TOMÁS SE HACE DISCÍPULO

 


 

SI QUIERES QUÉDATE CON NOSOTROS, TOMÁS SE VE FELIZ 

 EL PEREGRINO ESTA PROTEGIDO POR LA LEY DE DIOS. ESTA ES LA NUEVA LEY. AMAD TAMBIÉN A LOS QUE OS ODIAN ¡SI SUPIESEIS CÓMO OS AMARÍA DIOS SI AMASEIS COMO YO OS MANDO!  

¿PERO SI LE TOCA A UNO ALGUIEN QUE NO ES SINCERO? ALGUNAS VECES EL QUE ES INDIGNO NO SE CONTENTA CON SER INGRATO SINO QUE LLEGA HASTA CAUSAR DAÑOS EN LA HONRA, EN LOS BIENES Y EN LA VIDA MISMA. DIOS UNIRÁ AL PREMIO DE LA BONDAD, LOS MÉRITOS DEL MARTIRIO INTELECTUAL, FINANCIERO O FÍSICO  

JESÚS DICE A TOMÁS QUE AYUDE AL LEPROSO CURADO (SIMÓN ZELOTE) Y QUE DESPUÉS VUELVAN A ÉL 

¿E ISCARIOTE? PARA ÉL PERSISTE MI CONSEJO. EVITA AÚN EL ENCONTRARLO  

PEDRO SE CELA PORQUE SIENDO ELLOS LOS PRIMEROS SE DA PREFERENCIA A LOS ÚLTIMOS  

JESÚS LE EXPLICA A PEDRO LA RAZÓN DE SU PROCEDER

  ¿SABES QUE COSA ES EL CORAZÓN DE TU JESÚS? ¿HAS VISTO ALGUNA VEZ EL MAR, EL VERDADERO MAR? MI CORAZÓN ES MUCHO MÁS VASTO QUE EL ANCHO MAR.  

NO HAY NADIE MÁS GRANDE ANTE LOS OJOS DE DIOS QUE YO. ESTOY AQUÍ COMO SIERVO DEL HOMBRE. YO HE VENIDO PARA SERVIR AL HOMBRE. PARA ÉL SERÉ SALVADOR  

RETRATO DEL APÓSTOL SIMÓN ZELOTE 

  AÚN CUANDO FUESE IDÓLATRA, NO LO DESPACHARÉ. YO HE VENIDO PARA TODOS.

 


 

JESÚS HABLA CON TOMÁS

 

Estamos todavía en el mismo lugar: la cocina larga, amplia y oscura con sus paredes cubiertas de humo, apenas si alumbradas con la llama de la lámpara de aceite colocada sobre la rústica mesa, larga y estrecha, a la que están sentadas ocho personas: Jesús, sus seis discípulos y el dueño de la casa, cuatro de cada lado.

Jesús que ha girado sobre su banco -los bancos de aquí no tienen respaldo y son de tres patas, cosa común en el campo- todavía está hablando a Tomás. La mano de Jesús, de la cabeza ha pasado a la espalda del discípulo, Jesús le dice: "Levántate, amigo, ¿ya cenaste?"

"No, Maestro. He caminado unos cuantos metros con el otro que vino conmigo, después lo dejé y me regresé diciéndole que quería hablar con el leproso curado... lo dije porque pensé que él desdeñaría él acercarse a un impuro y adiviné. Pero yo te buscaba a Ti, no al leproso... quería decirte... ¡Acéptame!...He rondado de aquí para allá por el olivar, hasta que un joven me preguntó que qué andaba haciendo. Debió imaginarse que era yo un malintencionado... Estaba cerca de un pilastro, allá en donde empieza el terreno."

El dueño de la casa sonríe. "Es mi hijo" explica, y añade: Está de guardia en donde se muele la aceituna. Tenemos en las cuevas casi toda la cosecha de este año. Fue muy buena. Nos dio mucho aceite. Y cuando llegan las multitudes, siempre se juntan malandrines que roban los lugares que no están custodiados. Hace ocho años exactamente por Pascua, nos robaron todo. Desde entonces, nos turnamos en las noches para hacer guardia. Su madre le ha llevado la cena."

"Pues bien, me dijo: "¿Qué quieres?", y lo dijo en un tono que para librarme las espaldas de su bastón, le dije al punto: "Busco al Maestro que habita aquí". Me respondió: "Si es verdad lo que dices, ve a la casa", y hasta aquí me acompañó. El fue el que tocó a la puerta y no se retiró sino hasta que oyó mis primeras palabras."

"¿Vives lejos?"

"Me alojo en la otra parte de la ciudad, cerca de la puerta Oriental."

"¿Estás solo?"

"Estaba con parientes. Pero ellos se han ido a casa de otros que viven sobre el camino de Belén. Me quedé a buscarte de día y noche hasta que te encontrara."

Sonríe Jesús y dice: "Entonces, ¿nadie te espera?"

"No, Maestro."

 

SI QUIERES QUÉDATE CON NOSOTROS LE DICE 

JESÚS A TOMÁS

 

"El camino es largo, la noche está oscura, las patrullas romanas andan por la ciudad. Yo te diría: Si quieres, quédate con nosotros."

"¡Oh, Maestro!" Tomás se ve feliz.

"Hacedle lugar y dadle todos alguna cosa al hermano." Jesús de su parte da a Tomás un pedazo de queso que tenía delante de Sí y le explica: "Somos pobres y la cena ha casi terminado, pero se te da de corazón" dirigiéndose a Juan que está sentado a su lado le dice: "Da tu lugar al amigo."

Al punto se levanta Juan y va a sentarse en el extremo de la mesa, cerca del dueño de la casa.

 

EL PEREGRINO ESTÁ PROTEGIDO POR LA LEY DE DIOS

YO OS DIGO: AMAD TAMBIÉN A LOS QUE OS ODIAN

NORMAS PARA LOS CRISTIANOS

 

"Siéntate, Tomás y come." Después a todos: "Así haréis siempre, amigos, por ley de caridad. El peregrino está protegido por la Ley de Dios. Pero ahora por causa de mi nombre, con más razón lo debéis de amar. Cuando uno os pida pan, un sorbo de agua, un refugio en nombre de Dios, debéis dárselo por causa del mismo nombre, y Dios os recompensará. Esto debéis hacer todos, también con los enemigos. Esta es la Ley Nueva. Hasta ahora se os ha dicho: "Amad a los que os aman, y odiad a los enemigos". Yo os digo: "Amad también a los que os odian". ¡Oh! ¡Si supieseis cómo os amaría Dios si amaseis como Yo os mando! Cuando alguien dice: "Yo quiero ser compañero vuestro en servir al Señor Dios verdadero y seguir a su Cordero" entonces debe de ser para vosotros más querido que un hermano carnal, porque estáis unidos con vínculo eterno, el del Mesías."

 

¿PERO SI LE TOCA A UNO ALGUIEN QUE NO ES SINCERO? 

ALGUNAS VECES EL QUE ES INDIGNO 

NO SE CONTENTA CON SER 

INGRATO SINO QUE LLEGA HASTA CAUSAR DAÑOS EN LA 

HONRA, EN LOS BIENES Y EN LA VIDA MISMA.

 

DIOS UNIRÍA AL PREMIO DE LA BONDAD, LOS MÉRITOS DEL 

MARTIRIO INTELECTUAL, FINANCIERO  O FÍSICO.

 

"¿Pero si le toca a uno alguien que no es sincero? Decir "yo quiero hacer esto o aquello", es fácil, pero no siempre las palabras están de acuerdo con la verdad" dice Pedro un tanto enojado. No sé por qué, pues casi siempre es de carácter jovial.

"Escucha, Pedro, tú hablas con buen sentido y con justicia, pero mira, es mejor pecar de bondadoso y confiado que de desconfiado y duro. Si hacer bien a un indigno, ¿qué mal se te sigue? ¡Ninguno! Antes bien, el premio de Dios estará pronto para ti, mientras él tendrá el castigo de haber traicionado tu confianza." "¿Ningún mal? ¡Eh! Algunas veces el que es indigno no se contenta con ser ingrato sino que pasa adelante y llega hasta causar daños en la honra, en los bienes y en la vida misma."

Tienes razón. ¿Pero disminuiría tu premio? ¡No! Aunque todo el mundo creyese las calumnias, aunque tú fueses hecho más pobre que Job, aunque creyese las calumnias, aunque tú fueses hecho más pobre que Job, aunque el cruel te quitase la vida, ¿qué cosa habría cambiado ante los ojos de Dios? ¡Nada! Antes bien habría un cambio; bueno ciertamente para ti. Dios uniría al premio de la bondad, los méritos del martirio intelectual, financiero o físico"

¡Bien, bien! Así será." Pedro no dice más. Está de mal humor, tiene la cabeza apoyada en la mano.

Jesús se dirige a Tomás: "Amigo, te dije primero en el olivar que cuando regrese a estas partes, si todavía deseabas, podrías ser mi discípulo, pero ahora te pregunto que si estás dispuesto a hacerme un favor."

 "¡Sin duda!"

"Pero ¿si ese favor te puede traer un sacrificio?"

"Ningún sacrificio es el servirte. ¿Qué se te ofrece?"

"Quería decirte... pero tal vez tendrás negocios, afectos..."

"¡Nada, nada! Te tengo a Ti. Habla."

 

JESÚS DICE A TOMÁS QUE AYUDE AL LEPROSO CURADO Y 

DESPUÉS DE HACER LO QUE LES MANDA QUE VUELVAN A ÉL

 

"Escucha. Mañana cuando el alba salga, el leproso saldrá de los sepulcros para buscar quien avise al sacerdote. Es caridad que tú vayas antes a ese lugar y digas en voz alta: "Tú al que ayer fuiste curado, ven fuera. Me manda a ti Jesús de Nazaret, el Mesías de Israel, el que te sanó"; haz que el mundo de los "muertos vivientes" conozca mi nombre y arda de esperanzas; y que a la esperanza, una la fe de venir a Mí para que lo cure. Es la primera forma de limpieza que traigo, de resurrección de la que soy dueño. Llegará el día en que os daré una salud más profunda... algún día los sepulcros sellados, vomitarán a los verdaderos muertos que aparecerán para reír de sus oquedades sin ojos y de sus mandíbulas descubiertas, por el profundo gozo, que aun los esqueletos experimentarán, cuando sus espíritus sean libertados del limbo de espera. Aparecerán para celebrar su liberación y para llenarse de júbilo al saber a quien se la deben. Tú irás y él vendrá a ti. Harás lo que te diga que tienes que hacer. En todo lo ayudarás como si fuese tu hermano. Le dirás también: "Cuando hayas cumplido con tu purificación, iremos juntos por el camino del río, más allá de Jericó y de Efraín. Allá el Maestro te espera, para decirnos en qué debemos servirlo"."

"¡Así lo haré! ¿Y el otro?"

"¿Quién?...¿Iscariote?"

"Sí, Maestro."

"Para él persiste mi consejo. Déjalo que decida por sí mismo y por largo tiempo. Evita aún el encontrarlo."

"Estaré cerca del leproso. En el valle de los sepulcros tan sólo se mueven los inmundos o quienes tienen piedad de ellos."

Pedro masculla algunas palabras y Jesús lo oye.

"¿Qué te pasa Pedro? ¿Estás callado o murmuras? Pareces de mal humor... ¿Por qué?"

 

PEDRO SE QUEJA A JESÚS PORQUE SIENDO ELLOS LOS 

PRIMEROS NO LES ENCARGA NADA 

Y A LOS QUE VIENEN SÍ Y SE LES DA PREFERENCIA

 

"Lo estoy. Nosotros somos los primeros y Tú no nos regalas un milagro. Nosotros somos los primeros y haces que se siente cerca de Ti un extraño. Nosotros somos los primeros y Tú le das encargos a él y no a nosotros. Nosotros somos los primeros y... sí, exactamente mira, parece como si fuéramos los últimos. ¿Por qué los esperas en el camino del río?... Claro que será para encargarles algo. ¿Por qué a ellos y no a nosotros?"

Jesús lo mira sin enojo, más bien sonríe, como se sonríe a un niño. Se levanta, se dirige despacito a donde está Pedro, le pone la mano sobre la espalda y sonriente le dice: "¡Pedro, Pedro! ¡Eres un gran viejo niño!" A Andrés que estaba sentado junto a su hermano le dice: "Ve a sentarte en mi lugar" y se sienta cerca de Pedro, pasándole un brazo por la espalda, y en esta forma le habla. "Pedro, te parece que yo cometa alguna injusticia, pero no es así. Al contrario, es una prueba de que sé lo que valéis. Mira ¿Quién tiene necesidad de pruebas? ¡El que todavía no está seguro! Ahora bien, Yo sabía que estabais tan seguros de Mí, que no era necesario daros una prueba de mi poder. Acá en Jerusalén son necesarias las pruebas, acá donde el vicio, la irreligión, la política, tantas cosas mundanales, ofuscan los espíritus a tal punto que no pueden ver la luz que pasa. Pero allá, en nuestro hermoso lago, tan puro bajo un cielo limpio; allá entre gente honrada y amante del bien, no son necesarias las pruebas. Allí tendréis milagros. Derramaré sobre vosotros torrentes de gracia. ¡Mirad cómo os he estimado! Os acepté sin exigir prueba alguna y sin creer que fuera necesario dároslas, porque sé quienes sois. Queridos, muy queridos y muy fieles a Mí."

 

¿SABES QUE COSA ES EL CORAZÓN DE TU JESÚS? ¿HAS VISTO 

ALGUNA VEZ EL MAR, EL VERDADERO MAR? MI CORAZÓN ES 

MUCHO MÁS VASTO QUE EL ANCHO MAR.

 

Pedro se tranquiliza: "Perdóname, Jesús."

"Sí, te perdono porque tu refunfuño es amor. Pero no tengas más envidia, Simón de Jonás. ¿Sabes que cosa es el corazón de tu Jesús? ¿Has visto alguna vez el mar, el verdadero mar?... ¿Sí? Pues bien, mi corazón es mucho más vasto que el ancho mar. Hay lugar para todos. Para todo el género humano. El más pequeño tiene lugar como el más grande, y el pecador encuentra amor como el inocente. A estos confío una misión... ¿Me quieres estorbar que se las dé? ¡Yo los he elegido! y si a estos dejo aquí con un encargo, puede ser por prueba, como puede ser misericordia el lapso de tiempo dejado a Iscariote... ¿podrías tú echármelo en cara? ¿Sabes si te reservo una más grande? ¿Y no acaso es la más hermosa, la de oír tú mismo que se te pregunta "Vienes conmigo?". "

"¡Es verdad, es verdad! Soy un animal. ¡Perdón!"

 

NO HAY NADIE MÁS GRANDE ANTE LOS OJOS DE DIOS QUE YO. 

YO ESTOY AQUÍ COMO SIERVO DEL HOMBRE. 

YO HE VENIDO PARA SERVIR AL HOMBRE. 

PARA ÉL SERÉ SALVADOR

 

"Sí, todo está perdonado. ¡Oh, Pedro!... Os ruego una cosa a todos, no discutáis jamás sobre los méritos y puestos. Pude haber nacido rey y nací pobre en un establo. Pude haber sido rico, y he vivido de mi trabajo y ahora de caridad. Y sin embargo, creedlo amigos, no hay nadie más grande ante los ojos de Dios que Yo. Yo que estoy aquí como siervo del hombre."

"¿Siervo Tú? ¡Eso jamás!"

"¿Por qué, Pedro?"

"Porque yo te serviré."

"Aunque me sirvieses como una madre sirve a su pequeñín, Yo he venido para servir al hombre. Para él seré Salvador. ¿Qué servicio hay semejante a este?"

"Oh, Maestro. Tú todo lo explicas. Y lo que parecía oscuro se torna de pronto claro."

 

RETRATO DEL APÓSTOL SIMÓN ZELOTE

 

"¿Estás contengo ahora, Pedro? Bueno, déjame terminar de hablar a Tomás. ¿Estás seguro de poder reconocer al leproso? Ningún otro, más que él está curado; pero podría suceder que ya hubiese partido a la luz de las estrellas, para encontrar a algún caminante compasivo; y otro, por el ansia de entrar a la ciudad para ver a los parientes, tal vez, podría tomar su lugar. Escucha como es su retrato. Yo estaba cerca de él en el crepúsculo y lo he visto bien. Es alto y delgado. Color oscuro como de sangre mezclada. Ojos profundos y muy negros bajo unas cejas blancas, cabellos blancos como el lino y encrespados, nariz larga, pero achatada en la punta como la de los libios, labios gruesos, sobre todo el inferior y salientes. Tiene color de aceituna y los labios parecen casi amoratados. En la frente tiene una cicatriz antigua que le ha quedado, y será la única mancha que tenga, ya que todas las otras costras se le cayeron."

"Es un viejo, si está todo blanco."

"No, Felipe. Parece, pero no lo es. La lepra lo hizo canoso."

"¿Qué cosa es una sangre mezclada?"

"Quiero decir, Pedro, que tiene cierta semejanza con los pueblos de África."

"¿Será Israelita, entonces?"

"¡Lo sabremos! y... ¿si no lo fuese?"

"¡Eh! si no lo fuese, se iría. Ya es mucho el haber merecido que hubiese sido curado."

 

AÚN CUANDO FUESE IDÓLATRA, NO LO

 DESPACHARÉ.

YO HE VENIDO PARA TODOS

 

"No, Pedro. Aun cuando fuese idólatra, no lo despacharé. Yo he venido para todos. Y en verdad te digo que los pueblos de las tinieblas sobrepasarán a los hijos del pueblo de la Luz..."

Jesús da un suspiro. Se levanta. Da gracias al Padre con un himno y los bendice.

I. 330-336

A. M. D. G.