JESÚS EN EL LÍBANO CON LOS
PASTORES BENJAMÍN Y DANIEL
#Jonatás explica por que elige ese camino. Refiere la vida de la corte y de sus reyes
#¿quién quiere morir por honradez de espíritu, llevada hasta el punto más sublime?
#Jesús predice la muerte que tendrá Pedro y sus compañeros
#Continua el camino por el monte Líbano
#Jonatás habla de la ferocidad del dueño de Jonás
#Se presentan ante Jesús los pastores Daniel y Benjamín
Jesús camina al lado de Jonatás por un borde verde y lleno de sombra. Detrás vienen los discípulos que hablan entre sí. Pedro se les separa adelantándose y franco como siempre, pregunta a Jonatás: "¿Pero no era más corto el camino que va a Cesarea de Filipo? Hemos tomado este...y ¿cuándo llegaremos? Tú, con tu patrona has ido por aquel."
JONATÁS EXPLICA POR QUÉ ELIGE ESE CAMINO
REFIERE LA VIDA DE LA CORTE Y DE SUS REYES
"Con una enferma me atreví a todo. Pero piensa que yo soy uno de la corte de Antipas; y Filipo desde aquel incesto, no ve con buenos ojos a los de la corte de Herodes... no tengo miedo por mí... pero no quiero que vosotros y particularmente el Maestro, tengáis molestias y os crean enemigos. La Palabra es necesaria en la Tetrarquía de Filipo como en la de Antipas... y si os odian, ¿cómo podréis ir?... Cuando regreséis podéis tomar aquel camino, si os gusta."
"Alabo tu prudencia, Jonatás. Al regreso pienso pasar por tierras fenicias" dice Jesús.
"Están envueltas en las tinieblas del error."
"Me acercaré a sus confines para recordarles que hay una Luz."
"¿Crees que Filipo se vengaría con un siervo del mal que su hermano le hizo?"
"Si, Pedro. El uno es igual al otro. Los dominan todos los instintos más bajos, y no hacen distinción. Créeme, parecen animales y no humanos."
"Y sin embargo a nosotros, mejor dicho a Él, pariente de Juan, lo debería de estimar. Juan en el fondo, habló en su nombre y a su favor, al hablar en el nombre de Dios."
JUAN BAUTISTA FUE LIBERADO POR UNA VENGANZA
ENTRE DOS OFICIALES... Y A LA MAÑANA SIGUIENTE,
EL MISERABLE PERDIÓ LA CABEZA
"No os preguntaría siquiera de donde venís, ni quiénes sois. Si os viese conmigo, si me reconociese o algún enemigo de la casa de Antipas me señalase con el dedo, como procurador de ella, al punto seríais encarcelados. ¡Si supieseis qué fango hay detrás de los vestidos de púrpura! Ventas, injurias, delaciones, lujuria y robos son el alimento de sus almas... ¿Alma?... ¡Bueno! digamos así. Creo que ni alma tengan. ¿Lo veis? : Juan tuvo buen fin. Pero ¿Por qué fue libertado Juan?... Por una venganza entre dos oficiales de la corte. Uno, para quitar de en medio al otro, a quien favorecía tanto Antipas de modo que tenía a Juan bajo su custodia, por una suma, de noche, abrió la cárcel... yo creo que haya adormecido a su rival con vino endrogado, y a la mañana siguiente... el miserable perdió la cabeza en lugar del Bautista que había escapado... una vergüenza, te lo digo yo."
"Y ¿tu patrón aguanta?... ¡Me parece bueno!"
"Lo es, pero no puede obrar de otro modo. Su padre y el padre de su padre, pertenecieron a la corte de Herodes el Grande y el hijo ha tenido que serlo por fuerza. No aprueba. Pero no puede sino limitarse a tener lejos de esa corte de vicio a su mujer."
"Y ¿no podría decir: "Me causas asco"?... ¿e irse?"
¿QUIÉN QUIERE MORIR POR HONRADEZ DE ESPÍRITU,
LLEVADA HASTA EL PUNTO MÁS SUBLIME?
"Podría, pero aunque es bueno, no es todavía capaz de más. Eso significaría de seguro la muerte. Y... ¿quién quiere morir por honradez de espíritu, llevada hasta el punto más sublime?... Un santo como el Bautista. Pero ¡nosotros, pobrecillos!"
Jesús que los ha dejado hablar entre sí, interviene: "Dentro de no mucho tiempo, en cualquier punto de la tierra conocida habrá, plantados como flores de un prado abrileño, santos que serán felices de morir por esta honradez a la gracia y por amor a Dios."
"¿De veras? ¡Oh! Me gustaría saludar a esos santos y decirles: "¡Rogad por el pobre Simón de Jonás!" dice Pedro.
JESÚS PREDICE LA MUERTE QUE TENDRÁ PEDRO
Y SUS COMPAÑEROS
Jesús le mira de hito en hito y sonríe.
"¿Por qué me miras así?"
"Porque tú los verás como su ayudante... y los verás cuando a ti te asistan."
"Señor, ¿a qué cosa?"
"Para llegar a ser la piedra consagrada del Sacrificio, sobre la que se celebrará y edificará mi Testimonio."
"No entiendo."
"¡Entenderás!"
Los otros discípulos que se había acercado y oído, hablan entre sí.
Jesús se vuelve: "En verdad os digo que probaréis uno u otro suplicio, por ahora es el de la renuncia a las comodidades, a los afectos, a los intereses. Después vendrá algo mucho más vasto, que os ceñirá las frentes con una corona inmortal. Sed fieles. Todos vosotros lo seréis y obtendréis esto."
"¿Nos matarán tal vez los judíos o el Sanedrín porque te amamos?"
"Jerusalén lava los umbrales de su Templo con la sangre de sus Profetas y de sus santos. Pero también el mundo espera que se le lave... hay templos y templos de dioses horribles. Serán en el porvenir templos del Dios verdadero, y la lepra del paganismo se limpiará con el agua lustral hecha con la sangre de los mártires."
"¡Oh! ¡Dios Altísimo, Señor, Maestro! ¡Yo no soy digno de tanto! ¡Soy débil! ¡Tengo miedo al dolor! ¡Oh, Señor!... O haz que regrese tu siervo o dame la fuerza. No me gustaría, Maestro, hacerte perder la cara con mi villanía." Pedro se ha arrojado a los pies del Maestro y le suplica con el corazón en la boca.
"Levántate, Pedro mío. No tengas miedo. Tienes todavía mucho que caminar... y vendrá la hora cuando no querrás sino terminar el último trabajo y entonces todo tendrás del Cielo y de ti mismo. Yo admirado te estaré contemplando."
"Tú lo dices... y yo creo. ¡Pero soy un hombre tan pobre!"
CONTINÚA EL CAMINO POR EL MONTE LÍBANO
Tornan a caminar..
... y después de una corta interrupción vuelvo a ver cuando la llanura ha desaparecido y empiezan a trepar por un monte tupido y cada vez más alto. No debe ser ni el mismo día, porque, mientras entonces la mañana era ardiente, ahora es un bello amanecer que se enciende en todos los pistilos de gotas diamantinas. Han pasado ya bosques y bosques de coníferas que dominan las alturas, y como catedrales verdes acogen entre sus columnas a los peregrinos infatigables.
Verdaderamente este Líbano es una cadena maravillosa. No sé si todo el conjunto sea el Líbano, o tan solo este monte. Lo que veo son barrancas llenas de árboles que se yerguen para formar un nudo alto envuelto en crestas y aberturas, con valles y llanuras por las que corren, para después de entrar en el valle, ríos que parecen cintas de plata teñidas levemente de azul... Pájaros de todas clases llenan los bosques de coníferas con sus cantos y vuelos. Se aspira un perfume de resina en esta hora matinal. Volteándome hacia el valle, mejor dicho, hacia el occidente, se ve lejano reír el mar, ancho, tranquilo, solemne y toda la costa que se alarga hacia el norte y hacia el sur con sus ciudades, sus puertos y los cursos caprichosos de los ríos que desembocan en el mar, formando apenas una coma de luz en la tierra seca con la poca agua que el sol de estío seca, y una huella amarillenta en el azul marino.
"Estos lugares son hermosos" comenta Pedro.
"Y no hace mucho calor" dice Simón.
"Con estos árboles, el sol molesta poco..." añade Mateo.
"¿De aquí llevaron los cedros del Templo?" pregunta Juan.
"De aquí. Estos bosques son los que proporcionan la mejor madera. El patrón de Daniel y de Benjamín (Pastores) tiene muchísimos, además de muchísimo ganado. Los parten allí mismo y luego los transportan al valle por algunos pasillos o sobre los hombros. El trabajo es difícil cuando tienen que emplearse enteros, como sucedió en el Templo. Pero paga bien y muchos le sirven. Y luego es muy bueno. No es como aquel feroz de Doras. ¡Pobre Jonás!", contesta Jonatás.
JONATÁS HABLA DE LA FEROCIDAD DEL DUEÑO DE JONÁS
"Pero ¿cómo es posible que sus servidores sean como esclavos? Me dijo Jonás, a mí que le aconsejaba: "Déjalo ahí plantado y vente con nosotros, Simón de Jonás tendrá siempre para ti un pan"; me dijo: "No puedo si no me rescato". ¿Qué historia es esa?"
"Doras no es el único en Israel en obrar del modo siguiente: cuando ve a un siervo bueno, lo lleva con astucia sutil para que sea su esclavo. Le carga con deudas inmensas que no son verdaderas y cuando el pobre no puede pagar y la suma es crecida, le dice: "Eres mi esclavo por deudas"."
"¡Oh! ¡Qué vergüenza! ¡Y es fariseo!"
"Sí. Jonás mientras tuvo ahorros, pudo pagar... luego... en un año hubo granizo, en otro sequía. El grano y la vid dieron poco y Doras multiplicó el daño por diez, y otros diez más... Luego Jonás se enfermó por el mucho trabajo. Doras le prestó dinero para que se curara, pero quiso el doce por ciento y como Jonás no lo tenía lo añadió a lo demás. En fin: después de algunos años había una deuda que lo convirtió en esclavo. Y no lo dejará nunca que se vaya... Siempre encontrará otras razones y otras deudas..." Jonatás está triste al pensar en su amigo.
"Y tu patrón no podría..."
"Qué... ¿Que lo trate como a hombre?... Pero ¿quien se mete con los fariseos? Doras es uno de los más poderosos; creo que sea hasta pariente del Sumo Pontífice... al menos así se cuenta. Una vez que fue apaleado casi hasta morir y yo lo supe y lloré tanto que Cusa me dijo: "Lo rescato para darte gusto!" Pero Doras se rió en su cara y no aceptó nada. ¡Eh! Aquel de allá... tiene los campos más ricos de Israel... pero te juro... están abonados con la sangre y lágrimas de sus siervos."
Jesús mira a Zelote y este a Él. Ambos están afligidos.
"Y ¿el de Daniel, es bueno?"
¿POR QUÉ, SEÑOR, EL HOMBRE ES ASÍ DE EGOÍSTA?
PORQUE EL AMOR FUE ESTRANGULADO
EN EL PARAÍSO TERRENAL
"Por lo menos es humano. Exige pero no oprime. Y ya que los pastores son honrados, los trata con amor. Son los jefes del pastizal. A mí me conoce y respeta porque soy siervo de Cusa y... podría serle útil en algo... Pero... ¿por qué, Señor, el hombre es así de egoísta?"
"Porque el amor fue estrangulado en el Paraíso terrenal; pero Yo he venido a aflojar esa soga y poner de nuevo vida en el amor."
"Ahora estamos en las posesiones de Eliseo. Los pastizales todavía están lejos, pero a esta hora las ovejas están encerradas en los rediles por el sol. Voy a ver si están" y Jonatás parte casi a la carrera.
Después de algún tiempo regresa con dos fuertes pastores que verdaderamente se precipitan por la pendiente para venir a Jesús.
SE PRESENTAN ANTE JESÚS LOS PASTORES
DANIEL Y BENJAMÍN
"La paz sea con vosotros."
"¡Oh! ¡Oh! ¡Nuestro Niño de Belén!" dice uno; y el otro; "Paz de Dios, que has venido a nosotros, bendito seas.". Los dos están inclinados hasta tocar la hierba. No se saluda tan profundamente el altar, como estos lo hacen ante el Maestro.
"Levantaos, os doy la bendición, y soy feliz de hacerlo para que venga con alegría sobre quien es digno de ella."
"¡Oh! ¿Dignos, nosotros?"
"Sí, vosotros, siempre fieles."
"Y ¿quién no lo habría sido? ¿Quién puede borrar esa hora? Quién podría decir: "¿No es verdad lo que vimos"? ¿Quién podría olvidar que Tú nos sonreíste por meses, cuando al regresar por la tarde de las ovejas, te llamábamos y Tú batías las manitas al sonido de nuestras flautas?... ¿Te acuerdas, Daniel? Casi siempre vestido de blanco entre los brazos de su Madre, te veíamos entre los rayos del sol en el jardín de Anna o desde la ventana, y parecías una flor que descansaba en la nieve del vestido materno."
"Y aquella vez que viniste, cuando ya dabas los primeros pasos, a acariciar un corderito de lana menos ondulada que tus cabellitos... ¡Qué dichoso estabas! Y nosotros no sabíamos qué hacer de nuestras rústicas personas. Querríamos haber sido ángeles para que no nos vieras tan feos..."
"¡Oh, amigos míos! Veía vuestro corazón y lo sigo viendo."
"Y nos sonríes como entonces."
"¿Y has venido hasta aquí para ver a estos pobres pastores?"
"A mis amigos. Ahora estoy contento. Os he encontrado a todos y no os perderé más. ¿Podéis dar hospedaje al Hijo del Hombre y a sus amigos?"
"¡Oh! ¡Señor! ¿Pero lo pides? No nos falta ni pan, ni leche. Si tuviésemos un solo bocado te lo daríamos porque estuvieses con nosotros. ¿Verdad, Benjamín?"
"Te daríamos el corazón por comida, ¡oh Señor nuestro tan suspirado!"
"Bueno, vámonos. Hablaremos de Dios..."
¡OH! ¡LA MADRE!... SU SONRISA ERA PURIFICACIÓN; EL
ENCONTRARSE CON ELLA UNA FIESTA
Y EL OÍRLA, SANTIFICACIÓN
"Y de tus padres, Señor. ¡José tan bueno! ¡María...! ¡Oh! ¡la Madre! Ved este narciso cubierto de rocío. Es bello y puro en su cabeza que parece una estrella diamantina. Pero Ella... ¡Oh! está sucio si se le compara a la Madre. Su sonrisa era purificación; el encontrarse con ella una fiesta y el oírla, santificación ¿Te acuerdas tú también de aquellas palabras, Benjamín?"
"Sí, te las puedo repetir, Señor. Porque cuanto Ella nos dijo, en los meses que pudimos oírla, está escrito (y se golpea el pecho) en el corazón. Es la página de nuestra sabiduría. Y esta la comprendemos aun nosotros, porque es palabra de amor. Y el amor... ¡Oh! ¡el amor lo entienden todos! Ven Señor, entra y bendice esta morada feliz!"
Entran en una habitación, cerca de un extenso redil y todo termina.
II. 629-635
A. M. D. G.