26-27-28 y hasta el 30 de julio de 1949
nUESTRA sEÑORA ME MIRA A MÍ
Nuestra SeñorA no viste ya el manto gris ni mira hacia oriente sino que me mira a mí y se me acerca resplandeciendo en sus blancos vestidos, envuelta en luces celestiales, con expresión suavísima en su sonrisa y en su mirada.
485
A. M . D. G.