ISCARIOTE ENCUENTRA A JESÚS 

EN GETSEMANÍ Y ES ACEPTADO 

COMO DISCÍPULO

 


 

#"¡Salve, Maestro! Soy Judas de Keriot. ¿No me reconoces? ¿No te acuerdas de mí?" Ya he decidido. ¡Aquí estoy!"   

  #"¿Por qué vienes, Judas?" "Porque sueño en el reino de Israel y te he visto cual Rey." "Yo no te busqué, Judas.""Lo sé. Pero yo te buscaba."¿Piensas que ha sido para ti un bien el haberme encontrado?"    

#"Tú me sigues por una idea que es humana, Judas. Debo de disuadirte. No he venido para esto." "¿Pero no eres Tú el señalado Rey de los judíos Del que han hablado los profetas? Han venido otros. Pero les faltaban muchas cosas y cayeron como hojas que el viento no vuelve a levantar. Tú tienes a Dios contigo, en tal modo que haces milagros. Donde está Dios, el éxito de la misión es seguro."    

  #"Has dicho bien. Yo tengo a Dios conmigo. Soy su Verbo. soy el que profetizaron los Profetas, el Prometido a los Patriarcas, el Esperado de las multitudes. Pero¿ por qué te has hecho así ciego y sordo para que no sepas leer y ver, oír y comprender los verdaderos hechos? Mi reino, no es de este mundo, Judas. 

#"Cosa más frágil es que la tela de araña, Judas. A Dios debemos pedir la fuerza para ser honrados y fieles. ¡El hombre!... El hombre realiza obras de hombre. Pero para realizar obras del espíritu -y seguir al Mesías en verdad y en justicia quiere decir realizar obras de espíritu- es necesario matar al hombre y hacerlo renacer.¿Eres capaz de cosa tan grande?"    

#Israel no dará ni verdugos ni traidores a su Mesías."Me los dará. Recuerda a los Profetas... sus palabras... el fin que tuvieron. Estoy destinado a desilusionar a muchos y tú eres uno de ellos. Judas, tienes enfrente de ti a un hombre manso, pacífico, pobre y que quiere permanecer pobre. No he venido para imponerme ni para hacer guerras. 

#"No rechazo a nadie, porque quien rechaza no ama. Pero dime, Judas: ¿Qué nombre darías al hecho de alguien, que sabiendo que tiene una enfermedad contagiosa, dijese a uno que no lo sabe y que se acerca a beber de su vaso: "Piensa en lo que haces"? ¿Lo llamarías odio o amor?"   

#Acéptame. Te seguiré hasta la muerte..." "¡Hasta la muerte! Es verdad. Esto es cierto. Después..." "Lo futuro está en el seno de Dios. Vete. Mañana nos veremos cerca de la Puerta de los Peces."

 


 

Después del medio día veo a Jesús que está sentado bajo los olivos. Está sentado en una zanja en la forma habitual que acostumbra, con los codos apoyados en las rodillas, los antebrazos adelante y las manos juntas. La tarde desciende y la luz se va cada vez más del cultivado olivar. Jesús está solo. Se quitó el manto como si tuviese calor y su blanco vestido resalta sobre lo verde del lugar que el crepúsculo hace más oscuro.

 

"¡Salve, Maestro! 

Soy Judas de Keriot. ¿No me reconoces? 

¿No te acuerdas de mí?

Ya he decidido. ¡Aquí estoy!"

 

Sube un hombre por entre los olivos. Parece como si buscara alguna cosa o a alguien. Es alto, su vestido de un color alegre, es color de rosa que hace más atractivo el manto que ondea. No distingo bien su cara porque la luz y la distancia no lo permiten. Cuando ve a Jesús, hace un gesto como diciendo: "¡Helo aquí!" y apresura el paso. A pocos metros de distancia saluda: "¡Salve, Maestro!"

Jesús se vuelve como de improviso y levanta el rostro, porque el que acaba de llegar está arriba de la zanja superior. Jesús lo mira seriamente y podría decir que hasta con tristeza. El llegado repite: "Te saludo Maestro. Soy Judas de Keriot. ¿No me reconoces? ¿No te acuerdas de mí?"

"Te recuerdo y te reconozco. Eres el que me hablaste con Tomás la Pascua pasada."

"Y al que dijiste: "Piensa y reflexiona al decidirte antes de mi regreso". Ya he decidido. ¡Aquí estoy!"

 

"¿Por qué vienes, Judas?"

Porque sueño en el reino de Israel y te he visto cual 

Rey." 

"Yo no te busqué, Judas."

"Lo sé. Pero yo te buscaba."

"¿Piensas que ha sido para ti un bien el haberme 

encontrado?"

 

"¿Por qué vienes, Judas?" Jesús realmente está triste.

"Porque.. te lo dije la otra vez. Porque sueño en el reino de Israel y te he visto cual Rey."

"¿Vienes por este motivo?"

"Por este. Me pongo a mí mismo, y cuanto poseo: capacidad, conocimientos, amistades, fatiga, a tu servicio y al servicio de tu misión para reconstruir Israel."

Los dos están frente a frente, cercanos, de pie y se miran. Jesús serio y triste, el otro exaltado con su aspecto sonriente, joven y hermoso, ligero y ambicioso.

"Yo no te busqué, Judas."

"Lo sé. Pero yo te buscaba. Día tras día puse a las puertas quien me indicase tu llegada. Pensaba que vendrías con seguidores y que así fácilmente se podría saber de Ti. Pero fue al contrario... he comprendido que estabas, porque después de que curaste a un enfermo, los peregrinos te bendecían. Pero nadie sabía decirme dónde estuvieses. Entonces me acordé de este lugar. Y vine. Si no te hubiese encontrado aquí, me hubiera resignado a no encontrarte más..." 

"¿Piensas que ha sido para ti un bien el haberme encontrado?"

"Sí, porque te buscaba, te anhelaba, te quiero."

"¿Por qué?... ¿Por qué me has buscado?"

"Te lo dije, ¡Maestro! ¿No me has comprendido?"

 

TÚ ME SIGUES POR UNA IDEA QUE ES HUMANA, JUDAS. NO HE 

VENIDO PARA ESTO

 

"Te he comprendido. Sí... Te he comprendido. Pero quiero que también me comprendas antes de seguirme. Ven. Hablaremos en el camino." Y empiezan a caminar el uno al lado del otro subiendo y bajando pro las veredas que atraviesan el olivar. "Tú me sigues por una idea que es humana, Judas. Debo de disuadirte. No he venido para esto."

"¿Pero no eres Tú el señalado Rey de los judíos? ¿Del que han hablado los profetas? Han venido otros. Pero les faltaban muchas cosas y cayeron como hojas que el viento no vuelve a levantar. Tú tienes a Dios contigo, en tal modo que haces milagros. Donde está Dios, el éxito de la misión es seguro."

 

MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO. 

 

VENGO A TRAER A ISRAEL LA LUZ Y LA GLORIA

 

PERO NO LA LUZ Y LA GLORIA DE ESTA TIERRA

 

"Has dicho bien. Yo tengo a Dios conmigo. Soy su Verbo. soy el que profetizaron los Profetas, el Prometido a los Patriarcas, el Esperado de las multitudes. Pero ¿por qué te has hecho así ciego y sordo para que no sepas leer y ver, oír y comprender los verdaderos hechos? Mi reino, no es de este mundo, Judas. No te hagas ilusiones. Vengo a traer a Israel la Luz y la Gloria, Pero no la luz y la gloria de esta tierra. Vengo a llamar a los justos de Israel al reino. Porque de Israel y con Israel debe formarse y brotar la planta de vida eterna, cuya savia será la Sangre del Señor, planta que se extenderá por toda la tierra, hasta el fin de los siglos. Mis primeros seguidores son de Israel. Aun mis verdugos serán de Israel, y también el que me traicionará será de Israel..."

"No, Maestro. Esto no sucederá jamás. Aunque todos te traicionasen, yo quedaré y te defenderé."

"¿Tú, Judas?... Y ¿en qué fundas esta seguridad?"

"En mi palabra de honor."

 

A DIOS DEBEMOS PEDIR LAS FUERZAS PARA SER HONRADOS 

Y FIELES

 

ES NECESARIO MATAR AL HOMBRE Y HACERLO RENACER

 

"Cosa más frágil es que la tela de araña, Judas. A Dios debemos pedir la fuerza para ser honrados y fieles. ¡El hombre!... El hombre realiza obras de hombre. Pero para realizar obras del espíritu -y seguir al Mesías en verdad y en justicia quiere decir realizar obras de espíritu- es necesario matar al hombre y hacerlo renacer. ¿Eres capaz de cosa tan grande?"

"Sí, Maestro. Y después... no todo Israel te amará. Pero Israel no dará ni verdugos ni traidores a su Mesías. ¡Te espera desde hace siglos!"

 

HE VENIDO A ENSEÑAR MISERICORDIA, SACRIFICIO, 

HUMILDAD, CONTINENCIA

 

"Me los dará. Recuerda a los Profetas... sus palabras...  el fin que tuvieron. Estoy destinado a desilusionar a muchos y tú eres uno de ellos. Judas, tienes enfrente de ti a un hombre manso, pacífico, pobre y que quiere permanecer pobre. No he venido para imponerme ni para hacer guerras. No disputo a los fuertes y a los poderosos ningún reino, ningún poder. No disputo sino a Satanás las almas y he venido a destrozar las cadenas con el fuego de mi amor. He venido a enseñar misericordia, sacrifico, humildad, continencia. Te digo a  ti y a todos también digo: "No tengáis sed de riquezas humanas, sino trabajad por el dinero eterno". Desilusiónate, Judas, si crees que soy un vencedor de Roma y de las castas que manda. Los Herodes como los Césares pueden dormir tranquilos mientras Yo hablo a las multitudes. No he venido a arrebatar el cetro a nadie... y mi cetro, eterno, ya está pronto. pero nadie que no fuese amor como Yo lo soy podría tenerlo. Vete, Judas y medita..."

 

"¿Me rechazas, Maestro?"

 

"No rechazo a nadie, porque quien rechaza no ama. Pero dime, Judas: ¿Qué nombre darías al hecho de alguien, que sabiendo que tiene una enfermedad contagiosa, dijese a uno que no lo sabe y que se acerca a beber de su vaso: "Piensa en lo que haces"? ¿Lo llamarías odio o amor?"

"Lo llamaría amor, porque no quiere que el que ignora su enfermedad destruya su salud."

"Dale también este nombre a mi hecho."

"¿Puedo destruir mi salud al venir contigo? ¡No, jamás!"

"Más que destruir la salud, tu mismo te puedes destruir. piensa bien, Judas, poco se exigirá al que asesinare, creyendo que lo hace justamente, y lo cree porque no conoce la Verdad; pero mucho será exigido de quien, después de haberla conocido, no sólo no la sigue, sino que se hace su enemigo."

 

Acéptame. Te seguiré hasta la muerte..." 

"¡Hasta la muerte! Es verdad. Esto es cierto. 

Después..." 

"Lo futuro está en el seno de Dios. Vete. Mañana

 nos veremos cerca de la Puerta de los Peces."

 

"Yo no lo seré. Acéptame, Maestro. No puedes rechazarme. Si eres el Salvador y ves que soy pecador, oveja extraviada, un ciego que está fuera del camino recto, ¿por qué no quieres salvarme? Acéptame. Te seguiré hasta la muerte..."

"¡Hasta la muerte! Es verdad. Esto es cierto. Después..."

"¿Después qué, Maestro?"

"Lo futuro está en el seno de Dios. Vete. Mañana nos veremos cerca de la Puerta de los Peces."

"Gracias, Maestro. El Señor sea contigo."

"Y su misericordia te salve.."

I. 387-391

A. M. D. G.