1 abril 1947

Martes Santo de 1947 (1.º de abril 14.º aniversario de mi crucifixión)

 

 

rECOMENDACIONES DEL  del Señor

 

 


 

Siempre deseó Jesús hablar a los que ama

   Tened... caridad ... saludos... heroísmo... solícita premura...  

 No pongáis límites a estas mis palabras. Sirven para todos los tiempos y todas las circunstancias.

 


 

Dice Jesús:

"Antes del gran silencio del Viernes Santo, igual que lo hizo con los Apóstoles, quiere el Verbo hablar a las almas que ama y darles los consejos del amor. Aparezco ante vosotros ligado ya y doliente en mis miembros. Mas el amor no conoce cadenas y, para vosotros, es fuerte y saludable el Amor.

 

Siempre deseó Jesús hablar a los que ama

 

Siempre deseó Jesús hablar a los que ama. Deseo ardientemente comunicarme mediante la palabra a las almas que, como las flores, se yerguen por la noche hacia las estrellas con su cáliz abierto para beber el rocío que llueve del cielo reparando los ardores del día y se vuelven ansiosas hacia Oriente para recibir la luz de la aurora que les consuela de las tinieblas nocturnas.

El Oriente: Yo.

El día: el mundo que inflama y enerva.

Las tinieblas nocturnas: el mundo así mismo con sus intereses y egoísmos, el mundo que penetra por todas partes y ofusca con las densas nieblas del humeante yo aun en donde debiera haber tan sólo auras luminosas de caridad.

La aurora: Yo que vengo cual Luz jubilosa para el que me quiere acoger.

Y os digo: Sed buenos e imitadme en vuestra "pequeña" pasión que ¡es tan "pequeña" comparada con la mía...!

 

Tened... caridad ... saludos... heroísmo... solícita premura...

 

Tened caridad que se derrama humilde y generosa hasta sobre los culpables, como lo hice Yo en la última Cena.

Fundíos totalmente con la Voluntad de Dios como lo hice Yo en el Getsemaní. Nunca llegaréis a sudar sangre puesto que lo que el Cielo exige de las criaturas es una nada respecto al todo que me exigió a Mí.

Tened saludos de amistad hasta para los Judas que siempre se dan doquiera hay maestros y discípulos.

Tened el heroísmo del silencio en las ofensas y del hablar a su debido tiempo para servir a la Verdad y glorificar a Dios, como lo tuve Yo en las salas del Sanedrín y del Pretorio, lo mismo que en las salas infames del palacio de Herodes.

Tened solícita premura para someteros a los tormentos y cargaros con vuestro dolor, como la tuve Yo sometiéndome a los azotes y abrazando la Cruz.

Tened constancia en la subida por más que la cruz os agobie y no os desaniméis si la debilidad os hace caer. Os recuerdo que mis caídas fueron tanto más graves cuanto más cercana tenía la meta para daros a entender que los tropiezos que pone Satanás son tanto mayores cuanto más se acerca el alma al altar del sacrificio que la convierte en hostia a Mí semejante y mi continuadora. Levantaos y proseguid. Dios sabe distinguir las caídas y es Padre que levanta a los que caen, no por malicia sino por debilidad voluntaria de criaturas y tropiezo de Satanás.

Tened desapego absoluto y absoluto despojo hasta de las cosas más lícitas para cumplir la extrema voluntad de Dios al igual que los tuve Yo que me aparté de la Madre, me despojé de los vestidos y renuncié a la vida.

Y, por último, perdonad. Perdonad a quienes piensan distinto a vosotros y quieren lo que vosotros no queréis, como Yo perdoné a los jefes del Sanedrín que quisieron mi muerte para reinar ellos solos. Pensad que se castigan ellos mismos al querer aquello que no ha de hacerles felices y que necesitan de vuestro perdón para su consuelo cuando reconozcan su error.

 

No pongáis límites a estas mis palabras.

Sirven para todos los tiempos y todas las circunstancias.

 

No pongáis límites a estas mis palabras. Sirven para todos los tiempos y todas las circunstancias. Porque siempre, allá en donde haya un maestro y discípulos, habrá igualmente un pequeño Cristo rodeado de discípulos y odiado por el mundo.

Permaneced en mi paz ahora y siempre. Y descienda sobre vosotros la bendición de mis Manos traspasadas".

345-347

A. M. D. G.