25-9

 

 

¿Tenía el óleo propiedades curativas?

 

 


 

Tenía el acostumbrado poder curativo del óleo que, en mi tiempo, se empleaba mucho en forma de ungüento para friccionar y extender sobre las partes enfermas, bien solo o mezclado con resinas y esencias.

  No era pues el óleo en sí el que curaba al aplicarlo mis apóstoles sino el poder que Yo habíales conferido

   Dos poderes muy diferentes del óleo

 


 

Dice Jesús:

"Te han preguntado si el óleo que emplearon mis discípulos para curar a los enfermos tenía únicamente propiedades curativas.

 

Tenía el acostumbrado poder curativo del óleo que, en mi tiempo, se empleaba mucho

 en forma de ungüento para friccionar y extender sobre las partes enfermas,

bien solo o mezclado con resinas y esencias.

 

De esto hablé ya en la Obra; mas, compadeciendo a quienes no dan con este punto en una obra tan extensa, repito: el óleo tenía únicamente poder curativo. O mejor, tan sólo tenía ése de un modo especial. Tenía el acostumbrado poder curativo del óleo que, en mi tiempo, se empleaba mucho en forma de ungüento para friccionar y extender sobre las partes enfermas, bien solo o mezclado con resinas y esencias. El acostumbrado poder que, por sí mismo, era muy relativo en cierta clase de enfermedades llegadas ya a un desenlace mortal o de cronicidad. Precisamente las que se presentaban a mis discípulos por haber fracasado toda curación en ellos.

 

No era pues el óleo en sí el que curaba al aplicarlo mis apóstoles

 sino el poder que Yo habíales conferido

 

No era pues el óleo en sí el que curaba al aplicarlo mis apóstoles sino el poder que Yo habíales conferido. El óleo era tan sólo el medio empleado para hacer que mi poder, comunicado a mis apóstoles, no lo tomaran mis enemigos y enemigos de mis discípulos como algo de que pudieran acusar presentándolo como sugestión diabólica o mágica.

Así, y únicamente así, curaba el óleo los cuerpos. Así tan sólo así, fue el óleo hasta que Yo instituí el Sacramento del Santo Óleo. Entonces el Santo Óleo, compuesto según las normas de la liturgia mosaica, adquirió el poder de curar las llagas del alma, de borrar igualmente las marcas y cicatrices que quedaron tras la absolución de los pecados obtenida mediante una confesión sincera y por los méritos de mi sacrificio.

 

Dos poderes muy diferentes del óleo

 

Dos poderes muy diferentes del óleo. Extendido sobre los miembros de los enfermos y hasta la institución del Sacramento de la Extremaunción, para curar los males del cuerpo. Y, aplicado a los moribundos próximos ya al juicio, para curar el alma antes de su encuentro con Dios Juez; y, de aceptar Dios, benigno, las plegarias de los parientes, para devolverle incluso la salud del cuerpo concediéndole más tiempo en el mundo para adquirir méritos o simplemente méritos si es que anteriormente no los había adquirido el que, mediante el Sacramento, obtuvo asimismo la salud física.

En conclusión: El óleo extendido por los discípulos sobre los enfermos no fue sacramento sino hasta que Yo instituí el Sacramento que ha de administrarse en caso de muerte del modo que la Sabiduría lo enseñó" (Ex 22-23).

386-387

A. M. D. G.