18 de marzo de 1946
"cuando estos ojos y esta manos
abajen a la tumba,
sólo entonces daréis a conocer su misión".
La Extremaunción
no debe privarse a los moribundos de la Extremaunción de esta gran ayuda que tanta paz proporciona
las Santas Misas para las voces pueden leerlas y conocerlas únicamente mis superiores
Por un incidente estúpido tengo que arrancar y volver a copiar, cambiada como está, la hoja impresentable. ¡Paciencia!
aparece escrito que ya no gozo de las visiones
después de que en los meses anteriores disfruté de ellas
hasta que cesaron.
Corrijo el fascículo 1.º de las "Direcciones". En la primera página, fecha 5 de octubre de 1945, veo que aparece escrito que ya no gozo de las visiones después de que en los meses anteriores disfruté de ellas hasta que cesaron. ¡Bien! Esto fue ciertamente así en los meses de septiembre y octubre. Fue una vejación demoníaca para turbarme Y llevarme al desaliento, una tentación de Satanás para conseguir turbarme y desalentarme, pero que cesó tras la Extremaunción, no habiendo tornado ya más.
no debe privarse a los moribundos de la Extremaunción
de esta gran ayuda que tanta paz proporciona
Son muchas las cosas que cesaron después de la Extremaunción. Estaba ya convencida anteriormente, y así lo defendía, de que no debe privarse a los moribundos de esta gran ayuda que tanta paz proporciona. Esto lo sostenía únicamente porque tengo fe más ahora lo digo por experiencia y se lo diré a quienes tengan enfermos graves, dejándolo así consignado: "Fortaleced, fortaleced a los espíritus en sus luchas agónicas con este Sacramento. Proporcionadles paz, liberándoles y alejándoles del Enemigo".
¿Y ahora? He aquí que el vencido, haciendo de los hombres sus cómplices, trata de arrastrarme a la duda y al desaliento de los meses estivales. Pues bien, yo confío en Dios y si El no quiere mi desolación –y yo, en lo que esté de mi parte, lucharé por rechazar las nieblas suscitadas por Satanás para ocultarme la Luz y la Verdad– no desaparecerán éstas de mi horizonte. Si Dios no lo quiere –y yo sólo en El he de esperar– los hombres que no sienten a Dios ni le respetan en sus manifestaciones quedarán vencidos junto con su tentador. Y vendrá, llegará por fin el día en que no puedan hacerme mal.
sobre la necesidad de silenciar a la portavoz y las páginas dictadas
con el fin de contribuir a la paz de la misma mientras viva de modo,
que no se la turbe in resulte insidiada su labor
Recuerdo con insistencia todos los dictados de Jesús, los previsores y providenciales dictados de Jesús, de julio de 1943 en adelante, sobre la necesidad de silenciar a la portavoz y las páginas dictadas con el fin de contribuir a la paz de la misma mientras viva de modo, que no se la turbe in resulte insidiada su labor. "Sólo cuando estos ojos y esta manos que ahora ven y escriben abajen a la tumba, sólo entonces daréis a conocer su misión". Esto es lo que decía poco más o menos... (Algo muy semejante a esto se decía el 23 de agosto de 1943 en los Cuadernos de 1943). Mas, por una serie de circunstancias, no se cumplió esta orden. Únicamente yo fui la que siempre la observé y continuaré haciéndolo. Ahora, por no haber observado a la letra los consejos de Jesús, se están pagando las consecuencia e, incluso, las estoy pagando yo sin tener culpa alguna. ¡Que supla Dios a las necedades humanas!
las Santas Misas para las voces pueden leerlas y conocerlas
únicamente mis superiores
Padre, mi ángel le dice que las Santas Misas para las voces pueden leerlas y conocerlas únicamente mis superiores, no debiéndolas divulgar por motivo alguno ni darlas a conocer a nadie hasta después de mi muerte. Por eso, menos usted y, naturalmente, el Padre General, el Procurador General y aquel otro Padre profesor que da el curso sobre los Sacramentos (Creemos encontrar aquí la primera alusión al P. Conrado M. Berti, de los Siervos de María, profesor de teología sacramental, fallecido el año 1980, el cual habría de tener una parte muy importante en el cuidado de los escritos de María Valtorta) (si usted así lo considera), ningún otro en Roma ni fuera de Roma las debe conocer.
209-210
A. M. D. G.