LECCIÓN A LOS APÓSTOLES
EN EL CAMINO A SAMARÍA
#SOBRE EL OBEDECER Y EL MANDAR
#Los apóstoles se preguntan porque hay tantos celos entre los discípulos de Jesús y de Juan
#Es más fácil obedecer que mandar. Virtudes que debe tener el que manda
#El santo trabaja por dar más fieles a Dios.
#JESÚS LES ANUNCIA LA VENIDA DE LA GRACIA
#Jesús pregunta si hará bien en hablar con los samaritanos
Jesús va con los doce. El lugar es montañoso, pero como el camino es suficientemente cómodo, todos están en grupo y charlan entre sí.
LOS APÓSTOLES SE PREGUNTAN PORQUE HAY
TANTOS CELOS ENTRE LOS DISCÍPULOS
DE JESÚS Y DE JUAN
"Ahora que estamos solos, podemos decirlo: ¿Por qué hay tantos celos entre los dos grupos?" pregunta Felipe.
"¿Celos? Sino es más que soberbia" rebate Judas de Alfeo.
"No. Yo digo que sólo es un pretexto para justificar, en cierto modo, su injusticia contra el Maestro. Bajo el velo de un celo por el Bautista se consigue alejarlo sin disgustar mucho a la multitud" dice Simón.
"Yo los desenmascaría".
"Nosotros, Pedro, haríamos muchas cosas que El no hace".
"¿Por qué no las hace?"
Porque sabe que no está bien hacerlas. No debemos más que seguirlo. No nos toca el ser su guía. Es suficiente con ser felices. Es un gran consuelo tener sólo que obedecer..."
ES MÁS FÁCIL OBEDECER QUE MANDAR
VIRTUDES QUE DEBE TENER EL QUE MANDA
"Has dicho bien, Simón" dice Jesús que caminaba un poco adelante pensativo. "Dijiste bien. Es más fácil obedecer que mandar. No lo parece. Pero las cosas son así. Ciertamente es fácil cuando el espíritu es bueno; así como es difícil mandar cuando lo es. Porque si un espíritu no es recto, da órdenes tontas y más que tontas. Entonces es fácil mandar. Y qué difícil se hace el obedecer. Cuando uno tiene la responsabilidad de un lugar o de un grupo de personas, debe tener siempre la caridad y la justicia, la prudencia y la humildad, la templanza y la paciencia, la firmeza pero no la testarudez. ¡Oh, que si es difícil!...Por ahora vosotros no tenéis más que obedecer a Dios y a vuestro Maestro. Tú, y no tan sólo tú, te preguntas por qué hago y no hago aquello, te preguntas por qué Dios permite estas cosas y no permite aquellas. Mira, y también todos vosotros amigos míos. Uno de los secretos del perfecto fiel consiste en no arrogarse jamás el derecho de interrogar a Dios. El que todavía está poco formado pregunta a Dios: "¿Por qué has hecho esto?" Y parece como si se pusiera el vestido de un profesor experimentado delante de su alumno para decirle: "Eso está mal hecho. Es una tontería. Es un error". ¿Quién puede más que Dios?
POR DAR MÁS FIELES A DIOS
Ved ahora que bajo el pretexto de celo por Juan, se me arroja, y vosotros os escandalizáis, y querríais que enmendase el error entrando en polémica con los que obran así. No. Esto jamás sucederá. Oísteis al Bautista por boca de sus discípulos: "Es necesario que El crezca y que yo disminuya". Ningún lamento, ningún aferramiento a su posición. El santo no se apega a estas cosas. Trabaja no por el número de sus "propios" fieles. El no tiene fieles propios, sino que trabaja para dar más fieles a Dios. Sólo Dios tiene el derecho de tener los fieles. Así como no me siento porque, de buena o mala fe, algunos continúen siendo discípulos del Bautista, así también él no se aflige. Y lo habéis oído de que algunos de sus discípulos vienen a Mí. Se abstiene hasta de estas cicaterías numéricas. Mira al cielo, y Yo también lo miro. Así pues no estéis luchando entre vosotros si sea justo o no que los judíos me acusen de tomarle al Bautista sus discípulos o que si sea justo o no que se permita decirlo. Estas son peleas de mujeres habladoras en el pozo. Los santos se ayudan, se dan y se intercambian los espíritus con una facilidad alegre, con la sonrisa al pensar que trabajan por el Señor.
JESÚS LES ANUNCIA LA VENIDA DE LA GRACIA
He bautizado, mejor dicho, os he hecho bautizar. Mas como el espíritu es muy torpe, es menester ahora presentarle formas materiales de piedad, formas materiales de algún milagro, formas materiales de alguna escuela. Por razón de esta torpeza espiritual deberé ayudar las sustancias materiales cuando haga que también vosotros podáis hacer milagros. Pero pensad que la prueba de la santidad no está en el aceite, ni en el agua, ni en ninguna otra ceremonia. Está aproximándose el tiempo que algo impalpable, invisible, inconcebible a los materialistas, será la reina, la reina que ha regresado poderosa y santa en todas y cada una de las cosas santas. Por medio de ella el hombre volverá a ser "hijo de Dios" y hará lo que Dios hace porque tiene a Dios consigo: la gracia. He aquí la reina que regresa. Entonces el bautismo será sacramento. Entonces el hombre hablará y comprenderá el lenguaje de Dios, dará vida y vida, dará poder de ciencia y de poder. ¡Oh, en ese futuro entonces! Todavía no estáis maduros para comprender lo que la gracia os dará. Os ruego que ayudéis su venida con vuestra continua obra de formación propia y que dejéis, dejéis las cosas inútiles de los mezquinos...
EN HABLAR CON LOS SAMARITANOS
Ved los confines de Samaría. ¿Creéis que haré bien en hablar con ellos?"
"¡Oh!" Todos más o menos están escandalizados.
"En verdad os digo que hay samaritanos por todas partes, y si no pudiese hablar donde hay un samaritano, no podría hablar, pero no me desdeñaré de hablar de Dios si se me pide. Se ha acabado un año. Empieza el segundo, que domina entre el principio y el fin. En el principio todavía era predominante el Maestro, ahora, se descubre el Salvador. Al final aparecerá el rostro del Redentor. Aumento las obras de misericordia porque se acerca la desembocadura".
"¿Vamos a ir a algún río grande después de la Galilea? ¿Al Nilo? ¿Al Eufrates?" cuchichean algunos.
"Tal vez iremos entre los gentiles..." responden otros.
"No habléis entre vosotros. Vamos a "mí" desembocadura, esto es al cumplimiento de mi misión. Estad muy atentos a lo que os diga, porque luego os dejaré y deberéis continuar en mi nombre".
III. 10-12
A. M. D. G.