AL CONDENAR A LOS DEMÁS
TE CONDENAS A TI MISMO
HACIENDO AQUELLO QUE TÚ CONDENAS
#¿A quién hablo Yo? Hablo a la parte escogida
#mostraos contentos de ser llamados y deseados por Dios por esta función de hostias
A los Romanos, cap. 2º, v.1.
Dice el Autor Santísimo:
"Dice el Apóstol: "Tú... te haces inexcusable ya que, al condenar a los demás, te condenas a ti mismo haciendo aquello que tú condenas".
Hablo a la parte escogida
¿A quién hablo Yo? ¿A los fieles corrientes o a la parte escogida de la grey? Hablo a la parte escogida. Porque mi palabra es levadura que debe hacer fermentar la harina pura, la harina de hostias para que esa harina venga a ser con su perfección levadura dentro de la gran masa, dentro de la harina cernida con cedazo más o menos tupido.
para formar la levadura coge la flor de la harina
y la pone a fermentar a fin de que forme la levadura
que ha de hacer levantar a la harina,
por más que sea impura, convirtiéndola en pan comestible.
Cuando el ama de casa quiere hacer el pan, no toma, para formar la bola de levadura la harina impura, llena de salvado, sino que coge la flor de la harina, la mezcla con agua pura y la pone a fermentar a fin de que forme la levadura que ha de hacer levantar a la harina, por más que sea impura, convirtiéndola en pan comestible. Los ázimos eran sin levadura; pero entonces la harina que se tomaba era pura, de obleas, y así resultaran comestibles en pequeñas hogazas planas cocidas a fuego vivo.
La parte escogida de la grey del Cordero
es la harina de hostias
La parte escogida de la grey del Cordero que es Pastor, que es Pan de Vida, que es el Señor, es la harina de hostias, de aquellas hostias que en un espiritual sacrificio, cual es el de la Nueva Ley, vienen e, incluso, se ponen a sí mismas como un memorial sobre el altar, como oblación de suavísimo olor ardiendo sobre el altar del sacrificio (Levítico cap. II).
El antiguo rito, ofrecido y consumado con harinas o carnes, se ha cambiado al nuevo, pero con formas nuevas y más escogidas, no depositándose sobre el altar de los Cielos sino los sacrificios de los hombres santos, como asimismo sobre los altares de la Tierra no llegan a consumarse sino la Carne y la Sangre del Dios Hombre. Y esto con el fin de que el Dios Hombre sea modelo para los hombres que, por obediencia al Evangelio, llegan a ser hombres-dioses y para que, constituidos por su caridad en sacerdotes y víctimas, puedan ofrecer y consumar su sacrificio sobre el universal altar de los Cielos a la gloria de Dios y por la redención del mundo.
Estos sacrificios individuales y escogidos
de la parte selecta de la grey
son la levadura que levanta
la masa impura de la clase ínfima
Estos sacrificios individuales y escogidos de la parte selecta de la grey son la levadura que levanta la masa impura de la clase ínfima de la mayoría de la grey y, sin saberlo, confiriéndole ese mínimo de fermento que la hace ser parte aceptable de la grey.
Y por esto hablo a la parte escogida, a la que actúa por más que se encuentre escondida y, en apariencia, ausente. Y vale más su secreta acción que todas las acciones manifiestas, unas veces ruidosas, otras intransigentes y, otras más, marcadas con la soberbia -con aquella misma soberbia que corrompió al Sacerdocio, a los Escribas y Rabinos de Israel- de los que creen hacerlo todo y muchas veces son merecedores de que se les diga: "Te haces inexcusable ya que, al condenar a los demás, te condenas a ti mismo haciendo aquello que tú condenas".
las víctimas que son las columnas
que sostienen el templo de Dios,
el baluarte defensivo de mi Iglesia,
la escala áurea por la que los débiles de la grey
puedan subir a Dios
Le hablo pidiéndole explicaciones, reparaciones, obras perfectas de caridad para que, al menos, la parte docente de la grey de Cristo, los pastores de más o menos categoría de dicha grey, cuando ellos no son "parte escogida y hostia de sacrificio", se encuentren cuando menos entre la parte impura -con la inmensa mayoría inconvenientemente informe de los cristianos de hoy- y la parte escogida: la de las víctimas que son las columnas que sostienen el templo de Dios, el baluarte defensivo de mi Iglesia, la escala áurea por la que los débiles de la grey puedan subir a Dios, puesto que no saben volar hasta El, las luminarias que jalonan el camino y, más aún, las estrellas que indican la ruta que lleva hasta el Corazón de Cristo.
La Divinidad tiene necesidad de hostias puras,
Hostias de amor que reparen
todas las ofensas inferidas al Amor.
Hostias de expiación
que reparen los pecados del mundo.
Hostias de purificación.
Hablo a las almas-hostias. La Divinidad tiene necesidad de hostias puras, santas y hechas inmaculadas por su caridad que las purifica de las debilidades humanas. Tiene necesidad de hostias. Hostias de amor que reparen todas las ofensas inferidas al Amor. Hostias de expiación que reparen los pecados del mundo. Hostias de purificación. El hedor de los pecados que apesta al mundo sube hacia el Cielo en fuerza de su magnitud e intensidad. Purificad la inmensa catedral de la Creación para que Dios pueda mirarla con esa su piedad que salva.
mostraos contentos de ser llamados
y deseados por Dios por esta función de hostias
Y mostraos contentos de ser llamados y deseados por Dios por esta función de hostias. Mucho más necesarios que los elementos indispensables para el sostenimiento de la vida humana son los sacrificios de las almas-víctimas. Ya os lo dice el Amor: "Los que son víctimas de holocausto constituyen las legiones de arcángeles que desbaratan a las legiones de demonios y sostienen el mundo haciendo que Dios se muestre propicio con él. Los que son hostias son los más auténticos imitadores de Cristo. Los que se sacrifican engendran hijos para el Señor su Dios" ."
9-1-48
A. M. D. G.