7 y 8 de mayo

 

 

rEUNIÓN para publicar la Obra

 de los Socios de la CEPV

 

 

 


 

Reuníos, bien el 3 (Invención de la Santa Cruz) o el 5 (Victoria de Lepanto por la intercesión de María Santísima del Rosario) o el 8. Pero querría que fuese el 8 para que en ese día Yo, el Buen Pastor, con la cooperación de la Reina del Rosario y...

 


 

Noche entre el 7 y 8 de mayo, o sea, pocas horas antes de la reunión de los Socios de la C. E. P. V. (Debe tratarse de la "Casa Editrice Parole di Vita" constituida expresamente para publicar la Obra, si bien después se disolvió) en mi casa para resolver y dejar sentado que yo quiero obedecer y que se obedezca a la Iglesia.

Reuníos, bien el 3 (Invención de la Santa Cruz) o el 5 (Victoria de Lepanto por la intercesión de María Santísima del Rosario) o el 8. Pero querría que fuese el 8 para que en ese día Yo, el Buen Pastor, con la cooperación de la Reina del Rosario y de San Miguel Arcángel, logre hacer volver a mis senderos las ovejitas descarriadas.

Jesús había dicho: "Reuníos, bien el 3 (Invención de la Santa Cruz) o el 5 (Victoria de Lepanto por la intercesión de María Santísima del Rosario) o el 8. Pero querría que fuese el 8 para que en ese día Yo, el Buen Pastor, con la cooperación de la Reina del Rosario y de San Miguel Arcángel, logre hacer volver a mis senderos las ovejitas descarriadas. La oración en común dirigida a mi Madre y la tuya, en particular a San Miguel para que ahuyente al Perturbador tan activo en algunos, obtendrá cuando menos que la voluntad perversa quede amarrada y la tuya aparezca diáfana y sin dudas.

A las 24 se ausenta Jesús y ocupa su puesto María Santísima de Fátima que aparece vuelta hacia oriente orando con intensidad.

A las 12 del 8-5-49, mientras se reza, Nuestra Señora se vuelve de oriente a occidente e inclina su mirada sobre P. B. ... Una mirada maternalmente afligida. Después separa las manos que tenía juntas, abre los brazos dirigiéndolos hacia la tierra, a continuación los eleva en ademán de súplica al Cielo y de nuevo junta las manos en oración resbalándole dos lágrimas por las mejillas hasta caer al suelo.

Me siento empalidecer con mi palidez contemplativa que quería ocultar a los ocho presentes que, a excepción de dos, se percatan de ello... Comprendo que María Santísima llora por el Clero pecador del que uno se halla a la sazón presente.

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A. M. D. G.