EL MARTES ANTES DE LA PASCUA:

 

I. EL DÍA

 


 

#Los apóstoles se asombran de como la higuera que maldijo el Señor está completamente seca   

#La muerte asoma cuando dentro no hay savia, se trate de una planta como de una nación, o de una religión.  

  #Parábola. La savia corresponde a la santidad, a la espiritualidad. La corteza dura a la humanidad privada de vida espiritual y justa  

  #"El verdadero sabio es el que sabe ver la realidad sin que las sombras de su sensualidad y cálculo frío se la cambien. De mi parte diré siempre la verdad de lo que veo."   

#cualquier cosa que pidiereis por medio de la oración, confiad en que la obtendréis. Si antes de orar tuviereis algo contra alguien, perdonad antes y haced las paces, para que vuestro Padre que está en los cielos os sea favorable   

#¿es lícito pagar el tributo al César, sí o no? ¿Qué piensas Tú? "¿De quién es esta imagen y qué dice esta inscripción?" "Devolved entonces a César lo que es de César y dad a Dios lo que es de Dios."   

#Moisés ha dicho: "Si alguien muere sin hijos, su hermano tome por esposa a la viuda para que le dé descendencia"... Cuando llegue la resurrección, no se casarán más los hombres y las mujeres, sino que serán semejantes a los ángeles de Dios Por lo que se refiere a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído cómo Dios habló a Moisés desde la zarza? ¿Qué le dijo el Altísimo? "Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob"  

 #Yo soy el Viviente y mi Carne no probará la destrucción. El arca fue apresada, y la actual también lo será como símbolo   

#Jesús hace varias aclaraciones

 


 

Están casi para entrar nuevamente en la ciudad por el mismo vericueto separado que siguieron el día anterior por la mañana, y parece como si Jesús no quisiera que le rodease la gente, antes de que no hubiese estado en el templo al que pronto se llega si uno entra en la ciudad por la Puerta de las Ovejas que está cercana a la Probática. Pero esta mañana muchos de los 72 lo están ya esperando al otro lado del Cedrón, antes del puente. Apenas le ven aparecer entre los olivos verde-grises, con su vestido púrpura, le vienen al encuentro.

Se juntan y continúan hacia la ciudad. Pedro, que está mirando hacia allá, por la pendiente, sospechoso siempre de que aparezca algún avieso, ve entre el verde frescor de la última parte de la pendiente un montón de hojas marchitas que se balancean sobre el Cedrón. Las hojas mustias y secas, como si la plaga las hubiese consumido, dan la impresión de una planta que la hubiesen secado las llamas del fuego. La brisa, de vez en vez, arranca una de ellas y la entierra en las aguas del arroyo.

 

Los apóstoles se asombran de como la higuera que maldijo 

el Señor está completamente seca

 

"¡Esa era la higuera de ayer! La higuera que maldijiste!" grita Pedro, señalando con la planta seca, y volviendo su cabeza hacia atrás, hacia donde está el Maestro.

Corren todos menos Jesús que camina como de costumbre.

Los apóstoles cuentan a los discípulos lo que había pasado el día anterior. Todos hacen comentarios, y de reojo miran a Jesús. Han sido testigos de miles de milagros obrados en hombres y en los elementos, pero éste los sacude como ningún otro.

Jesús, ha llegado a donde están, sonríe al ver esas caras espantadas y sorprendidas. Pregunta: "¿Y qué? ¿Tanto os extraña que mi palabra haya secado la higuera? ¿No me habéis visto acaso resucitar muertos, curar leprosos, dar vista a ciegos, multiplicar el pan, calmar tempestades, apagar el fuego? ¿Y os sorprende que una higuera se haya secado?"

"No es por ella. Es que ayer, cuando la maldijiste, estaba verde, y ahora está... ¡Mírala! Seca como la hojarasca. Sus ramas no tienen vida. Mira. Se hacen polvo" y Bartolomé, con sus dedos, reduce a polvo unas ramillas que con facilidad ha cortado.

 

 La muerte asoma cuando dentro no hay savia, 

se trate de una planta como de una nación,

 o de una religión.

 

parábola La savia corresponde a la santidad, 

a la espiritualidad. 

La corteza dura a la humanidad  privada de vida espiritual 

y justa

 

"No tiene más vida. Lo dijiste. La muerte asoma cuando dentro no hay savia, se trate de una planta como de una nación, o de una religión. Cuando sólo hay una corteza dura, ramaje inútil, crueldad y exterioridad hipócrita. La savia que está dentro, llena de linfa, corresponde a la santidad, a la espiritualidad. La corteza dura y ramaje inútil se refieren a la humanidad privada de vida espiritual y justa. ¡Ay de aquellas religiones que se hacen humanas porque sus sacerdotes y fieles no tienen más un espíritu vital! ¡Ay de las naciones, cuyos jefes son brutalidad y un grito clamoroso sin ideas fructíferas! ¡Ay de los hombres en quienes falta la vida del espíritu!"

"Si dijeses esto a los grandes de Israel, aun cuando tus palabras son muy exactas, no serías prudente. No te hagas ilusiones de que te hayan dejado hablar. Tú mismo has dicho que no es que se hayan convertido sus corazones, sino que actuaron por cálculo. Procura  también estimar el valor y las consecuencias de tus palabras. Porque, además de la sabiduría del espíritu, existe la del mundo. Y conviene echar mano de ella por interés propio. Porque en resumidas cuentas, estamos en el mundo todavía y no en el Reino de Dios" dice Iscariote sin acritud, pero con tono de maestro.

 

"El verdadero sabio es el que sabe ver la realidad 

sin que las sombras de su sensualidad y cálculo frío

se la cambien. 

 

De mi parte diré siempre la verdad de lo que veo."

 

"El verdadero sabio es el que sabe ver la realidad sin que las sombras de su sensualidad y cálculo frío se la cambien. De mi parte diré siempre la verdad de lo que veo."

"Bueno. Esta higuera está seca del todo porque la maldijiste. Se trata de alguna señal... de algo... no sé cómo explicarme" dice Felipe.

"Es como acabas de decir. Pero lo que he hecho también vosotros podréis hacerlo, si llegáis a tener una fe perfecta. Tened en el Altísimo esa confianza ciega. Y cuando la tuviereis, Yo os digo que podréis hacer esto y hasta más. En verdad os aseguro que si alguien llegare a tener tan perfecta confianza nacida de la oración y de la bondad del Señor, podrá decir a este monte: "Quítate de aquí y arrójate al mar". Y, si al decirlo, no dudare en su corazón, sino que creyere que cuanto ordena puede realizarse, se verificará."

"Y pareceremos magos y nos apedrearán, como se manda que se haga con quien practica la magia. ¡Sería un milagro bastante necio, que nos acarrearía daño!" objeta Iscariote moviendo la cabeza.

"¡El necio eres tú, que no has comprendido la parábola!" le refuta el otro Judas.

 

cualquier cosa que pidiereis por medio de la oración, 

confiad en que la obtendréis.

 Si antes de orar tuviereis algo contra alguien, 

perdonad antes y haced las paces, 

para que vuestro Padre que está en los cielos 

os sea favorable

 

Jesús no se dirige a Judas. Habla a todos: "Yo os digo, y es una vieja lección que os repito ahora: cualquier cosa que pidiereis por medio de la oración, confiad en que la obtendréis. Si antes de orar tuviereis algo contra alguien, perdonad antes y haced las paces, para que vuestro Padre que está en los cielos os sea favorable, vuestro Padre que tanto os perdona, que con tantos bienes os colma, desde que nace el sol hasta que se pone, desde la aurora hasta el anochecer."

Entran en el Templo. Los soldados de la Antonia los ven pasar.

Se dirigen a adorar al Señor, luego regresan al patio donde enseñan los rabinos.

 

¿es lícito pagar el tributo al César, sí o no? 

¿Qué piensas Tú? 

 

 "¿De quién es esta imagen y qué dice esta inscripción?"

 

 "Devolved entonces a César lo que es de César 

y dad a Dios lo que es de Dios."

 

Antes de que la gente acuda y la rodee, se acercan a Jesús los saforines, los doctores de Israel y algunos herodianos. Con hipócritas inclinaciones le dicen: "Maestro, sabemos que eres sabio y veraz, que enseñas el camino de Dios sin tener en cuenta cosas o personas, que sólo tienes ante tus ojos la verdad y la justicia. Que te preocupas poco de lo que piensen los otros de Ti, que solo tienes puestas tus miras en llevar a los hombres al Bien. dinos, pues: ¿es lícito pagar el tributo al César, sí o no? ¿Qué piensas Tú?"

Jesús los taladra con una de esas miradas penetrantes y de suprema intuición. Responde: "¿Por qué queréis hacerme caer, hipócritas? ¡Aun entre vosotros hay alguien que sabe que no se me engaña con honores insinceros! Mostradme la moneda que empleáis para pagar el tributo."

Le muestran una moneda.

La observa en el anverso y reverso. Y, teniéndola en la palma de la mano izquierda, pone sobre ella el dedo índice de la derecha diciendo: "¿De quién es esta imagen y qué dice esta inscripción?"

"Es la imagen de César. La inscripción lleva su nombre, de Cayo Tiberio César, quien es actualmente el emperador de Roma."

"Devolved entonces a César lo que es de César y dad a Dios lo que es de Dios." Les vuelve las espaldas después de haberles devuelto la moneda.

Escucha ya a éste, ya a aquel peregrino, que le preguntan, a los que consuela, absuelve y cura.

Pasan las horas.

Sale del Templo tal vez para ir a tomar los alimentos que los criados de Lázaro le han traído.

Vuelve a entrar. La tarde ya ha empezado. No muestra señal de cansancio. La gracia y la sabiduría manan de sus manos que coloca sobre los enfermos, de sus labios en cada palabra que dedica a los que se le acercan. Parece como si quisiera consolar a todos, curar a todos, antes de que no lo pueda hacer más.

Pronto va a ponerse el sol. Los apóstoles, cansados, están sentados en el suelo bajo el pórtico, sorprendidos al ver el trajinar de la gente que hay en los patios del templo ahora que se acerca la pascua, cuando se aproximan al Incansable varios ricos, como puede notarse en sus vestiduras.

Mateo, que parece estar semidormido, se levanta advirtiendo a los demás: "Algunos saduceos se aproximan al Maestro. No lo dejamos solo, para que no lo insulten, ni le vayan a hacer mal alguno."

Se levantan todos. Lo rodean al punto. Me parece intuir que ha habido represalias entre el ir y volver al Templo a la hora de sexta.

 

Moisés ha dicho: "Si alguien muere sin hijos, su hermano

tome por esposa a la viuda para que le dé descendencia"...

 

 Cuando llegue la resurrección, no se casarán más los

 hombres y las mujeres, sino que serán semejantes a los

 ángeles de Dios 

 

Por lo que se refiere a la resurrección de los muertos, 

¿no habéis leído cómo Dios habló a Moisés desde la zarza? 

¿Qué le dijo el Altísimo?  

"Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob"

 

Los saduceos, con saludos extremados, le dicen: "Maestro, respondiste tan sabiamente a los herodianos que nos vinieron deseos de participar de un rayo de tu luz. Oye: Moisés ha dicho: "Si alguien muere sin hijos, su hermano tome por esposa a la viuda para que le dé descendencia". Ahora bien, había siete hermanos. El primero tomó por mujer a una doncella, y murió sin dejar prole. La viuda se convirtió en esposa del hermano. También el segundo murió sin dejar prole, de igual modo el tercero. De este modo hasta el séptimo. Finalmente la mujer, que había sido esposa de los siete, murió. Respóndenos: cuando resuciten los cuerpos, si es verdad que así fuere, y que el alma sobreviva y se reúna al cuerpo en el último día, reconstruyendo los seres vivientes, ¿cuál de los siete hermanos tendrá por esposa a la mujer, ya que en la tierra fue de los siete?"

"Estáis equivocados. No sabéis comprender ni las Escrituras ni la potencia de Dios. La vida actual será muy diversa de la otra. En el Reino eterno no existirán las necesidades de la carne como acá en este suelo. Porque es verdad que después del Juicio final resucitarán los cuerpos y se reunirán cada uno con su alma inmortal reconstruyendo todo el ser que se encontrará en mejores condiciones de las que nos encontramos ahora Yo y vosotros, pero no estará sujeto a las leyes; y, sobre todo, a los estímulos y abusos que predominan ahora. Cuando llegue la resurrección, no se casarán más los hombres y las mujeres, sino que serán semejantes a los ángeles de Dios que están en el cielo, quienes no se casan, aun cuando viven en un ambiente de pleno amor espiritual y divino. Por lo que se refiere a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído cómo Dios habló a Moisés desde la zarza? ¿Qué le dijo el Altísimo?  "Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob". No dijo: "Yo fui", como si diese a entender que Abraham, Isaac y Jacob habían sido, pero que ya no eran más. Dijo: "Yo soy". Porque Abraham, Isaac y Jacob existen. Son inmortales como todos los demás hombres en su alma; y cuando resuciten lo serán también con su cuerpo por toda la eternidad. Existen como existen Moisés, los profetas, los justos, como desgraciadamente existen Caín y los que perecieron en el diluvio, los sodomitas y todos los muertos en culpa mortal. Dios no es Dios de los muertos, sino de los vivos."

"¿También Tú morirás y seguirás viviendo?" le preguntan por tentarlo. Se han cansado ya de seguir siendo buenos. La rabia que sienten por dentro no pueden contenerla.

 

Yo soy el Viviente y mi Carne no probará la destrucción. 

El arca fue apresada, 

y la actual también lo será como símbolo

 

"Yo soy el Viviente y mi Carne no probará la destrucción. El arca fue apresada, y la actual también lo será como símbolo. El tabernáculo fue arrebatado y será destruido. Pero el verdadero Templo de Dios no podrá jamás ser arrebatado y destruido. Cuando sus adversarios lo creyeren, entonces será la hora en que se establecerá en la verdadera Jerusalén, en toda su gloria. Adiós."

Se va ligero al patio de los israelita, porque las trompetas de plata han anunciado el sacrificio vespertino.

 

Me dice Jesús:

 

Jesús hace varias aclaraciones

 

"... He dicho contra y no sobre. Es una profecía contra los enemigos de mi Iglesia. Quien se arrojase contra ella, será pulverizado, porque ella es la piedra angular.

Pero también téngalo en cuenta quienes, pese a que sean de la Iglesia, creen estar a salvo de los castigos divinos. Sobre quien cayere el peso de la condenación de la Cabeza y Esposo de esta Esposa mía, de este Cuerpo mío místico, será pulverizado.

Y adelantándome a una objeción de los eternos escribas y saduceos mal intencionados, que pudieran hacer a mis siervos, digo: Si en estas últimas visiones aparecen frases que no existen en los Evangelios, como la última de la visión de hoy, o como la que dije cuando hablé de la higuera y otras más, tengan presente que los evangelistas eran de aquel pueblo y vivían en tiempos en los que cualquier palabra podía causar repercusiones violentas y nocivas a los neófitos.

Que lean los hechos apostólicos y verán que no era muy agradable la mezcla de tantos pensamientos diversos; y que, si mutuamente se admiraban, reconociendo los méritos de cada uno, no faltaron disensiones entre sí, porque el pensamiento humano es vario y siempre imperfecto. Para evitar profundas divisiones entre el uno y otro modo de pensar, los evangelistas, iluminados por el Espíritu Santo, omitieron voluntariamente de sus escritos alguna que otra frase que hubiera herido la susceptibilidad de los hebreos y escandalizado a los gentiles, que necesitaban creer perfecto el núcleo de hebreos de los que salió la Iglesia, para no alejarse diciendo: "Son iguales que nosotros."

Esta bien que se conozca lo que padecí Yo. Pero conocer las enfermedades espirituales del pueblo israelita, que estaba ya corrompido, sobre todo en las clases altas, no. Y las ocultaron, lo mejor que pudieron. Cuanto más que los evangelios se escribieron después de mi Ascensión, tanto más son más explícitos, hasta el claro Evangelio de Juan mi predilecto. Sólo es Juan quien refiere aun las manchas más dolorosas del mismo núcleo apostólico, llamando con toda claridad "ladrón" a Judas y la vulgaridad de los judíos (cap. 6º -voluntad fingida de hacerme rey, las disputas en el Templo, el abandono de muchos después del discurso sobre el Pan del cielo, la incredulidad de Tomás). Habiendo él sobrevivido por mucho tiempo, cuando mi Iglesia se sentía ya fuerte, levanta los velos que otros no se habían atrevido a hacerlo.

X. 401-406

A. M. D. G.