LA LECCIÓN SECRETA

 


 

#Los siquemitas quieren que Jesús se quede con ellos. Jesús les enseña la verdad   

#Yo que vine a ocuparme sólo de los negocios de mi Padre. No me interesa que donde trabaje encuentre o no amor salvar un alma considero la mayor recompensa para mi fatiga.   

#Parábola del manantial y la piedra de basalto   

#¿Qué puedes hacer más de lo que hasta ahora has hecho para persuadir a tus enemigos que no aceptan tu palabra? ¿Qué?  

 #Jesús les da las señales de su muerte, de la Redención   

#"¿En dónde sucederá esto, Señor?" "En Jerusalén. Es la ciudad del Señor." Sería mejor que fueseis fieles al Templo vivo que no está ni en el monte Moria , ni en el Garizin sino que siendo divino es universal   

#Dentro de poco no habrá dos regiones, dos Templos, dos corrientes diversas de pensar, sino un solo pueblo, un solo templo, una sola fe para todos los que desean la verdad.

 


 

Jesús va caminando por un sendero solitario. Delante de Él van los familiares de los niños y a su lado los de Siquén. La región es desierta. No se ve ninguna población cercana. Los niños cabalgan en asnos. En los otros asnos nadie porque los de Siquén han preferido andar a pie para estar cerca de Jesús, y los asnos al no sentir carga se alegran y rebuznan contentos porque regresan a su hogar, en medio de un espléndido día, entre orillas tapizadas de tierna hierba, que de vez en vez mordisquean. Luego levantando sus ancas, corren presurosos. Los niños se ríen ante tal espectáculo.

 

Los siquemitas quieren que Jesús se quede con ellos. 

Jesús les enseña la verdad

 

"Jesús viene hablando con los siquemitas. Es evidente que los samaritanos estén orgullosos de tener consigo al Maestro y se hacen ilusiones irrealizables. Tanto que dicen, señalando los montes altos que quedan a la izquierda: "¿Ves? Ebal y Garizin tienen mala fama, pero contigo son mejores que Sión, y lo serían completamente si los eligieses como permanencia tuya. Sión ha sido siempre madriguera de jebuseos. Y los que están allí ahora son más enemigos tuyos que lo fueron con David. Este como empleó la violencia, tomó la ciudadela, pero Tú que eres tan bueno, no reinarás allí. Jamás. Quédate con nosotros, Señor, y te tributaremos honores."

Jesús responde: "Contestadme: ¿me habríais amado si os hubiera querido conquistar a la fuerza?"

"No... Te amamos porque eres en verdad todo amor."

"¿Reino sólo por el amor en los corazones?"

"Así es, Maestro. Pero es porque hemos dado cabida en nuestro corazón a tu amor. Los de Jerusalén no te aman."

"Es verdad que no me aman. Pero vosotros que sois muy buenos mercaderes respondedme: cuando queréis vender, comprar o ganar algo, ¿perdéis el ánimo porque en algunos lugares no os amen? o bien ¿os dedicáis sólo a vuestros negocios, pensando en hacer buenas ganancias, buenas ventas sin tener en cuenta si se os dio el dinero con amor?"

"Nos preocupamos sólo de nuestros intereses. Poco nos importa que se nos haya dado el dinero con amor o sin él. Negocios son negocios. Lo que interesa son las ganancias... lo demás no tiene valor."

 

Yo que vine a ocuparme sólo de los negocios de mi Padre.

 No me interesa que donde trabaje encuentre o no amor

 salvar un alma considero la mayor recompensa 

para mi fatiga. 

 

"De igual modo Yo que vine a ocuparme sólo de los negocios de mi Padre. No me interesa que donde trabaje encuentre o no amor. En un mercado no se puede vender a todos, ni tampoco se puede comprar de todos. Y cuando se hace negocio con alguien se dice que el viaje no fue inútil y vuelve uno al mismo puesto. Porque lo que no se obtuvo la primera vez, se puede obtener la segunda, la tercera o más veces. ¿No es verdad? También Yo hago lo mismo para las conquistas que quiero llevar al cielo, como vosotros por las terrenas. Insisto, persevero, encuentro suficiente cualquier cosa con tal de salvar un alma que considero la mayor recompensa para mi fatiga. Cada vez que voy allá y sobrepujo todo lo que puede ser reacción del hombre, con tal de conquistar, como rey del espíritu, un solo súbdito mío, no considero como inútiles mis dolores, mis fatigas. Mas bien considero que las befas, las injurias, las acusaciones son dignas de ser amadas. No sería un gran conquistador si me detuviese ante los obstáculos de fortalezas de granito."

"Tendrás necesidad de siglos para vencerlos. Eres hombre. No vivirás durante los siglos. ¿Por qué pierdes el tiempo donde no te aman?"

 

Parábola del manantial y la piedra de basalto

 

"Viviré menos. Dentro de poco no estaré entre vosotros, no veré más el amanecer, ni el atardecer como piedras millares de los días que nacen, de los días que mueren, pero los contemplaré solo como bellezas de lo creado y alabaré por ellos al Creador que los hizo y que es mi Padre; no veré florecer la plantas, ni madurar los trigales; tampoco tendré necesidad del fruto de la tierra para conservar la vida, porque regresado a mi reino, me alimentaré de amor. Y sin embargo conquistaré muchas fortalezas que son los corazones de los hombres. "Ved ese manantial que brota debajo de esa piedra, al lado del monte. El manantial es tan flacucho que parece apenas gotear. Es una gota que hace siglos cae. La piedra es muy dura. Es basalto. No es calcárea. Y ved sin embargo, cómo en su centro se haya formado un hoyo, no mayor que el cáliz de un nenúfar (planta acuática que se halla en estanques y fuentes, de flores blancas o amarillas, muy grandes) pero suficiente para reflejar el cielo azul y calmar la sed de los pajarillos. ¿Hizo acaso el hombre esa cuenca? No, no se preocupó. Tal vez durante los muchos siglos que han pasado, en que la gota inexorablemente ha venido cayendo sobre el mismo lugar, pasaron muchos hombres, y sin embargo nadie reparó en esa pequeña cuenca, como lo hacemos ahora y que admiramos su belleza, y por ella alabamos al Eterno que nos la quiso dar para admirarla y para que fuese refrigerio de los pajarillos que cerca hacen sus nidos. Decidme. ¿Fue acaso la primera gota la que hizo el hoyo en donde se reflejan cielo, sol, nubecillas y estrellas? No. Han sido millones y millones de gotas, que al chocar contra el basalto, parecían entonar una melodía luctuosa. De este modo por siglos y siglos, cuando el sol nacía, como cuando se escondía tras los montes; ya fuese sábado o no, luna nueva o menguante, la gota ha venido cayendo. La roca resistió. El hombre que es soberbio y por lo tanto impaciente y poltrón, habría tirado el mazo y el cincel después de los primeros golpes diciendo: "No puede trabajarse en ella". La gota lo hizo con todo. Era lo que tenía que hacer. Para eso fue creada. Por siglos y siglos gimió hasta que hizo la cuenca. No se paró alegando: "Ahora se ocupará el cielo para meter en la concavidad que he excavado, el rocío que cae, las gotas del cielo", sino que continuó cayendo y es la que llena la concavidad en los días calurosos del verano, en los duros del invierno, mientras los violentos o ligeros aguaceros turban su espejo, pero no pueden ni embellecerlo, ni hacerlo más grande o profundo, porque ya él es bello, grande y profundo. El manantial sabe que sus hijas, las goticas, mueren en ese pequeño hueco, pero no las detiene. Las empuja más bien al sacrificio, y para que no se entristezcan manda otras, de modo que la que termina, sepa que se perpetúa en la siguiente. De igual modo Yo, que soy el primero en golpear en los corazones duros, como rocas, lo seguiré haciendo en mis sucesores que mandaré hasta el fin de los siglos, y abriré en ellos huecos, donde mi ley entrará como un sol, donde quiera que haya un hombre. Si después ellos se cerrasen a la luz y cerrasen el hoyo hecho con tanto trabajo, Yo y mis sucesores no tendremos ninguna culpa ante los ojos de nuestro Padre. Por otra parte si ese manantial hubiese buscado otro curso, al ver la dureza de la roca, y hubiese goteado donde la tierra está llena de hierba, decidme, ¿habríamos tenido esa piedra preciosa que brilla, y los pajarillos habrían podido refrescarse?"

"Ni siquiera se hubiera visto, Maestro."

"A lo más... un poco de hierba tupida hubiera mostrado que allí estilaba un manantial."

"Habría menos hierba que en otras partes, porque se hubiera podrido de tanta humedad."

"Habría lodo, y el gotear hubiera sido inútil."

" "Tenéis toda la razón. Un goteo inútil." De igual modo Yo, si tuviese que escoger sólo los lugares donde los corazones están dispuestos a acogerme porque son rectos o porque me quieren, cumpliría un trabajo imperfecto, porque trabajaría, a no dudarlo, pero sin fatiga, más bien con mucha satisfacción de mi propio "ser" con un compromiso agradable entre el deber y el placer. Donde el amor rodea todo, no es pesado el trabajar, y donde el amor hace las almas dúctiles, no es gravosa la fatiga. Pero si no hay cansancio no hay mérito, y no hay ganancia, porque pocas conquistas pueden hacerse donde las almas aman ya la justicia. No sería Yo quien soy sino buscase primero de redimir a la verdad, y luego a la gracia a todos los hombres."

 

¿Qué puedes hacer más de lo que hasta ahora has hecho 

para persuadir a tus enemigos que no aceptan tu palabra?

 ¿Qué? 

 

"¿Y crees que lo lograrás? ¿Qué puedes hacer más de lo que hasta ahora has hecho para persuadir a tus enemigos que no aceptan tu palabra? ¿Qué? Ni siquiera la resurrección del hombre de Betania fue capaz de hacer que los judíos te reconociesen como el Enviado de Dios."

"Tengo todavía que hacer algo mayor que la resurrección."

"¿Cuándo, Señor?"

"Cuando la luna de nisán (en el calendario judío, séptimo mes civil que corresponde a parte de los meses marzo y abril de nuestro calendario) esté llena. Fijaos bien."

 

Jesús les da las señales de su muerte, de la Redención

 

"¿Dará alguna señal el cielo? Se dice que cuando naciste el cielo habló con luces, cánticos y estrellas raras."

"Así fue para decir que la Luz había venido al mundo. En nisán los cielos y la tierra darán señales, parecerá el fin del mundo debido a las tinieblas, por el sacudimiento y bramar de los truenos en el cielo o por los estremecimientos de las entrañas abiertas de la tierra.. Pero no será el fin, sino el principio. Antes de mi venida, el cielo dio a los hombre el Salvador y como era un acto de Dios, la paz rodeó el acontecimiento. En nisán será la tierra que voluntariamente devolverá a luz a sí misma el Redentor, y como será un acto de los hombres, la paz no la acompañará. La convulsión será horrible. En medio del horror de aquella hora y del infierno la tierra desgarrará su seno bajo las saetas encendidas de la ira divina, y aullará, demasiado ebria para comprender su alcance, demasiado endemoniada para impedirlo. Como una parturienta loca creerá poder destruir el fruto que pensaba que era maldito, y no comprenderá que lo levantará en lugares a donde jamás el dolor y la asechanza llegarán. La planta, la nueva planta de ese día extenderá sus ramos por toda la tierra, por todos los siglos, y El que está hablando será reconocido bien por amor, bien por odio, como verdadero Hijo de Dios y su Mesías. ¡Ay de aquellos que lo reconocieren contra su voluntad, que no me confesasen, ni se convirtiesen a Mi!".

 

"¿En dónde sucederá esto, Señor?" 

"En Jerusalén. Es la ciudad del Señor."

 Sería mejor que fueseis fieles al Templo vivo que no está 

ni en el monte Moria , ni en el Garizin 

sino que siendo divino es universal

 

"¿En dónde sucederá esto, Señor?"

"En Jerusalén. Es la ciudad del Señor."

"Entonces no estaremos, porque estaremos ocupados en la pascua. Somos fieles a nuestro Templo."

"Sería mejor que fueseis fieles al Templo vivo que no está ni allá, en el monte Moria (Monte sobre el que Salomón edificó el Templo de Jerusalén) , ni en el Garizin (Un monte alto de la Samaría, en la tribu de Efraín, cerca de la ciudad de Siquén, sobre el que los samaritanos edificaron un Templo (cismático), igual al de Jerusalén), sino que siendo divino es universal. Pero yo sé esperar vuestra hora, en la que amaréis a Dios y a su Mesías en espíritu y verdad."

"Nosotros creemos que eres el Mesías. Por esto te amamos."

"Amar es dejar el pasado para entrar en mi presente. Todavía no me amáis como se debe."

Los samaritanos se miran de reojo sin replicar. Luego uno dice: "Por llegar a Ti, lo haremos. Pero no podemos, aunque lo quisiéramos, ir a donde hay judíos. Lo sabes. No nos quieren..."

 

Dentro de poco no habrá dos regiones, dos Templos, 

dos corrientes diversas de pensar, sino un solo pueblo, 

un solo templo, una sola fe para todos los que 

desean la verdad.

 

"Tampoco vosotros a ellos. Pero calmaos. Dentro de poco no habrá dos regiones, dos Templos, dos corrientes diversas de pensar, sino un solo pueblo, un solo templo, una sola fe para todos los que desean la verdad. Ahora os voy a dejar. Los niños están contentos y se divierten. Tengo que regresar a Efraín y el camino es largo para que llegue antes de que se eche encima la oscuridad. No hagáis ningún estrépito. Vuestros gestos podrían llamar la atención de los pequeños y no conviene que vean cuando regreso. Seguid. Yo me quedo aquí. Que el Señor os guíe por los senderos de la tierra y por los de su camino. Idos."

Jesús se hace a un lado del camino y los deja pasar. Lo último que rompe el silencio de los que regresan a Siquén es la alegre risotada de un pequeñuelo, que se esparce por entre las ramas silenciosas del monte.

X. 129-133

A. M. D. G.