30 de marzo de 1949, a las 15,20 horas

 

 

¿Por qué esta luz de crepúsculo que apenas si se ve?

 

 


 

Jesús que, por tres veces me llama con afán mientras corre a mi encuentro como si viniera de la Probática en dirección al Tiropeón y después se detiene junto a un sepulcro que tiene su puerta abierta cual si fuese una boca oscura, me dice: "Dame tus manos y ponlas, alma mía, en las mías para que Yo te transfunda mi Fortaleza... Porque no sabes tú lo que te están haciendo... no sabes cuánta es la fuerza que necesitas para mantenerte fiel... Porque tú a Mí tan sólo quieres seguir siendo fiel, ¿no es cierto? ¡A tu Jesús! He aquí por qué vengo y te ayudo así".

Y yo, palidísima por la contemplación, le pregunto: ¿Por qué esta luz de crepúsculo que apenas si se ve? ¿Llega acaso la noche para mí y para la Obras?" (porque a duras penas veo a Jesús vestido de blanco por hallarse todo en penumbra...).

Y Él:  "El crepúsculo no viene tan sólo por la noche que llega, ya que puede indicar igualmente el despuntar del alba". Se queda por fin allí y se vuelve rutilante cuando Don Dati (Don José Dati, cura párroco de la parroquia de San Paulino en Viareggio, de la que actualmente, 1984, es párroco prior) viene a bendecir (bendición pascual de las casas). Después vuelve a estar como antes, afligido, fatigado, de pie en la luz que no es luz del verdoso crepúsculo como de centinela junto al sepulcro abierto de par en par...

(De esta visión tuve más tarde explicación en el "Paralelo" sobre las dos Pasiones..., mas son páginas secretas...).

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A. M. D. G.