LAS TENTACIONES DE JESÚS
EN EL DESIERTO
#Jesús está muy flaco y pálido
#Veo que aparece el feo rostro de Satanás.
#Jesús aprieta las manos en muda adoración
#"Desconfías de mí. Haces mal. Yo soy la sabiduría en la tierra.
#Eres joven y bello. Empieza por la mujer. Siempre se debe empezar por ella.
#Tú tienes hambre y yo te hablo de mujeres
#"¡Calla!"No sólo de pan vive el hombre, sino de cualquier palabra que viene de Dios".
#"No tentarás al Señor Dios tuyo" está escrito".
#Así pues, oye: "Adórame". Te daré la tierra.
#"¡Lárgate Satanás! Está escrito: "Adorarás al Señor Dios tuyo, y a Él sólo servirás".
#Seres angélicos vienen a revolotear con sus alas con las que purifican y refrescan el aire
#Satanás se presenta siempre con ropaje benévolo y en forma ordinaria.
#Los dos senderos más comunes de Satanás para llegar a las almas son el sentido y la gula.
#Es inútil discutir con Satanás, vencería él, porque tiene una lógica más fuerte.
#Es necesario tener voluntad de vencer a Satanás y fe en Dios y en su ayuda. Fe en el poder de la oración y en la bondad del Señor. Entonces no puede hacer ningún mal".
Veo la soledad cubierta de piedra, que había ya visto a mi izquierda, en la visión del Bautismo de Jesús en el Jordán. Tal vez debo de estar muy adentro de esta soledad porque no veo el hermoso río lento y azul, ni el verdor que lo flanquea a ambas riberas, como alimentado por las arterias del agua. Aquí tan sólo hay soledad, rocas, tierra en tal forma quemada que está convertida en polvo amarillo y que el viento levanta en pequeños torbellinos que parecen aliento de alguien que tuviese fiebre, así son de secos y de calientes. Y lo son todavía más porque el polvo se entra en la nariz y en la garganta. Aquí y allá se puede ver un retoño de espinas, que no comprendo cómo puede resistir a tan gran sequedad. Parecen como mechones de cabello en la cabeza de un calvo. Arriba un cielo azul, sin piedad azul. Abajo, la tierra seca; alrededor piedras y silencio. Esto es lo que veo que tiene la naturaleza.
JESÚS SE ENCUENTRA SENTADO EN UNA PIEDRA
DENTRO DE UN ENORME PEÑASCO
QUE TIENE CASI LA FORMA DE UNA
GRUTA
Y el que habla dentro de mí, me dice que aquella piedra, sobre la que está sentado, le sirve de reclinatorio y de almohada cuando descansa envuelto en su manto por algunas horas a la luz de las estrellas y del aire frío de la noche. De hecho, ahí cerca de Él, está el saco que vi que tomaba antes de partir de Nazaret. Es todo lo que tiene. Como veo que está vacío comprendo que se han acabado los pocos alimentos que le había dado María.
Está sentado con los codos apoyados sobre las rodillas y los antebrazos que se ven delante y las manos unidas y los dedos entrelazados. De cuando en cuando levanta la vista, mira alrededor, levanta sus ojos al sol, que ya está alto, casi perpendicular en el cielo azul. De cuando en cuando y sobretodo después de haber mirado alrededor y de haber levantado la vista hacia el sol, los cierra y los apoya en la roca que le sirve de refugio, como si sintiera vértigo.
VEO QUE APARECE EL FEO ROSTRO DE SATANÁS
Veo que aparece el feo rostro de Satanás. No se presenta como siempre lo hemos imaginado, con cuernos, cola, etc., etc. Parece un beduino envuelto en su vestido, y su gran manto le da aires de un personaje de teatro. Lleva el turbante en la cabeza, cuyos flancos blancos caen sobre sus espaldas y por la cara. De modo que así aparece un breve triángulo moreno, formado de los labios delgados y sinuosos, de los ojos negrísimos y sin fondo, llenos de resplandores magnéticos y de dos pupilas que parecen leer el corazón, pero en los que nada se lee, a no ser que sea una sola palabra: "Misterio". Es todo lo contrario de los ojos de Jesús, tan magnéticos y fascinadores que leen los corazones y en los que uno a la vez puede ver su corazón, el amor y la bondad que encierran. Los ojos de Jesús son una caricia en el alma. Los de Satanás son como un doble puñal que perfora y que quema.
Se acerca a Jesús: "¿Estás solo?"
Jesús lo mira pero no responde.
"¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Te perdiste?"
Jesús lo mira de cabeza a pies y calla.
"Si tuviese agua en la botija, te daría. Pero yo tampoco tengo. Se me murió el caballo y voy a pié al río. Beberé y buscaré a alguien que me dé pan. Conozco el camino. Ven conmigo. Te guiaré".
Jesús no alza ni siquiera los ojos.
"¿No me respondes?¿No sabes que si te quedas aquí te mueres? El viento comienza a soplar. Habrá torbellino. ¡Ven!"
JESÚS APRIETA LAS MANOS EN MUDA ADORACIÓN.
"¡Ah! ¿Con que eres Tú exactamente? ¡Tanto que te buscaba! Y tanto que te seguía. Desde el momento en que te bautizaste. ¿Llamas al Eterno?...¡Está lejos! Ahora estás en la tierra y en medio de los hombres. Entre los hombres yo reino. Sin embargo me mueves a compasión y quiero ayudarte, porque eres y has venido a sacrificarte por nada. Los hombres te odiarán por tu bondad. No saben de otra cosa más que de oro, comida y sentidos. Sacrificio, dolor y obediencia son palabras más muertas para ellos que esta tierra que nos rodea. Son más secos que este polvo. Tan sólo la serpiente puede esconderse aquí, en espera de morder, así como el chacal en espera de destrozar. Vete de aquí, no merecen que sufras por ellos. Los conozco mejor que Tú". Satanás se ha sentado enfrente de Jesús y lo escudriña con su horrible mirada, y en su boca se dibuja una sonrisa de serpiente. Jesús sigue callado orando en silencio.
"Desconfías de mí. Haces mal. Yo soy la sabiduría en la tierra. Puedo ser tu maestro para enseñarte a triunfar. Ves: lo importante es triunfar. Después, cuando uno se haya impuesto y el mundo ha sido engañado, entonces se le lleva a donde quiera uno. Pero ante todo es necesario ser como place a ellos. Como ellos. Seducirlos haciéndoles creer que los admiramos y que los seguimos en sus pensamientos.
ERES JOVEN Y BELLO. EMPIEZA POR LA MUJER
Eres joven y bello. Empieza por la mujer. Siempre se debe empezar por ella. Yo me equivoqué al inducir a la mujer a la desobediencia. Debía haberla aconsejado de otro modo. La habría convertido en un instrumento mejor y habría vencido a Dios. Tuve prisa. Pero ¡Tú! Yo te enseño, porque existió un día en que te miré con angelical alegría y me ha quedado un resto de aquel amor. Pero escúchame y aprovéchate de mi experiencia. Búscate una compañera. Donde Tú no seas capaz de llegar, lo será ella. Eres el nuevo Adán, debes de tener tu Eva.
Y por otra parte ¿cómo puedes comprender y curar las enfermedades de los sentidos, si no sabes qué cosa son? ¿No sabes que ahí se esconde el meollo de donde nace la planta de la avidez y de la arrogancia? ¿Por qué quiere reinar el hombre? ¿Por qué quiere ser rico y poderoso? Para poseer a la mujer. Esta es como la alondra. Tiene necesidad del guiño para que se le atrape. El oro y el poder son las dos caras del espejo que atraen a la mujer y la causa del mal en el mundo. ¡Mira! Detrás de mil delitos de todas clases, hay por lo menos 900 que tienen su raíz en el hambre de poseer a la mujer, o en la voluntad de una mujer que arde de deseo por el hombre que todavía no satisface o no lo satisfará jamás. Ve a la mujer si quieres saber qué cosa es la vida. Y sólo después sabrás curar y aliviar las enfermedades de la humanidad. Es hermosa, sabes: ¡la mujer! No hay cosa más bella en el mundo. El hombre posee el pensamiento y la fuerza. Pero ¡la mujer! Su pensamiento es un perfume, su contacto es una caricia de flores, su belleza es como un vino que desciende, su debilidad es como una cuerda de seda o un cordón de niño en manos del hombre, sus caricias son fuerza que se derrama sobre las nuestras y las encienden. El dolor, la fatiga, el desdén desaparecen cuando se está cerca de una mujer, y es como un manojo de flores en nuestros brazos. Pero ¡qué tonto soy!
TÚ TIENES HAMBRE Y YO TE HABLO DE MUJERES
Tu vigor está agotado por eso, esta fragancia de la tierra, estas flores de los creado, este fruto que produce y suscita amor, te parecen cosas sin ningún valor. Pero mira estas piedras. ¡Qué redondas! ¡Qué bien labradas! Doradas por el sol que desciende. ¿No te parecen panes? Tú, Hijo de Dios, no tienes más que decir: "Quiero", para que ellas se conviertan en un pan oloroso como el que ahora las panaderas sacan del horno para la cena de sus familias... estos espinos tan áridos, si Tú quieres ¿no pueden cubrirse de frutas, de dátiles o de miel? Sáciate, ¡oh Hijo de Dios! Tú eres el dueño de la tierra. Ella se inclina para ponerse a tus pies y para calmar tu hambre.
¡CALLA! NO SÓLO DE PAN VIVE EL HOMBRE, SINO DE
CUALQUIER PALABRA QUE VIENE DE DIOS
¿Lo ves que palideces y sientes mareo tan sólo de oír hablar de pan? ¡Pobre Jesús! ¿Eres tan débil de no poder ni siquiera ordenar que se haga un milagro? ¿Quieres que lo haga yo por Ti? No me puedo medir contigo, pero puedo hacer algo. Me privaré por un año de mi fuerza, la juntaré toda, pero te quiero servir porque eres bueno y yo siempre me acuerdo que eres mi Dios, aunque por ahora me he hecho indigno de llamarte como tal. Ayúdame con tu plegaria para que pueda..."
"¡Calla!"No sólo de pan vive el hombre, sino de cualquier palabra que viene de Dios".
El demonio tiene un arrebato de rabia. Rechina los dientes y cierra los puños. Luego se controla y cambia el rechino en sonrisa.
NO TENTARÁS AL SEÑOR DIOS TUYO
"Comprendo. Tú estás sobre las necesidades de la tierra y tienes horror de servirte de mí. ¡Lo tengo merecido! Pero... ven ahora y mira algo en la Casa de Dios. Ve cómo también los sacerdotes no rehúsan llegar a transacciones entre el espíritu y la carne, porque al fin son hombres y no ángeles. Haz un milagro espiritual. Yo te llevo al pináculo del Templo y Tú te transformarás en belleza y luego llama a las cohortes de ángeles y di que entrelacen sus alas para peana de tus pies y te bajen en el pórtico principal. ¡Que te vean y se acuerden que existe Dios! De cuando en cuando es necesario manifestarse, porque el hombre tiene una memoria flaca, sobre todo en cosas espirituales. ¡Qué felices se sentirán los ángeles de servir de peana a tus pies y de escalera sobre la que subas".
"No tentarás al Señor Dios tuyo" está escrito".
"Comprendes que aún tu aparición no cambiaría las cosas y que el Templo continuaría siendo un mercado y una corrupción. Tu divina sabiduría conoce que los corazones de los ministros del Templo son un nido de víboras, que se desgarran y desgarran tan sólo por dominar. No se les puede domar más que con la fuerza humana.
Así pues, oye: "Adórame". Te daré la tierra. Alejandro, Ciro, César, todos los más grandes dominadores que han vivido o que viven serán semejantes a cabecillas de miserables caravanas en comparación tuya, que tendrás todos los reinos bajo tu cetro y con los reinos todas las riquezas. Todas las bellezas de la tierra y mujeres y caballos y armadas y templos. Podrás levantar en todas partes tu Señal, cuando seas Rey de reyes y Señor de señores en el mundo.
Entonces serás obedecido y venerado por el pueblo y el sacerdocio. Todas las razas te honrarán y te servirán, porque serás poderoso y el único Señor... ¡Adórame un momento! ¡Quítame esta sed que tengo de ser adorado! ¡Es la que me perdió! Ha quedado en mí y me quema. Las llamas del infierno son como fresco aire matutino en comparación a éste que me quema por dentro. Es mi infierno esta sed. Un momento... un momento solo, ¡oh Cristo! Tú que eres bueno ¡Un momento de alegría al eterno atormentado! Hazme sentir qué cosa se experimenta al ser Dios, y me tendrás por tuyo, obediente como un siervo por toda la vida y para todas tus empresas. ¡Un momento! ¡Un solo momento y no te atormentaré más!"... y Satanás se arroja de rodillas pidiéndolo.
LÁRGATE SATANÁS, ESTÁ ESCRITO: ADORARÁS
AL SEÑOR DIOS TUYO,...
Jesús se ha puesto de pié. Enflaquecido durante estos días por el ayuno parece aun más alto. Su rostro se llena de severidad y poder. Sus ojos son dos zafiros que queman, su voz es un trueno que repercute dentro de la cueva y que se derrama sobre las piedras y la llanura desolada cuando dice: "¡Lárgate Satanás! Está escrito: "Adorarás al Señor Dios tuyo, y a Él sólo servirás".
Satanás con un aullido de condenado y de odio indescriptible se levanta; horrible es ver su furiosa figura llena de humo. Después desaparece con un aullido de maldito. Jesús se sienta cansado y apoya la cabeza sobre el peñasco. Parece exhausto y suda. Seres angélicos vienen a revolotear con sus alas con las que purifican y refrescan el aire caliente de la cueva. Jesús abre los ojos y sonríe. No veo que coma pero se diría que se nutre con el arma del Paraíso y sale lleno de vigor.
El sol desaparece por el occidente. Jesús toma su bolsa vacía y se dirige hacia el oriente, mejor dicho, al noroeste acompañado por los ángeles que suspendidos en el aire sobre su cabeza le proporcionan una luz suave mientras la noche desciende rapidísima. Tiene nuevamente su expresión habitual y el paso seguro. Solo le queda, después del largo ayuno, un aspecto más ascético en el rostro delgado y pálido y en los ojos una alegría que no es de esta tierra.
BAJO UN ROPAJE BENÉVOLO
Dice Jesús:
"Lo has visto. Satanás se presenta siempre con ropaje benévolo y en forma ordinaria. Si las almas están atentas y sobre todo en contacto espiritual con Dios, advierten el aviso que las pone alertas y prontas a combatir las asechanzas del demonio. Pero si las almas no hacen caso al aviso divino, se separan debido a pensamientos del todo humanos que entorpecen, si no buscan ayuda en la oración que las une a Dios y que da fuerzas al corazón humano; difícilmente pueden ver la trampa escondida bajo una apariencia inofensiva y helas aquí que caen. Librarse después de esa trampa sí que es difícil.
LOS DOS SENDEROS MÁS COMUNES DE SATANÁS
PARA LLEGAR A LAS ALMAS
SON EL SENTIDO Y LA GULA
Los dos senderos más comunes de Satanás para llegar a las almas son el sentido y la gula. Siempre empieza por la materia. Cuando ésta ha sido derrotada y sujeta, el ataque continúa en las partes superiores del hombre. Primero la parte moral: el pensamiento con su soberbia y avidez; después el espíritu, al quitarle no sólo el amor divino, que ya no existe desde el momento que ha sido sustituido por otros amores humanos, sino también el temor de Dios. Entonces es cuando el hombre se entrega a Satanás en alma y cuerpo con la condición de poder gozar de lo que quiera y gozar siempre. Tú has visto la forma en que me comporté: Silencio y Oración. Silencio. La razón es que si Satanás se presenta seductor y se acerca, se le debe soportar sin tantas impaciencias ni temores inútiles. Es menester reaccionar con valor a su presencia y a su seducción con la plegaria.
SATANÁS TIENE UNA LÓGICA MÁS FUERTE
Es inútil discutir con Satanás, vencería él, porque tiene una lógica más fuerte. Nadie, más que Dios puede vencerle y por eso es necesario recurrir a Dios que hablará por nosotros, a través de nosotros. Enseñar a Satanás aquel Nombre y aquella Señal no tan sólo escritos en el papel o grabados en madera, sino escritos y grabados en el corazón. Mi Nombre y mi Señal. Contraatacar a Satanás tan sólo cuando insinúa que él es como Dios, usando las palabras de Dios. El demonio no las soporta. A continuación, después de la lucha, viene la victoria y los ángeles ayudan y defienden al vencedor contra el odio de Satanás. Lo confortan como rocío del cielo, con la gracia que derraman a manos llenas en el corazón del hijo y la bendición que acaricia el alma.
Es necesario tener voluntad de vencer a Satanás y fe en Dios y en su ayuda. Fe en el poder de la oración y en la bondad del Señor. Entonces no puede hacer ningún mal".
I. 276-282.
A. M. D. G.