JESÚS EN "AGUAS CLARAS"
LOS TRES DISCÍPULOS DEL BAUTISTA
NO TENTARÁS AL SEÑOR
DIOS TUYO
#Se presentan tres discípulos del Bautista: Simeón, Juan y Matías
#Patriarcas y Profetas desaparecen a su llegada
#Jesús narra la visitación de María a su prima Isabel
#"'No tentarás al Señor Dios tuyo" se dijo.
#Ayer visteis qué castigo espera a los que se burlan de Dios.
#donde está tu tesoro allí está tu corazón y donde está el corazón estará el tesoro.
#Este hombre se preocupaba solo de la miseria de la tierra.
#Sirve de algo el ayuno corporal cuando el alma no se abstiene de pecar
Es un serenísimo día de invierno. Sol, viento y cielo azul, sin ni siquiera la menor mancha de nubes. Son las primeras horas del día. Todavía un ligero velo de rocío, mejor dicho de escarcha, cubre cual polvo el suelo y las hierbas.
SE PRESENTAN TRES DISCÍPULOS DEL BAUTISTA:
SIMEÓN, JUAN Y MATÍAS
Vienen en dirección a la casa tres hombres que caminan seguros como quien sabe a dónde va. Ven a Juan que atraviesa el patio cargado de cubos de agua sacados del pozo. Lo llaman.
Juan se voltea, los deja y les dice: "¿Vosotros aquí? ¡Bienvenidos! El Maestro os verá con alegría. Venid, venid, antes de que haya gente. ¡Ahora viene mucha!..."
Son los tres pastores, discípulos de Juan el Bautista: Simeón, Juan y Matías siguen contentos al apóstol.
"Maestro, hay tres amigos. Mira" dice Juan entrando en la cocina donde arde alegre un buen fuego de raíces, y que echa un olor grato de bosque y de laurel quemado.
"¡Oh! La paz sea con vosotros, amigos míos. Qué milagro que habéis venido. ¿Alguna desgracia sobre el Bautista?"
Te saluda y dice que encomiendes a Dios al león
perseguido de los arqueros. El Bautista es grande
y siempre crece más.
"No, Maestro. Vinimos con su licencia. Te saluda y dice que encomiendes a Dios al león perseguido de los arqueros. No se hace ilusiones sobre su suerte. Pero ahora es libre, y es feliz porque sabe que tienes muchos fieles, aun los que antes eran suyos. Maestro... también nosotros tenemos el anhelo de serlo, pero... no queremos abandonarlo ahora que lo persiguen. Compréndenos..." dice Simeón.
"Antes bien os bendigo porque lo hacéis. El Bautista es digno de todo respeto y amor."
"Dices bien. El Bautista es grande y siempre crece más. Parece al ágave que cuando está cercano a morir forma el más grande candelabro de la flor de siete hojas que blanquea y que perfuma. Así él dice siempre: "Sólo querría verlo una vez más...". Verte. Hemos recogido ese grito de su alma y sin decírselo, te lo traemos. El es "el Penitente", "el Abstinente". Se macera aún con el deseo santo de verte y de oírte. Yo soy Tobías o Matías y pienso que él no sería diferente del ángel que se dio a Tobías. Todo en él es sabiduría."
"No se ha dicho que Yo no le vea... Pero ¿sólo por eso habéis venido? Es muy duro caminar en esta estación. Hoy es un día sereno, pero hace tres días... ¡Cómo llovía por todas partes!"
LE REFIEREN CÓMO EL BAUTISTA LE NEGÓ EL RITO DE
LA PURIFICACIÓN A DORAS
Y QUE QUIERE VENIR DORAS A TI
Y QUE TOMES PROVIDENCIA
"No sólo por esto. Hace algunos días llegó Doras el fariseo, a purificarse. El Bautista le negó el rito con estas palabras: "No entra el agua en donde hay una costra tan grande de pecado. Sólo uno te puede perdonar: el Mesías". Y él dijo: "Iré a donde está Él. Quiero curarme y pienso que este mal es un maleficio suyo". Entonces el Bautista lo arrojó como si hubiera arrojado a Satanás. Y cuando se estaba yendo encontró a Juan a quien conoció desde que iba a ver a Jonás de quién era lejano pariente y le dijo: "Yo voy. Todos van. Hasta Mannaén y hasta... las...( yo digo prostitutas pero el dijo otra palabra peor) van. Aguas Claras está lleno de ilusos. Ahora si me cura y retira su anatema contra mis tierras que están siendo excavadas como con máquinas de guerra por ejércitos de topos y de gusanos de todas clases y animales que acaban con las semillas y roen las raíces de los árboles frutales y de las viñas y no hay cosa con que se les pueda derrotar, seré su amigo. De otro modo... ¡ay de Él!" Le respondimos: "¿Y con ese corazón vas allá?" Y él contestó: "¿Y qué se cree el pedazo de Satanás? por otra parte así como convive con prostitutas, puede hacer alianza también conmigo". Quisimos venir a decírtelo para que tomases providencias."
"Ya todo está hecho."
si preferís ocuparos de Doras, podéis ir a su casa
de Jerusalén y hacer duelo por él. Están
preparándolo para el sepulcro
"¿Ya hecho? ¡Es verdad! El tiene carros y caballos, nosotros tan sólo las piernas. ¿Cuándo fue?"
"Ayer."
"Y ¿qué pasó?"
"Lo siguiente: que si preferís ocuparos de Doras, podéis ir a su casa de Jerusalén y hacer duelo por él. Están preparándolo para el sepulcro."
"¿Muerto?..."
"Muerto. Aquí. Pero ya no hablemos de él."
"Sí, Maestro... Sólo dinos una cosa. ¿Es verdad cuánto ha dicho de Mannaén?"
"Sí. ¿Os desagrada?"
"¡Oh! ¡Es nuestra alegría! ¡Le hablamos a él tanto de Ti en Maqueronte! Y ¿qué quiere el discípulo sino que el Maestro sea amado? Esto quiere Juan y también nosotros."
"Hablas bien Matías. La sabiduría está contigo."
el Bautista dijo: "Ved aquella pecadora, es una
costra de inmundicia, pero dentro hay una llama
que va creciendo.
Se hará tan fuerte que saldrá de la
costra y arderá toda. Cederá la inmundicia y
quedará solamente la llama".
Así dijo. Pero... ¿es
verdad que aquí duerme, como nos vinieron a decir
dos escribas famosos?
"Y... no lo creo. Pero ahora la encontramos... Antes de los Tabernáculos fue a buscarte a donde estábamos. Le dijimos: "A quien buscas no está aquí, pero pronto estará en Jerusalén para los Tabernáculos". Así dijimos porque el Bautista dijo: "Ved aquella pecadora, es una costra de inmundicia, pero dentro hay una llama que va creciendo. Se hará tan fuerte que saldrá de la costra y arderá toda. Cederá la inmundicia y quedará solamente la llama". Así dijo. Pero... ¿es verdad que aquí duerme, como nos vinieron a decir dos escribas famosos? "
"No. Está en una de las caballerizas del panadero, más o menos a un kilómetro de aquí."
"¡Lenguas infernales! ¿Oíste?... ¡Y ellos...! "
"Dejadlos que digan. Los buenos no creen a sus palabras, sino a mis obras."
"También lo dice Juan. Hace días algunos discípulos suyos le dijeron en nuestra presencia: "Rabí, él que estaba contigo al otro lado del Jordán y de quien diste testimonio, ahora bautiza. Todos van a Él. Te quedarás sin fieles". Y Juan respondió: " ¡Bienaventurada mi oreja que oye esta nueva! No sabéis que alegría me proporcionáis.
Podéis testificar que dije: 'Yo no soy el Mesías,
sino quien ha sido mandado delante de Él
para prepararle el camino'.
Tened en cuenta que el hombre no puede tomar cosa alguna sino se le da del cielo. Podéis testificar que dije: 'Yo no soy el Mesías, sino quien ha sido mandado delante de Él para prepararle el camino'. El hombre justo no se apropia un nombre que no es suyo y aunque el hombre quiera alabarlo con decirle: 'Eres esto' es decir. 'Eres el santo', él dice: '¡No! En verdad, ¡no! Yo soy su siervo' e igualmente tiene gran alegría porque: 'Ved, me le parezco un poco, si el hombre puede tomarme por Él'. Y ¿qué cosa quiere quien ama que el asemejarse a su amado? Sólo la esposa se alegra con el esposo. El paraninfo no se podrá alegrar con ella, porque sería inmoralidad y hurto. El amigo del esposo, que le está cerca y escucha sus palabras llenas de júbilo nupcial, experimenta una alegría tan grande de ser casi semejante a la que hace feliz a la doncella casada, que le anticipa con ella la miel de las palabras nupciales. Esta es mi alegría y es absoluta. ¿Qué otra cosa hace el amigo del esposo, después de que por meses le sirvió y escoltó a la esposa hasta el hogar? Se retira y desaparece. ¡Así yo! ¡Así yo! Una sola cosa me falta: el esposo con la esposa: el hombre con la humanidad. ¡Oh! ¡Profunda palabra! Es necesario que él aumente y que yo disminuya. Quien viene del Cielo está sobre todos.
Patriarcas y Profetas desaparecen a su llegada
Patriarcas y Profetas desaparecen a su llegada, porque Él, igual al Sol que todo ilumina y con luz tan fuerte, que los astros y planetas, que no tienen luz, se revisten de ella, y los que no están apagados desaparecen ante su supremo resplandor. Así sucede porque Él viene del Cielo, mientras los Patriarcas y profetas irán al Cielo, pero del Cielo no vienen. Quien viene del Cielo está sobre todos, y anuncia lo que vio y oyó. Pero nadie de los que no tienden al Cielo y por lo tanto reniegan de Dios puede aceptar su testimonio. Quien acepta el testimonio del que ha bajado del Cielo, demuestra, con ese creer suyo su fe de que Dios es verdadero y no una patraña y siente la Verdad porque tiene el ánimo generoso de Él. Porque aquel a quien Dios ha enviado, profiere palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu con plenitud, y el espíritu dice: 'Heme aquí. Tómame, que quiero estar contigo, Tú, delicia de nuestro amor', pues el Padre ama al Hijo sin medida y todas las cosas las ha puesto en su mano. Por lo cual quien cree en el Hijo tiene la vida eterna. Pero quien rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida y la cólera de Dios permanecerá en él y sobre él". Así ha hablado. Me grabé estas palabras en la memoria para repetírtelas." dice Matías.
"Te alabo y te doy las gracias. El último Profeta de Israel no es el que desciende del Cielo, sino por haber sido adornado de dones desde el vientre de su madre -vosotros no lo sabéis, pero Yo os lo digo- es el que más se acerca al Cielo."
"¿Qué cosa? ¿Qué cosa? ¡Cuenta!... Él dice de sí mismo: "Yo soy el pecador". " Los tres pastores y también los discípulos tiene deseos de saber.
JESÚS NARRA LA VISITACIÓN DE MARÍA
A SU PRIMA SANTA ISABEL
"Cuando mi Madre me llevaba en su vientre, fue a servir, porque es la humilde y amorosa, a la madre de Juan, prima de ella por parte de su madre y que había concebido en su vejez. El Bautista tenía ya su alma porque era el séptimo mes de su formación y el germen del hombre encerrado en el seno materno dio muestras de alegría al oír la voz de la Esposa de Dios. Precursor también en esto, se adelantó a los redimidos, porque de seno a seno se derramó la Gracia, y penetró y cayó la culpa de origen del alma del niño. Por lo cual Yo os digo que sobre la tierra hay tres que poseen la Sabiduría, así como en el Cielo son tres los que son Sabiduría: El Verbo, la Madre y el Precursor sobre la tierra; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en el Cielo."
"Nuestro corazón está lleno de estupor... como cuando se nos dijo: "Ha nacido el Mesías...". Porque eres Tú el abismo de la Misericordia y este Juan nuestro es el abismo de la humildad."
Y mi Madre es el abismo de la Pureza,
de la Gracia,
de la Caridad, de la Obediencia,
"Y mi Madre es el abismo de la Pureza, de la Gracia, de la Caridad, de la Obediencia, de la Humildad, de todas las virtudes que son de Dios y que Dios infunde en sus santos."
"Maestro", dice Santiago de Zebedeo "hay mucha gente."
"Vamos. Venid también vosotros."
La gente es muchísima.
"No tentarás al Señor Dios tuyo"
se dijo.
"La paz sea con vosotros" dice Jesús. Está risueño como pocas veces. La gente murmura entre sí y lo señala. Hay mucha curiosidad.
"'No tentarás al Señor Dios tuyo" se dijo.
Se olvida frecuentemente este precepto. Se tienta a Dios cuando se le quiere imponer nuestra voluntad. Se tienta a Dios cuando se obra imprudentemente contra las reglas de la Ley, que es santa y perfecta y en su parte espiritual, la principal, se ocupa y preocupa también del cuerpo que Dios creó. Se tienta a Dios cuando, perdonados por Él, se vuelve a pecar. Se tienta a Dios, cuando habiendo recibido un beneficio de Él, se convierte en daño el bien recibido que no recordaría a Dios. De Dios nadie puede burlarse. Muchas veces sucede esto.
AYER VISTEIS QUÉ CASTIGO ESPERA
A LOS QUE SE BURLAN DE DIOS
El Eterno Dios, que es todo piedad con quien se arrepiente, es por el contrario todo severidad con el impenitente que por ningún motivo se cambia a sí mismo. Vosotros venís a Mí para oír la palabra de Dios. Venís para recibir algún milagro. Venís para ser perdonados. Y el Padre os da la palabra, milagro y perdón. Y Yo no extraño el Cielo, porque os puedo proporcionar milagros y perdón y puedo haceros conocer a Dios.
El hombre ayer cayó fulminado como Nabad y Abiú en el fuego de la divina ira. Absteneos de juzgarlo. Sólo cuanto sucedió, milagro nuevo, os haga meditar de cómo se debe obrar para tener a Dios por amigo. El quería el agua de la penitencia pero sin espíritu sobrenatural. La quería por espíritu humano. Como una práctica mágica que lo sanase de la enfermedad y lo librase de la ruina. El cuerpo y las cosechas. Esto era su objeto. No la pobre alma. Para él no tenía ella valor. Lo que valía para él era la vida y el dinero.
DONDE ESTÁ TU TESORO ALLÍ ESTÁ TU CORAZÓN
Yo digo: donde está tu tesoro allí está tu corazón y donde está el corazón estará el tesoro. Tenía en el corazón la sed de vivir y de tener mucho dinero. ¿Cómo tenerlo? De cualquier modo. Aun con el crimen. Y ¿entonces pedir el bautismo no era burlarse y tentar a Dios? Hubiera bastado el arrepentimiento sincero por su larga vida de pecado para darle una santa muerte y también cuanto era justo tener sobre la tierra. Pero era impenitente. No habiendo amado a ningún otro fuera de sí mismo, llegó a no amarse ni a sí mismo. Porque el odio mata también el amor animal y egoísta del hombre. El llanto del arrepentimiento sincero debía ser su agua lustral. Y también así sea para todos vosotros que me escucháis. Porque no hay nadie sin pecado. Y por eso todos tenéis necesidad de esta agua. Ella baja, exprimida del corazón y lava, purifica lo que está profanado, vuelve a levantar lo que está caído, da fuerzas a quien estaba sin ellas por la culpa
ESTE HOMBRE SE PREOCUPABA SOLO
DE LA MISERIA DE LA TIERRA.
Este hombre se preocupaba solo de la miseria de la tierra. Pero una miseria única debe poner pensativo al hombre Y es la eterna miseria de perder a Dios. Aquel hombre no faltaba de hacer las ofertas rituales. Pero no sabía ofrecer a Dios un sacrificio espiritual, o sea, alejarse del pecado, hacer penitencia, pedir con sus acciones el perdón. Las ofertas hipócritas hechas con riquezas de algo mal adquirido son como si fuesen invitaciones a Dios para que se haga cómplice suyo. Pero ¿puede suceder esto? ¿No es burlarse de Dios el atreverse a esto? Dios arroja de Sí al que dice: "He aquí mi sacrificio" pero arde en deseos de continuar pecando. ¿Sirve de algo el ayuno corporal cuando el alma no se abstiene de pecar?
La muerte del hombre sucedida así os haga meditar sobre las condiciones necesarias para que Dios os ame. Ahora en su rico palacio sus familiares y las plañideras hacen duelo sobre el cadáver que dentro de poco será llevado al sepulcro.
¡Oh! ¡Verdadero duelo y verdadero cadáver! No es más que un cadáver. No es otra cosa que un duelo sin esperanzas. Porque ya muerta el alma estará separada para siempre de quienes amó por parentesco y afinidad de ideas. Aun cuando un mismo lugar los una para la eternidad, el odio que allí reina los dividirá. Y entonces sí que la muerte es "verdadera" separación. Sería mejor que el hombre, en lugar de plañir por otro, plañese por su alma, si la tiene muerta. Y con ese llanto de contrición y de corazón humilde devolver al alma la vida con el perdón de Dios.
Idos. Sin odios y sin comentarios. Sin otra cosa que humildad. Como Yo que he hablado por justicia, pero sin odio. La vida y la muerte son maestras para vivir bien y morir bien y para conquistar la vida que no tiene muerte. La paz sea siempre con vosotros".
No hay enfermos ni milagros. Pedro dice a los tres discípulos del Bautista: "Lo siento por vosotros."
"¡Oh! No es necesario. Creemos sin ver. Tuvimos el milagro de su nacimiento que nos hizo creer. Y ahora tenemos su palabra que confirma nuestra fe. No pedimos otra cosa más que servirle hasta el cielo como Jonás, nuestro hermano."
II. 790-796
A. M. D. G.