8 de octubre

 

 

"Hollareis serpientes y escorpiones

 sin que recibáis daño alguno"

 

 


 

Dice después Jesús:

"Ven María, que te voy a consolar con una luz en exclusiva para ti. Te comentaré bajo un nuevo punto de vista la frase evangélica: "Hollareis serpientes y escorpiones sin que recibáis daño alguno".

 

Es que están en Mí y Yo en ellos

 

El que está saturado de Mí podrá hollar todas las doctrinas humanas y vivir entre quienes se hallan a rebosar de ellas sin que reciban daño. Ha de entenderse también así porque si, realmente, mis benditos de un tiempo se vieron inmunes de las mordidas de las fieras, de los venenos y de otros peligros mientras Yo lo quise, de igual manera mis benditos de la época presente que viven en la atmósfera corrupta de una sociedad idólatra y endemoniado, se ven igualmente preservados de todo mal por mi querer. Es que están en Mí y Yo en ellos, no habiendo lugar para otro alguno y así no hay veneno que ataque en donde mi amor, o mejor, nuestro amor –el de Jesús y el del predilecto de Jesús– es antídoto contra todo veneno.

Permanece en paz, mi pequeña predilecta, pues Yo voy recogiendo para todos tus sufrimientos, lágrimas y oraciones.

 

Más, mucho, muchísimo más es la profunda evocación de mi Pasión

que he dado a los hombres de fe a través de tu fatiga.

 

Te has conmovido porque se ha encontrado cerca de Belén una piedra con indicaciones a mi crucifixión. Es una piedra, y nada más, que sirve tan sólo para los soberbios. Más, mucho, muchísimo más es la profunda evocación de mi Pasión que he dado a los hombres de fe a través de tu fatiga. Mas el hombre que es capaz de creer en una árida e incierta piedra, se muestra árido y dubitante ante ese documento de mi dolor que te di para él.

Deja a un lado las piedras y nútrete con el llanto de mi Pasión que tan perfectamente conoces. Mi Pasión es tu consuelo. Queda en paz".

97-98

A. M. D. G.