JESÚS PREDICE POR VEZ PRIMERA 

 

SU PASIÓN 

 

REPRENDE A PEDRO

 

 


 

#Jesús se dirige de Cesarea de Filipo al lago de Genesaret    

#María es la delicada abeja que va de rosal en rosal,..."Por qué tienes siempre allí un ramo de árbol en flor y no pones rosas" 

  #Todos tienen deseos de ver a María   

#"Levántate, apresúrate ¡oh amada mía! ven porque el invierno ha pasado, la lluvia ha cesado,  escondida, muéstrame tu rostro y hazme escuchar tu voz"."   

#Solo los que unan una fe perfecta a un amor perfecto llegarán a conocer el verdadero significado del nombre "María", de la Madre del Hijo de Dios. El verdadero significado empezará a revelarse claro a los verdaderos creyentes y a los verdaderos amantes cuando llegue la hora del dolor,  

#Cuando habrá consumado el más grande los sacrificios conmigo, por Mí, por el mundo, entonces los verdaderos fieles, los verdaderos amantes comprenderán el verdadero significado de su nombre. 

#Como Hijo suyo nunca le causo aflicción alguna, pero se la daré como Redentor. Dos seres serán la causa de que mi Madre llore: Yo para salvar al Linaje humano, y este con sus continuos pecados. 

#"El Hijo del hombre será entregado en mano de los hombres, porque es el Hijo de Dios, pero también el Redentor del hombre. Y no hay redención sin sufrimiento.   

#En medio de un mar de angustia que mi Madre y otros pocos condividirán, moriré en un patíbulo, y tres días después, por mi voluntad divina, resucitaré a la vida eterna y gloriosa como Hombre 

#"¡Oh, no, Señor! No digas esto. No está bien. ¿Lo ves? Se escandalizan. Caes de su opinión. ¡Por ninguna cosa del mundo debes permitirlo! Es verdad que una cosa semejante no te sucederá nunca ...¡Pero jamás humillarte hasta ser igual a un malhechor común!"   

#"¡Lárgate de aquí, tú que en estos momentos eres un satanás que me aconsejas a no obedecer a mi Padre! ¡Para esto he venido! ¡No para las honras!   

#El pobre Pedro queda aniquilado bajo el regaño severo, Se separa apenado y empieza a llorar.   

#Andrés intercede por Pedro   

#"Ve a llamarme a tu hermano" dice "y tráemelo aquí."   

#"¡Oh, Señor! ¿Me perdonas?" pregunta Pedro   

#"Por lo que ha sucedido podéis comprender que es cosa dura estar a mi servicio. A este lo he regañado, pero lo hizo para todos.  

  #He venido para ser Camino, Verdad, Vida.   

#quien quiera venir detrás de Mí debe estar pronto a negarse a sí mismo, a destruir el viejo ser suyo con sus pasiones, tendencias, costumbres, tradiciones, pensamientos, y seguirme con su nuevo ser.   

#Tome cada uno su cruz como la tomaré. Tómela aunque le parezca muy infamante.   

#Porque quien se avergonzare de Mí, y de mis palabras ante esta generación necia, adúltera, pecadora...el Hijo del Hombre, cuando venga en la gloria de su Padre y con los ángeles y santos a juzgar el mundo, lo condenará.

 


 

JESÚS SE DIRIGE DE CESAREA DE FILIPO AL LAGO 

DE Genesaret 

A las primeras horas de la mañana Jesús debió haber salido de Cesarea de Filipo, porque desde el lugar por donde van, se ven los montes y la llanura. Se dirige hacia el lago de Merón, para ir luego al de Genesaret. Van con El los apóstoles y todos los discípulos que estuvieron en Cesarea. Que un grupo tan numeroso se vea por el camino, no llama la atención a nadie, porque se encuentran caravanas de israelitas y prosélitos que vienen de todos los lugares de la Diáspora que van a Jerusalén, donde desean permanecer por algún tiempo para escuchar a los rabíes y respirar el ambiente del templo.

Caminan rápidos bajo un sol que está alto, pero que no molesta, porque es un sol primaveral que juguetea entre la fronda nueva, con las ramas en flor, y que hace que salgan, que broten flores y más flores. La llanura anterior al lago parece una alfombra florida. Al dirigir los ojos por las colinas que lo circundan, se ven trozos blanquecinos, otros ligeramente rosados, otros que dejando su color rosa, se tiñen de rojo. Y cuando se pasa cerca de las pocas casas de campesinos o de las herrerías que hay por el camino, la vista se alegra al contemplar los primeros rosales de los huertos, que se columpian por las paredes o vallas de las casas.

"Los jardines de Juana deben estar en flor" observa Simón Zelote.

 

María es la delicada abeja que va de rosal 

en rosal,..."

 

¿Por qué tienes siempre allí un ramo de árbol en 

flor y no pones rosas?" 

Y respondía: 

"Porque sobre esos pétalos veo escrita una orden 

que me viene de Dios y siento el perfume puro del 

aura celeste."

 

"También el huerto de Nazaret debe parecer un cesto lleno de flores. María es la delicada abeja que va de rosal en rosal, de estos a los jazmines que pronto florecerán, a los lirios que tienen ya sus botones, y cortará una rama del almendro como siempre hace, más bien ahora cortará una del peral o del granado para ponerla en la jarra de su habitación. Cuando éramos pequeños le preguntábamos cada año" "¿Por qué tienes siempre allí un ramo de árbol en flor y no pones rosas?" Y respondía: "Porque sobre esos pétalos veo escrita una orden que me viene de Dios y siento el perfume puro del aura celeste." ¿Te acuerdas, Judas?" pregunta Santiago de Alfeo a su hermano.

"¡Cómo no he de acordarme! También me acuerdo que cuando crecí esperaba con ansias que llegara la primavera para ver a María caminar por su huerto bajo las nubes de sus árboles en flor y entre los matorrales de las primeras rosas. No veía un espectáculo más hermoso que el de esa bella mariposa que andaba de flor en flor, en medio de los revoloteos de los palomos..."

 

TODOS TIENEN DESEOS DE VER A MARÍA

 

"¡Vamos pronto a verla, Señor! También yo quiero ver esto" suplica Tomás.

"No tenemos más que apretar la marcha, descansar poco en las noches, para llegar a Nazaret a tiempo" le responde Jesús.

"¿De veras que me vas a dar este gusto?"

"Sí. Iremos todos a Betsaida, luego a Cafarnaum, allí nos separaremos. Unos irán con la barca a Tiberíades, y luego a Nazaret. Así todos nosotros, menos vosotros dos que sois de la Judea, tomaremos nuestros vestidos más ligeros. El invierno ha terminado."

 

"Levántate, apresúrate ¡oh amada mía! 

ven porque el invierno ha pasado, 

la lluvia ha cesado, 

hay flores por los campos... 

Levántate, amiga mía 

y ven, paloma que estás escondida, 

muéstrame tu rostro 

y hazme escuchar tu voz"."

 

"E iremos a decir a la Paloma: "Levántate, apresúrate ¡oh amada mía! ven porque el invierno ha pasado, la lluvia ha cesado, hay flores por los campos... Levántate, amiga mía y ven, paloma que estás escondida, muéstrame tu rostro y hazme escuchar tu voz"."

"¡Bravo, Juan! Pareces un enamorado que cantara a su amada!" exclama Pedro.

"Lo estoy. De María lo estoy. No veré a otras mujeres que marchiten mi amor. Sólo María es mi tesoro."

"Hace un mes decía yo lo mismo ¿verdad, Señor?" dice Tomás.

"Creo que todos estamos enamorados de Ella. ¡Un amor tan alto, tan celestial!... como solo Ella puede inspirarlo. El alma ama completamente su alma, la mente ama y admira su inteligencia, los ojos miran y se regocijan en su belleza pura que satisface sin ansias, así como cuando se contempla una flor... ¡María, la hermosura de la tierra! Creo, que la del cielo..." añade Mateo.

"¡Tienes razón! Todos vemos en María cuanto hay más de dulce en la mujer. ¡Qué pura es! ¡Qué madre tan querida! No se sabe si se le ama por una u otra cualidad..." interviene Felipe.

"Se le ama porque es "María". ¡Esta es la razón!" concluye Pedro.

 

Solo los que unan una fe perfecta a un 

amor perfecto llegarán a conocer el verdadero 

significado del nombre "María", 

de la Madre del Hijo de Dios. 

 

El verdadero significado empezará a revelarse 

claro a los verdaderos creyentes y a los 

verdaderos amantes cuando llegue la hora del 

dolor, cuando la Madre sufrirá el suplicio 

con su Hijo, cuando la Redentora redimirá 

con el Redentor, ante los ojos de todo el mundo 

y por todos los siglos de los siglos."

 

Jesús que los ha escuchado hablar, dice: "Todos habéis hablado bien. Muy bien ha dicho Simón Pedro. A María se le ama porque es "María". Os dije, cuando íbamos a Cesarea que solo los que unan una fe perfecta a un amor perfecto llegarán a saber el verdadero significado de las palabras: "Jesús, el Mesías, el Verbo, el Hijo de Dios y el Hijo del hombre". También ahora os digo que hay otro nombre preñado de significado. Es el de mi Madre. Solo los que unan una fe perfecta a un amor perfecto llegarán a conocer el verdadero significado del nombre "María", de la Madre del Hijo de Dios. El verdadero significado empezará a revelarse claro a los verdaderos creyentes y a los verdaderos amantes cuando llegue la hora del dolor, cuando la Madre sufrirá el suplicio con su Hijo, cuando la Redentora redimirá con el Redentor, ante los ojos de todo el mundo y por todos los siglos de los siglos."

"¿Cuándo?" pregunta Bartolomé, mientras se han detenido en las márgenes de un río en que beben muchos discípulos.

"Detengámonos a compartir el pan. El sol está en el zenit. Por la tarde habremos llegado al lago de Merón y podremos abreviar el camino con barcas" responde Jesús evasivo.

Se sientan sobre la hierba tierna y tibia de la ribera. Juan dice: "Es una pena aplastar estas delicadas florecillas. Parecen pedacitos de cielo caído aquí sobre los prados." Hay centenares y centenares de miosotis.

"Mañana renacerán más bellos. Están para servir de sala de banquete a su Señor" lo consuela su hermano Santiago.

Jesús ofrece y bendice los alimentos. Todos alegremente comen. Los discípulos como tantos girasoles, miran en dirección de Jesús que está sentado en el centro de la fila de sus apóstoles. Pronto terminan de comer. Los condimentos fueron la tranquilidad y el agua pura. Pero como Jesús se queda sentado, nadie se mueve, y los discípulos dejando su lugar se acercan más para oír lo que dice Jesús, a quien los apóstoles le hacen preguntas, sobre todo acerca de lo que dijo en torno a su Madre.

 

Cuando habrá consumado el más grande DE los 

sacrificios conmigo, por Mí, por el mundo, 

entonces los verdaderos fieles, los verdaderos 

amantes comprenderán 

el verdadero significado de su nombre. 

 

A todo creyente verdadero y amante en el 

transcurso de los siglos, se le concederá saber el 

nombre de la Gran Madre, 

de la Santa Engendradora 

 

que alimentará en los siglos a los hijos del Mesías 

con su llanto, para que crezcan para la vida 

celestial."

"El que haya sido mi madre según la carne, es digno de alabanza. Pensad que nos acordamos de Ana de Elcana como de la madre de Samuel. Y él no fue más que un profeta. Sin embargo su madre se le recuerda por haberlo engendrado. Por esta razón y con alabanzas sin límites lo será María por haber dado al mundo a Jesús, el Salvador. Sería poco, teniendo en cuenta lo que Dios le exige para completar la medida exigida para la redención del mundo. Jamás lo ha desilusionado. Desde las exigencias del amor total a las del sacrificio total Ella se ha entregado y se entregará. Cuando habrá consumado el más grande de los sacrificios conmigo, por Mí por el mundo, entonces los verdaderos fieles, los verdaderos amantes comprenderán el verdadero significado de su nombre. A todo creyente verdadero y amante en el transcurso de los siglos, se le concederá saber el nombre de la Gran Madre, de la Santa Engendradora que alimentará en los siglos a los hijos del Mesías con su llanto, para que crezcan para la vida celestial."

"¿Llanto, Señor? ¿Deberá llorar tu Madre?" pregunta Iscariote.

"Toda madre llora, y la mía más que todas."

"¿Por qué? Yo hice llorar algunas veces a la mía, porque no siempre he sido un buen hijo, ¡pero Tú! Tú jamás has causado ninguna pena a tu Madre."

 

Como Hijo suyo nunca le causo aflicción alguna, 

pero se la daré como Redentor. 

Dos seres serán la causa de que mi Madre llore: 

Yo para salvar al Linaje humano, 

y este con sus continuos pecados. 

 

Todos los hombre que han vivido, viven o vivirán 

cuestan a mi Madre lágrimas.

 

"Así es. Como Hijo suyo nunca le causo aflicción alguna, pero se la daré como Redentor. Dos seres serán la causa de que mi Madre llore: Yo para salvar al Linaje humano, y este con sus continuos pecados. Todos los hombre que han vivido, viven o vivirán cuestan a mi Madre lágrimas."

"Pero ¿por qué?" pregunta sorprendido Santiago de Zebedeo.

"Porque cada hombre para redimirlo me cuesta torturas."

"¿Mas cómo puedes decir esto de los ya muertos o aun no nacidos? Te harán sufrir los que viven, los escribas, los fariseos, saduceos con sus acusaciones, celos, mala voluntad, pero no más" afirma Bartolomé.

"Juan Bautista fue asesinado... y no es el único profeta a quien Israel haya matado, el único sacerdote de la voluntad eterna, muerto porque no lo amaron los desobedientes de Dios."

"Pero Tú eres más que un profeta, que el mismo Juan Bautista, tu precursor. Tú eres el Verbo de Dios, la mano de Israel no se levantará contra Ti" dice Judas Tadeo.

"¿Lo crees, hermano? ¡Estás equivocado!"

"¡No, no puede ser! ¡No puede suceder! ¡Dios no lo permitirá! ¡Sería envilecer para siempre a su Mesías!" Judas Tadeo excitado se pone de pie.

También Jesús lo imita. Lo mira en la cara que ha palidecido, en los ojos sinceros. Poco a poco dice: "¡Y sin embargo así será!"  Baja el brazo derecho, que tenía en alto, como si jurase.

Todos se ponen de pie, se estrechan contra El, una corona de caras adoloridas, pero todavía incrédulas. Murmullos van y vienen entre el grupo: "Cierto... si fuera así... Tadeo tendría razón."

"Lo que sucedió al Bautista estuvo mal, pero lo exaltó hasta el fin como a un héroe. ¡Si esto sucediese al Mesías, sería lo mismo que empequeñecerlo!"

"¡El Mesías puede ser perseguido, pero no humillado!"

"¡La unción de Dios permanece sobre El!"

"¿Quién podrá creer en Ti, si te viesen a merced de los hombres?"

"Nosotros no lo permitiremos."

El único que no habla es Santiago de Alfeo. Su hermano lo ataca, diciendo: "¿No hablas tú? ¿No te mueves? ¿No sientes? ¡Defiende el Mesías contra Sí mismo!"

Santiago, por toda respuesta, se lleva las manos a la cara, y se hace a un lado llorando.

"¡Es un necio!" exclama su hermano.

"Tal vez menos de lo que te imaginas" le replica Ermasteo, y continúa: "Ayer al explicar el Maestro la profecía, habló de un cuerpo corrupto que se reintegra, y de otro que se resucita. Pienso que nadie puede resucitar si no ha muerto."

"Pero se puede morir de muerte natural, por vejez. Y eso ya es mucho para el Mesías!" objeta Tadeo a quien muchos dan razón.

"Está bien, pero entonces no sería una señal dada a esta generación que es mucho más vieja que El" observa Simón Zelote.

"¡Ya! Pero no se ha dicho que hable de Sí mismo" replica Tadeo, obstinado en su amor y en su respeto.

"Ninguno que no sea el Hijo de Dios puede resucitarse a Sí mismo, así como nadie que no sea el Hijo de Dios puede haber nacido como El nació. ¡Os lo digo, yo que vi su gloria cuando nació!" interviene Isaac con tono seguro.

 

"El Hijo del hombre será entregado en mano 

de los hombres, porque es el Hijo de Dios, 

pero también el Redentor del hombre. 

Y no hay redención sin sufrimiento.

 

Jesús, con los brazos cruzados, los ha oído hablar, mirándolos. Ahora hace señal de que quiere hablar: "El Hijo del hombre será entregado en mano de los hombres, porque es el Hijo de Dios, pero también el Redentor del hombre. Y no hay redención sin sufrimiento. El mío lo soportaré en la carne, en la sangre, para reparar los pecados de la carne y de la sangre. Será moral para reparar los pecados de la inteligencia y de las pasiones. Será espiritual para reparar las culpas del corazón. Será completa. Por esto, cuando llegue la hora seré aprehendido en Jerusalén, y después de haber sufrido mucho a manos de los ancianos y sumos sacerdotes, escribas y fariseos, seré condenado a una muerte infame. Y Dios lo permitirá porque así debe ser, pues soy Yo el Cordero de expiación por los pecados del mundo. En medio de un mar de angustia que mi Madre y otros pocos condividirán, moriré en un patíbulo, y tres días después, por mi voluntad divina, resucitaré a la vida eterna y gloriosa como Hombre y volveré a ser Dios en el cielo con el Padre y el Espíritu. Pero antes deberé padecer toda clase de afrentas y que mi corazón se vea atravesado por la mentira y el odio."

Un coro de gritos escandalizados se levanta por el aire tibio y perfumado de primavera.

 

"¡Oh, no, Señor! No digas esto. No está bien.

 ¿Lo ves? Se escandalizan. 

Caes de su opinión. 

¡Por ninguna cosa del mundo debes permitirlo! 

Es verdad que una cosa semejante 

no te sucederá nunca ...

¡Pero jamás humillarte hasta ser igual a un 

malhechor común!"

 

Pedro, con una cara desencajada y escandalizado también, toma a Jesús del brazo, lo saca un poco de su lugar y aparte le dice en voz baja al oído: "¡Oh, no, Señor! No digas esto. No está bien. ¿Lo ves? Se escandalizan. Caes de su opinión. ¡Por ninguna cosa del mundo debes permitirlo! Es verdad que una cosa semejante no te sucederá nunca ¿por qué proyectarla como verdadera? Debes subir cada vez más en el concepto de los hombres, si quieres demostrar lo que eres, y debes acabar, y sería lo mejor, con un último milagro, como el de reducir a cenizas a tus enemigos. ¡Pero jamás humillarte hasta ser igual a un malhechor común!" Pedro parece un maestro o un padre afligido que regañe amorosamente a su hijo que ha cometido algún error.

 

"¡Lárgate de aquí, tú que en estos momentos 

eres un satanás que me aconsejas a no obedecer

 a mi Padre! 

¡Para esto he venido! 

¡No para las honras!

 

Jesús que se había inclinado para escuchar las palabras de Pedro, se yergue severo, con ira en los ojos, y grita en voz alta para que todos oigan la dura lección que va a dar: "¡Lárgate de aquí, tú que en estos momentos eres un satanás que me aconsejas a no obedecer a mi Padre! ¡Para esto he venido! ¡No para las honras! Al aconsejarme a ser soberbio, a desobedecer y a no tener caridad, tratas de seducirme al mal. ¡Largo" ¡Eres para mí motivo de escándalo! No comprendes que la grandeza consiste no en las honras, sino en el sacrificio, y que nada importa aparecer como un gusano a los ojos de los hombres si Dios nos tiene como a ángeles. ¡Tú, hombre necio, no comprendes lo que es la grandeza de Dios y sus motivos! Ves, juzgas, opinas, hablas con lo que es humano."

 

El pobre Pedro queda aniquilado bajo el regaño 

severo, Se separa apenado y empieza a llorar.

 

El pobre Pedro queda aniquilado bajo el regaño severo. Se separa apenado y empieza a llorar. No son las lágrimas de júbilo de hace pocos días. Es un llanto triste. El llanto de quien comprende haber ofendido a quien se ama. Jesús lo deja que llore. Se separa, se levanta un poco el vestido y pasa a pie el río. Los demás lo siguen en silencio. Nadie se atreve a decir una palabra. En la cola viene el pobre Pedro. En vano tratan de consolarlo Isaac y Zelote. Andrés se vuelve una y otra vez a verlo, y luego dice algo a Juan que también está afligido, pero mueve su cabeza como diciendo que no.

 

ANDRÉS INTERCEDE POR PEDRO

 

Entonces Andrés se decide. Corre adelante. Alcanza a Jesús. Con voz queda, temblorosa: "¡Maestro! ¡Maestro!"

Jesús lo deja que le llame así varias veces. Finalmente se vuelve severo, y pregunta: "¿Qué quieres?"

"Maestro, mi hermano está afligido... viene llorando..."

"Se lo ha merecido."

"Es verdad, Señor. Pero él no deja de ser humano... No puede hablar siempre bien."

"¡Y hoy sí que ha hablado mal!" responde Jesús, pero se ve menos severo, y una pincelada de sonrisa brilla en sus ojos divinos.

Andrés toma confianza, y empieza a perorar a favor de su hermano. "Tú eres justo y sabes que el amor por Ti hizo que se equivocara..."

"El amor debe ser luz, no oscuridad. Lo convirtió en oscuridad, y en ella se envolvió su espíritu."

"¡Tienes razón, Señor! Pero las vendas pueden quitarse cuando se quiere. No es lo mismo que tener el espíritu oscuro. Las vendas son algo externo. El espíritu esta dentro, es el núcleo vivo... Lo interior de mi hermano es bueno."

"Que se quite las vendas en que se ha envuelto."

"Ciertamente que lo hará, Señor. Lo está ya haciendo. Vuélvete a mirarlo y verás que está desfigurado por el llanto que no consuelas. ¿Por qué eres así duro con él?"

"Porque él tiene el deber de ser "el primero" así como le he dado el honor de serlo. Quien mucho recibe, mucho debe dar..."

"¡Oh, Señor, es verdad!  ¿Pero no te acuerdas de María, la hermana de Lázaro? ¿De Juan de Endor? ¿De Aglae? ¿De la Bella de Corozaín? ¿De Leví? A estos diste todo... ¡ y ellos no te habían dado más que la intención de redimirse, Señor!... Tu me hiciste caso en favor de la Bella de Corozaín y por Aglae... ¿No vas a escucharme por tu Simón, mi hermano, que pecó por el amor que te tiene?"

 

"Ve a llamarme a tu hermano" dice 

"y tráemelo aquí."

 

Jesús baja sus ojos sobre Andrés que cada vez más aboga por su hermano, como lo hizo en privado por Aglae y la Bella de Corozaín. Resplandece su rostro de alegría: "Ve a llamarme a tu hermano" dice "y tráemelo aquí."

"¡Oh, gracias, Señor mío! Voy..." y corre cual un ciervo.

"¡Ven, Simón! El Maestro no está ya más irritado contra ti. Ven, que te lo quiere decir."

"¡No, no! Tengo vergüenza... Hace poco que me regañó... Tal vez quiera regañarme otra vez..."

"¡Qué mal lo conoces! ¡Ven, ven! ¿Crees que te llevaría para eso? Si no estuviera cierto que te espera la alegría, no insistiría. ¡Ven!"

"¡Pero qué voy a decirle!" dice Pedro avanzando un poco contra su voluntad, detenido por su debilidad humana, empujado por su corazón que no puede estar sin la bondad de Jesús y sin su amor. "¿Qué voy a decirle?"

"¡Nada! ¡Muéstrale tu cara, y será suficiente!" le dice su hermano para darle ánimos.

Todos los discípulos, conforme los van pasando, miran a los dos hermanos y sonríen, comprendiendo lo que sucede.

Alcanzan a Jesús. Pedro se detiene por un momento. Andrés no se preocupa. Lo empuja fuertemente, como hiciera con su barca en el lago cuando la empujaba. Jesús se detiene. Pedro levanta su cara. Jesús lo ve. Se miran. Dos lágrimas gruesas ruedan por las mejillas enrojecidas.

"¡Acércate, muchacho tonto, para que como un padre te seque esas lágrimas!" dice Jesús, y levanta su mano donde todavía puede verse la cicatriz de la pedrada de Giscala, y con sus dedos seca las dos lágrimas.

 

"¡Oh, Señor! ¿Me perdonas?" pregunta Pedro 

 

"¡Oh, Señor! ¿Me perdonas?" pregunta Pedro temblando, apretando la mano de Jesús entre las suyas y mirándolo con esos ojos de fidelidad que piden perdón, que anhelan por el perdido amor.

"No he dicho que estabas condenado..."

"Pero antes..."

"Te he amado. Amor es no permitir que en ti prendan raíz ciertos sentimientos e ideas desviados. ¡Debes ser el primero (en) todo, Simón Pedro!"

"Entonces... entonces ¿todavía me quieres? ¿De veras? No es que apetezca el primer puesto ¿sabes? Me basta el último, con tal de estar contigo, a tu servicio... y morir por tu causa ¡Señor, Dios mío!"

Jesús le pone sus manos sobre la espalda, y lo atrae hacia Sí. Entonces Simón que no ha soltado la mano de Jesús, la cubre de besos... feliz, y en voz queda dice: "¡Cuánto he sufrido! ¡Gracias... Jesús!"

"Da gracias más bien a tu hermano. Y para el futuro aprende a llevar tu peso con justicia y heroísmo. Esperemos a los otros. ¿Dónde están?"

Los demás se han quedado quietos en su lugar, cuando Pedro alcanzó a Jesús, para dejar que el Maestro hablase a su apenado discípulo. Ahora les hace señal de que se acerquen y con ellos se acercan unos cuantos campesinos que habían dejado su trabajo para venir a hacer preguntas a los discípulos.

 

"Por lo que ha sucedido podéis comprender 

que es cosa dura estar a mi servicio. 

A este lo he regañado, pero lo hizo para todos.

 

Jesús, siempre con su mano sobre la espalda de Pedro, dice: "Por lo que ha sucedido podéis comprender que es cosa dura estar a mi servicio. A este lo he regañado, pero lo hizo para todos. Pues los mismos pensamientos había en casi todos los corazones. De este modo los he cortado, y quien todavía los cultiva, da muestras de no comprender mi doctrina, mi misión, mi Persona.

 

He venido para ser Camino, Verdad, Vida.

 

quien quiera venir detrás de Mí debe estar pronto 

a negarse a sí mismo, a destruir el viejo ser suyo 

con sus pasiones, tendencias, costumbres, 

tradiciones, pensamientos, y seguirme 

con su nuevo ser

 

He venido para ser Camino, Verdad, Vida. Os doy la Verdad. Os allano el Camino con mi sacrificio, os lo trazo, os lo señalo. Pero mi Vida os la doy con mi muerte. Recordad que quien responde a mi llamamiento y se pone en mis filas para cooperar a la redención del mundo debe estar presto para morir, para dar a otros la vida. Por esto quien quiera venir detrás de Mí debe estar pronto a negarse a sí mismo, a destruir el viejo ser suyo con sus pasiones, tendencias, costumbres, tradiciones, pensamientos, y seguirme con su nuevo ser.

 

Tome cada uno su cruz como la tomaré. 

Tómela aunque le parezca muy infamante.

 

si alguien quiere salvar su vida en la tierra, 

la perderá, entre tanto que el que la perdiere 

por causa mía y por amor a mi evangelio 

la salvará.

 

¿qué puede aprovechar al hombre, aun cuando 

ganare todo el mundo, si perdiere su alma?

 

Tome cada uno su cruz como la tomaré. Tómela aunque le parezca muy infamante. Deje que el peso de su cruz aplaste su ser humano para dejar libre su ser espiritual, al que la cruz no provoca horror, sino que se convertirá en objeto de auxilio, de veneración porque el espíritu sabe y recuerda. ¡Sígame con su cruz! ¿Que le espere una muerte ignominiosa al fin de su vida como me espera a Mí? ¡No importa! No se aflija, más bien, llénese de júbilo porque la ignominia de la tierra se transformará en una gran gloria en el cielo, entre tanto que será un deshonor el haber sido cobardes frente a los heroísmos espirituales. Siempre andáis diciendo que me seréis fieles hasta la muerte. Seguidme entonces, y os conduciré al reino por un camino áspero, pero santo y glorioso, en cuyo fin conquistareis la vida inmutable para siempre. ¡Esto será "vivir! Seguir los caminos del mundo y de la carne es "morir". De modo que si alguien quiere salvar su vida en la tierra, la perderá, entre tanto que el que la perdiere por causa mía y por amor a mi evangelio la salvará. Pero no olvidéis que ¿qué puede aprovechar al hombre, aun cuando ganare todo el mundo, si perdiere su alma?

 

Porque quien se avergonzare de Mí, 

y de mis palabras ante esta generación necia, 

adúltera, pecadora, ...el Hijo del Hombre, cuando 

venga en la gloria de su Padre y con los ángeles 

y santos a juzgar el mundo, lo condenará.

 

Procurad estar atentos, ahora y en lo porvenir, de no avergonzaros de mis palabras y acciones. Esto también significaría "morir". Porque quien se avergonzare de Mí, y de mis palabras ante esta generación necia, adúltera, pecadora, de la que he hablado, y esperando conseguir protección y provecho, la adulare, renegando de Mí y de mi doctrina, arrojando mis palabras en los hocicos inmundos de los cerdos y de los perros para conseguir en cambio excrementos en lugar de monedas, el Hijo del Hombre, cuando venga en la gloria de su Padre y con los ángeles y santos a juzgar el mundo, lo condenará. El se avergonzará entonces de estos adúlteros y fornicadores, de estos cobardes, de estos usureros y los arrojará de su reino, porque no hay lugar en la Jerusalén celeste para adúlteros, cobardes, fornicadores, blasfemos y ladrones. En verdad os digo que hay algunos aquí presentes entre mis discípulos y discípulas que no morirán antes de que vean el reino de Dios fundarse con su Rey coronado y ungido."

Mientras el sol les envía su adiós ellos siguen caminando, hablando animosamente entre sí.

VI. 204-213

A. M. D. G.