EL JUICIO DE DIOS
ES CONFORME A VERDAD
#Ni el patrimonio, ni el ropaje, ni la condición, ni la posición harán cambiar el juicio de Dios
#¡Sed pequeños! Sed pequeños, vosotros, a quienes amo. Si lo sois, Yo os enseñaré la Sabiduría
A los Romanos, cap. 2º, vv. 2 hasta el 8º
Dice el Autor Santísimo:
Ni el patrimonio, ni el ropaje, ni la condición,
ni la posición harán cambiar el juicio de Dios
"El juicio de Dios es conforme a verdad, bien sea para el réprobo, para el tibio, como para quien arde en tan purísimo amor que le lleva hasta el sacrificio. Ni el patrimonio, ni el ropaje, ni la condición, ni la posición harán cambiar el juicio de Dios. Como tampoco valdrán para confundirle las dobleces y artificios de que suele echarse mano para engañar a los hombres, lo mismo que las hipocresías, los falsos actos de bondad, de fe, de honestidad y de amor.
Las palabras del Maestro son siempre vivas y justas, bien sea cuando dicen: "No sólo el que dice ¡Señor!, ¡Señor!, entrará en el reino de los Cielos", como cuando pone en parangón al publicano con el fariseo o da el código maravilloso de la Nueva Ley con el sermón de la montaña (Mateo cap. 5-6-7).
No hay mutación en la ley porque la haya en los tiempos.
más se le ha de exigir
a quien tuvo más conocimiento de la Ley
No hay mutación en la ley porque la haya en los tiempos; ni variará el juicio, porque Dios siempre juzgará con arreglo a verdad y justicia.
Y con más rigor será juzgado aquél que tiene la misión de juzgar o se arroga tal derecho, porque más severamente será juzgado y más se le ha de exigir a quien tuvo más conocimiento de la Ley. Y esto será así porque está dicho. "No juzguéis para que no seáis juzgados".
¡Sed pequeños! Sed pequeños, vosotros, a quienes amo.
Si lo sois, Yo os enseñaré la Sabiduría
¡Sed pequeños! Sed pequeños, vosotros, a quienes amo. Si lo sois, Yo os enseñaré la Sabiduría. Os la enseñaré con mi amor. Porque, sabedlo, la Sabiduría más se aprende con el amor que con la instrucción. Yo que os amor y vosotros que me amáis, seamos luz para entender las palabras de la Sabiduría que, sin la luz del amor, únicamente con la cultura, resultan oscuras en todo o en parte.
"Es mediante la caridad como tendréis salvación y paz"
El que tiene caridad desarma el Corazón de Dios
por más que se reconozca culpable
Por esto nunca terminará de gritar el amor: "Es mediante la caridad como tendréis salvación y paz". Porque quien tiene caridad no desprecia las riquezas de la bondad divina ni de su paciencia y tolerancia; el que tiene caridad ama la penitencia, no juzga, no condena, no da escándalo ni se hace tibio, frío o sórdido de corrupción.
El que tiene caridad desarma el Corazón de Dios por más que se reconozca culpable. Dios perdona a quien le ama y llora sobre su seno, y no sólo dará a cada uno según sus obras siempre imperfectas, como de hombre, sino teniendo en cuenta su amor que a menudo es mayor que su propia capacidad de hacer el bien. Hasta el deseo de perfección será tenido en cuenta siempre que sea un deseo activo, es decir, un deseo verdadero que si no se realiza perfectamente es tan sólo porque la criatura no tiene la capacidad suficiente para cumplirlo.
Dios ve. Ve con realidad plena. Y ve como sólo puede ver Dios perfectísimo: con una perfección que no se detiene ante las apariencias y juzga con perfección tras paciente espera".
11-1-48
A. M. D. G.