26-27-28 y hasta el 30 de julio de 1949

 

 

nUESTRA sEÑORA ME MIRA A MÍ

 

 


 

Nuestra SeñorA no viste ya el manto gris ni mira hacia oriente sino que me mira a mí y se me acerca resplandeciendo en sus blancos vestidos, envuelta en luces celestiales, con expresión suavísima en su sonrisa y en su mirada.

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A. M . D. G.