MARÍA VALTORTA

 

CUADERNOS DE 1945 A 1950

 

 

Traducción del original italiano por SANTIAGO SIMÓN ORTA

Título original de la obra en italiano: "SCRITTI DI MARIA VALTORTA"

"I QUADERNI DAL 1945 AL 1950"

Copyright 1984 by Emilio Pisani editore

Isola del Liri (Frosinone)

ITALIA

PRO MANUSCRIPTO - NO COMERCIAL.


María Valtorta a los 19 años

"In Paradiso é fuoco di amore perfetto"

(De los escritos de M. Valtorta)

 

Tomado del libro en italiano:

"TU SABES QUE TE AMO

Confidencias de Jesús a un Sacerdote"

Página 81, 19 de Septiembre de 1975

 

"No temas, pues aquí estoy Yo para guiarte. ¡Adelante!, no retrocedas ni estés preocupado. Han rechazado mi Evangelio y distorsionado mi verdad. No han dado crédito a las almas víctimas a las que he hablado poniendo en sus palabras el sello de mi gracia. A todo han opuesto resistencia.

A María Valtorta, alma víctima, dicté una obra maravillosa de la que soy autor. Tú mismo has advertido la reacción furiosa de Satanás contra ella, lo mismo que la resistencia de muchos sacerdotes a esta obra que, si se leyera, o mejor, si se estudiara y meditara, podría reportar un bien grandísimo a muchísimas almas. Ella constituye una fuente de seria y sólida cultura.

Mas a esta obra, a la que le está reservado un éxito grande en la Iglesia regenerada, se prefiere la inmundicia de tantas revistas y libros de teólogos presuntuosos.

Te bendigo como siempre. Sigue queriéndome".

 

A MODO DE DESPEDIDA

 

Con el presente se cierra el ciclo de los CUADERNOS  de María Valtorta.

Esto amplía una despedida, sentida como todas, de la Cátedra del Divino Maestro a la que hemos asistido con singular aprovechamiento.

Sus lecciones han sido de una sublimidad admirable, si bien acomodadas a las mentes más humildes, del modo que ya lo hiciera Jesús en sus correrías evangélicas por los contornos de Galilea.

Mas por ello no dejan de constituir dichas lecciones un dechado de SUMA TEOLOGÍA tanto dogmática como ascética y mística.

El presente volumen no queda a la zaga de sus precedentes regalándonos con escasas pero escalofriantes escenas martiriales, cerrando su maravilloso contenido con un magistral comentario sobre el Apocalipsis.

Y, al igual de éste, cierro la presente nota con su misma patética invocación:

 

"¡VEN, SEÑOR JESÚS!

                                                                                                                            EL TRADUCTOR

 

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a. m. d. g.