9 de julio

 

 

Acuérdate de los hermanos separados,

pues también para ellos eres víctima

 

 


 

Tú que sabías muy bien de estas cosas; tú que las probaste, ayúdame

   No hay sino dar un paso para entrar a formar un solo Aprisco bajo un único pastor y para ello es preciso que se tienda una mano al otro lado de la cañada divisoria a fin de ayudarles a venir 

  cuando El quiere, lo quiere de veras y no ceja hasta que se le da gusto  

 Para la unión que falta entre los pueblos es preciso que haya al menos una unión entre los cristianos pues están ya próximas las épocas anticristianas y es menester que lo que está predicho se cumpla

 


 

"Tú que sabías muy bien de estas cosas; tú que las probaste, ayúdame"

 

Vuelvo a leer, Padre, cuanto ayer escribí para poner debidamente algunas palabras que, de otra suerte, su vista no alcanzaría a descifrar. Resulta para mi desolador el volverlo a leer pues... es tan inferior a lo que yo experimentaba mientras describía mi estado de ánimo! Con todo, yo entonces, para que me ayudara a expresar lo que el Señor hacíame probar, por miedo también a decirlo mal y buscando un consuelo –porque, a la vez, es un sufrimiento, ¿sabe?– llamaba en mi auxilio a San Juan y le decía: "Tú que sabías muy bien de estas cosas; tú que las probaste, ayúdame". No me faltaron: su presencia, su semblante de eterno niño bueno ni sus sonrisas. Mas ahora compruebo que mi pobre palabra está tan por debajo de los sentimientos que me embargaban...! Todo lo humano es únicamente paja y oro tan sólo lo sobrenatural. Pero ni siquiera lo humano soy capaz de describir.

 * * *

Y ahora habré de decirle una cosa, pues, de lo contrario, me entra preocupación.

Hace unos 15 días (La fecha en que esto escribe es el 16 de julio), tal vez más, que la cara Voz me insiste así en el corazón:

 

No hay sino dar un paso para entrar a formar un solo Aprisco

bajo un único pastor y para ello es preciso que se tienda una mano

al otro lado de la cañada divisoria a fin de ayudarles a venir

 

"Acuérdate de los hermanos separados, pues también para ellos eres víctima. Recuerda que tu amiga Gabriela de la Trapa (Sor María Gabriela Sagheddu, trapense de Grottaferrata, 1914-1939, que se ofreció víctima por la unidad de los cristianos y fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983) hacia de sostén para ellos. Ten presente que cesó ya el obstáculo de la guerra; que no es sólo con la oración como se les ayuda a las almas; que Yo soy Cristo para todos y todos los cristianos son de Cristo; y, por último, que tu misión ha de ir mucho más allá de la sangre y de los afectos. Eres la portadora de la Voz y Esta, no lo puedes negar, a todos se dirigía. Recuerda que soy amado –tú misma lo has podido intuir– con más reverencia en las otras confesiones que no por vosotros. No hay sino dar un paso para entrar a formar un solo Aprisco bajo un único pastor y para ello es preciso que se tienda una mano al otro lado de la cañada divisoria a fin de ayudarles a venir. La sed de Mí es muy viva allá...".

 

cuando El quiere, lo quiere de veras

y no ceja hasta que se le da gusto

 

Pero, ¿qué es lo que yo puedo hacer? ¿Dejar que se desvanezca el eco que me queda tras esta advertencia que me taladra y no deja de resonar en mi mente? ¿Perder la tranquilidad por no saber qué hacer y mostrarme reacia a toda acción y porque advierto que desagrado a Jesús no haciendo nada? De los hermanos separados tan sólo conozco de nombre a los de la Nashdom Abbey. Y ¿cómo hago y qué digo si yo no sé inglés? Bueno, ¿y por qué ha de querer Jesús de mí cosas superiores a mi capacidad y contrarias a mis inclinaciones? Pues que me ayude porque, ¿sabe?, cuando El quiere, lo quiere de veras y no ceja hasta que se le da gusto.

 

Dice Jesús:

 

Para la unión que falta entre los pueblos es preciso

que haya al menos una unión entre los cristianos

pues están ya próximas las épocas anticristianas

y es menester que lo que está predicho se cumpla

 

"Para la unión que falta entre los pueblos es preciso que haya al menos una unión entre los cristianos pues están ya próximas las épocas anticristianas y es menester que lo que está predicho se cumpla".

Está bien... Pero, ¿cómo...? Yo, mientras tanto, ofrezco todo lo que sufro reservándome una pizca para otros fines. Mas, a lo que parece, no basta y yo no puedo añadir más sufrimientos a los propios del mal. ¿Y entonces?

66-67

A. M. D. G.