"La perfección es amor. 

El amor es armonía. 

La armonía es orden.

 


 

#No se da armonía donde se altera el orden. No se da amor donde se altera la armonía  

 #la armonía y el orden que son la base de todo cuanto es bueno  

#todo el Universo es una sublime armonía que dura desde que es, por cuanto se atiene a las leyes sempiternas que regulan el curso de los astros y planetas, la llegada de las estaciones, el continuo recrearse de las especies animales y vegetales de modo que a la criatura-hombre no le llegue a faltar cuanto le es necesario para su vida terrena   

#Llamábase "Edén" al lugar donde el hombre fuera creado y puesto para que, con su compañera, lo poblase. se llamaba "Cielo" al lugar en donde los ángeles, espíritus puros, fueran puestos tras haber sido creados por Dios   

#Lucifer fue creador. ¿qué es lo que creó? El desorden, el pecado, el infierno   

#El hombre, vino a ser creado por Lucifer, el rebelde   

#El Infierno, lugar de eterna e inconcebible tortura al que se precipitan los que obstinadamente viven odiando al Señor y a su Ley   

#Todo este dolor milenario tiene su origen en el desorden producido por un rebelde en el Cielo y por la aquiescencia al desorden propuesto por la ya maldita serpiente en el Edén a los dos primeros habitadores de la Tierra   

#Y entre Dios y Satanás se encuentra el hombre en el que hay ya dos naturalezas que luchan entre sí: la carnal, en la que están los estímulos de la Culpa y la espiritual, en la que están las voces de la Gracia.

 


 

A los Romanos, cap. 8.º, vv.- 6-7-8.

 

"La perfección es amor. El amor es armonía. La armonía es orden.

 

No se da armonía donde se altera el orden. 

No se da amor donde se altera la armonía

 

No se da armonía donde se altera el orden. No se da amor donde se altera la armonía. No se da perfección donde falta el amor.

Así es en todas las cosas y en todas las obras, lo mismo en las humanas como en las sobrehumanas.

No cabe música verdaderamente armoniosa si el músico o los ejecutantes faltan a la exacta aplicación de las normas musicales de tiempo y de tono. En lugar de una música armoniosa, de una armonía, resultará un ruido discordante que pondrá en fuga a los oyentes.

Imposible resultará la armonía moral entre los componentes de una familia, de una sociedad, de una nación, de un conjunto de naciones, si entre ellos llega a faltar el amor. El desamor, es decir, el desorden en las relaciones recíprocas, lleva la ruptura y a la ruina de la familia, de una sociedad al fin, a la ruina de la nación y a la guerra entre las naciones.

 

la armonía y el orden que son la base 

de todo cuanto es bueno

 

No cabe perfección de costumbres, de leyes ni de vida, si viene a faltar el amor, esto es, y una vez más, la armonía y el orden que son la base de todo cuanto es bueno.

 

todo el Universo es una sublime armonía que dura 

desde que es, por cuanto se atiene a las leyes sempiternas 

que regulan el curso de los astros y planetas, 

la llegada de las estaciones, el continuo recrearse 

de las especies animales y vegetales de modo que 

a la criatura-hombre no le llegue a faltar 

cuanto le es necesario para su vida terrena

 

Por esto la Perfección infinita y eterna -que es Amor, que es Orden, que es Armonía superperfecta hasta  el punto de ser Una y Trina sin que ello conduzca a la anulación o confusión de una Persona o de las Personas, que continúan tan distintas aún estando tan armónicamente unidas por el Amor hasta ser una Unidad perfecta; y que tal perfección se repite de forma distinta, pero con orden idéntico, en el Verbo hecho Carne, en el que se unieron la Divinidad y la Humanidad sin confundirse ni aventajarse, quedando cada una de las dos cualidades en lo que eran, sin separación del Hijo con el Padre y sin abusivo privilegio de la Humanidad de Cristo por ser El Dios-, por esto, decía, la Perfección infinita y eterna creó armónicamente todas las cosas y todas las criaturas y puede decirse que todo el Universo es una sublime armonía que dura desde que es, por cuanto se atiene a las leyes sempiternas que regulan el curso de los astros y planetas, la llegada de las estaciones, el continuo recrearse de las especies animales y vegetales de modo que a la criatura-hombre no le llegue a faltar cuanto le es necesario para su vida terrena.

Realizada sin fatiga, por haber sido realizada ordenadamente, la creación habría continuado sin esfuerzo alguno por parte de las criaturas, de no haber venido el desorden a turbar la armonía de los Cielos con la rebelión de Lucifer y la armonía del Edén con la rebeldía del Hombre-Adán.

 

Llamábase "Edén" al lugar donde el Hombre fuera creado 

y puesto para que, con su compañera, lo poblase 

se llamaba "Cielo" al lugar en donde los ángeles, espíritus

 puros, fueran puestos tras haber sido creados por Dios

 

Llamábase "Edén" al lugar donde el Hombre fuera creado y puesto para que, con su compañera, lo poblase. Lo mismo que se llamaba "Cielo" al lugar en donde los ángeles, espíritus puros, fueran puestos tras haber sido creados por Dios para que le adorasen y sirviesen por los siglos de los siglos. Edén quiere decir "jardín", esto es, lugar de delicias. Cielo quiere decir "Reino de Dios", esto es, lugar de santidad y de gozo. Si el orden nunca hubiese sido voluntariamente violado por las criaturas a las que Dios dio, junto con el ser, lugares de gozo y de delicias, el Edén hubiera continuado siendo Edén para todos los descendientes de Adán y el Infierno no hubiera existido.

 

Lucifer fue creador. 

¿qué es lo que creó? 

El desorden, el pecado, el infierno

 

Mas, en primer lugar, el ángel, al conocer por un don sublime los futuros misterios y las futuras obras del Señor, misterios y obras que Lucifer, bien que fuese el más excelso de entre los ángeles, jamás habría podido realizar, en vez de contemplar adorando el infinito Poder y la Caridad de su Creador -lo que habría equivalido a "vivir en el orden, vivir en la armonía de movimientos intelectivos buenos"-, se levantó contra su Señor en un acto de loca rebeldía que mató en él y en sus seguidores la caridad y en ella la armonía y el orden. Y creó... Sí, el fue ciertamente creador. Pero, ¿qué es lo que creó? Creó el desorden, el pecado, el infierno. Eso era lo que podía crear uno que habíase apartado de Dios.

 

El hombre, vino a ser creado por Lucifer, el rebelde

 

El desorden en los movimientos e instintos humanos, que Dios habíalos proporcionado buenos, ordenados y armónicos entre sí en orden y armonía con el fin último para el que había creado al hombre, vino a ser creado por Lucifer, el rebelde que, por haber sido "el lucero de la mañana" en la creación celeste de los ángeles, creyose "semejante al Altísimo" sobre cuyo cielo trató de "levantar su trono" (Isaías, 14).

El pecado contra el amor, esto es, la soberbia de la mente y del corazón por la que el Hombre-Adán inocente vino a hacerse culpable del tremendo pecado del yo que quiere "llegar a ser como Dios" (Génesis 3, 5), fue creado por Lucifer que, tras haber pecado él, sedujo al Hombre para hacerlo semejante a sí en la rebeldía contra el Señor.

 

El Infierno, lugar de eterna e inconcebible tortura 

al que se precipitan los que obstinadamente viven odiando 

al Señor y a su Ley

 

El Infierno, lugar de eterna e inconcebible tortura al que se precipitan los que obstinadamente viven odiando al Señor y a su Ley, fue creado a causa de él, el Arcángel rebelde fulminado con sus seguidores por la ira divina y vencido por los ángeles fieles porque, despojo a la sazón del poder que le comunicaba su estado de gracia, fulminado y "precipitado en el profundo del Abismo" (Isaías) en el que su horrendo fuego de odio, sus no menos horrendas luz y llama, tan distintas de la luz y llama de gracia y de amor de las que Dios habíale dotado al crearle, encendieron los fuegos eternos y atrocísimos.

El Cielo continuó siendo Cielo aún después de la rebelión y caída de los rebeldes, pues en el Reino de Dios todo está fijado por reglas eternas y así -echados los soberbios, los rebeldes, los autoidólatras, cuya morada es el estanque ardiente del Infierno- la santidad, el gozo, el amor, la armonía y el orden perfectos continúan eternos.

Mas estaba ya el desorden y, con él, el pecado. El dolor y la muerte pudieron infiltrarse sinuosamente por entre las delicias del Edén, turbar el orden, la armonía y el amor del mismo; esparcir su tóxico, corromper el entendimiento, la voluntad, los sentimientos y los instintos; suscitar apetitos pecaminosos, destruir la inocencia y la gracia, apesadumbrar al Creador, hacer de las criaturas, antes sobrenatural y naturalmente felices, dos infelices, condenado el uno a extraer fatigosamente su pan de la tierra, ahora maldita y productora de abrojos y espinas, y condenada la otra a parir con dolor y a vivir en el dolor y bajo el dominio del hombre; condenados ambos a conocer el dolor del hijo muerto por el otro hijo y la vergüenza de haber engendrado un hijo fratricida; y, en fin, a probar el dolor de morir.

 

Todo este dolor milenario tiene su origen en el desorden 

producido por un rebelde en el Cielo y por la aquiescencia 

al desorden propuesto por la ya maldita serpiente en el Edén

 a los dos primeros habitadores de la Tierra

 

Todo este dolor milenario tiene su origen en el desorden producido por un rebelde en el Cielo y por la aquiescencia al desorden propuesto por la ya maldita serpiente en el Edén a los dos primeros habitadores de la Tierra. Y nunca más pudieron resurgir la primera perfección, el primitivo amor, la armonía y el orden de un principio después que, voluntariamente, un ángel y dos inocentes prefirieron el Mal al supremo Bien.

Ni siquiera el Sacrificio de un Dios haciéndose Hombre para redimir fue bastante a restablecer el estado primigenio de orden, de armonía, de amor y de perfección. La Gracia restaura, mas la herida permanece. La Gracia socorre, pero quedan los estímulos.

Mientras que, en un principio, el acceso al Reino de Dios hubiera resultado dulce y sin esfuerzo, ahora, en cambio, es preciso "echar mano de la violencia" para conseguir el Reino de los Cielos. Violencia santa contra la violencia maligna. Porque, desde que se produjo el Pecado, están el Bien y el Mal que se combaten fuera y dentro del hombre.

 

Y entre Dios y Satanás se encuentra el hombre 

en el que hay ya dos naturalezas que luchan entre sí: 

la carnal, en la que están los estímulos de la Culpa 

y la espiritual, en la que están las voces de la Gracia.

 

Dios llama. Satanás llama. Dios inspira. Satanás inspira. Dios ofrece sus dones. Satanás los suyos. Y entre Dios y Satanás se encuentra el hombre en el que hay ya dos naturalezas que luchan entre sí: la carnal, en la que están los estímulos de la Culpa y la espiritual, en la que están las voces de la Gracia. Y si Dios se dirige a la parte que a El se asemeja, porque es Padre que ama a su criatura con la que se quiere reunir tras la prueba terrena de la misma, Satanás, su Adversario, el Odiador de Dios y del Hombre, criatura de Dios, se dirige a entrambas e instiga a la carnal mientras trata de seducir a la espiritual para que venza y haga presa aquel "león rugiente que quiere devorar" de que habla el apóstol Pedro".

19-1-50

A. M. D. G.