MILAGRO ESPIRITUAL DE LA 

 

MULTIPLICACIÓN DE LA PALABRA

 

 


 

#analogía del episodio con la obra del Espíritu Santo.   

#Yo doy mi palabra. Pero vosotros no podéis asimilar todo el alimento que hay en mi palabra. por eso el Espíritu obra el milagro por vosotros. El milagro espiritual de la multiplicación de la Palabra.  

  #¡Siete panes y unos pocos peces!   

#Ni siquiera leéis, como deberíais, lo poco que se escribió sobre de Mí.   

#Iluminación de la frase: "Vete en paz y no queréis pecar más"

 


 

analogía del episodio 

con la obra del Espíritu Santo.

 

Dice Jesús:

"He aquí otra cosa que dará fastidio a doctores difíciles: la aplicación que Yo hago de esta visión evangélica. No te hago meditar sobre mi potencia y bondad. Ni sobre la fe y la obediencia de los discípulos. Nada de esto. Te quiero hacer ver la analogía del episodio con la obra del Espíritu Santo.

 

Yo doy mi palabra. 

Pero vosotros no podéis asimilar 

todo el alimento que hay en mi palabra. 

 

por eso el Espíritu obra el milagro por vosotros. 

El milagro espiritual de la multiplicación 

de la Palabra.

 

"Mira: Yo doy mi palabra. Doy cuanto podéis entender y, por tanto, asimilar para que se convierta en alimento del alma. Pero vosotros os habéis hecho tan retardados a causa del cansancio y de la inedia que no podéis asimilar todo el alimento que hay en mi palabra. Necesitaríais mucha, mucha, mucha. Pero no sabéis recibir mucha. ¡Sois tan pobres de fuerzas espirituales! El alimento de la palabra os da peso sin daros sangre y fuerza. He aquí que por eso el Espíritu obra el milagro por vosotros. El milagro espiritual de la multiplicación de la Palabra. Os ilumina, y por eso lo multiplica, los más recónditos significados, de manera que vosotros, sin cargaros con un peso que os aplastaría sin daros fuerza, os nutrís y no caéis desfallecidos en el desierto de la vida.

 

¡Siete panes y unos pocos peces!

 

Prediqué tres años. Ni siquiera leéis, 

como deberíais, lo poco que se escribió sobre de Mí.

 

Prediqué tres años y, como dice mi discípulo amado Juan, "si se hubieran de escribir todas las palabras y milagros que he dicho y obrado para daros un alimento abundante, capaz de  llevaros sin debilidad hasta el Reino, no sería suficiente la tierra para contener los volúmenes". Pero aunque si hubiera hecho así no habríais podido leer tal mole de libros. Ni siquiera leéis, como deberíais, lo poco que se escribió sobre de Mí. Lo único que deberíais conocer, como conocéis las palabras mas necesarias desde la infancia.

 

Por eso viene el Amor y multiplica. También El, 

uno conmigo y con el Padre, tiene 

"piedad de vosotros que morís de hambre" 

 

y con un milagro que se repite por los siglos, dobla, 

decuplica, centuplica los significados, las luces,

el alimento de toda palabra mía. 

 

He aquí un tesoro sin fondo de alimento celeste.

 

Por eso viene el Amor y multiplica. También El, uno conmigo y con el Padre, tiene "piedad de vosotros que morís de hambre" y con un milagro que se repite por los siglos, dobla, decuplica, centuplica los significados, las luces, el alimento de toda palabra mía. He aquí un tesoro sin fondo de alimento celeste. Os es ofrecido por la Caridad. Tomadlo sin temor. Cuanto más tome vuestro amor, tanto más ese tesoro que es fruto del Amor, aumentará su caudal. Dios no tiene límites en sus riquezas y posibilidades. Vosotros sois relativos. El no. Es infinito. En todas sus obras. También en ésta de poder daros a cada momento, en cada evento, las luces que necesitáis a cada instante. Y así como el día de Pentecostés el Espíritu Santo derramado sobre los apóstoles hizo su palabra comprensible a Partos, Medos, Escitas, Capadocios, Pónticos y Frigios, y como si fuera lengua nativa a Egipcios y Romanos, Griegos y Libios, de igual modo el Espíritu os confortará si lloráis, os dará consejo si lo pedís, coparticipación en la alegría si gozáis; todo con la misma Palabra.

 

Iluminación de la frase: 

"Vete en paz y no queréis pecar más"

 

¡Oh!, si realmente os ilumina el Espíritu la frase: "Vete en paz y no queréis pecar más", es premio para quien no ha pecado, ánimo para quien todavía es débil y no quiere pecar, perdón para el culpable que se arrepiente, reproche templado con misericordia para quien apenas tiene un germen de arrepentimiento. Y se trata de una sola frase. Y de las más sencillas. ¡Cuántas no están en mi Evangelio! Cuantas que como botones de rosa, después de la lluvia y con el sol de abril, se abren apretadas sobre el ramo, en el que antes solo una estaba abierta y lo cubren todo, para alegría de quien los mira.

Ahora descansa. La paz del Amor esté contigo."

VI. 257-258

A. M. D. G.