ENCUENTRO CON ISCARIOTE Y TOMÁS.
MILAGRO REALIZADO
EN SIMÓN EL ZELOTE
ESPERAN A JESÚS, TOMÁS, JUDAS ISCARIOTE
JUDAS DE KERIOT Y TOMÁS QUIEREN SER DISCÍPULOS DE JESÚS
¿POR QUÉ SEGUIRME SI SEGUIRME QUIERE DECIR LUCHA CONTINUA CON EL ENEMIGO QUE ES SATANÁS?
¿QUIÉN ERES TÚ QUE HABLAS MEJOR QUE UNO DEL PUEBLO. JUDAS DE KERIOT ¿TOMARTE? ¿AHORA?. NO
¿CÓMO TE LLAMAS? TOMÁS.- JESÚS POR EL MOMENTO LOS DESPIDE
EN VERDAD OS DIGO QUE NO SOY PERFECTO PORQUE CREÁIS QUE SEA UN PROFETA. NINGÚN HOMBRE ES PERFECTO. MÁS YO SOY PERFECTO PORQUE EL QUE OS HABLA ES EL VERBO DEL PADRE/ PEDRO, TÚ SERÁS UNA DE MIS PIEDRAS, LA PRIMERA. LOS MÁRMOLES DEL PRETORIO FUERON ARRANCADOS DE LA MONTAÑA. OTRAS PIEDRAS ESTÁN EN EL LECHO DE LO RÍO. JUDAS TADEO SON DE LAS QUE ESTÁN EN EL SENO DE LA MONTAÑA. LA FAMILIA ME LO DISPUTA
CADA VEZ QUE SE OBEDECE A LA LEY SE UNE EL HOMBRE A DIOS. EL MILAGRO ES LA SEÑAL DE ESTA UNIÓN Y ES LA PRUEBA DE SU PRESENCIA BENÉVOLA Y APROBADORA/ TÚ NO ESTABAS OBLIGADO A LA LEY. ¿POR QUÉ? COMO HIJO DE DIOS, NO. PERO COMO HIJO DE LA LEY, SÍ
MARÍA ES LA ANTICIPADORA DE LA GRACIA
TOMÁS ES ACEPTADO POR DISCÍPULO.- BIENAVENTURADOS LOS QUE SON SINCEROS Y TENACES EN EL QUERER.
Jesús está con sus seis discípulos; ni ayer ni hoy he visto a Judas Tadeo, que también había dicho que quería venir a Jerusalén con Él. Deben estar aún en las fiestas de Pascua, porque hay mucha gente por la ciudad.
Ya se acerca el atardecer y muchos se dirigen presurosos a sus casas. También Él se dirige a la casa donde se hospeda. No es la del Cenáculo porque está en la ciudad, aunque un poco a las orillas, en la campiña y entre los olivos. De la pequeña explanada que hay delante se ven árboles que bajan como escalinata y terminan donde hay un riachuelo que no tiene tanta agua, la cual fluye en el pequeño barranco formado entre dos colinas no muy altas; sobre la cima de una está el Templo y sobre la otra sólo hay olivos y más olivos. Jesús está en la falda de la pendiente de esta colina que se recuesta perezosamente, y sube sin brusquedad, cubierta y tranquila con sus plantas
ESPERAN A JESÚS TOMÁS Y JUDAS DE KERIOT
"Juan, hay dos hombres que esperan a tu amigo" dice un anciano que tal vez sea el campesino propietario del olivar y conocido de Juan.
"¿Dónde están? ¿Quienes son?"
"No lo sé. Uno ciertamente es judío. El otro... no lo podría saber. No se lo he preguntado."
"¿Dónde están?"
"Están esperando en la cocina y... y... hay otro que es todo llagas... He hecho que se esté allí porque... no quisiera yo que fuese leproso... dice que quiere ver al profeta que ha hablado en el Templo."
JESÚS CURA AL LEPROSO SIMÓN ZELOTE QUE SERÍA DESPUÉS
APÓSTOL DE JESÚS
Jesús, que hasta ese momento había guardado silencio, dice: "Vayamos primero a este. Diles a los otros que si quieren venir, que vengan. Hablaré con ellos aquí en el olivar" y se va a donde había señalado el anciano.
"Y nosotros ¿qué hacemos?" pregunta Pedro.
"Venid si queréis."
Un hombre todo embozado está pegado a la barda que sirve de apoyo a una zanja, la más cercana al sembradío. Debió de haber subido por una vereducha que conduce hasta allí costeando el riachuelo. Cuando ve que Jesús viene a él, grita: "¡Atrás, atrás!", pero también: "¡Piedad!" y descubre su tronco, dejando caer el vestido.
Si la cara está cubierta de costras, el tronco es un entretejido de llagas. Unas son hoyos profundos, otras sencillamente como quemaduras de color rojo, y algunas blanquizcas y transparentes como si tuviesen un vidrio blanco.
"¡Eres leproso! ¿Para qué me quieres?"
"¡No me maldigas! ¡No me tires piedras! Me han contado que la otra tarde te has manifestado como Voz de Dios y Portador de su Gracia. Me han dicho que Tú has afirmado que al alzar tu Señal sanas cualquier enfermedad. ¡Levántala sobre mí! ¡Vengo de los sepulcros... desde allá! Me he arrastrado como una serpiente entre las espinas del riachuelo para llegar sin ser visto. He esperado el atardecer para hacerlo, porque en la penumbra menos parezco lo que soy. Me he atrevido... encontré al buen amo de la casa que no me mató y sólo me dijo: "Espera junto a la barda". Ten piedad Tú también" y como Jesús se acerca solo, pues los seis discípulos y el dueño del lugar, con los dos desconocidos, están lejos y muestran claramente repulsa, dice de nuevo: "¡No más adelante! ¡No más!... ¡Estoy infectado!"
Pero Jesús avanza. Lo mira con tanta piedad, que el hombre se pone a llorar y se arrodilla con la cara casi sobre el suelo y solloza: "¡Tu Señal! ¡Tu Señal!"
"Será levantada a su hora. Pero yo te digo: ¡Levántate! ¡Cúrate! ¡Lo quiero! y sé para Mí testigo en esta ciudad que debe conocerme. ¡Levántate, te lo mando, y no pecar más en gratitud a Dios!"
El hombre se levanta poco a poco. Parece como si emergiese de entre la alta hierba florea como de un sudario, de una tumba... y está curado. Grita: "¡Estoy limpio! ¡Oh! ¿Qué debo hacer yo ahora por Ti?"
"Obedecer a la Ley. Ve al sacerdote. Se bueno en el porvenir. ¡Ve!"
El hombre hace un movimiento de arrojarse a los pies de Jesús, pero se acuerda que está todavía impuro según la Ley, y se detiene. Pero se besa la mano y manda con ella el beso a Jesús y llora de alegría.
Los otros parecen como si estuvieran petrificados. Jesús vuelve las espaldas al curado y con la sonrisa en los labios los hace volver en sí, diciendo:
JUDAS DE KERIOT Y TOMÁS QUIEREN SER
DISCÍPULOS DE JESÚS
"Amigos, no era más que una lepra de la carne. Pero vosotros veréis caer la lepra de los corazones. ¿Sois vosotros los que me buscabais?" pregunta a los dos desconocidos. "Aquí estoy. ¿Quienes sois?"
"Te oímos la otra tarde... en el Templo. Te habíamos buscado por la ciudad. Uno que se dice ser pariente tuyo, nos dijo que estabas aquí."
"¿Por qué me buscáis?"
"Por seguirte, si quieres, porque has dicho palabras de verdad."
"¿Seguirme? ¿Pero sabéis a dónde debo ir?"
"No, Maestro, pero ciertamente que a la gloria."
"Si, pero no a una gloria de la tierra sino a la que tiene su asiento en el Cielo y que se conquista con la virtud y sacrificios. ¿Por qué queréis seguirme?" vuelve a preguntar.
"Para tener parte en tu gloria."
"¿Según el Cielo?"
"Sí, según el Cielo."
¿POR QUÉ SEGUIRME, SI SEGUIRME QUIERE DECIR LUCHA
CONTINUA CON EL ENEMIGO QUE ES SATANÁS?
"No todos pueden llegar porque Mammón acecha a los que desean el Cielo más que a los demás y sólo el que sabe querer con todas sus fuerzas resiste. ¿Por qué seguirme, si seguirme quiere decir lucha continua con el enemigo que es Satanás?"
"Porque así quiere nuestro corazón, que ha quedado conquistado por Ti. Tú eres santo y poderoso. Queremos ser tus amigos."
"¡Amigos!" Jesús calla y suspira. Después mira fijamente al que siempre ha estado hablando y que ahora ha dejado caer el manto pequeño de la cabeza que está rapada. Es Judas de Keriot. "¿Quién eres tú que hablas mejor que uno del pueblo?"
"Soy Judas de Simón. Soy de Keriot, pero estoy en el Templo. Espero y sueño en el Rey de los Judíos. Te he visto que eres rey en la palabra, también lo he visto en el gesto. Tómame contigo."
"¿Tomarte?... ¿Ahora?... ¿Inmediatamente?... ¡No!"
"¿Por qué, Maestro?"
"Porque es mejor pesarse a sí mismo antes de emprender un camino muy pendiente."
"¿No te fías de mi sinceridad?"
"¡Lo has dicho! Creo en tu impulso, pero no creo en tu constancia. Piénsalo bien, Judas. Por ahora me voy, pero regresaré para Pentecostés. Si estás en el Templo, podrás verme. ¡Pésate a ti mismo!... y tú, ¿quién eres?" pregunta al otro desconocido.
"Otro que te vio. Querría estar contigo. Pero ahora siento temor."
"¡No! La presunción es ruina. El temor puede ser obstáculo, pero si procede de humildad, es ayuda. No tengas miedo. También tú piénsalo y cuando regrese..."
"Maestro, ¡eres tan Santo! Tengo miedo de no ser digno. No de otra cosa. Porque de mi amor no recelo."
"Tomás y de sobrenombre Dídimo."
"Recordaré tu nombre. Ve en paz."
Jesús los despide y se retira a la casa donde se hospeda, para la cena. Los seis están con Él, quieren saber muchas cosas.
¿POR QUÉ HAS HECHO TANTA DIFERENCIA ENTRE LOS DOS?
AUNQUE EL IMPULSO SEA EL MISMO, ESTE PUEDE TENER
DIVERSOS ORÍGENES Y PRODUCIR DIVERSOS EFECTOS
"¿Por qué has hecho tanta diferencia entre los dos, Maestro?... ¿Por qué esa diferencia?... ambos tenían el mismo impulso..." pregunta Juan.
"Amigo, aunque el impulso sea el mismo, este puede tener diversos orígenes y producir diversos efectos. Ciertamente que los dos tienen el mismo impulso. Pero el uno no es igual al otro en el fin, y el que parece menos perfecto, lo es más, porque no tiene el acicate de la gloria humana. Me ama porque... me ama."
"¡También yo!"
"¡Y también yo!"
"¡Y yo!"... "¡ Y yo!"... "¡Y yo!"..."¡Y yo!"
"Lo sé. Os conozco por lo que sois."
"¿Somos por lo tanto perfectos?"
"¡Ah, no! Pero lo seréis, si como Tomás permanecéis en vuestra voluntad de amar. ¿Perfecto?... ¿Quién es perfecto sino Dios?"
EN VERDAD OS DIGO QUE NO SOY PERFECTO PORQUE CREÁIS
QUE SEA UN PROFETA.
NINGÚN HOMBRE ES PERFECTO
MÁS YO SOY SOY PERFECTO PORQUE ÉL QUE OS HABLA ES EL
VERBO DEL PADRE.
"Tú lo eres."
"En verdad os digo que no soy perfecto porque creáis que sea un profeta. Ningún hombre es perfecto. Más Yo soy perfecto porque El que os habla es el Verbo del Padre. Sale de Dios su Pensamiento que se hace Palabra. Tengo la perfección en Mí y como a tal me debéis creer; si creéis que soy el Verbo del Padre y a pesar de todo lo que estáis viendo amigos, quiero que se me llame Hijo del Hombre, porque me aniquilo al tomar sobre Mí todas las miserias del hombre para llevarlas, como mi primer patíbulo y borrarlas después de haberlas sobrellevado, ¡sin ser mías! ¡Qué peso amigos! Mas lo llevo con alegría. Es gusto para Mí llevarlo porque siendo Yo, Hijo del Hombre, haré del hombre un hijo de Dios como el primer día. Como el primer día."
Jesús está hablando con dulzura, sentado a la pobre mesa, en donde acciona despacio sobre ella, mientras su rostro un poquitín inclinado es iluminado de abajo a arriba con la lamparita de aceite. La sonrisa da expresión al rostro de Jesús, que cuando enseña es majestuoso, pero al mismo tiempo amigable en su trato. Atentos los discípulos lo escuchan.
"Maestro... ¿por qué no ha venido tu primo, pese a que sabe en dónde vives?"
PEDRO. TÚ SERÁS UNA DE MIS PIEDRAS. LA PRIMERA
LOS MÁRMOLES DEL PRETORIO FUERON ARRANCADOS DE LA
MONTAÑA. OTRAS PIEDRAS ESTÁN EN EL LECHO DEL RÍO.
JUDAS TADEO SON DE LAS QUE ESTÁN EN EL SENO DE LA
MONTAÑA; LA FAMILIA ME LO DISPUTA
"¡Ah, Pedro!... Tú serás una de mis piedras, la primera. Pero no todas las piedras pueden emplearse igualmente. ¿Has visto los mármoles del pretorio? Arrancados con trabajo del seno de la montaña ahora forman parte del palacio. Mira aquellas otras piedras que brillan bajo la luz de la luna enmedio de las aguas del Cedrón. Están en el lecho del río y si alguien desea tomarlas, no tiene más que extender la mano. Mi primo es como de las primeras piedras de que hablé... las del seno de la montaña; la familia me lo disputa."
"Pero yo quiero ser en todo como las piedras del río. Estoy pronto a dejar todo por Ti; casa, esposa, pesca, hermanos y... ¡Todo! ¡Oh, Rabí por Ti!"
"Lo sé, Pedro. Por eso te amo. Mas, también vendrá Judas.
"¿Quién?... ¿Judas de Keriot?... ¡No me agrada! Es un apuesto señorito, pero... prefiero... me prefiero a mí mismo..."
Todos lanzan una risotada con la salida de Pedro.
"No hay por qué reírse. Quise decir que prefiero un galileo franco, burdo, pescador pero sin malicia... a los de la ciudad que... no sé... ¡Ea! el Maestro entiende lo que yo pienso."
"Sí, entiendo. Pero no hay que juzgar. Tenemos necesidad los unos de los otros sobre la tierra, y los buenos están mezclados con los perversos como las flores en un campo, la cicuta está al lado de la salutífera malva."
"Yo quisiera una cosa..."
"¿Cuál es, Andrés?"
"Juan me ha contado el milagro hecho en Caná... Teníamos tantas ganas de que hicieses alguno en Cafarnaún... y Tú dijiste que no hacías ningún milagro si antes no habías cumplido la Ley. ¿Por qué lo hiciste en Caná y no acá en tu pueblo?"
"Cada vez que se obedece a la Ley se une el hombre a Dios y por eso aumenta su capacidad. El milagro es la señal de esta unión y es la prueba de su presencia benévola y aprobadora. Por esta razón quise cumplir con mi deber de Israelita antes de empezar la serie de prodigios."
TÚ NO ESTABAS OBLIGADO A LA LEY
¿POR QUÉ? COMO HIJO DE DIOS, NO.
PERO COMO HIJO DE LA LEY,
SÍ.
"Pero Tú no estabas obligado a la Ley."
"¿Por qué?... Como Hijo de Dios, no. Pero como Hijo de la Ley, sí. Israel por ahora no me conoce como a tal... También Israel me conocerá como a tal; aunque será el que me conozca menos. Pero no quiero dar escándalo a Israel y obedezco a la Ley."
"Eres Santo."
"La santidad no excluye la obediencia. Antes bien la perfecciona. Todavía tengo que daros ejemplo. ¿Qué dirías de un padre, de un hijo mayor, de un maestro, de un sacerdote que no diese buen ejemplo?"
"¿Y entonces, Caná?
MARÍA ES LA ANTICIPADORA DE LA GRACIA.
"Caná era el regocijo que mi Madre tendría. Caná es la anticipación que se debe a mi Madre. Ella es la anticipadora de la gracia. Aquí honro la Ciudad santa al hacerla públicamente el centro de mi poder de Mesías. Pero allá, en Caná, honraba a la Santa de Dios, a la que es toda santa. El mundo me tiene por ella. Es justo que también por Ella vaya mi primer milagro al mundo.
Tocan a la puerta. Es Tomás, entra y se arroja a los pies de Jesús: "Maestro... no puedo esperar hasta tu regreso. Déjame contigo. Estoy lleno de defectos pero tengo un amor, único, grande, grande, verdadero, que es mi tesoro. Es tuyo y es para Ti. ¡Déjame, Maestro!..."
BIENAVENTURADOS LOS QUE SON SINCEROS Y TENACES EN EL
QUERER.
Jesús le pone la mano sobre la cabeza. "Quédate, Dídimo. Ven conmigo. Bienaventurados los que son sinceros y tenaces en el querer. Vosotros sois benditos. Para mí sois más que parientes, porque sois hijos y hermanos, no según la sangre que perece sino conforme al querer de Dios y al querer vuestro espiritual. Ahora declaro que no tengo ningún pariente mas cercano a Mí, que el que hace la voluntad de mi Padre, y vosotros la hacéis, porque queréis el bien."
I. 324-330
A. M. D. G.