EL SÁBADO DESPUÉS DEL DISCURSO.
A LOS PIES DEL MONTE
#¿TAMBIÉN TÚ TIENES NECESIDAD DE ORAR?
#El escriba Juan pone a los pies de Jesús alimentos para todos
#JESÚS HABLA A PETICIÓN DE JUAN EL ESCRIBA, HERMAS Y Esteban
#Es justo santificar las fiestas y alabar al Señor en los lugares de oración.
#DIOS ES EL PADRE. OS ACONSEJA, PERO NO OS FUERZA
#Vendrá un día en que Yo que ahora hablo, después de haber sido Pastor, seré Juez.
#Y terrible será mi palabra. Procurad que no la merezcáis y venid por el camino seguro,
Jesús, en la noche, se ha alejado subiendo un poco más arriba, de modo que cuando sale la aurora, aparece sobre un picacho. Pedro, que lo ve, lo señala a sus compañeros y todos van a donde está.
"Maestro, ¿por qué no estuviste con nosotros?" le preguntan varios.
"Tenía necesidad de orar."
"Pero también tienes mucha necesidad de descansar."
"Amigos, en la noche una voz me vino de los cielos y me decía que orase por los buenos y por los malos, y también por Mí mismo."
¿TAMBIÉN TÚ TIENES NECESIDAD DE ORAR?
"¿Por qué? ¿También Tú tienes necesidad de eso?
"Como los demás. Mi fuerza se nutre con la oración y con la alegría de hacer lo que quiere mi Padre. Me comunicó dos nombres de personas, y un dolor que soportaré. Estas tres cosas tienen necesidad de oración." Jesús está muy triste y mira a los suyos con ojos suplicantes de alguna cosa o como que les preguntase algo. Su mirada pasa de este a aquel, y finalmente se detiene en Judas.
El apóstol nota y pregunta: "¿Por qué me miras así?"
"No te veía a ti. Mis ojos contemplaban otra cosa..."
"¿Y es?"
"Es la naturaleza del discípulo. Todo el bien y todo el mal que un discípulo puede dar, puede hacer por su Maestro. Pensaba en los discípulos de los Profetas y en los de Juan, y pensaba en los míos. Rogué por Juan, por los discípulos y por Mí..."
"Esta mañana estás triste y cansado, Maestro. Di a quienes te aman tu aflicción" le dice Santiago y Zebedeo.
"Sí, dínosla y si hay alguna cosa que se pueda hacer para aliviártela, lo haremos" añade su primo Judas.
Pedro está hablando con Bartolomé y Felipe, pero no oigo lo que se dicen.
Jesús responde: "Sed buenos, esforzaos en ser buenos y fieles. Esto me alivia. No hay otra cosa, Pedro. ¿Has entendido? No tengas sospechas de nada. Queredme y queredme mucho. No os dejéis seducir de quien me odia. Amad sobre todo la voluntad de Dios."
"Eh, pero si todo viene de ella, hasta nuestros errores vendrán" exclama Tomás con aire de filósofo.
"¿Lo crees? No es así. Se han levantado muchos y están mirando acá. Bajemos. Santifiquemos el día santo con la palabra de Dios."
Empiezan a bajar mientras los que se despiertan van aumentando en número. Los niños, alegres como pajaritos, gritan corriendo y brincando entre los campos. En pocos minutos se han bañado en el rocío y no falta algún coscorrón, que arrebata unas cuantas lágrimas. Luego los niños corren a donde está Jesús que los acaricia, y vuelve a encontrar su sonrisa, como si reflejasen en Sí esa alegrías inocentes. Una niña quiere meterse en la cintura un manojo de flores que cogió en el campo "porque así el vestido es más bonito" dice, y Jesús le permite que lo ponga, aunque los apóstoles protestan. Jesús les dice: "Pero estad contentos de que me amen. El rocío quita el polvo de las flores. El amor de los niños me quita las tristezas del corazón."
EL ESCRIBA JUAN PONE A LOS PIES DE JESÚS ALIMENTOS PARA
TODOS
En medio de los peregrinos llegan al mismo tiempo Jesús que ha bajado del monte y el escriba Juan que viene de su casa con muchos siervos cargados unos con cestas de pan y otros con olivas, quesos y un corderito o cabrito asado para el Maestro. Todo lo ponen a los pies del Maestro que toma a su cargo la distribución. A cada uno da un pan, un pedazo de queso con un puñado de olivas. A una mamá, que tiene todavía pegado al pecho un gordito montón de carne que ríe con sus dientecitos que apenas empiezan a salir, junto con el pan le da un pedazo asado y lo mismo hace con dos o tres que le parecen tener más necesidad de fuerzas.
"Pero es para ti Maestro" dice el escriba.
"Comeré, no lo dudes. Pero mira... si sé que tu bondad alcanza para muchos, me sabe más sabroso."
Termina la distribución y la gente se come una parte de su pan, y el resto se lo guarda para después. Jesús bebe un poco de leche que el escriba le hace echar en una taza preciosa que había en un frasco que trae un siervo (parece un cántaro pequeño).
"Pero me contentarás si me das la alegría de oírte" dice Juan el escriba, a quien saluda Hermas con respeto y, con mayor todavía, Esteban..
"No te la negaré. Ven acá" y Jesús dando las espaldas al monte empieza a hablar.
JESÚS HABLA A PETICIÓN DE JUAN EL ESCRIBA, HERMAS Y
ESTEBAN.
ES JUSTO SANTIFICAR LAS FIESTAS Y ALABAR AL SEÑOR EN
LOS LUGARES DE ORACIÓN
TODO LO CREADO PUEDE SER UN LUGAR DE ORACIÓN, SI LA
CREATURA SABE HACERLO LEVANTANDO SU ESPÍRITU AL
PADRE
DANIEL MERECIÓ ENUNCIAR PROFECÍA SOBRE EL MESÍAS Y
SOBRE EL ANTICRISTO, LAS QUE SON LLAVE DE LOS TIEMPOS
DE AHORA Y DE LOS ÚLTIMOS
"Nos entretuvo aquí la voluntad de Dios para no ir más lejos. Porque eso hubiera sido quebrantar los preceptos y dar escándalos. Y esto hay que observarlo hasta que se escriba el Nuevo Pacto. Es justo santificar las fiestas y alabar al Señor en los lugares de oración. Pero todo lo creado puede ser un lugar de oración, si la creatura sabe hacerlo levantando su espíritu al Padre. El arca de Noé, a la deriva (Gén. 6, 13-9,17) de las olas fue lugar de oración y lugar de oración también fue para Jonás el vientre de la ballena (Jonás.2). Fue lugar de oración la casa del Faraón cuando vivió en ella José (Gén. 41.), y lo fue para Judit la tienda de Holefernes (Judit. 13, 1-12.) y ¿no era acaso muy sagrado para el Señor el lugar corrompido donde vivía cual esclavo el profeta Daniel, sagrado por la santidad de su siervo que santificaba el lugar, de modo que mereció enunciar profecías sobre el Mesías y sobre el Anticristo, las que son llave de los tiempos de ahora y de los últimos? Con mayor razón es santo este lugar que con sus colores, perfumes, pureza de aire, riqueza de trigales, con las perlas de rocío, habla de Dios Padre y Creador y dice: "Creo. Y vosotros tratad de creer porque nosotros damos testimonio de Dios". Sea, pues, este lugar la sinagoga de este sábado, y leamos en la corola y en las espigas las páginas eternas y el sol haga de lámpara sagrada.
SI TODO VIENE DE LA VOLUNTAD DIVINA, TAMBIÉN LOS
ERRORES QUE LOS HOMBRES HACEN A PROPÓSITO VENDRÁN
DE ELLA.
ESTO ES UN ERROR, Y UN ERROR MUY DIFUNDIDO
Os mencioné a Daniel. Os dijo: "Sea este lugar la sinagoga". Esto trae a la memoria el "bendecid" de los tres jóvenes entre las llamas del horno. Cielos y aguas, rocíos y escarcha, hielos y nieves, fuegos y calores, luz y tinieblas, fulgores y nubes, montes y colinas, todas las cosas alabad; pájaros, peces y animales, alabad y bendecid al Señor junto con los hombres de corazón humilde y santo. Podemos orar y podemos merecer el cielo en este lugar. Lo merecemos cuando hacemos la voluntad del Padre. Cuando el día empezaba, se me hizo observar que si todo venía de la voluntad divina, también los errores que los hombres hacen a propósito vendrán de ella. Esto es un error, y error muy difundido. ¿Puede acaso un padre querer que su hijo se haga culpable? No. Y sin embargo, vemos que hay en algunas familias hijos que se hacen culpables, aun cuando hay en ellas un padre justo que indica el bien que ha de hacerse y el mal que debe evitarse. Y ninguno que sea recto podrá acusar al padre de haber estimulado a su hijo al mal.
DIOS ES EL PADRE. OS ACONSEJA, PERO NO OS FUERZA
Dios es el Padre, los hombres los hijos. Dios indica el bien y dice: "Mira, te pongo en esta circunstancia por tu bien", o también cuando el Maligno y los hombres sus siervos buscan el mal a los hombres, Dios dice: "Mira, en esta hora penosa, obra así; y haciendo así, este mal te servirá para un bien eterno".Os aconseja, pero no os fuerza. Ahora bien, si uno, pese a que conoce cuál es la voluntad de Dios, prefiere hacer todo lo contrario, ¿se puede decir que esto es contrario sea la voluntad de Dios? No.
Amad la voluntad de Dios. Amadla más que la vuestra y seguidla contra las seducciones y poder de las fuerzas del mundo, de la carne y del demonio. También estas cosas tienen su voluntad. Pero en verdad os digo que es muy infeliz quien se doblega a ellas. vosotros me llamáis: Mesías y Señor. Decís que me amáis y me gritáis "vivas". Me seguís y esto parece que es por amor. Pero en verdad os digo que no todos los que estáis, entraréis conmigo en el Reino de los cielos. También entre mis más antiguos y más cercanos discípulos habrá quienes no entrarán, porque harán su voluntad o la de la carne, la del mundo y la del demonio, pero no la de mi Padre.
NO QUIEN ME DICE: "¡SEÑOR! ¡SEÑOR!" ENTRARÁ EN EL REINO
DE LOS CIELOS, SINO LOS QUE HACEN LA VOLUNTAD DE MI
PADRE.
YO... DESPUÉS DE HABER SIDO PASTOR, SERÉ JUEZ
SEPARARÉ LAS OVEJAS APACENTADAS CON LA VERDAD DE LAS
QUE MEZCLARON LA VERDAD Y EL ERROR O SE
ALIMENTARON SÓLO DE ÉSTE.
No quien me dice: "¡Señor!,¡Señor!" entrará en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de mi Padre. Sólo estos entrarán en el reino de Dios. Vendrá un día en que Yo que ahora hablo, después de haber sido Pastor, seré Juez. No os engañe la apariencia actual. Mi cayado ahora reúne todas las almas dispersas y es dulce. Os invita a venir a los pastizales de la verdad. Pero en aquel entonces el cayado se cambiará en el cetro del Juez Rey y muy diverso será mi poder. Con justicia inexorable y no con dulzura, separaré las ovejas apacentadas con la verdad de las que mezclaron la verdad y el error o se alimentaron sólo de éste.
¡AY! DE QUIENES ENTRE LA PRIMERA Y SEGUNDA APARICIÓN
ANTE EL JUEZ, NO SABRÁN PURIFICARSE, NO PODRÁN
LIMPIARSE DE LOS VENENOS. LA TERCERA CATEGORÍA NO SE
PURIFICARÁ. NINGUNA PENA PODRÁ PURGARLA
Lo haré una vez y otra. Y ¡ay! de quienes entre la primera y segunda aparición ante el Juez, no sabrán purificarse, no podrán limpiarse de los venenos. La tercera categoría no se purificará. Ninguna pena podrá purgarla. Quiso sólo el error y que se quede en él. Y con todo entre ellos habrá quien se queje: "Pero ¿cómo, Señor? ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre arrojamos a los demonios, y en tu nombre hicimos milagros?"
Y entonces muy claramente les diré: "Sí. Tuviste la osadía de revestiros con mi Nombre para aparecer lo que no erais. Vuestro satanismo lo quisisteis hacer pasar como vida en Jesús. Pero el fruto de vuestras obras os acusa. ¿Dónde están los que salvasteis? ¿Se cumplieron vuestras profecías? ¿En qué terminaron vuestros exorcismos? ¿Que compadre tuvieron vuestros prodigios? Oh, sí que es poderoso mi enemigo, pero no puede más que Yo. Os ayudo sí, para hacer más grandes presas, y por obra vuestra el círculo de los arrastrados en la herejía se ensanchó. Sí. Hicisteis prodigios. Llamaron todavía más la atención que los que hicieron los verdaderos siervos de Dios, que no son payasos que embolaten a la gente, sino humildad y obediencia que cautiva a los ángeles. Ellos, mis siervos verdaderos, con sus inmolaciones no crean fantasmas sino que los arrojan de los corazones; ellos, mis verdaderos siervos, no se imponen a los hombres, sino que muestran a Dios en sus almas. No hacen otra cosa más que la voluntad del Padre y conducen a otros a hacerla, así como una onda empuja y atrae la onda anterior y la onda anterior y la que sigue, sin ponerse en un trono para decir: 'Mirad'. Ellos, mis siervos verdaderos, hacen lo que Yo diga, no piensan sino eh hacer, y sus obras tienen mi señal de paz imperturbable de dulzura, de orden. Por lo que puedo deciros: estos son mis siervos; a vosotros no os conozco. Largaos de mi todos vosotros, operarios de la iniquidad".
TERRIBLE SERÁ MI PALABRA. PROCURAD QUE NO LA
MEREZCÁIS VENID POR EL CAMINO SEGURO.
Esto lo diré entonces. Y terrible será mi palabra. Procurad que no la merezcáis y venid por el camino seguro, aunque duro, de la obediencia a la gloria del reino de los cielos. Gozad ahora de vuestro reposo sabático alabando a Dios con todo vuestro ser. La paz sea con todos vosotros."
Jesús bendice a la multitud antes de que se desparrame en busca de sombra, y que formando grupos va comentando las palabras que acaba de escuchar. Junto a Jesús se quedan los apóstoles y el escriba Juan que no habla sino que medita profundamente estudiando a Jesús en cada movimiento y el ciclo de la montaña ha terminado.
III. 217-222
A. M. D. G.