15 febrero

 

 

¡Sal fuera y sé conocida de los mejores!

 

 


 

Echemos mano de las astucias del mundo para combatir al mundo 

 ¡Basta de silencio y ocultamiento! ¡Sal fuera y sé conocida de los mejores! 

 El martirio sutiliza el velo de la carne y es la saliva de Dios aplicada a los sentidos todavía humanos

 


 

En contestación a un íntimo razonamiento mío sobre cómo el Señor, ahora sobre todo, me impele a que pueda recibir a la gente sin ocultarles lo que soy –cosa que me produce miedo porque temo sea un engaño diabólico– Él me responde:

"Tú obedece y no temas, pues no te sobrevendrá mayor daño del que te ha venido hasta ahora por más que hayas permanecido oculta. Y, por lo menos, el daño que te infieran los que no saben detectar a Dios donde se encuentra, quedará neutralizado con lo que constaten y depongan los espíritus rectos.

 

Echemos mano de las astucias del mundo para combatir al mundo

 

Echemos mano de las astucias del mundo para combatir al mundo. Las astucias que enseña el maestro del mundo... Ya lo dije Yo: "Sed sencillos como palomas y astutos como serpientes" (Mt 10-16). Satanás hace de sus discípulos serpientes astutas que adoptan actitudes clamorosas capaces de seducir los pesados corazones de los hombres del mundo, al tiempo que los espíritus rectos huyen de estas exhibiciones porque el alma advierte que no son sinceras, no saben a dónde acudir para encontrar lo que sienten serles necesario, sólo porque en el 90% de los casos las auténticas "voces" están calladas e incomunicadas.

 

"¡Basta de silencio y ocultamiento!

¡Sal fuera y sé conocida de los mejores!"

 

Basta. Basta para ti. Que al menos los indecisos puedan comparar y elegir. Y cada cual escogerá de acuerdo con lo que merezca porque los verdaderos buscadores de Dios irán en un sentido y los buscadores impuros de Dios irán en otro. Son buscadores impuros aquellos que de la amistad con una "voz" o "instrumento" esperan sacar deleite o provecho humano. Los aborrezco, pues no es para esto para lo que suscito a mis voces e instrumentos. No soy un histrión, como tampoco lo son mis voces. No soy un charlatán o mimo, como tampoco lo son ellas. No soy un oráculo para todas las estulticias, como tampoco son ellas. Ni un pasatiempo, como tampoco ellas que no son aceptadas. Mas cuando se trata de sonsacarles con artes humanas y diabólicas de adulterar la verdad y de calumniarlas presentándolas como enfermas, por no decir dementes y mentirosas, entonces digo Yo: "¡Basta de silencio y ocultamiento! ¡Sal fuera y sé conocida de los mejores!".

Y no hay incongruencia en mi conducta antes alta y providente justicia, como también conciencia y conocimiento del tiempo. La desembocadura se acerca... El río alimentado por Mí debe ser conocido antes de que se pierda en el mar sobrenatural. ¡Mi paz esté contigo, martirizado Juan!, por más que, ya lo sabes, pequeño Juan, el "grande Juan" vio la Jerusalén celestial, las glorias del Cordero y los misterios de los últimos tiempos después de haber sufrido el martirio (Ap 21-22).

 

El martirio sutiliza el velo de la carne y es la saliva de Dios

aplicada a los sentidos todavía humanos

 

El martirio sutiliza el velo de la carne y es la saliva de Dios aplicada a los sentidos todavía humanos. Después la visión hácese cada vez más nítida pues la debe preparar para la "posesión" de Dios. Y así será. Y si hay quien no cree, quien no puede creer, su incredulidad será el montón del que se cojan las piedras para lapidar al "negador", al "blasfemador", al "prepotente" que querría ponerle límites a Dios al negarle el poder de hacer de una nada un instrumento suyo y el poder de obrar un milagro.

Adiós, pequeño Juan de los mártires. La bendición de Dios para tu viático en cada hora y en cada tormento".

183-185

A. M. D. G.