JESÚS EN "AGUAS CLARAS"
NO INVOCAR EN VANO
MI NOMBRE
#PREGUNTAN POR LA MUJER VELADA, PERO NINGUNO SABE DECIRLO
#LOS APÓSTOLES DISCUTEN CON JUDAS QUE DICE POR QUÉ DE LAS PREFERENCIAS DE JESÚS CON JUAN
#entra Jesús con Juan: "Pero ¿qué sucede? ¿Por qué ese llanto?"
#LOS APÓSTOLES TIENEN MIEDO DE MANNAÉN, HERMANOS DE HERODES, Y JESÚS LOS CALMA
#¿Cómo se ha informado de Ti?"Por Juan, mi primo.
#JESÚS HABLA CON JUDAS CON EL DESEO DE QUE SE LE ABRA Y LE ENSEÑE
#DESCRIPCIÓN MORAL DE JUDAS ISCARIOTE
#"Ese "muchacho" tiene necesidad de todos vosotros
#EL HOMBRE VESTIDO DE ROJO SE MUESTRA COMO MANNAÉN, EL HERMANO DE LECHE DE HERODES
Los discípulos están todos revueltos. Parece un enjambre provocado. Están muy agitados. Hablan, entrecierran sus ojos para ver afuera, los vuelven a todas partes... Jesús no está. En fin deciden qué hacer y Pedro ordena a Juan: "Vete a buscar al Maestro. Está en el bosque junto al río. Dile que venga pronto y que diga lo que se debe de hacer."
Juan se va a carrera abierta. Iscariote dice: "No entiendo por qué tanta confusión y tanta descortesía. Yo habría ido y lo habría recibido con todos los honores... Es un honor suyo y también para nosotros. Así, pues..."
PREGUNTAN POR LA MUJER VELADA,
PERO NINGUNO SABE DECIRLO
"Yo no sé nada. El será diferente a su pariente de leche... pero... pero quien está con hienas se le pega el olor y el instinto. Por lo demás, tú querrías que se fuese aquella mujer... ¡pero ten cuidado! El Maestro no quiere, y yo la tengo bajo mi protección. Si la tocas... Yo no soy el Maestro... te lo digo para tu futura conducta."
"¡Mmm! ¿Quién es pues? ¿Tal vez la bella Herodías?"
"¡No te hagas el chistoso!"
"Tú eres el que me lo hace ser. Le has hecho alrededor la guardia real como a una reina..."
"El Maestro me dijo: "Procura que no se le perturbe y respétala", y eso es lo que hago."
"Pero, ¿quién es?... ¿Lo sabes?" pregunta Tomás.
"Yo, no."
"¡Ea! Dilo. Tú lo sabes..." insisten varios.
"Os juro que no sé nada. El Maestro lo sabe, pero yo no."
"Hay que preguntárselo a Juan. A él le dice todo."
LOS APÓSTOLES DISCUTEN CON JUDAS
DE LAS PREFERENCIA DE JESÚS POR JUAN
"¿Por qué? ¿Qué cosa de especial tiene Juan? ¿Es un dios tu hermano?"
"No, Judas. Es el más bueno de nosotros."
"Por mí ni me preocupo" dice Santiago de Alfeo. "Ayer mi hermano lo vio cuando salía del río con el pescado que le había dado Andrés y se lo preguntó a Jesús. Él respondió: "No tiene cara, es un espíritu que busca a Dios. Por mí no se trata de otra cosa, y así quiero que sea para todos", y dijo en tal forma "quiero" que os aconsejo de no insistir."
"Yo voy a donde está ella" dice Judas de Keriot.
"¿La harás de espía para acusarme con Jesús?"
"Dejo ese cargo a los del Templo. Nosotros los del lago, ganamos el pan con el trabajo y no con la delación. No tengas miedo de que Simón de Jonás la haga de espía. Pero no me provoques y no te permitas desobedecer al Maestro, porque soy yo..."
"Y ¿quién eres tú?... Un pobre como yo."
"Sí, señor, al revés, más pobre, más ignorante, más vulgar que tú. Lo sé y no me avergüenzo. Me avergonzaría si fuese igual a ti en el corazón. El Maestro me confió este encargo y yo lo hago."
"¿Igual a mí en el corazón? Y ¿qué cosa hay en mi corazón que te causa asco?... habla, acusa, ofende..."
"¡Pero en resumidas cuentas!" interviene Zelote y con él Bartolomeo. "En resumidas cuentas, Judas, cállate. Respeta los cabellos de Pedro."
"Respeto a todos, pero quiero saber qué cosa hay en mí..."
"Al punto eres servido... Déjame hablar... hay soberbia, tanta que se puede llenar esta cocina, hay falsedad y hay lujuria."
"¿Yo falso?"
Todos se interponen y Judas debe callar.
Simón con calma dice a Pedro: "Perdona amigo si te digo una cosa. Él tiene defectos, pero tú también tienes, y uno de ellos es el no compadecer a los jóvenes. ¿Por qué no tienes en cuenta la edad, el nacimiento... y tantas cosas? Mira: Tú obras por amor a Jesús. ¿Pero no caes en la cuenta que estas disputas le causan hastío? A él no le digo nada (y señala a Judas) pero a ti sí, que eres hombre maduro y muy sincero, te hago esta súplica. ¡Él tiene tantas penas por sus enemigos, y darle también nosotros! Hay tanta guerra a su alrededor, ¿por qué provocar otra en su nido?"
"Quiéreme mucho. ¡Qué fatigoso es ser 'Redentor'"
También yo lo encontré con señales de haber
llorado en el bosque del río"
Me dijo:"Sabes qué diferencia hay entre el cielo
y la tierra, además de la de no ver a Dios
Es la falta de amor entre los hombres.
Me estrangula como una soga.
He venido a echar granos a los pajaritos
para que me amen los seres que se aman"
"Es verdad. Jesús está triste y ha adelgazado" dice Judas de Tadeo. "En las noches oigo que da vueltas sobre su cama y suspira. Hace algunos días me levanté y vi que lloraba orando. Le pregunté: "¿Qué te pasa?" Me abrazó y me dijo: "Quiéreme mucho. ¡Qué fatigoso es ser 'Redentor' ". "
"También yo lo encontré con señales de haber llorado en el bosque del río" dice Felipe. "Y a mi mirada interrogativa respondió: "Sabes qué diferencia hay entre el cielo y la tierra, además de la de no ver a Dios" Es la falta de amor entre los hombres. Me estrangula como una soga. He venido a echar granos a los pajaritos para que me amen los seres que se aman"."
entra Jesús con Juan: "Pero ¿qué sucede?
¿Por qué ese llanto?"
Judas Iscariote (debe ser un poco desequilibrado) se arroja en tierra y llora como un muchacho. En este momento entra Jesús con Juan: "Pero ¿qué sucede? ¿Por qué ese llanto?"
"Por mi culpa, Maestro. Cometí un error. Regañé a Judas muy duramente" responde franco Pedro.
"No... yo... yo... el culpable soy yo. Yo soy... el que te causo dolor... no soy bueno... perturbo. ¡Pero ayúdame a ser bueno! Porque aquí tengo una cosa, aquí en el corazón, que me obliga a hacer cosas que no querría hacer. Es más fuerte que yo... y te causo dolor, a Ti, Maestro, al que debería de dar gozo... Créelo. No es falsedad..."
LOS APÓSTOLES TIENEN MIEDO DE MANNAEN,
HERMANOS DE HERODES, Y JESÚS LOS CALMA
"Pero sí, Judas, no lo dudo. Viniste a Mí con sinceridad de corazón, con verdadero entusiasmo. Pero eres joven... Nadie, ni siquiera tú mismo, te conoces, como Yo te conozco. ¡Ea! levántate y ven aquí. Luego hablaremos los dos solos. Entre tanto hablemos de aquello por lo que me mandasteis llamar. ¿Qué mal hay si aún Mannaén viene? ¿No puede un hermano de leche de Herodes, tener sed del Dios verdadero? ¿Tenéis miedo por Mí? ¡Pero no! Tened fe en mi palabra. Este hombre no ha venido sino por fines honestos."
"Entonces ¿por qué no se dio a conocer?" preguntan varios.
"Precisamente porque viene como un "alma", no como hermano de leche de Herodes. Se ha envuelto en el silencio porque piensa que ante la Palabra de Dios no existe parentesco con un rey... Respetaremos su silencio."
"Pero si por el contrario,¿él lo enviase?"
"¿Quién?... ¿Herodes?... No. No tengáis miedo."
¿Cómo se ha informado de Ti? "Por Juan, mi primo.
"¿Quién lo manda entonces? ¿Cómo se ha informado de Ti?"
"Por Juan, mi primo. ¿Creéis que no me haya predicado en la cárcel? Por Cusa... por las voces de la multitud... por el mismo odio de los fariseos. Ya la fronda y el aire hablan de Mí. Se ha echado la piedra en el agua inmóvil y el palo ha golpeado el bronce. Las ondas cada vez se van ensanchando, llevando al agua lejana la revelación, y el sonido lo confía a los espacios... La tierra ha aprendido a decir: "Jesús" y jamás se callará. Id, sed con él corteses como con los demás. Id. Yo me quedo con Judas."
Los discípulos se van.
JESÚS HABLA CON JUDAS CON EL DESEO
DE QUE SE LE ABRA Y LE ENSEÑE
DESCRIPCIÓN MORAL DE JUDAS ISCARIOTE
Jesús mira a Judas todavía lloroso y le pregunta: "¿Y pues?...¿No tienes nada que decirme? Yo sé todo lo tuyo. Pero quiero saberlo de ti. ¿Por qué este llanto? Y sobre todo, ¿por qué este desequilibrio que te tiene siempre descontento?"
"¡Oh! Sí, Maestro. Lo dijiste. Soy celoso por naturaleza. Tú sabes que así es... y sufro al ver que... al ver tantas cosas. Esto me saca de quicio por ser injusto. Y me hago malo, aun cuando no quisiera, no..."
"¡Pero no llores de nuevo! ¿De qué estás celosos? Acostúmbrate a hablar con tu verdadera alma. Hablas mucho, hasta demasiado. Pero ¿con qué? Con el instinto y con tu mente. Tomas un fatigoso y continuo trabajo para decir lo que quieres decir: hablo por ti, de tu yo, porque cuando tienes que hablar de otros y a otros, no te pones cortapisas ni límites. Igualmente no pones cortapisas a tu carne. Ella es un caballo bronco. Pareces un jinete a quien el jefe de las carreras le hubiese dado dos caballos locos. El uno es el sentido, el otro... ¿quieres saber quién es el otro? ¿Sí?... Es el error que no quieres domar. Tú, jinete capaz, pero imprudente, te fías de tu capacidad y crees que basta. Quieres llegar primero... no pierdes tiempo ni siquiera para cambiar de caballo. Antes bien los espoleas y pinchas. Quieres ser "el vencedor". Quieres aplauso... ¿No sabes que la victoria es segura cuando se conquista con constante, paciente y prudente trabajo?... Habla con tu alma. De ahí quiero que salga tu confesión. ¿O debo decirte lo que hay adentro?"
"Veo que también Tú no eres firme, y esto me hace sufrir."
"¿Por qué me acusas? ¿En qué he faltado a tus ojos?"
"Cuando quise llevarte con mis amigos, no te gustó y dijiste: "Prefiero estar entre los humildes". Luego Simón y Lázaro te dijeron que era bueno te pusieses bajo la protección de un poderoso y aceptaste. Tú das preferencia a Pedro, a Simón, a Juan Tú..."
"¿Qué otra cosa?"
"Nada más, Jesús."
"Nubecillas... pompas de espuma de agua. Me das compasión, porque eres un desgraciado que te torturas, pudiendo alegrarte. ¿Puedes decir que este lugar es de lujo? ¿Puedes decir que no hubo una razón poderosa que me obligó a aceptarlo? ¿Si Sión hubiera sido menos madrastra para sus profetas, estaría aquí, escondido como uno que teme a la justicia humana, y se refugia en un lugar de asilo?"
"No"
"Y ¿entonces puedes decir que no te he dado encargos como a los demás? ¿Puedes decir que he sido duro contigo cuando has faltado? Tú no fuiste sincero... Las vides... ¡Oh! ¡Las vides! ¿Qué nombre tenían esas vides? No fuiste complaciente con quién sufría y se redimía. Ni siquiera fuiste respetuoso para conmigo. Y los otros lo vieron... y con todo una voz sola e incansable se levanta en tu defensa. La mía. Los otros tendrían el derecho de ser celosos, porque si ha habido uno que haya sido protegido eres tú."
Judas avergonzado, conmovido llora.
"Me voy. Es la hora en que soy de todos. Tú quédate y reflexiona."
"Perdóname, Maestro. No podré tener paz si no tengo tu perdón. No estés triste por mi causa. Soy un muchacho malvado... Amo y atormento... Así sucedía con mi madre... así contigo... así sucederá con mi esposa si algún día me casase... ¡sería mejor que me muriese!
"Sería mejor que te enmendases. Estás perdonado. ¡Hasta luego!"
Jesús sale. Afuera está Pedro: "Ven, Maestro. Ya es tarde. Hay mucha gente. Dentro de poco se pondrá el sol. Y no has ni comido... ese muchacho es causa de todo."
"Ese "muchacho" tiene necesidad de todos vosotros
"Ese "muchacho" tiene necesidad de todos vosotros para no ser causante de estas cosas. Procura recordártelo, Pedro. Si fuese tu hijo ¿lo compadecerías?"..."
"Umh! Sí y no. Lo compadecería... pero... le enseñaría también algunas cosas. Aunque fuese adulto le enseñaría como a un jovencillo mal educado. Bueno, si fuese mi hijo, no sería así..."
"Basta."
"Sí, basta, Señor mío. Mira allí a Mannaén. Es el que tiene el manto casi negro, es rojo muy oscuro. Me dio esto para los pobres y me dijo que si podía quedarse a dormir."
"¿Qué respondiste?"
"La verdad: "No hay más que para nosotros". "
Jesús no dice nada. Deja a Pedro y va a donde está Juan; a quién dice algo. Luego llega a su puesto y comienza a hablar.
¿Cuándo se le nombra en vano? ¿Sólo cuando se blasfema? ¡No! También cuando se le nombra sin ser dignos de Dios. ¿Puede un hijo decir: "Amo a mi padre y le honro" si luego hace todo lo contrario de lo que el padre desea de él? No es diciendo: "Padre, Padre" como se ama al progenitor. No es diciendo: "Dios, Dios" como se ama al Señor.
En Israel hay también una soberbia necia, una
costumbre inhumana y no espiritual:
la de tomar por blasfemia, que los labios de paganos
pronuncien el nombre de nuestro Dios,
y se ha llegado hasta prohibir a los gentiles
que se acerquen al Dios verdadero
porque se le tiene como sacrilegio.
En Israel, como ayer expliqué, hay tantos ídolos en el secreto de los corazones y existe también la alabanza hipócrita a Dios, alabanza a la que no corresponden los que lo alaban. También hay en Israel una tendencia: la de encontrar pecados en las cosas exteriores, y al no quererlos encontrar, donde existen realmente, en las cosas interiores. En Israel hay también una soberbia necia, una costumbre inhumana y no espiritual: la de tomar por blasfemia, que los labios de paganos pronuncien el nombre de nuestro Dios, y se ha llegado hasta prohibir a los gentiles que se acerquen al Dios verdadero porque se le tiene como sacrilegio.
¿Creéis que los paganos no sientan algo
en el fondo del corazón, alguna insatisfacción
que grita, que se mueve, que busca?...
Esto se ha hecho hasta el presente. De hoy en adelante no se hará así. El Dios de Israel es el mismo que creó a todos los hombres. ¿Por qué impedir que se sienta la atracción de su Creador? ¿Creéis que los paganos no sientan algo en el fondo del corazón, alguna insatisfacción que grita, que se mueve, que busca?... ¿A quién?... ¿Qué cosa?... Al Dios desconocido. Y ¿creéis que si un pagano busca por sí mismo el altar del Dios Desconocido, el altar incorpóreo que es el alma en donde siempre hay un recuerdo de su Creador, no sea el alma la que trata de ser poseída por la gloria de Dios, así como aconteció con el Tabernáculo que Moisés erigió según las órdenes recibidas, y que llora hasta que no se realiza el ser poseída? ¿Creéis que Dios rechazará su búsqueda como si rechazase una profanación?... ¿Y creéis que sea pecado este acto, que ha cobrado vida en un sincero deseo del alma que despertada con llamamientos celestiales, dice a Dios: "Voy", el cual le contesta: "Ven", mientras sea santidad el culto corrompido de un Israel que ofrece al Templo lo que le sobra de sus goces, y entra a la presencia de Dios e invoca al Purísimo con un alma y cuerpo que es un gusanero de culpas?
ES EN VANO PRONUNCIADO CUANDO SABÉIS, POR EL
ESTADO DE VUESTRA ALMA,
QUE LO PRONUNCIÁIS INÚTILMENTE.
¡No! En verdad os digo que el sacrilegio perfecto lo hace el israelita que con alma impura pronuncia en vano el nombre de Dios. Es en vano pronunciarlo cuando, y no seáis necios, cuando sabéis, por el estado de vuestra alma, que lo pronunciáis inútilmente. ¡Oh! Yo veo que el rostro indignado de Dios se vuelve a otra parte con desagrado cuando un hipócrita lo invoca, cuando lo nombra un impenitente. Me da miedo, aún a Mí que no merezco ese airarse divino.
SE DEBE NOMBRAR CUANDO EL PECADOR QUIERE
LIBRARSE DEL PECADO Y DEL SEDUCTOR
En más de uno de los corazones leo este pensamiento: "¡Entonces, fuera de los niños, nadie podrá llamar a Dios, porque en el hombre no hay más que impureza y pecado!" No. No digáis así. Son los pecadores que invocan este nombre. Son ellos los que se sienten estrangulados por Satanás y quieren librarse del pecado y del seductor. Quieren. He aquí lo que hace que el sacrilegio cambie en rito. Querer curarse, llamar al Todopoderoso para ser perdonados y para ser curados. Invocarlo para poner en fuga al Seductor.
LA SERPIENTE TENTÓ A EVA EN LA HORA EN
QUE EL SEÑOR NO PASEABA POR EL EDÉN
Se dice en el Génesis que la Serpiente tentó a Eva en la hora en que el Señor no paseaba por el Edén. Si Dios hubiese estado en el Edén, Satanás no hubiese estado allí. Si Eva hubiese invocado a Dios, Satanás hubiese huido. Tened en el corazón siempre este pensamiento. Y con sinceridad llamad al Señor. Su nombre es salvación. Muchos de vosotros queréis bajar a purificaros. Pero purificaos el corazón sin cesar, escribiendo amorosamente sobre vosotros la palabra "Dios". No más mentirosas plegarias rutinarias. Con el corazón, pensamiento, acciones, con todo vuestro ser, decid este nombre: "Dios". Decidlo para no estar solos. Decidlo para que os sostenga. Decidlo para que se os perdone.
"EN VANO" SIGNIFICA NO CAMBIARLO
POR NINGÚN BIEN
"En vano" significa, según la palabra del Dios del Sinaí, significa no cambiarlo por ningún bien, que entonces sería pecado. "En vano" no se dice cuando a manera de pulsación de la sangre en el corazón, cada minuto del día y a cada acción honrada a cada necesidad, a cada tentación o dolor os llega a los labios como palabra filial de amor: "Ven Dios mío". Entonces, en verdad no pecáis al pronunciar el Nombre Santo de Dios.
Idos, la paz sea con vosotros".
No hay ningún enfermo. Jesús se queda con los brazos cruzado y apoyados sobre la pared debajo del cobertizo sobre el que, las sombras ya van cayendo; Jesús mira a los que se van yendo en borriquillos y a los que se dirigen al río a purificarse, y a los que atravesando los campos se dirigen al poblado.
EL HOMBRE VESTIDO DE ROJO SE MUESTRA COMO
MANNAÉN, EL HERMANO DE LECHE DE HERODES
El hombre vestido de rojo oscuro parece que no sabe qué hacer. Jesús no lo pierde de vista. Después de algún tiempo el hombre se mueve y se dirige a su caballo, un caballo hermosísimo blanco con gualdrapas de color rojo que penden de la silla adornadas con plata.
"Oye, espérame" dice Jesús y lo alcanza. "Ya va a anochecer. ¿Tienes dónde dormir? ¿Vienes de lejos? ¿Estás solo?"
El hombre responde: "De muy lejos... y me iré... no sé... si en el poblado encontraré... o hasta Jericó... Dejé allí la escolta de la que no confiaba."
"No, te ofrezco mi cama. Está ya pronta.
¿Tienes qué comer?"
"No tengo nada.
Creía que este lugar sería más hospitalario
¿Sabes quién soy?"
Los que me buscan tienen un solo nombre:
Hermanos en el nombre de Dios.
Ven, juntos dividiremos el pan.
"No, te ofrezco mi cama. Está ya pronta. ¿Tienes qué comer?"
"No tengo nada. Creía que este lugar sería más hospitalario."
"Nada falta."
"Nada. Ni siquiera el odio contra Herodes. ¿Sabes quién soy?"
"Los que me buscan tienen un solo nombre: Hermanos en el nombre de Dios. Ven, juntos dividiremos el pan. Puedes llevar el caballo a aquel galerón. Yo dormiré allí, y te lo guardaré."
"No, esto jamás. Yo dormiré ahí. Acepto el pan, pero no más. No pondré mi sucio cuerpo, donde descansa el tuyo que es santo."
"¿Me crees santo?"
"Sé que eres santo. Juan, Cusa... tus obras... tus palabras. El palacio real es como una concha que conserva el rumor del mar. Iba yo a donde estaba Juan... y luego lo perdí. Él me dijo: 'Uno que es más que yo te recogerá y te elevará'. No podría ser otro sino Tú. Vine cuando supe en dónde estabas."
Han quedado solos bajo el cobertizo. Los discípulos charlan cerca de la cocina y se esfuerzan por mirar.
Zelote, que era a quien tocaba hoy bautizar, regresa del río con los últimos bautizados. Jesús los bendice y luego dice a Simón: "Esta persona es el peregrino que busca refugio en nombre de Dios. Y en el nombre de Dios lo saludamos como amigo."
Simón se inclina y el hombre también. Entran en el galerón y Mannaén amarra el caballo en el pesebre. Acude Juan, a quien Jesús había hecho señal, con hierba y un cubo de agua. Acude también Pedro con una lámpara de aceite porque está ya oscuro.
"Aquí estaré muy bien. Dios os lo pague" dice el caballero, y luego entra con Jesús y con Simón a la cocina en donde arde una tea.
II. 744-752
A. M. D. G.