30-12-46

 

 

en una caverna

han encontrado esqueletos de hombre-mono

 

 


 

Busca la clave en el capítulo 6.º del Génesis 

  Aún no lo has entendido. Te lo voy a explicar mejor. 

  Adán y Eva faltaron al primero de los mandamientos dados por Dios al hombre 

  Caín pecó contra el amor de Dios y contra el amor del prójimo 

  Donde el hombre ya no tiene el alma viva, allí aparece el hombre-animal 

  Son los monstruos que ahora llaman la atención de vuestros científicos induciéndoles a error 

  Y el hombre, el hombre actual, desatina con las líneas somáticas y los ángulos cigomáticos

 


 

Oigo la noticia de que en una caverna han encontrado esqueletos de hombre-mono. Me quedo pensativa diciendo: "¿Cómo pueden asegurar tal cosa? Habrá habido hombres brutos. También ahora se dan rostros y cuerpos simiescos. A lo mejor los hombres primitivos tenían un esqueleto distinto al nuestro" Y me viene otro pensamiento: "Pero ¿ya pueden diferir en belleza? No me cabe en la cabeza que los primeros hombres, siendo más cercanos al ejemplar perfecto que Dios creó y que, ciertamente, era bellísimo además de fortísimo, fuesen más brutos que nosotros". Y me da qué pensar cómo pudo ser que la belleza de la obra creadora más perfecta hubiera llegado a envilecerse tanto, hasta el punto de dar pie a los científicos para negar que el hombre hubiera sido creado hombre por Dios y asegurar que sea el resultado de la evolución del mono.

 

Busca la clave en el capítulo 6.º del Génesis

 

Me habla Jesús y dice:

"Busca la clave en el capítulo 6.º del Génesis. Léelo". Lo leo y Jesús me pregunta: "¿Lo entiendes?"

"No, Señor. Lo que entiendo es que los hombres se corrompieron enseguida y nada más. No sé qué relación pueda guardar ese capítulo con el hombre-mono.

Jesús sonríe y me responde:

"No eres la única que no entiende, pues no lo entienden los sabios, los científicos, los creyentes ni los ateos. Estame atenta. Y comienza a recitar: "Y habiendo comenzado los hombres a multiplicarse sobre la tierra y habiendo los hijos de Dios, o hijos de Set, tenido hijas y visto que las hijas de los hombres (hijas de Caín) eran hermosas, se desposaron con las que, de entre todas, más les gustaron... Así pues, una vez que los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres y éstas dieron a luz, de ellas salieron aquellos hombres potentes y famosos durante siglos". Esos hombre que por la potencia de su esqueleto llaman la atención de vuestros científicos, los cuales deducen de ahí que el hombre, en el comienzo de los tiempos, era más alto y fuerte que no lo sea actualmente y de la estructura de su cráneo deducen que el hombre deriva del mono. Es decir, los consabidos errores de los hombres ante los misterios de la creación.

 

Aún no lo has entendido. Te lo voy a explicar mejor.

 

Aún no lo has entendido. Te lo voy a explicar mejor.

Si la desobediencia a la orden de Dios y las consecuencias de la misma pudieron inocular en los inocentes el Mal con todas sus diversas manifestaciones de lujuria, gula, ira, envidia, soberbia y avaricia; y, a no tardar, la inoculación fructificó en fratricidio provocado por la soberbia, la ira, la envidia y la avaricia, ¿qué decadencia más profunda y más profundo dominio de Satanás habría provocado este segundo pecado?

 

Adán y Eva faltaron al primero de los mandamientos

dados por Dios al hombre

 

Adán y Eva faltaron al primero de los mandamientos dados por Dios al hombre. Mandamiento sobreentendido en el otro de obediencia dado a los dos: "Comed de todo; mas de este árbol, no" (Gn 2, 15-16; 3, 2-3). La obediencia es amor. Si ellos hubiesen obedecido sin ceder ante presión alguna del Mal hecha a su espíritu, a su entendimiento, a su corazón y a su carne, habrían amado a Dios "con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas" tal como mucho tiempos después fue explícitamente ordenado por el Señor (Dt 6, 5) No lo hicieron y fueron castigados. Mas no pecaron en la otra vertiente del amor: en la de su prójimo, puesto que no llegaron a maldecir a Caín sino que lloraron en igual medida sobre el muerto en la carne y sobre el muerto en el espíritu, reconociendo la justicia del dolor permitido por Dios al ser ellos quienes lo crearon con su pecado, correspondiéndoles por tanto ser los primeros en experimentarlo en todas sus facetas. Así pues, continuaron siendo hijos de Dios junto con sus descendientes venidos tras este dolor.

 

Caín pecó contra el amor de Dios y contra el amor del prójimo

 

Caín pecó contra el amor de Dios y contra el amor del prójimo. Infringió por completo el amor; Dios lo maldijo y Caín no se arrepintió. Por eso él y sus propios hijos no fueron sino hijos del animal llamado hombre.

Si el primer pecado de Adán produjo tal decadencia en el hombre, ¿qué grado de decadencia no habría producido el segundo al que acompañaba la maldición de Dios? ¿Qué variedad de formas de pecar no se habrían desatado en el corazón del hombre-animal al estar privado de Dios y qué virulencia habrían alcanzado después de que Caín, no sólo hubo escuchado el consejo del Maldito sino que lo abrazó como a su dueño querido asesinando por orden del mismo?

El desgaje de una rama, de aquella rama envenenada por la posesión diabólica, no quedó detenido sino que evolucionó de mil maneras. Cuando Satanás toma posesión, inocula la corrupción en todas las ramas. Cuando Satanás es rey, el súbdito se convierte en un satanás. Un satanás con todos los desenfrenos de Satanás. Un satanás que va contra la ley divina y humana. Un satanás que viola hasta las normas más elementales e instintivas del vivir como hombres dotados de alma, llegando a embrutecerse con los pecados más lúbricos del hombre-animal.

 

Donde el hombre ya no tiene el alma viva,

allí aparece el hombre-animal

 

Donde no está Dios está Satanás. Donde el hombre ya no tiene el alma viva, allí aparece el hombre-animal. El bruto ama a los brutos. La lujuria carnal, y más que carnal, al estar aferrada y soliviantada por Satanás, le desata la avidez por todas las uniones, presentándole como bello y seductor lo que en realidad es horrendo y desordenado como un íncubo. Lo lícito no le satisface por parecerle muy poco y demasiado honesto y, fuera de sí por la lujuria, busca lo ilícito, lo degradante y bestial.

Aquellos que ya no eran hijos de Dios, por cuanto con su padre y como él se alejaron de Dios para acoger a Satanás, se abalanzaron a lo ilícito, degradante y bestial, llegando a tener monstruos por hijos e hijas.

 

Son los monstruos que ahora llaman la atención

de vuestros científicos induciéndoles a error

 

Son los monstruos que ahora llaman la atención de vuestros científicos induciéndoles a error. Los monstruos que, por el poderío de sus formas, su salvaje belleza y su ardor bestial, frutos de la unión de Caín con los brutos y de los brutísimos hijos de Caín con las fieras, sedujeron a los hijos de Dios, es decir, a los descendientes de Set por Enós, Quenán, Mahalalel, Yéred, Henoc de Yéred, –no confundirse con el Henoc de Caín (Gn 4, 17. Para la descendencia de Adán, véase Gn 4, 25-26; 5)– Matusalén, Lamek y Noé, padre de Sem, Cam y Jafet.

Fue entonces cuando Dios, para impedir que la rama de los hijos de Dios se corrompiese del todo con la de los hijos de los hombres, mandó el diluvio universal para sofocar bajo el peso de las aguas la libídine de los hombres y para destruir los monstruos engendrados por la lujuria de los sin Dios, insaciables en su sensualidad al hallarse abrasados por el fuego de Satanás.

 

Y el hombre, el hombre actual, desatina

con las líneas somáticas y los ángulos cigomáticos

 

Y el hombre, el hombre actual, desatina con las líneas somáticas y los ángulos cigomáticos. Y, no queriendo admitir un Creador al ser excesivamente soberbio para reconocer el haber sido hecho, admite la descendencia de los brutos para así poder decir: "Nos hemos valido solos evolucionando de animales a hombres". El hombre se degrada, se autodegrada por no querer humillarse ante Dios. Y desciende ¡Vaya si desciende! En los tiempos de la primera corrupción tuvo el aspecto de animal. Ahora tiene ese aspecto en la mente y en el corazón y su alma, en fuerza de su cada vez más profunda unión con el mal, ha tomado en demasiados el rostro de Satanás.

Escribe este dictado en el libro. El punto que nos ocupa lo habría desarrollado más ampliamente, según te indiqué en el lugar de tu exilio", para rebatir las teorías culpables de tantos pseudo-sabios. Habría desvelado grandes misterios para que el hombre los conociese ahora que los tiempos han alcanzado su plenitud. No es tiempo ya de contentar a las gentes con fabulitas. Bajo la metáfora de las antiguas historias late la verdad clave de todos los misterios del universo que Yo habría explicado a través de mi pequeño y paciente Juan y así el hombre habría extraído del conocimiento de la verdad la fuerza necesaria para remontar el abismo y colocarse a nivel del enemigo en la última batalla que ha de preceder al fin de un mundo que, a despecho de todas las ayudas de Dios, no quiere ser un pre-paraíso sino que prefiere convertirse en un pre-infierno.

Y esta página muéstrasela, sin entregarla, a los que tú sabes. A uno le será de ayuda contra los restos de una pseudoconciencia que atrofia su corazón y los otros, a su vez, recibirán con ella una ayuda para su ya fuerte espiritualidad por medio de la cual podrán ver en todo el signo inconfundible de Dios".

285-289

A. M. D. G.