4 de febrero

 

 

Así es como me doy a mi Romualdo

 por amor para satisfacción suya

a fin de ayudarle y porque Yo le conozco

 

 


 

Esta mañana recordaba su expresión de ayer cuando le estaba leyendo la visión. Se hallaba usted francamente asombrado. Se lo he contado a Jesús que lo tenía al lado y me ha contestado:

"Para esto precisamente te lo doy. No puedes imaginar con qué gozo me doy a conocer a mis verdaderos amigos. Así es como me doy a mi Romualdo por amor para satisfacción suya a fin de ayudarle y porque Yo le conozco. No tenía secretos para Juan como tampoco los tengo para los Juanes. Dile al anciano Juan que le doy mucha paz y abundante pesca. A ti nada de pesca sino la labor femenina de entretejer las redes con el estambre que Yo te proporciono. Trabaja, trabaja... Pero no te inquietes si no te queda tiempo para otras cosas. En este trabajo está todo tu quehacer. Ni te dé qué pensar si no vengo a decirte: "La paz contigo", pues se saluda cuando se llega y cuando se marcha, mas no cuando se está presente de continuo, ya que la permanencia es ya paz y esto es mi permanencia. Tú no me tienes como huésped sino que estás desde luego entre mis brazos de los que no te suelto ni un solo instante. ¡Tengo tanto que contarte del tiempo de mi vida mortal! Pero bien, hoy te voy a dar gusto y así te digo. "La paz sea contigo". "

Casi inmediatamente después veo esto (Se refiere sin duda a algún episodio del "Primer año de la vida pública" perteneciente a la magna obra sobre el Evangelio. Nota del T.)

18-19

A. M. D. G.