JESÚS EN "AGUAS CLARAS"

PRELIMINARES DE LA VIDA COMÚN

CON LOS DISCÍPULOS

 


 

#La choza de "Aguas Claras"  

#Esta es la casa en que Jesús y los suyos se hospedarán, y que se llama "Aguas Claras"  

#PEDRO HABLA CON JUDAS ISCARIOTE   

#entran juntamente Isaac con huevos y una cesta de panes fragantes y Andrés con peces en una canasta.  

#"¡La paz sea con vosotros!" En el umbral está Jesús  

#Jesús está en el centro, ofrece y bendice, distribuye y todos comen con gusto.  

#Jesús comienza a explicar los mandamientos de la Ley de Dios. Preámbulo  

#"El hombre cae en un error en considerar lo que es la vida y lo que es la muerte, 

#Qué es la vida Vida no es existencia. Existencia no es vida. 

  #El hombre primeramente no es más que una semilla  

#El hombre puede existir teniendo imagen de hombre pero ya no es más hombre. Es un sepulcro en que se pudre la vida.  

#¿Tenemos obligaciones para con la vida...? Sí. 

 

#Obras aptas para esta vida 

#¡Venid a la vida! ¡Venid a la Vida! Dejad de existir solamente y empezad a "vivir".

 


 

PREPARACIÓN DE LA CHOZA

"AGUAS CLARAS"

 

Si se compara esta casucha baja y rústica con la de Betania, ciertamente es un redil, como dice Lázaro. Pero si se le compara con las casas de los campesinos de Doras, es una habitación muy hermosa.

Es muy baja y muy larga. Está construida sólidamente. Tiene una cocina, en otras palabras, una gran chimenea en un cuarto todo húmedo. Hay una mesa, sillas, cántaros y un rústico instrumento donde están los platos y las copas. Una puerta grande de madera tosca le proporciona luz y además entrada. Sobre la misma pared donde se abre la puerta, hay otras tres que comunican a tres largos y estrechos camarotes, cuyas paredes están blanqueadas con cal, y el suelo está solo pisoneado como el de la cocina. En dos de los camarotes están ahora los lechos. Parecen pequeños dormitorios. Los muchos ganchos colgados en las paredes hablan claro de que allí se colgaban los enseres y otros instrumentos agrícolas y ahora sirven de clavijeros para colgar los mantos y las alforjas. El tercer camarote (es más bien un largo corredor que camarote, porque la longitud está en desproporción con la anchura) está vacío. Debería servir también para refugio de los animales porque tiene un pesebre y argollas clavadas en el muro, y hay hoyos en el suelo que son indicios de haber sido hechos con cascos herrados. Ahora no hay nada.

Afuera, cerca de este último camarote, hay un largo portal rústico. El techo está cubierto con madera delgada y piedras alargadas. Se apoya sobre troncos de árboles casi con la corteza. No es ni siquiera un portal, es un techo tan solo que está abierto por tres lados: dos de ellos por lo menos de diez metros de largo y el otro de cinco metros de ancho. En el verano la vid debe extender sus ramas y ramos de tronco a tronco en la parte sur. Ahora no tiene hojas y tan sólo ostenta sus ramas secas, como también lo está una higuera gigantesca que en verano da sombra al estanque que está en el centro de la era, que es abrevadero de animales. Está junto a un pozo primitivo, o sea, un hoyo al nivel del suelo. Apenas un cerco de piedras planas y blancas lo indica.

 

ESTA ES LA CASA EN QUE JESÚS Y LOS SUYOS

SE HOSPEDARÁN, Y SE LLAMA "AGUAS CLARAS"

 

Esta es la casa en que Jesús y los suyos se hospedarán, y que se llama "Aguas Claras". Campos, prados y viñedos la rodean, y a distancia de unos trescientos metros (no tome en serio mis medidas) se ve otra casa en medio del campo, más hermosa porque tiene una terraza en el techo, que no tiene la de Lázaro. Más allá de ésta, hay bosques de olivos y de otras plantas, parte sin hojas; parte con ellas que impiden la vista.

Pedro, con su hermano y con Juan gustosos trabajan en limpiar la era y los camarotes, en arreglar los lechos y sacar agua. Aun más, Pedro pone unos palos alrededor del pozo para ajustar y reforzar las sogas y hacer más práctico y cómodo el sacar agua. Por su parte los primos de Jesús trabajan con el martillo y la lima en las cerraduras y goznes; y Santiago de Zebedeo les ayuda segando y cortando con una sierra como si fuese un hombre que trabajase en el astillero.

En la cocina está Tomás y parece ser buen cocinero. Experto en ver que el fuego y la llama sean justos, en limpiar pronto las verduras que el señorito Judas se ha dignado traer del poblado cercano. Sé que hay un poblado vecino más o menos grande, porque Judas dice que hacen el pan sólo dos veces por semana, y por lo que ese día no hay pan.

 

PEDRO HABLA CON JUDAS ISCARIOTE

 

Pedro oye y dice: "Haremos tortas en el fuego. Allí hay harina. Pronto, quítate el vestido y amasa, que yo puedo cocerlas. Soy capaz". Y no pudo menos que reír al ver que Iscariote se humilla, con los vestidos interiores, a amasar la harina. ¡Y que si se empolva bien!

Jesús no está, como tampoco Simón, Bartolomé, Mateo ni Felipe.

"Lo peor de todo es hoy" responde Pedro a una queja de Judas de Keriot. "Pero mañana caminará mejor. Y en primavera, perfectamente".

"¿En primavera?¿estaremos siempre aquí?" pregunta asustado Judas.

"¿Por qué no? Es una casa. Si llueve no nos mojamos. Hay agua de beber. No falta fuego... ¿Qué más quieres? Yo me encuentro a mis anchas. Y también porque no huelo el hedor de los fariseos y compañía".

"Pedro...¿vamos a sacar las redes?" dice Andrés. Y se lleva consigo a su hermano antes de que empiece una agria disputa entre él e Iscariote.

"¡Este hombre no me puede ver!" exclama Judas.

"No. No lo puedes decir. Es así de franco con todos. Pero es bueno. Tú eres el que siempre estás descontento" responde Tomás, que siempre tiene un óptimo humor.

"Es que yo me imaginaba otra cosa..."

"Mi primo no te prohíbe ir a las otras cosas" dice tranquilo Santiago de Alfeo. "Creo que todos pensábamos en otra cosa al seguirlo. La razón es que tenemos cerviz dura y mucha soberbia. Jamás ha ocultado el peligro y la fatiga en seguirlo".

Judas refunfuña entre dientes. El otro Judas, Tadeo, que trabaja en una mesita de la cocina para transformarla en un pequeño armario, dice: "Estás equivocado. También te equivocas según las costumbres. Todo israelita debe trabajar. Y nosotros trabajamos. ¿Te molesta tanto trabajar? Yo no siento nada. Desde que estoy con Él cualquier fatiga no me pesa".

"Yo tampoco extraño nada. Y estoy contento de estar como si estuviese en familia" dice Santiago Zebedeo.

"¡Aquí haremos mucho!..." irónico comenta Judas de Keriot.

"Pero en resumidas cuentas, ¿qué quieres?... ¿Qué pretendes?... ¿Una corte de sátrapa? No te permito criticar lo que hace mi primo ¿Entendido?" estalla Tadeo.

"Calla hermano. A Jesús no le gustan estas disputas. Hablemos menos y trabajemos más. Será mejor para todos. Por otra parte... si Él no logra cambiar los corazones... ¿Puedes esperar hacerlo tú con tus palabras?" dice Santiago de Alfeo.

El corazón que no cambia es el mío... ¿verdad?" pregunta agresivo Judas.

Santiago no le responde, antes bien se mete un clavo entre los labios y empieza a clavar con todas sus fuerzas los goznes haciendo tal ruido que no se oye el farfullar de Judas.

 

LLEGAN ISAAC Y ANDRÉS CON PANES Y PECES

 

Pasa un poco de tiempo, luego entran juntamente Isaac con huevos y una cesta de panes fragantes y Andrés con peces en una canasta.

"Tened" dice Isaac "lo manda el administrador y dice que si hace falta algo, le den órdenes".

"¿Ves que de hambre no se muere?" dice Tomás a Iscariote. Y añade: "Dame el pescado, Andrés. ¡Qué hermoso! Pero ¿cómo se hace para prepararlo?... yo no sé".

"Yo si sé" dice Andrés. "Soy pescador" y se pone en un rincón a sacar las entrañas de los peces que todavía están coleando.

"El Maestro está por llegar. Recorrió el poblado y la campiña. Veréis que dentro de poco estará aquí. Curó ya a un enfermo de los ojos. Yo ya había recorrido esta campiña y sabían...""¡Eh!¡Ya! Yo, yo... Todos los  pastores... nosotros dejamos  una vida segura, yo al menos, una vida segura e hicimos esto y aquello, pero nada se ha logrado..."

Isaac estupefacto mira a Iscariote... pero filosóficamente no objeta nada. Los otros lo imitan, pero por dentro son una caldera.

 

JESÚS LLEGA A LA CASA

 

"¡La paz sea con vosotros!" En el umbral está Jesús, sonriente, amable. Parece como si el sol aumentase su esplendor con su llegada. "¡Qué diligentes!¡Todos trabajando! ¿Puedo ayudarte, primo?"

"No, descansa. Ya terminé".

"Traemos muchos alimentos. Todos han querido regalarnos. Si todos tuviesen el corazón de los humildes" dice Jesús con una poca de tristeza.

"¡Oh, Maestro mío! ¡Que Dios te bendiga!" Es Pedro que entra con una carga de leña sobre sus espaldas, y que bajo su fardo, saluda a Jesús.

"También a ti, Pedro, te bendiga el Señor. ¡Habéis trabajado mucho!"

"Y en las horas libres trabajaremos más. Tenemos una casa en la campiña... y hay que hacerla un Edén. Entre tanto arreglé el pozo para ver de noche dónde está y para estar seguros de no perder los cántaros al bajarlos. Luego... ¿ves qué buenos son tus primos? Todas las cosas necesarias para quien debe vivir en un lugar por largo tiempo, yo pescador no lo habría sabido. Verdaderamente son capaces. También Tomás, podría hacer de cocinero en el palacio de Herodes. También Judas es bueno. Hizo unas óptimas tortas..."

"Para nada sirven. Hay pan" responde de malhumor Judas. Pedro lo mira y espera que dé una buena respuesta, pero sacude la cabeza, mueve las cenizas  sobre ellas pone las tortas...

"¡Dentro de poco todo estará listo!" dice riendo Tomás.

"¿Hablarás hoy?" pregunta Santiago de Zebedeo.

"Sí. Entre las doce y las tres. Vuestros compañeros lo dijeron. Por eso comamos aprisa".

Pasan algunos minutos y Juan pone el pan sobre la mesa, prepara las sillas, trae las copas y los cántaros y Tomás trae las verduras cocidas y el pescado frito.

 

JESÚS OFRECE Y BENDICE LA COMIDA. LLEGA

LA GENTE PARA OÍR A JESÚS

 

Jesús está en el centro, ofrece y bendice, distribuye y todos comen con gusto.

Todavía están comiendo cuando en la era se asoman algunas personas. Pedro se levanta y va a la puerta: "¿Qué queréis?"

"¿El Rabí no hablará aquí?"

"Hablará, ahora está comiendo porque también Él es hombre. Sentaos aquí fuera y esperad".

El grupillo se va al rústico tejado.

"Se acerca el frío y llueve frecuentemente. Digo que estaría bien usar aquélla ala vacía. La he limpiado muy bien. El pesebre servirá de banco..."

"No digas ironías tontas. El Rabí es rabí" dice Judas.

"¿Cuáles ironías? Si nació en un establo, ¡podrá hablar sobre un pesebre!"

"Pedro tiene razón, ¡pero os ruego que os améis!" Jesús parece hasta cansado en decir estas palabras.

Terminan de comer y Jesús sale al punto a donde está el pequeño grupo.

"Espera, Maestro" le grita por detrás Pedro. "Tu primo te ha hecho una silla porque el suelo de ahí está húmedo".

"No es necesario. ¿Sabes?... hablo de pie. La gente quiere verme y Yo a ella. Antes bien... preparad sillas y lechos. Tal vez vendrán enfermos... y los podrán usar".

"Siempre piensas en los demás, ¡buen Maestro!"· dice Juan y le besa la mano.

Jesús con una sonrisa ligeramente triste va al grupo. También todos los discípulos.

Pedro que está al lado de Jesús, lo hace inclinar y le dice en voz baja: "Detrás del muro está la mujer velada. La he visto. Está desde esta mañana, vino siguiéndonos desde Betania. ¿La arrojo o la dejo?"

"Déjala. Lo he dicho".

"¿Pero si es espía como dijo Iscariote?"

"No es. Ten confianza en lo que te digo. Déjala y no digas nada a nadie. Respeta su secreto".

"No he dicho nada, porque pensé que estaba bien..."

Jesús empieza a hablar a los asistentes explicándoles lo que es la verdadera vida y lo que es la muerte...

 

PREÁMBULO

 

JESÚS COMIENZA A EXPLICAR LOS 

MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS

 


 

"PAZ A VOSOTROS QUE BUSCÁIS LA PALABRA"

 

"Paz a vosotros que buscáis la Palabra" comienza diciendo Jesús. Se dirige al fondo del portal, teniendo a sus espaldas la pared de la casa. Es el tibio atardecer de un día de noviembre en que Jesús habla a unas veinte personas sentadas por tierra o apoyadas a las columnas.

 

EL HOMBRE CAE EN UN ERROR EN

CONSIDERAR LO QUE ES LA VIDA

Y LO QUE ES LA MUERTE,

Y EN EMPLEAR ESTOS DOS TÉRMINOS.

 

"El hombre cae en un error en considerar lo que es la vida y lo que es la muerte, y en emplear estos dos términos. Llama "vida" al tiempo en que después de haber nacido, empieza a alimentarse, a respirar, a moverse, pensar, obrar; y llama "muerte" al momento en que deja de respirar, de comer, de moverse, de pensar y de obrar, y se convierte en un frío e insensible despojo, pronto para volver a entrar en el seno, que es el sepulcro. Pero no es así. Quiero hacer que entendáis lo que es la "vida" y señalaros las obras aptas para ella.

 

QUÉ ES LA VIDA

 

Vida no es existencia. Existencia no es vida. Existe también vida en la parra que se enrolla en esta columna. Pero no tiene la vida de que estoy hablando. Existe también (vida en) aquella oveja que bala amarrada a aquel árbol de allá. Pero no tiene la vida de que estoy hablando.

La vida a la que me refiero no empieza con la existencia y no se acaba cuando la carne tiene su fin.

La vida de la que hablo no tiene principio en el seno materno. Empieza, cuando creada nace un alma del Pensamiento de Dios para habitar en una carne y tiene fin cuando el pecado la mata.

 

EL HOMBRE PRIMERAMENTE NO ES

MÁS QUE UNA SEMILLA

 

El hombre primeramente no es más que una semilla que crece, semilla de carne, no de grano o hueso como la del trigo o la de ese árbol.

Primero no es más que un animal que se forma, un embrión de animal no diverso del que ahora hinche el seno de aquella oveja. Pero desde el momento en que esta concepción se infunde, esta parte incorpórea, que es la de mayor importancia, ya que lo sublima, existiendo no sólo el embrión animal como corazón que palpita, sino que "vive" según el Pensamiento creador y se hace hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, se hace hijo de Dios, ciudadano futuro del Cielo. Pero esto acontece si la vida dura.

 

EL HOMBRE PUEDE EXISTIR...

PERO NO ES MÁS HOMBRE

 

El hombre puede existir teniendo imagen de hombre pero ya no es más hombre. Es un sepulcro en que se pudre la vida.

Por esto digo: "La vida no comienza con la existencia y no se acaba cuando la carne tiene fin".

 

LA VIDA EMPIEZA ANTES DEL NACIMIENTO...

NO MUERE... PUEDE MORIR A SU DESTINO,

PERO SOBREVIVE A SU CASTIGO.

 

La vida empieza antes del nacimiento. La vida, pues, no tiene fin porque el alma no muere, esto es, no se convierte en nada. Muere a su destino, que es celestial, pero sobrevive a su castigo. A este destino bienaventurado muere cuando muere a la gracia. Esta vida, atacada de la gangrena que es la muerte de su destino, dura por los siglos para la condenación y en el tormento.

Esta vida, si se conserva como tal, llega a la perfección del vivir, haciéndose eterna, perfecta, bienaventurada como su Creador.

 

¿TENEMOS OBLIGACIONES PARA

CON LA VIDA?

 

EL DON DE DIOS

 

¿Tenemos obligaciones para con la vida?... Sí. Es un don de Dios. Cualquier don de Dios debe ser usado y conservado con cuidado, porque es cosa santa, como es quien lo creó. ¿Destruiríais el don de un rey? ¡No! Pasa a los herederos, y de estos a los siguientes como gloria de la familia. Y si es así ¿Por qué destruir el don de Dios?¿Cómo se le usa y cómo se conserva este don divino?¿De qué modo tener viva la flor paradisíaca del alma, para guardarla para el Cielo?¿Cómo alcanzar el "vivir" sobre la existencia y más allá?

 

OBRAS APTAS PARA ESTA VIDA

 

Israel tiene leyes claras para este fin y no tiene más que observarlas. Israel tiene profetas y justos que dan ejemplo y enseñan a practicar las leyes. Israel tiene también sus santos. No puede, no debe por lo tanto equivocarse. Veo pulular manchas en los corazones y espíritus muertos en todas partes. Por lo que digo: Haced penitencia; abrid vuestro corazón a la Palabra; poned en práctica la Ley inmutable; infundid nuevamente sangre en la vida que en vosotros languidece; si ya la habéis matado, venid a la Vida verdadera: a Dios. Llorad por vuestras culpas. Gritad: ¡Misericordia!... pero levantaos. No seáis muertos vivos para que no seáis mañana de los eternos condenados. No os hablaré de otra cosa, más que de la manera de obtener y conservar la vida.

Otro os dijo: "Haced penitencia. Limpiaos del fuego impuro de la lujuria, del fango de las culpas". Yo os digo: Pobres amigos, estudiemos juntos la Ley. Volvamos a oír en ella la voz paternal del Dios verdadero y luego juntos oremos al Eterno con estas palabras: "Tu misericordia descienda sobre nuestros corazones".

Ahora es el plomizo invierno, pero dentro de poco vendrá la primavera. Un espíritu muerto, es más triste que un bosque congelado y sin nada, pero si penetran en vosotros la humildad, la voluntad, la paciencia y la fe, la vida tornará en vosotros como bosque primaveral, y floreceréis para Dios, produciendo para mañana, para el mañana de los siglos y de los siglos, un perenne fruto de vida verdadera.

 

¡VENID A LA VIDA!

 

¡Venid a la Vida! Dejad de existir solamente y empezad a "vivir". Entonces la muerte no será "fin" sino principio. El principio de un día sin crepúsculo, de una alegría sin cansancio ni medida. La muerte será el triunfo de lo que vivió antes de la carne, y el triunfo de la carne, la cual será llamada a la resurrección eterna, para participar juntamente de esta vida que prometo, en el nombre del Dios verdadero a todos los que hayan querido la "vida" para su alma, aplastando los sentidos y las pasiones para gozar de la libertad de los hijos de Dios.

Idos. Cada día a esta hora os hablaré de la verdad eterna. El Señor sea con vosotros".

La gente se retira haciendo muchos comentarios. Jesús vuelve a la solitaria casa y todo tiene fin. 

II. 723-730

A. M. D. G.