MUJER, QUE MÁS HAY ENTRE TÚ Y YO

 


 

#"Aquel "más" que muchos traductores omiten, es la clave de la frase y le da su verdadero significado   

#"¿Qué más hay entre tú y Yo?". Antes era tuyo, únicamente tuyo. ahora pertenezco a la misión.   

#Aquel "más" que muchos olvidan, quería decir esto: "Tú has sido todo para mí, Madre, mientras que fui tan solo Jesús el de María de Nazaret y eres todo para mi alma; pero desde el momento en que soy el Mesías esperado, pertenezco a mi Padre.   

#No lo olvidéis nunca. Mi primer milagro se hizo por María.   

#María es la llave del milagro. Yo no niego nada a mi Madre y por su plegaria anticipo también el tiempo de la gracia. Conozco a mi Madre, cuya bondad sólo Dios supera. Sé que el haceros un bien es lo mismo que hacerla feliz, porque es ella todo amor. Por esto dije: "Vayamos a hacer feliz a mi Madre"  

  #Digo a vosotros, lo que dije a los convidados: "Agradeced a María. Por Ella habéis recibido al dueño del milagro, por Ella tenéis mis gracias y sobre todo la de mi perdón".

 


 

Jesús me explica el significado de la frase.

 

"Aquel "más" que muchos traductores omiten, 

es la clave de la frase y le 

da su verdadero significado

 

"Aquel "más" que muchos traductores omiten, es la clave de la frase y le da su verdadero significado. Era yo el Hijo sujeto a mi Madre hasta el momento en que comenzó mi misión en la que quedé solo como Siervo de Dios. Rotos habían quedado los deberes morales para con la que me había engendrado. Se habían transformado en otros más sublimes que estaban en el espíritu. Mi alma decía: "Mamá" María, mi Santa. El amor no conoce descanso ni obstáculo, antes bien se hizo más perfecto al estar separado de Ella como por un segundo alumbramiento. Ella me dio al mundo, para el mundo, como Mesías, como Evangelizador... y su tercera sublime y mística maternidad se realizó en el patíbulo del Gólgota, al darme a la Cruz haciéndome Redentor del Mundo.

 

"¿Qué más hay entre tú y Yo?". Antes era tuyo, 

únicamente tuyo. ahora pertenezco a la misión.

 

"¿Qué más hay entre tú y Yo?". Antes era tuyo, únicamente tuyo. Tú me mandabas y Yo te obedecía. Te estaba sometido. ahora pertenezco a la misión. ¿No lo dije acaso? "Quien pone la mano en el arado y vuelve atrás, a ver lo que le queda, no es apto para el reino de los Cielos". Yo había puesto la mano en el arado para abrir con la reja, no terrones sino corazones y sembrar entre los hombres la palabra de Dios. Quité de allí la mano tan sólo cuando me la quitaron para enclavármela en la Cruz y abrir el corazón de mi Padre con el clavo que me atormentaba, haciendo salir de Él el perdón para el género humano.

 

Aquel "más" que muchos olvidan, quería decir esto: 

"Tú has sido todo para mí, Madre, mientras que fui 

tan solo Jesús el de María de Nazaret y eres todo 

para mi alma; pero desde el momento en que 

soy el Mesías esperado, pertenezco a mi Padre.

 

Aquel "más" que muchos olvidan, quería decir esto: "Tú has sido todo para mí, Madre, mientras que fui tan solo Jesús el de María de Nazaret y eres todo para mi alma; pero desde el momento en que soy el Mesías esperado, pertenezco a mi Padre. Espera un poco más y terminada mi misión, seré nuevamente todo tuyo; me tendrás nuevamente entre los brazos como cuando era pequeño y nadie te disputará este Hijo tuyo, considerado un oprobio del género humano, que te arrojará sus despojos para cubrirte de oprobio por haber sido la madre de un criminal. Y después me volverás a tener para siempre triunfante, en el Cielo. Pero ahora pertenezco a todos los hombres. Pertenezco al Padre que me ha enviado a ellos."

Ahí tienes lo que quiere decir ese pequeño "más"."

 

No lo olvidéis nunca. Mi primer milagro se hizo 

por María. 

 

Jesús me instruye así:

"Cuando dije a los discípulos "Vayamos a hacer feliz a mi madre", había dado a mis palabras un sentido más alto del que parecían tener. No se trataba de la felicidad de verme, sino de ser Ella iniciadora de mi actividad de milagros y la primera benefactora del género humano. No lo olvidéis nunca. Mi primer milagro se hizo por María. El primero como prueba de que María es la llave del milagro. Yo no niego nada a mi Madre y por su plegaria anticipo también el tiempo de la gracia. Conozco a mi Madre, cuya bondad sólo Dios supera. Sé que el haceros un bien es lo mismo que hacerla feliz, porque es ella todo amor. Por esto dije: "Vayamos a hacer feliz a mi Madre". 

Por otra parte quise manifestar al mundo, su poder junto con el mío. Destinada para estar unida conmigo en la carne -pues fuimos una carne- Yo en Ella y Ella en torno mío, como pétalos de lirio alrededor del perfumado y lleno de vida pistilos; unida a Mí por el dolor -porque estuvimos en la Cruz. Yo en carne y Ella en el alma; así como el lirio perfuma con su corola y con la esencia que de ella se saca- era justo que también estuviese unida a Mí en el poder. Digo a vosotros, lo que dije a los convidados: "Agradeced a María. Por Ella habéis recibido al dueño del milagro, por Ella tenéis mis gracias y sobre todo la de mi perdón".

¡Quédate en paz! Estamos contigo."

I. 317-318

A. M. D. G.