamente en el éxtasis de ese conocimiento."
Después la voz, de una suavidad todavía mayor que la de María, se ha apagado dejándome feliz y sonriente con un gozo sobrehumano.
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A. M. D. G.