¿CUÁNDO LA IRA DE DIOS 

SE MANIFIESTA DESDE EL CIELO? 

 


 

#la ira de Dios se manifiesta desde el Cielo cuando un pueblo cae en la impiedad y la injusticia   

#La ira, la verdadera e inmutable ira de Dios, más que con castigos, se manifiesta con dejaros a vosotros mismos   

#cuando "la impiedad y la injusticia" aniden en el corazón del 99% de la humanidad,... entonces Dios ... no actuará hasta el momento en que un rayo de su voluntad ordene a sus ángeles abrir los siete sellos, hacer sonar las cuatro trompetas, dar suelta al águila de los tres ayes,   

#¿Es ésta ya esa hora o estáis por entrar en ella? Se halla escrito en el corazón de los actuales profetas, "más lo que a ellos les han dicho los siete truenos se encuentra sellado y no lo dirán"   

#En su segunda, última venida, el Cordero de Dios, el Redentor, el Santo de los santos,  tendrá por precursor... el Arca dilectísima..., a Ella,...-para engendrar y alumbrar, en una última maternidad- el mayor número posible de gérmenes vivientes que haya y quieran ser dados a luz para el Señor   

#Es el tiempo de María que surge, la postrer misericordia que nuestro Amor ideó para vosotros.   

#No os parezca injusto este alejamiento de Dios   

#Estableced comparaciones, meditad y escoged.   

#Buscad al Salvador mientras aún está entre vosotros, antes de que el odio le aleje fuera de vuestros confines...   

#A las objeciones de María Valtorta, le responde el Autor Santísimo   

#hay muchos que, por más que el Señor abriese las cataratas del cielo para inundar la tierra de gracias y de milagros, seguirían diciendo: ¿Puede ser esto? No

 


 

"Al presente se manifiesta la ira de Dios desde el Cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que ahogan la verdad de Dios en la injusticia". (A los Romanos, cap. 1, v. 19).

 

la ira de Dios se manifiesta desde el Cielo 

cuando un pueblo cae 

en "la impiedad y la injusticia"

 

Dice el Autor Santísimo:

"En la lección precedente os invité a defender la Idea religiosa al objeto de conseguir la salvación y la paz porque, cuando un pueblo cae en "la impiedad y la injusticia" ý la impiedad mayor, la más grande injusticia, es ofender a Dios, hacer chacota de la Religión, atacarla, apagarla en las  mentes y desobedecerla consciente y premeditadamente en todos sus preceptos -entonces es cuando la ira de Dios se manifiesta desde el Cielo

 

La ira, la verdadera e inmutable ira de Dios,

 más que con castigos, 

se manifiesta con dejaros a vosotros mismos

 

No son precisos rayos, cataclismos ni diluvios para que se haga manifiesta. Basta que Dios os abandone para que vosotros mismos os proporcionéis muerte, congojas y desesperación. La ira, la verdadera e inmutable ira de Dios, más que con castigos, se manifiesta con dejaros a vosotros mismos. Cuanto vosotros llamáis manifestaciones de la ira de Dios -como son las guerra, los medios atroces de destrucción, los cataclismos, las pestes- no alcanzan a ser todavía la ira inmutable y absoluta. Son reconvenciones, llamadas de un Padre ofendido pero ganoso de dar a los hijos culpables su ayuda y su perdón.

 

cuando "la impiedad y la injusticia" 

aniden en el corazón del 99% de la humanidad,

... entonces Dios ... no actuará hasta el momento 

en que un rayo de su voluntad ordene a sus ángeles 

abrir los siete sellos, 

hacer sonar las cuatro trompetas, 

dar suelta al águila de los tres ayes,...

 

Mas cuando "la impiedad y la injusticia" aniden en el corazón del 99% de la humanidad, cuando la impiedad y la injusticia, así de la mente como de la materia, hayan invadido todas las clases sociales y la abominación haya penetrado igualmente en la casa de Dios -en cuanto a la abominación de la desolación de que habla el profeta y lo confirma el Verbo, aún no habéis acertado a dar a la palabra "desolación", de la que está dicho que ha de ser, y será, la señal del fin, su justo significado- entonces Dios no os reprenderá con castigos paternales -que, por desgracia, es justo constatarlo, salvan a pocos, sino porque los más son ya servidores de Satanás- sino que os dejará a vosotros mismos. Se retirará. Ya no actuará hasta el momento en que un rayo de su voluntad ordene a sus ángeles abrir los siete sellos, hacer sonar las cuatro trompetas, dar suelta al águila de los tres ayes, y después, ¡horror!, sonará la quinta trompeta y el Judas de los últimos tiempos abrirá el pozo del abismo para hacer salir de él lo que el hombre habrá querido más que a Dios.

 

¿Es ésta ya esa hora o estáis por entrar en ella? 

Se halla escrito en el corazón de los actuales profetas, 

"más lo que a ellos les han dicho los siete truenos 

se encuentra sellado y no lo dirán"

 

¿Cuándo? ¿Cuándo? ¿Es ésta ya esa hora o estáis por entrar en ella? Temed. Os lo estáis preguntando... Pero no os arrepentís. No se os dirá el cuándo. Se halla escrito en el corazón de los actuales profetas, "más lo que a ellos les han dicho los siete truenos se encuentra sellado y no lo dirán".

 

En su segunda, última venida, el Cordero de Dios, 

el Redentor, el Santo de los santos, 

tendrá por precursor...  el Arca dilectísima..., 

a Ella,...-para engendrar y alumbrar, 

en una última maternidad- 

el mayor número posible de gérmenes vivientes 

que haya y quieran ser dados a luz para el Señor

 

Y entonces, cual astro de paz sobre el horror y el terror de las encrespadas olas -la Tierra toda agitada como mar tempestuoso y los hombres cual náufragos en medio de la galerna, todos menos los siervos de Dios acogidos en la barca de Pedro, fieles al Marinero santo- entonces despuntará la aurora de la Estrella del Mar, precursora de la Estrella Matutina en el surgir de su última aparición. En su segunda, última venida, el Cordero de Dios, el Redentor, el Santo de los santos, tendrá por precursor, no al penitente del desierto, salado con las maceraciones y salador de los pecadores para curar su pesantez haciéndoles prontos para acoger al Señor, sino que tendrá por precursor a nuestro Ángel, Aquél que, aun teniendo carne, fue un Serafín; Aquél en el que hicimos morada más dulce y digna que pudimos tener, el Arca dilectísima del oro más fino que, aún ahora, Nos contiene como Nosotros la contenemos a Ella, que trasvolará los cielos irradiando su amor para preparar al Rey de los reyes su trayectoria perfumada y real, y para preparar -para engendrar y alumbrar, en una última maternidad- el mayor número posible de gérmenes vivientes que haya y quieran ser dados a luz para el Señor.

 

Es el tiempo de María que surge, 

la postrer misericordia que nuestro Amor 

ideó para vosotros.

 

Mirad allá, al orto de los tiempos... Por entre las sombras cada vez más densas y malditas que cubren la tierra, se dibuja un alba que más dulce no cabe. Es el tiempo de María que surge, la postrer misericordia que nuestro Amor ideó para vosotros.

Dilatada será la andadura de su camino. Obstaculizada por su eterno enemigo que, por más que sea vencido, no es por eso menos obstinado en molestarla y combatirla. El embota las inteligencias de los hombres para que no conozcan a María; apaga su fe en Ella, produce tinieblas y lanza fango. Mas la Estrella del Mar está muy por encima de las olas contaminadas sobre las que pasará por alto sin que el fango manche la orla de su vestido. Bajará tan sólo, rauda como un arcángel, a escribir su sigla, junto al signo Tau, sobre la frente de los fieles, de los salvados para el Reino eterno. Y, al contacto de la mano de la Madre de la Vida, de la Fuente de Salud, penetrarán la fortaleza y la paz en sus espíritus.

Bendecid a Dios que concedió a la Estrella purísima emprender su camino para atraeros a Dios con la dulzura de su amor, Salvadora compasiva, extrema, compensadora para las almas buenas de su cada vez más profundo alejamiento de Dios, disgustado por las culpas de los hombres.

 

No os parezca injusto este alejamiento de Dios

 

Estableced comparaciones, meditad y escoged.

 

No os parezca injusto este alejamiento de Dios. Se lee en los Macabeos que cuando con Antíoco Epífanes penetró la corrupción en Israel, e Israel se alejó de la Ley por haberse cometido mucho jefes de Israel, "hijos de iniquidad", a las "naciones vecinas" hasta el punto de adoptar sus mismas perversas costumbres "vendiéndose para hacer el mal", el santuario quedó desolado como un desierto, las solemnes festividades trocáronse en luto, los sábados en abyección y toda su gloria aniquilada. Y no sólo esto sino que fue aceptado "el culto de los ídolos". Ello provocó la persecución de los pocos que permanecieron fieles, y la muerte, la violencia y el dolor vinieron a constituir el patrimonio de aquel pueblo que había suscitado la ira del Señor. Estableced comparaciones, meditad y escoged.

Una vez más os repite Jesús lo que dijo en la última fiesta de los Tabernáculos: "Un poco todavía estoy con vosotros... y después me marcharé. Y entonces me buscaréis pero no me encontraréis". 

Sí, durmientes. Os hablo a vosotros más que a los enemigos declarados. A vosotros que, si despertaseis, podríais defender la Idea y vuestro bien. A vosotros que dormís mientras los demás trabajan y os mecéis en la ilusión de que ha de estar Dios a vuestro servicio, de que Jesús ha de ser vuestro siervo y siervo estólido que, tras haber sido olvidado, no buscado ni seguido hasta el punto de haber llegado a la persuasión de dar por inútil su permanencia entre vosotros, pueda estar pronto y dispuesto a sacaros del apuro cuando lleguéis a estar a punto de veros sumergidos en él y, finalmente, aunque no para todos en el tiempo, os despertaréis.

 

Buscad al Salvador mientras aún está entre vosotros, 

antes de que el odio le aleje fuera de vuestros confines...

 

Buscad al Salvador mientras aún está entre vosotros, antes de que el odio le aleje fuera de vuestros confines... en Efraín, entre aquellos pueblos que nacen a la luz mientras vosotros os hundís en las tinieblas que "ahogan la verdad, no haciéndola ver, levantando el muro de las tibiezas, de los quietismos cuando no el de la impiedad y las injusticias". 

 

A las objeciones de María Valtorta, 

le responde el Autor Santísimo

 

Digo antes de apagarse la Voz Santísima: "¡Oh, Señor divinísimo!, ahora que hablas con frecuencia, dirán ellos de nuevo que esto está mal, porque me ha dicho P. B. (Debe tratarse del P. Berti) que están convencidos de que Tú ahora, ¡oh Divinísimo!, hablas muy de cuando en cuando". 

Me responde:

"Obro como quiero. He demostrado que vengo diariamente o que no vengo por espacio de decenas de días sin que tú llenes tales vacíos con palabras tuyas. Y esto sírveles de lección. Todo lo he hecho para persuadirles. Mas sucede como está dicho: "Hemos tañido y no habéis bailado, hemos entonado cantos plañideros y no habéis llorado". 

Ahora bien, estas páginas no son para ellos e, incluso, te ordeno que las quites de aquí y hagas con ellas un fascículo aparte que has de entregar cómo y a quienes te he dicho. Cuando era necesario para la aprobación de la Obra de Jesús ya lo han tenido. Lo demás es un tesoro que, para tenerlo, hay que merecerlo. Y hay quien lo ha merecido por haber hecho nuestra Voluntad para contigo con caridad perfecta y sin reclamar nada por lo hecho contigo. Y, eso aparte, hay otro motivo de providencia divina para disponerlo de este modo".

Tan amada me siento y tan feliz por el retorno de la Virgen de Lourdes que vino ayer (a partir de las 17, y tan... fuertemente, que me hallaba fuera de los sentidos, de lo que Marta (Marta Diciotti, nacida en Lucca el año 1910, vivió al lado de María Valtorta a la que asistió amorosamente desde el año 1935 hasta la muerte de la escritora enferma acaecida el 12 de octubre de 1961.) puede dar razón), que pregunto, en relación con lo acaecido en San Paulino (Es la parroquia de María Valtorta en Viareggio en donde algunos creyeron haber notado algo extraordinario en la estatua de la Inmaculada) y con las palabras de María Santísima de ayer tarde: "Si tienen fe obraré prodigios de gracias"; y el Divinísimo me responde:

 

hay muchos que, por más que el Señor abriese 

las cataratas del cielo para inundar la tierra de gracias 

y de milagros, seguirían diciendo: 

¿Puede ser esto? 

No

"En el 4º de los Reyes (El 4º de los  Reyes es según la Vulgata que corresponde al 2º de los Reyes), cap. 7º, v. 19, dice aquél en cuyo brazo se apoyaba el rey: "aunque abriese el Señor las cataratas del cielo, ¿podría nunca suceder lo que tú dices?". Te digo que hay muchos que, por más que el Señor abriese las cataratas del cielo para inundar la tierra de gracias y de milagros, seguirían diciendo: "¿Puede ser esto? No"

El milagro presupone la fe. Dios da la señal. Se manifiesta. Es una continua epifanía llamando los espíritus a la fe, a la esperanza, a la caridad, a Dios. Mas, a renglón seguido, os deja libres para creer o no creer.

Mas dígoos que el río de gracias, pronto a derramarse, si el hombre lo opone un dique con su incredulidad, se vuelve por otra parte. He aquí por qué la Benditísima pone la condición "Si tienen fe" para prometer "obrar prodigios de gracias".

Viene la hora de la gracia; quédate a su espera. Mas si el hombre no la invita diciéndole: "Quédate con nosotros", pasa y ya no vuelve".

6-1-48

A. M. D. G.