LECCIÓN A LOS DISCÍPULOS

EN EL CAMINO MIENTRAS VAN A

ARIMATEA.

 


 

#Preguntan a Jesús que harán con José, que había sido anatematizado por el Sanedrín. Jesús lo aclara y lo lleva consigo   

#"Mis obras principales que mejor dan testimonio de mi naturaleza y de mi misión, las que mi Padre mira con alegría, son las curaciones del corazón  

#Al alma que ha perdido la certeza de la ayuda de Dios, ¿qué le pasa?  

 #Ahora Yo, el Enviado de Dios recojo a los que el hombre ha perturbado o que Satanás ha trastornado y los salvo. Esta es mi obra.   

#José confiesa: ¡Oh consuelo mío! Exactamente es como tú dices. Mis grandes heridas de hombre y de creyente, van recibiendo curación conforme las horas pasan.   

#Jesús tiene deseos de llegar a casa de su Madre

 


 

PREGUNTAN A JESÚS

QUE HARÁN CON JOSÉ,

QUE HABÍA SIDO ANATEMATIZADO POR EL

SANEDRÍN.  JESÚS LO ACLARA Y LO LLEVA 

CONSIGO

 

Señor, ¿qué haremos de este? pregunta Pedro a Jesús, señalando a José que los sigue desde que dejaron Emmaús y que ahora escucha a los dos hijos de Alfeo y Simón que han tomado particularmente cuidado de él.

"Ya lo dije. Vendrá con nosotros hasta Galilea".

"¿Y luego?..."

"Y luego... se quedará con nosotros. Verás que así va a suceder".

"¿También él será discípulo? ¿Con eso que tiene en su cuenta?"

"¿También eres tú fariseo?"

"¡Yo no! Pero... me parece que los fariseos no nos pierden de vista..."

"Y si lo ven con nosotros, nos causarán molestias. Esto querías decir. ¿Luego por el temor de que se nos perturbe se va a dejar a un hijo de Abraham a merced de la aflicción? No, Simón Pedro. Es un alma que se puede perder o se puede salvar según como se le cure su gran herida que tiene".

"¿Pero no somos nosotros ya tus discípulos?"

Jesús mira y sonríe a Pedro con ojos maliciosos. Dice: "Un día, hace muchos meses, te lo dije: "Otros muchos vendrán". El campo es vasto, vastísimo. Los trabajadores serán insuficientes para esa extensión... también porque a muchos acaecerá lo que sucedió a Jonás: que morirán en el duro trabajo. Pero vosotros seréis siempre mis predilectos" termina Jesús atrayendo hacia Sí al turbado Pedro, que se serena con esta promesa.

"¿Entonces viene con nosotros?"

"Sí. Hasta que se cure del corazón. Está envenenado con tanto rencor que tuvo que beber. Está intoxicado".

Santiago y Juan junto con Andrés alcanzan al Maestro y escuchan.

"Vosotros no podéis valorar el inmenso mal que el hombre puede causar a otro con una intransigencia hostil. Os ruego que os acordéis que vuestro Maestro fue siempre muy bondadoso con los enfermos del corazón. Vosotros pensáis que mis más grandes milagros y mi principal poder sean la curación de los cuerpos. No, amigos... Sí, venid también vosotros que vais adelante y quienes venís detrás. El camino es ancho y podemos caminar en grupo".

 

MIS OBRAS PRINCIPALES

SON LAS CURACIONES DEL CORAZÓN

 

Todos se juntan a Jesús que continúa hablando: "Mis obras principales que mejor dan testimonio de mi naturaleza y de mi misión, las que mi Padre mira con alegría, son las curaciones del corazón, bien que se trate de extirpar un vicio o más vicios capitales, sea que se trate de aflicciones que atormentan con el pensamiento de que uno está castigado y abandonado de Dios.

 

¿QUÉ LE PASA AL ALMA

QUE HA PERDIDO LA CERTEZA DE DIOS?

 

Al alma que ha perdido la certeza de la ayuda de Dios, ¿qué le pasa? Es un pedazo de hierba seca que se arrastra en el polvo y que no puede asirse más a la idea que era su fuerza y su alegría. Vivir sin esperanza es un horror. La vida es bella en sus asperezas, porque recibe este rayo del Sol divino. Tiene como fin este Sol. ¿Es el día humano, tétrico, bañado en lágrimas, señalado con sangre? Sí. Pero después vendrá el Sol. No habrá más dolor, ni más separaciones, ni más asperezas, ni odios, ni miserias o soledad dentro de la niebla que oprime, sino luz y canto, serenidad y paz, Dios, el Sol eterno. Ved qué triste aparece la tierra cuando hay eclipse. Si el hombre tuviese que decirse a sí mismo: "Ha muerto el sol", ¿no le parecería vivir para siempre dentro de un calabozo subterráneo, y estar allí ya sepultado y muerto antes de morir? Pero el hombre sabe que más allá de este astro que esconde el sol y produce tinieblas en el mundo, existe siempre el alegre sol de Dios. Semejante es el pensamiento de la unión con Dios durante la vida. ¿Los hombres hieren, roban, calumnian? Pero Dios cura, devuelve, justifica. Y con creces. Los hombres dicen: "¿Dios te ha arrojado? Pero el alma tranquila, debe pensar: "Dios es justo y es bueno. Ve las causas y es benigno. Lo es infinitamente. Por esto, no me rechazará si inclino mi cara llena de lágrimas sobre su seno y le digo: 'Padre, Tú, solo me quedas. Tu hijo está afligido y desolado. Dame tu paz...' ".

 

JESÚS, AHORA, RECOGE

A LOS QUE EL HOMBRE HA PERTURBADO O

SATANÁS TRASTORNADO

 

ESTA ES MI OBRA

 

Ahora Yo, el Enviado de Dios recojo a los que el hombre ha perturbado o que Satanás ha trastornado y los salvo. Esta es mi obra. Esta es verdaderamente mi obra. El milagro en el cuerpo es muestra de poder divino. La redención de los espíritus es obra de Jesucristo, del Salvador y Redentor. Pienso y no me equivoco, que los que han encontrado en Mí su rehabilitación ante los ojos de Dios y propios, serán mis discípulos fieles, serán los que con mayor fuerza podrán arrastrar a las turbas hacia Dios diciendo: "¿Vosotros pecadores? Yo también. ¿Vosotros desalentados? Yo también. ¿Vosotros desesperados? Yo también. Lo estáis viendo ¿no es así? El Mesías tuvo piedad de mi miseria espiritual, me ha hecho sacerdote suyo, porque El es la Misericordia y quiere que el mundo se persuada de ello. Y nadie es más apto para persuadir que el que en sí mismo la ha experimentado". Así pues, a mis amigos, a los que me adoraron desde que nací, a los pastores, junto éstos. Aún más: los junto con los pastores, con los curados, con los que sin especial elección, como es la vuestra de vosotros los doce, han entrado en mi camino y lo seguirán hasta la muerte. Cerca de Arimatea está Isaac, y me ha pedido a José como amigo nuestro. Tomaré a Isaac conmigo para que se una a Timoneo cuando nos alcance. Si crees que en Mí existe la paz y el objetivo de una vida entera, podrás unirte con ellos. Serán para ti buenos hermanos".

 

JOSÉ CONFIESA

QUE SUS GRANDES HERIDAS DE HOMBRE

Y DE CREYENTE,

VAN RECIBIENDO CURACIÓN..

 

"¡Oh consuelo mío! Exactamente es como tú dices. Mis grandes heridas de hombre y de creyente, van recibiendo curación conforme las horas pasan. Hace tres días que estoy contigo, y me parece que lo que hace tres días era tan sólo un desgarre del alma, era un sueño que se aleja. Me parece que cuanto más el tiempo pasa, tanto más se desvanece en sus tajantes perfiles, ante tu realidad. He pensado mucho en estas noches. En Joppe tengo un buen pariente. El involuntariamente fue causa de mi desgracia porque por él conocí a esa mujer. Esto te puede decir si podíamos saber de quién era hija... Puede ser que haya sido hija de la primera mujer de mi padre, pero no de mi padre. Tenía otro nombre. Venía de lejos. Conoció a mi pariente por intercambio de mercancía. Así fue el modo como la conocí. Mi pariente se muere por los negocios. Se los ofreceré. Se arruinarían si no tuviesen dueño. El los adquirirá sin duda alguna, y hasta por no sentir todo el remordimiento del mal que me pudo haber causado. Yo me las podré arreglar por mí mismo y seguirte tranquilo. Te ruego que me concedas este Isaac que nombraste. Tengo miedo de estar solo con mis pensamientos. Todavía son muy tristes..."

"Te daré a Isaac. Es un buen corazón. El dolor lo ha hecho perfecto. Por treinta años llevó su cruz. Sabe qué cosa es el sufrimiento... Entre tanto nosotros nos adelantamos. Nos alcanzaréis en Nazaret".

"¿No nos detenemos en la casa de José?"

 

JESÚS TIENE DESEOS DE LLEGAR

A CASA DE SU MADRE

 

"Probablemente José está en Jerusalén... El Sanedrín tiene mucho que hacer. Lo sabremos por medio de Isaac. Si está le llevaremos nuestra paz. Si no está nos detendremos a descansar sólo por una noche. Tengo prisa de llegar a Galilea. Hay una Madre que sufre, porque recordadlo, hay quien tiene afán en afligirla. Quiero tranquilizarla".

III. 7-10

A. M. D. G.