1.º de mayo de 1948
diferencia existente entre la separación
del alma del cuerpo por la muerte
y la momentánea separación del espíritu del cuerpo
y del alma por el éxtasis o el rapto
Mi Ángel custodio me explica la diferencia existente entre la separación del alma del cuerpo por la muerte y la momentánea separación del espíritu del cuerpo y del alma por el éxtasis o el rapto. Me dice que, mientras la salida del alma del cuerpo provoca la muerte, la contemplación extática, o sea, la oración temporal del espíritu fuera de las barreras de los sentidos y de la materia, no provoca la muerte. Y esto porque el alma no se separa sino que con su parte mejor se sumerge en los fuegos de la contemplación.
Para hacerme entender esto mejor, me indica cómo todos los hombres, mientras están con vida, tienen en sí el alma, (muerta o viva según lo esté por el pecado o por la justicia), mas únicamente los grandes amantes de Dios alcanzan la verdadera contemplación. Esto viene a demostrar que el alma que conserva la existencia, mientras se mantiene unida al cuerpo –y en esto todos los hombres son iguales– contiene en sí una parte escogida: el alma del alma, diré así, que, con el desamor a Dios y a su Ley y hasta con la tibieza y los pecados veniales, pierde la gracia de poder contemplar y conocer a Dios y las verdades eternas conforme a la capacidad que una criatura puede alcanzar y en la medida de la perfección que ésta consiguió
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Esta explicación angélica la he recibido porque, al rezar el Santo Rosario, meditaba el 4.º misterio glorioso y, por ello, las palabras de María Santísima del 12 de abril y las del Espíritu Santo del 2 de febrero.
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A. M. D. G..