POESIAS DE MIRYAM ( I )


LO MÁS IMPORTANTE

Primero entra a saludar
A los DULCES CORAZONES,
Los dueños son del "Hogar",
Tú de Ellos recibirás
Grandes favores y dones.


RECONOCIMIENTO DE LA VERDAD

Un día quiso el Señor,
Siempre por amor del cielo,
Que los conociera yo
Estos hombres, sí, señor;
Que a todos quitan dolor,
Y a todos nos dan consuelo.

Qué hermosura poder dar,
Sin medida a los demás,
A raudales la salud;
Su deber conocen ya,
La paciencia en su escuchar,
Tus penas volverlas luz.

Se entregan con tanto amor,
Porque su misión la viven,
Por eso siempre consiguen,
Si te fías de ellos tú,
Que poco a poco devuelvan
A tu cuerpo la salud.

Hombres así no quedaban
Hace tiempo, yo creía;
Es que siempre observaba,
Trabajando en mi hospital,
Mi dolor llegaba a tal,
Creí humanidad no quedaba.

Toman un gran interés,
Cuando empiezan su carrera
Se esfuerzan, y luego, llegan
Pronto a poder comprobar,
Que no cuenta la moral
Cuando interés hay que media.

Siempre oía decir:
"De todo hay en la vida",
A la humanidad perdida
Veía cada día más,
Que hasta llegué yo a dudar
Si el dolor les transcendía.
Sin embargo, aquí observé
Que toman tanto interés
Luchando por tu salud.
Su equipo mucho trabaja,
Tanto y con gran interés,
Cuál si de ellos tratara.

Todos aliento te dan,
Compenetrados están,
Que no encuentran desatino,
Cuando en este camino,
Es difícil encontrar
Grupos con tal realidad.

Siempre he dicho que consiste
En educar a las gentes,
No aguantar por intereses,
Ser con todos indulgentes,
Así conseguir podrán,
Vivamos lo que ellos sienten.

Al hablarnos con amor
Acudes con tanta fe,
Te hace eso mismo creer
Que curarte ellos pueden.
La fe que salvarnos puede
Es esa fe que trasciende.

Cuando ves que queda amor,
En la profesión que vives,
Y ver que siempre consiguen
Vivir lo mismo que tú.
No te tratan cual paciente,
Esa es su gran virtud.

Dicen que la fe sin obras
No consigue ningún bien,
Pero las obras con fe,
No es como la fe sin obras,
Y ellos obran en la fe,
Porque la fe la hacen obras.

Yo quisiera aquí plasmar,
Lo mucho que por mí han hecho,
Mas creo tengo derecho
A defender y decir,
Que nadie diga por mí,
Que la salud me han devuelto.

Lo hicieron con tanto amor,
Ese amor me han transmitido,
Por eso han conseguido
Que les ame tanto yo,
Y diga con gran valor,
Lo que ellos nade dijo.

Ponen su sabiduría,
Dan alivio a los humanos,
El tratarnos como hermanos,
Ésa es también su verdad,
Por eso la humanidad
Ha de ponerse en sus manos.

Madrid, 22.6.79

Con el máximo reconocimiento del bien,
tanto físico como moral que de este gran
equipo he recibido, y como testimonio
auténtico de que me han devuelto la salud,
les ofrezco esta líneas con todo mi cariño
y simpatía.


INSPIRACIONES

Quiero ser luz pequeñita
Para alumbrar el camino
De esas almas que el maligno
Quiere desviar sus vida.

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Quisiera yo ser luciérnaga
Del alma que se hace víctima,
Para que en su noche oscura
Vea una luz pequeñita.

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Que aunque sea pequeñita,
Siempre que vea esa luz,
Correré tras de Jesús
Como una niña chiquita.

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Qué quieres, Señor, que haga,
Si en mis venas ya no corre
Ese anhelo de esperanza.

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Tengo miedo de perderte,
Pues, Señor, yo no te siento,
Todo me causa pavor,
Todo me causa tormento.

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Qué hermoso es, Señor, vivir
Cuando se vive el contento,
Pero la cruz es tormento,
Tormento que hay que vivir.

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Y, aunque la cruz, mi Señor,
Se hace horrorosa y pesada,
Y sólo puede llevarla
Quien la lleva con tu Luz.

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Dame, Señor de tu luz,
Aunque la cruz sea pesada,
Morir quiero en esa cruz,
En esa cruz más que nada.

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Quisiera morir, Señor,
Porque me ahoga la pena
De verme ya sin amor,
Ni quien consuele mis penas.

Madrid, 5.8.93


"¡OH, DULCE HUÉSPED, VEN!"


Un día te vi salir,
¡Oh! "Dulce Huésped" del alma,
Dejaste el nido vacío,
Yo quisiera que tornaras.

Ven pronto mi dulce Huésped,
¡Te ansía tanto mi alma!
Que ha perdido sus encantos
Desde que Tú te marcharas.

Eres quien nos da las fuerzas
Cuando las fuerzas nos faltan.
Tú eres el Consolador,
Quien me alivias y reparas.

Tú eres la "Brisa" suave
Que busca mi pobre alma,
Sin esa "Brisa," se muere.
Ven pronto tú a consolarla.

Blanco como una Paloma
Tú vuelas de alma en alma,
Ven, volando Tú a la mía,
Que aquí tu nido te aguarda.

Ven, no hagas larga la espera,
Mi dulce Huésped del alma,
Que con ansias yo te espero
Como se espera a quien se ama.

Ven, con el Padre y el Hijo
Y haremos una Nidada,
Porque el alma se me muera,
¡Dale alientos que se apaga!

Ven pronto, porque no puedo
Sentir tu ausencia en mi alma.
Ven, que tu amada te espera
Muy triste y desconsolada.

Te vio salir una noche
Antes de rayar el alba,
Y no te vio más volver
Al nido, en el que habitabas.

Ven, que tu nido te espera,
Dale contento a mi alma,
Entonces los dos seremos
Mas que una llama, una brasa.

Ven pronto, Paloma blanca,
Ven pronto, a este tu hogar,
Que necesita tus alas,
Para poder yo volar.

Madrid, 14.11.98.


TÚ SIEMPRE ME ESTAS MIRANDO

Me ruboriza, Señor,
Que me ames tanto, tanto,
Pues siempre que yo te miro
Tú me estás siempre mirando

Me siento como una niña
Acurrucada en un banco,
Sin elevar mi mirada
Porque sé que estás mirando.

Con ese mirar tan dulce,
Con esos ojos tan claros,
Toda mi alma se estremece,
Porque sé que estás mirando.

Quiero ocultarme de Ti,
Si me encuentro yo en pecado,
Entonces siento gran pena
Porque sé que estás mirando.

Aunque yo cierre mis ojos
Para querer ocultarlo,
Tú lees en mi corazón
Cuando Tú me estás mirando.

Quisiera darte mi vida
Cuando te estoy contemplando,
Pero, bajo mi mirada
Porque Tú me estás mirando.

Así se me pasa el tiempo,
Cuando estoy en el Sagrario,
Entre sonrisas y lágrimas,
Porque Tú me estás mirando.

Tú sabes bien que mi alma
Toda ella se ha entregado,
Entonces siento gran calma,
Aunque sé que estás mirando.

8.11.91 Miryam.

YO SÉ QUE TÚ A MÍ ME AMAS

Aunque se me oculte el sol
Y no volviera a salir,
Yo sé que Tú a mí me amas
Y que yo te amo a Ti.

Aunque un día me pidieras
Dar yo mi vida por Ti
Yo sé que Tú a mí me amas
Y que yo te amo a Ti.

Aunque un día yo perdiera
Prestigio y honra por Ti,
Yo sé que Tú a mí me amas
Y que yo te amo a Ti.

Aunque mil penas sufriera,
Si te ocultas para mí,
Yo sé que Tú a mí me amas
Y que yo te amo a Ti.

Aunque el infierno se abriera
Para hacerme sucumbir,
Yo sé bien que Tú me amas
Y que yo te amo a Ti.

20.X.91........... Miryam.

ALMA SEDIENTA DE DIOS

No busques tú recompensas,
Alma sedienta de Dios,
Sólo has de buscar servirle
Siendo perfecta en tu amor.

Así si sigues camino,
Camino de perfección,
Encontrarás tú la Fuente,
Qué del costado brotó.

Entonces bebe y apura
Aquellas aguas que son,
Las que quitan la amargura,
Las que quitan el dolor.

Después toda transformada
En suave y fino amor,
Nacerá en ti la llama
Del Espíritu de Dios.

Ya está tu alma inflamada
En ese Fuego interior,
Que pedirás con vehemencia
La más pura y firme unión.

Aprenderás tú el lenguaje
Del alma que sirve a Dios,
Serás tan mansa y humilde,
Más transparente que el sol.

Dulce serán tus palabras,
Más dulce será tu amor,
Que sentirás gran ternura
Dentro de tu corazón.

Entonces dirás bajito:
¿Adónde iremos, Señor,
Si tu palabra es eterna
Y eternas tus obras son?

No mediarán intereses,
Ni tampoco la razón,
Sólo está la voluntad
De unirse más a su Dios.

Te presiento, alma querida,
Introducida en su Amor,
Y abrasada en ese fuego
Que brotó en tu corazón.

Así terminan las almas,
Que están sedientas de Dios,
Ya no tienen intereses,
Ya sólo tienen amor.

20.XI.91 Miryam.

QUE PENA DE AQUELLOS.

Tanto les amaste,
Y ellos no lo vieron.
Qué pena de aquellos
Que en Ti
No creyeron.

Sin Ti nada somos,
Sin Ti nada haremos.
Qué pena de aquellos
Que en Ti no creyeron.

Los días pasaron,
Las noches siguieron.
Qué pena de aquellos
Que en Ti no creyeron.

Pasarán los siglos,
Y a Ti te veremos.
Qué pena de aquellos
Que en Ti no creyeron.

Sentado en tu trono,
Serás justiciero.
Qué pena de aquellos
Que en Ti no creyeron.

1.968 Miryam.


LO MÁS CERQUITA DEL AGUA

Lo aprendió de un árbol
Que nació a la orilla,
Donde había aguas
Puras, cristalinas.
Allí germinaba,
Recibía vida,
Y sus frutos eran
Dulces cual almíbar.
Conocí a un alma
Sin luz ni alegría,
El pecado a ella
Tenía cautiva,
Ni ella germinaba,
Ni tenía vida.
A la penitencia
Se acercó un día,
Del Espíritu Santo
Ella se hizo digna,
Y dio grandes frutos
De amor y de vida.

2.11.91 Miryam.

TU CORAZÓN DOLOROSO

Hoy he sentido gemir
Tu Corazón doloroso,
Me miraste a mí amoroso,
De pena creí morir
Cuando contemplé tu rostro.

Eres la pequeña nube
Que a tus hijos protegió,
Cuando en el desierto errantes
Dios a sus hijos llevó

De tu pecho está brotando
La Vida, ¡Oh!, Madre mía.
A tus pies yo suplicando
Sostén, Madre, esta fe mía.

Siento el manantial correr,
Que de tu pecho ha brotado.
¡Dejadme, Madre, beber,
Que tengo sed de mi Amado!

Ansiosa estoy por tener
A Jesús Sacramentado.
¡Dejadme, Madre, comer
Que es el Cuerpo de mi Amado!

Siempre Él buscaba tus brazos
Cuando en el mundo vivía.
Hoy también tiendes tus brazos
A tus hijos, ¡Madre mía!

Dejadme, Madre, gozar,
De esa Luz que es mi alegría.
También le quiero llevar,
Cada instante contemplar
En mi pecho, ¡Madre mía!

Febrero 1.988 Miryam.


LO QUE YO QUIERO, SEÑOR

Yo siempre vengo a pedirte,
Mi Jesús Sacramentado,
Mas hoy vengo a Ti a rendirme
A los pies de este Sagrario.
Y en esta entrega de amor,
Que sin reservas te hago,
Te ofrezco mi corazón,
Mi dolor y mi pecado,
Así poder reparar
Y con ello mitigar
El dolor que te he causado.
Quiero darte mi dolor
Para que alivies el alma
De quien a mí me ofendió.

Quiero darte aquellas dudas
Que desgarraron mi alma,
Las que fueron sublimadas
Te ofrezco para dar luz
A las dudas de otras almas.
Te ofrezco mis pensamientos
Que te dieron gran tormento
Y tu frente coronaron,
Fueron aquellas espinas
Las que más tarde vería
Que mis sienes traspasaron.
En esa gran agonía
Te ofrecí, por si querías,
La vida que me habías dado
Te ofrezco mi libertad
Para que no estés jamás
Prisionero en el Sagrario,
Y así por el mundo irás
Y Tú podrás libertar
Las almas que Satanás
Día a día ha esclavizado.
Quiero mi memoria darte
Y así poder recordarle
Al hombre, en su loco afán,
Que Tú, mi Dios, le has creado
Y ante Ti a pedir vendrá
El perdón de sus pecados.
Te ofrezco todo mi amor
Y reparar la conciencia
De ese hombre pecador
Que le da tan poco a Dios
Y mucho le da a la ciencia.
Te daré mi voluntad

Para que nunca decida
Si esto me va bien o mal,
Y Tú pongas en mi vida
Aquello que es la verdad.
Te ofrezco mi entendimiento
Para que yo nunca crea
Que esto es cuestión de
entenderlo,
Y así vaya por la vida
Sin entender, entendiendo.

10. 1.989 Miryam.


CUANDO FALTAN LAS PALABRAS

Siempre he querido escribir
Un poema a mis hermanas,
Porque me son tan queridas,
Porque cautivan mi alma.

Pero, no siempre he podido
Decirles lo que pensaba,
¡Grandes son mis pensamiento
Muy parcas son mis palabras!

La lucha es de corazón,
No quiere éste expresarla
Para que nadie le robe
Los sentimientos que guarda.

Los quiere tener ocultos
Encerrados en su arca,
Para que nadie mancille
La pureza de sus almas.

Veré si puedo decir
Que el amor a mis hermanas
Me nace en el corazón,
Se nutre dentro del alma.

¡Qué pena que no se entienda
El lenguaje de las almas!
Pues, aunque las almas hablen,
Hoy nadie quiere escucharlas.

Son mis hermanas queridas,
Son mis hermanas del alma,
Una se llama Purita,
Otra Soledad se llama.

Ellas son mis sentimientos,
Ellas también mis palabras,
Sus almas las riega Dios
Y sus Ángeles las guardan.

29.X.90 Miryam.

UNIDOS POR EL AMOR

En estos días te pido
¡Oh, Madre Santa!, un favor
Tú concedas a mi esposo
Que él me quiera con amor.

Deseo que a mí me hieras
Con un dardo el corazón,
Y esa herida yo quisiera
Que sangrara por su amor.

Ese amor sea tan puro,
Siempre esté en mi corazón
Y hasta el alma a mí me sangre
Por el fuego de su amor.

Que le sienta yo tan cerca
Y hasta diga mi razón:
Ya somos un solo espíritu
Buscando siempre a su Dios.

Con ese amor tan sublime
Unidos siempre los dos,
A ti te digan, ¡oh Madre!,
Aman como nadie amó.

Amor que brota del alma,
Almas que aman a Dios,
Fuego de Espíritu Santo
Sea su fuego interior.

Si ese amor me concedieras,
Te prometo, por mi honor,
Postrarme y besar tus plantas
Con humilde corazón.

En mi vida grabaré
Tu estandarte y tu pendón,
El emblema de los Cielos
Luciremos con valor.

Así al final del camino,
El que conduce hasta Dios,
Verán a dos corazones
Abrasados por amor.

En la presencia del Hijo
El Espíritu de Dios,
Ante el Padre nos presenta
Con la cruz que nos unió.

28.12.1983 Miryam.


LOS PINOS DE LA MONTAÑA

Qué tienen, Madre, esos pinos
Que siento yo su llamada,
Y mi alma penitente
Va con prisa a la montaña.

En silencio están los pinos
Cuando llego a la montaña.
¿Qué tienen, Madre, esos pinos
Que en su silencio me hablan?

Guardan silencio esos pinos
Porque los Ángeles cantan,
Y un coro de Serafines
Están tocando sus arpas.

Hermosa, Madre, te encuentro
Al llegar a la montaña,
Y con tus brazos abiertos
Para abrazar nuestras almas.

Los cielos están de fiesta
Porque reciben el alma
De quien sube en penitencia
Reconociendo sus faltas.

¿Qué tienen, Madre, esos pinos
Que susurran en mi alma,
Y meciéndome en sus brazos
De tu Pureza me hablan?

Son heraldos de los cielos
Los pinos de la montaña,
Porque todos tus mensajes
Nos van grabando en el alma.

Sé que entre los pinos, Madre,
Tantas veces Tú jugabas,
Acariciabas sus ramas
Como acaricias las almas.

Qué hermosa es aquella cima
Rodeada de montañas,
A la que los cielos besan
Y los ángeles la cantan.

Donde descendías, Madre,
A las niñas Tú llamabas
Les dabas de ese Tesoro
Que encierras en tus entrañas.

Plantaron aquellos pinos
La pureza de unas almas,
Y desde entonces bajabas
A regarlos con tus Gracias.

¿Qué tienen, Madre, esos pinos
Que han conquistado mi alma,
Y me invitan a volver
Otra vez a la montaña?

En silencio están los pinos,
Los pinos de la montaña,
Los pinos guardan silencio
Porque es la Madre quien habla.

8.1.87 Miryam.


LA NAVIDAD

Aunque llega Navidad
Yo no podré complaceros,
Porque mi alma necesita
Vivir sola este "Misterio",
Y no es justo en el bullicio
Donde mi alma puede hacerlo.

El Señor llama a mi alma
Darle respuesta yo quiero,
Aunque la familia llame
Dios debe ser el primero.
Esto a nadie asombrará,
Todos debéis comprenderlo.

Hoy el "Misterio" divino
Su manto extiende en el cielo,
Y no sólo los pastores
Verán tan grande "Misterio",
Sino el alma que esté en vela
Esperando que hable el cielo.

"Paz en la tierra", dirán,
Los Ángeles desde el Cielo,
Y ese grito escucharán
Todos los hombres de paz,
Que aún estando en su hogar
Hayan guardado silencio.

"Dios con vosotros" será,
Grita todo el Universo.
Ha nacido en un portal
Donde le iréis a adorar,
Porque es vuestro "Redentor"
Que ha descendido del Cielo.

12. 1990 Miryam.

A MIRYAM (mi esposa)

Qué osadía tan grande tuvo,
Qué fortalecida se vio,
Qué caminos ella anduvo,
De que fuente ella bebió,

Que a la más altiva cumbre,
Que nadie jamás soñara,
Atrevió a escalar con hambre,
Y viviendo lo plasmara.

Que lindo escribe tu hijita,
Que tierno tiene su amor,
La vi feliz aquel día
Cuando de tu Amor me cantó.

Inspirada en el poema: "En los
brazos del Padre"

13.5.92 Ángel.


EN LOS BRAZOS DEL PADRE

Ábreme, Padre, tus brazos
Y abrázame con amor,
No me dejes que del mundo
Sólo espero la traición.

Así como una nenita
Méteme en tu Corazón
Lléname de tus caricias
Que las necesito yo.

Nadie podrá hacerme daño
Si en tus brazos me hallo yo,
Nadie podrá lastimarme
Si estoy en tu Corazón.

Mira que el mundo me tienta
Y esas caídas, mi Dios,
Producen grandes heridas
En mi tierno corazón.

No me sueltes de tus brazos
Que me busca el Tentador,
Me busca para vengarse
De tu dulce y tierno Amor.

Siente celos de tus hijos
Que te llaman con amor,
Y decimos que eres Padre
De toda la Creación.

Nos invita a que rompamos
Nuestra alianza, buen Dios,
Que sellaste con la Sangre
De tu Hijo Redentor.

Es la furia de la Bestia
Que busca la perdición
En esta hora "suprema"
Que vivimos tu pasión.

¡Padre de misericordia!
Recuerda con que dolor
Nos dio a luz la Virgen Pura
A los pies del Redentor.
Por estos dolores, Padre,
Imploro hoy tu perdón,
En tus brazos me abandono,
Abrázame con amor.

Déjame que en tu regazo
Segura me siento yo,
Déjame que hoy necesito
Tu cariño y tu calor.

Qué dulces son tus caricias,
Que tierno, Padre, tu amor;
Qué gran bondad es la tuya
Que me das tan puro Amor.

A grandes voces la Bestia
Te exige mi inmolación,
También te pide que viva
Crucificada en tu Amor.

Líbrame de esta tu hora
Que es tan amarga, Señor,
Pero, quiero que se haga
Tu voluntad, mi buen Dios.

Qué hermoso, Padre, es tu nombre
Cuando lo pronuncio yo,
Y hasta en sueños lo repito
Poniendo mi corazón.

Cuando veo que tus ojos
Me miran con tanto Amor,
No sé que pasa en mi alma
Que ella empieza su canción.

Con grandes cantos mi alma
Te expresa todo su amor,
Son canciones que la nacen
Dentro de su corazón

Son alabanzas arcanas
Las que un día te cantó
Dentro de tu seno, Padre,
Porque en Ti sólo hay Amor.

Así el alma está embebida
Contemplando al Creador,
Y emprendiendo un alto vuelo
Se posa en tu Corazón.

Sigue mi alma cantando
Las delicias de tu Amor,
Sigue llamándote, Padre,
Sumergida en su canción.

No puedo escribir la letra,
Porque la letra no hallo yo,
Que describa los Amores
Del alma y de su Señor.

Sólo sé que yo te amor
Con todo mi corazón,
Y también que tu me amas
Mucho más que te amo yo

No temo, Padre, a la Bestia,
Ni le temo a su furor,
Ni al mundo con sus engaños,
Ni temo la inmolación.

Porque Tú a mí me engendraste,
Lo hiciste por puro Amor,
Y me meciste en tu seno,
Y allí escuché tu canción.

Y aún hoy escucho tus nanas,
Y aún reconozco tu voz,
Y subyugada me quedo
Escuchando tu canción.

Canción que brota del seno
Del Padre que me engendró.
Canción que al oír mi alma
Le da respuesta de amor.

También me diste a beber
Del costado del Señor,
Y mis entrañas se abrieron
Y allí una fuente brotó.

Ahora, Padre, aquella fuente
Más que fuente, es surtidos.
¿Quién beberá de sus aguas,
A quién daré yo tu amor?

Ahora yo espero con ansias
Que Tú me mandes, mi Amor,
Aquellas almas que quieras
Que yo enseñe tu canción.

Por eso, Padre, en silencio
Comienzo yo tu canción,
La canción del Padre Eterno,
Su dulce canto de Amor.

No sé lo que era escribirte,
Padre, un poema de amor,
Pero, has guiado mi mano
Para que escribiera yo.

24.4.92 Miryam.


AQUELLA BLANCA PALOMA

De mi pecho vi salir
Un día, yo, una paloma,
Más blanca era que la nieve,
Y yo me sentí dichosa.

Entonces no pregunté:
¿Cuándo entró en mi esa paloma?,
¿Por qué salía tan blanca?,
¿Por qué me sentí dichosa?.

Es que mi alma pequeñita,
Ya pensaba en grandes cosas;
Por eso, dejé volar
Aquella blanca paloma.

Hoy después de varios años,
Con pesar recuerdo yo,
No he vuelto a ver la paloma
Que de mi pecho salió.

Espero yo que algún día,
Y espera mi corazón,
Que aquella blanca paloma,
Vuelva a su nido de amor.

1.5.92 Miryam.


QUE DULCE ES TU VOZ, SEÑOR

Suena tan dulce tu voz
Cuando suena en mis oídos,
Que hasta el oído del alma
Parece que te ha entendido.

Qué dulcemente se siente
Su voz y su contenido,
Sabrosísimo deleite
Con que deleita a sus hijos.

Es tan grande el refrigerio
Que en mi pecho yo he sentido.
Es un regalo del cielo
Cuando me abre a mí el oído.

Te descubre las verdades,
Las que tú nunca has oído,
Son los misterios de Dios,
Porque misterio es Dios mismo.

Y por ser tan gran misterio,
Dentro de mí se ha metido,
Y esperando que le busque,
Él permanece escondido.

Y le busqué yo en el pobre,
Y le busqué yo en el rico,
Y le busqué en el enfermo,
Y le busqué en el mendigo,
Y donde no le buscaba,
También estaba escondido.

3.5.92 Miryam.


A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

A Ti, Augusta Trinidad,
Quiero elevarte mi canto,
Como hacen los Querubines,
Ángeles y Serafines,
Diciendo: Santo, Santo, Santo.

Dios, Uno y Trino, a quien yo
Quiero amar por siempre tanto,
Sé que Ángeles y Serafines,
Van por todos los confines,
Diciendo: Santo, Santo, Santo.

Si están todos los Arcángeles,
A Ti elevando este canto,
Como no voy a estar yo,
Mísero y gran pecador,
Diciendo: Santo, Santo, Santo.

Cuando esté en la eternidad,
Toda en Ti estaré gozando,
Y en Ti yo me adentraré,
Y cantándote,
Diré: Santo, Santo, Santo.

Si cuando llega la aurora,
Las aves están cantando,
Mas debo cantarle yo,
A quien todo lo creó,
Diciendo: Santo, Santo, Santo.

Si ante Ti veo, Señor,
A todo el cielo postrado,
Como no postrarme yo
Ante quien vida me dio,
Diciendo: Santo, Santo, Santo.

2.5.92 Miryam.


CAMINO DE DIOS

El subir es gran trabajo,
Dice el alma en su camino,
El que con gran desatino,
Emprendió la cuesta abajo.

Aunque es penoso subir,
No me importa a mí la pena,
Pues, voy a encontrarme allí,
Quien murió por ti y por mí,
En una cruz de madera.

Quien baja lo hace deprisa,
Sin pena y sin gran trabajo,
No es igual subir la cuesta
Que caminar cuesta abajo.

Si buscas, has de quitar
Esos placeres que el mundo
En esta vida nos da.
Es el modo más seguro
Para más alto llegar.

Es entrar en comunión
Con el más grande ideal
Por el mundo caminar,
Siempre seguir caminando
Sin volver la vista atrás.

Y son tantos los peligros
Que el mundo encierra a su paso;
Y son tantos los trabajos,
Que no es caminar aprisa,
Sino caminar despacio.

Para evitar desatinos,
El alma ha de caminar
Por el mundo sin parar,
Aprovechando el camino
Antes que llegue a su ocaso.

12.12.91 Miryam.


CON LA LLENURA DE DIOS

Si un día Tú me vistieses
De grandeza y majestad,
De honra y conocimiento,
De hermosura y caridad,
Entonaría mi canto,
¡Oh, Augusta Trinidad!

Mi alma quiere gustar
De inestimables riquezas:
Descanso, recreación,
Secretos e inteligencia
Y divina unión con Dios.

Si en Dios siento mi poder,
Si Él es mi gran Fortaleza,
Si es mi deleite y sosiego,
Si mi espíritu Él lo llena,
Dulce sería mi canto,
Más que el de una sirena.

Sería toda armonía
De un alma que se recrea
En los brazos del Amado;
Dónde encontró su riqueza.
¡Qué salmos no cantaría,
De Dios padre su grandeza!

Con ejercicio de amor,
Dulce y pacífico canto,
Te cantaría, Señor,
Si mi amor tanto deseas,
Tu esposa sería yo.

30.4.92 Miryam.


CUÉNTAME TÚ LA RAZÓN

Cuéntame Tù la razón
De esa lágrima que sale
Del fondo del Corazón,
Para encontrar al culpable,
Y pedirle conversión.

Son tus lágrimas benditas,
Como perlas para mí,
Dime: ¿Quién te hace sufrir?,
Y no llores más, Mamita,
Que me tienes para Ti.

Mi alma queda rendida
Cuando te veo sufrir.
Traeré corriendo ante Ti,
A las ovejas perdidas,
Para verte sonreír.

Tus lágrimas secarán
Con amor y con anhelo,
Y Tú sentirás el beso
Que tu Hijo les dará,
Ya caminito del cielo.

29.X.91 Miryam.


EL CORAZÓN DE LA MADRE

Alguien un día contó,
Que al inclinar la cabeza,
Nuestro Amado Redentor,
Esa corona de espinas,
Del dolor se desprendió,
Y el Corazón de la Madre,
Circuncido allí quedó.

1.987 Miryam.


A NUESTRA SEÑORA DE LA PRADERA

Un heraldo de los cielos,
A la tierra ha descendido,
Es nuestra Madre María,
Que El Escorial ha elegido.

Voluntad del Padre Eterno
En tus labios has traído,
Manifestándote a Amparo
Para mostrar lo divino.

Siempre el poder de los cielos
Elige a los más sencillos,
Para confundir al necio,
Para mostrarse a sus hijos.

Son tus mensajes, ¡Oh, Madre!,
Unos mensajes divinos
Que llaman a conversión
Lo mismo a pobres que a ricos.

La angustia que trae tu rostro,
La misma angustia que Cristo,
Te haces llamar "Dolorosa"
Y negro traes el vestido.

Por amor muestras a Amparo
Tu Corazón dolorido,
Lleno de espinas punzantes
Que van clavando tus hijos.

Esos hijos consagrados
Que al elevar a tu Hijo,
No creen tener en sus manos,
El Cuerpo y Sangre de Cristo.

Por eso ponen en duda,
Con los dardos del abismo,
Tu excelsa Virginidad,
Tu Pureza y tu cariño.

Y también ponen en duda,
La Divinidad de Cristo,
El poder que dio a su Iglesia,
Al Vicario de tu Hijo.
Esos otros hijos tuyos
Que van pronto a recibirlo,
Sin antes pedir perdón
Del pecado cometido.

Cuántas veces Tú nos dices,
Que abramos bien el oído,
Que abramos los corazones
Al mensaje que has traído.

Es el gran dolor del Padre.
Es el gran Amor del Hijo,
Que se quedó en el Sagrario,
Entre los hombres cautivo.

Tú nos pides que vayamos
A visitar a tu Hijo,
Y quieres que consolemos
Su Corazón dolorido.

Dices, Madre, que la luna
Está haciéndose un vestido:
Es rojo, color de sangre
Para anunciar el castigo.

Habrá grandes convulsiones,
Y se abrirán los abismos,
Y la gran Bestia herirá
A muchos de esos tus hijos.

Será grande la batalla,
Más grande será el castigo,
Por las blasfemias del mundo,
Por negar a Jesucristo.

¡Madre de Misericordia!,
Qué lágrimas has vertido
Viendo lo duro que es
El corazón de estos hijos.

Quieres que nuestra oración
Pueda al pecador salvar,
Y a las almas consagradas
Ayude a perseverar.

Pero, danos el dolor,
Para podernos purgar;
La contrición y el amor
Para poderte clamar.

Y junto a tu Corazón,
Que el cielo enviará,
Lucharemos por el hombre,
Lucharemos contra el mal.

Nuestra salvación, ¡Oh, Madre!,
Mucho nos puede importar,
Pero lo que más ansiamos,
Es: Que Cristo triunfe ya.

Que triunfe tu Corazón
Y que triunfe la Verdad,
Que somos, Madre, tu pueblo,
Los hijos de tu heredad.

Madrid, 8.9.85 Miryam.


LA DESPRECIADA VIRTUD

Que bella es aquella rosa,
Decía una margarita;
Mas la rosa era orgullosa
Y al oírla presumía.

Con elegancia malsana,
Paseándose altanera,
Y en un lago se miraba,
Diciéndoles con soberbia .

Ved que hermosa es mi figura,
Ved que corola tan bella,
De mi perfume, se dice:
Que deleita y embelesa.

Me cortan para lucirme
Hasta las mismas princesas;
Los caballeros me ofrecen,
Con amor a sus doncellas.

Las mujeres que me lucen,
Se les toma como bellas,
Elegantes sus modales
Cuando en mis manos me llevan.

También los grandes del arte,
Me llevan en sus pecheras,
Me prenden en sus cabellos
Para lucirme en sus fiestas.

En los más grandes salones,
Y siempre en todas sus fiestas,
Allí mis galas se lucen
Con la más alta nobleza.

Me huelen, y entre sus manos,
Quieren llevarse mi esencia,
Porque el aroma que exhalo
Envidia da a las doncellas.

Así seguía ella hablando
Llenándose de soberbia,
Sin darse cuenta que todo
El Creador se lo diera.

Mas la pobre margarita
Se sentía tan pequeña,
Acomplejada y muy triste,
Ocultose entre unas hierbas.

Pero llegó un vendaval,
Que ella importancia no diera;
La ha arrancado de su tallo
Y ha arrastrado en la maleza.

La despojó de sus hojas,
De su corona de reina,
Sólo dejó sus espinas
Que siempre ocultaba, necia..

Así a quienes se ensalzan,
Su cólera Dios les muestra,
Para hacer ver que desnudos,
A todos trajo a la tierra.

A todas las almas ruines
Que reconocer no quieran,
Les invito a meditar
Lo de esta rosa altanera.

Madrid, 15.5.79 Miryam.


¿VIVIR EN EL ERROR?

Puede el alma tropezar,
Y, sin saber, tropezando
Va por el camino errando,
Sin los tropiezos quitar.

¿Cómo el alma puede ver?,
Y los tropiezos quitar,
Cuando va su caminar,
Por donde va su saber?

Si de tropiezo en tropiezo
Va sin corregir errores,
¿Podrá recibir favores,
Aún estando en sus comienzos,
Sino hay penas, ni dolores?

Mas, cuando el alma los ve,
Y ella no los va quitando,
Va por el camino errando,
Como el ciego que no ve.

Los errores en la vida
Se pagan caros, Señor,
Dame tu clara visión
Para combatir errores,
Y vivir de puro amor.

15.4.92 Miryam.


VIVIR DE ESPERANZA

Como vaso vacío
Que espera ser lleno.
Como hambriento
Que espera poderse saciar.
Como los pajarillos
Esperan la aurora,
Así espera mi alma
Cuando Túno estás-

Si me falta tu amor,
Yo no me siento nada.
Si me falta el amor,
Nada soy.

Como oscura es la noche
Que no tiene luna.
Como quedan los días
Cuando el sol se va.
Como aquella barquilla
Que ha perdido el rumbo,
Así queda mi alma
Cuando Tú te vas.

Si me falta tu amor ...

Como pájaro herido
Suspenso en el aire,
Si desciende no puede
Volverse a elevar.
Suspendida mi alma
Se queda al no hallarte,
Es en Ti en quien desea
Poder estribar.

Si me falta tu amor ...

Como ciervo cansado
Desea la sombra.
Como un jornalero
Espera su pan.
Como un río sin cauce
Anhela la corriente,
Así anhela mi alma
Volverte a encontrar.

Si me falta tu amor ...

Como el fin del camino
Espera el caminante.
Como enfermo que quiere
Poderse sanar.
Como espera mi Ángel
Ponerme en "tus brazos",
Así espera mi alma,
En tus atrios morar.

Si me falta tu amor ...

Como ciervo sediento
Busca las corrientes.
Como pueblo sin agua
Busca el manantial,
Así anhela mi alma,
Beber de esa Fuente,
De esas aguas que
Saltan a la eternidad.

31.3.92 Miryam.


CON UN AMOR LASTIMERO

Si el alma se ve morir,
Y se ve morir de amor,
Y no acaba de morir,
Se queja de estar aquí,
Tan larga vida, Señor.

No puede perseverar
En esta vida de carne,
Sino hay espiritualidad,
Que es la auténtica verdad,
Para gozar en Dios Padre.

Si en Dios está nuestra vida,
Nuestro movimiento y ser,
Dios que todo lo hizo bien,
Mi vida no será fácil,
Sino vivo para Él.

Lástima, Señor, me da
Por vivir mi vida ya,
Quisiera que mi partida
No se demorara más.

Con tanta fragilidad,
Y un amor tan lastimero,
Morir por Ti, es lo que quiero,
Para vivir más allá,
Amor más dulce y sereno.

No será amarga mi muerte,
Cuando muero por amor,
Si es mi dolencia mayor,
Mi gozo después es verte.

8.4.92 Miryam


¿QUÉ PUEDO DECIROS YO?

Sólo puedo decir yo,
Que los placeres del mundo,
Impiden el puro amor,
Y la más clara visión,
Y hasta el gozo más profundo.

Para gozar de tu Amor,
Y poder en Vos meternos,
Sin hacer más comentario,
He de sacar, al contrario,
Que está dentro del sujeto.

Si está mi espíritu lleno
De los placeres del mundo,
¿Cómo puede a Vos meteros,
Sino pueden dos contrarios,
Darse dentro de un sujeto?

Así, vacía del mundo,
Y de todos los placeres,
Estar a mi Dios gozando,
Estar con Dios complaciente,
Y estar a mi Dios amando.

Lo temporal o sensual,
El asimiento a las cosas,
¿Esto hace el alma dichosa,
Si pierde lo celestial,
Por gozarse en otras cosas?

Si cristalina es la Fuente,
Donde mi alma se mira,
Quiero que esta Fuente llene
Las cavidades que tiene,
Mi pobre alma vacía.

Cuanto más me acerco a Vos,
Aún más a oscuras me siento,
Y queriendo ver no veo,
Pues me impide Tu visión
Y el pleno conocimiento.

Que por ser tu Luz tan pura,
Más grandes son mis tinieblas,
¡Me veo en tanta miseria,
Y no puedo acercarme a Vos,
Aunque mi alma lo desea!.

Para llegar a la unión
Del Padre y del Hijo amado,
Antes he de beber yo
En el "Cáliz del Amor",
Que es el Espíritu Santo

Una vez que haya bebido
En el "Cáliz del Amor"
Y mi pecho esté encendido,
Vendrá a buscarme el Señor,
Como lo hace el ciervo herido.

Al meditar estas cosas,
Toda mi alma se inflama,
Y hace crecer esa llama,
Que me hace tan dichosa,
El llegar a ser su amada.

Con ese fuego de amor,
Estando los dos heridos,
Uno en el otro entraremos
Y allí los dos gustaremos,
Ese bálsamo divino.

15.4.92 Miryam.


GOZO POR VERTE, SEÑOR

No quiero emplear, Señor,
Mis ojos en otra cosa,
Si al miraros soy dichosa,
Con dicha de Vos, mi Amor.

Delante de Ti, Señor,
Se me ponen tantas cosas,
Que me fatigan y enojan,
Pues impiden tu visión.

Que gozo va a ser el mío,
Si me siento en las tinieblas,
Tú, que eres la Luz del cielo,
Deja que mis ojos vean.

Deseando, pues mi alma,
Que penando va por Vos,
Ver a tan grande Señor,
Y ver colmadas mis ansias.

Será para mí un deleite,
Sentir pronto tu presencia,
¿No sabes que mi dolencia
Sólo se calma con verte?

Si faltase tu presencia
Del alma mía, Señor,
Mi llaga sería de amor,
Hasta que mi Amor volviera.

Si he de vivir con tu ausencia,
Tan larga vida, Señor,
Prefiero morir de amor
Al contemplar tu presencia.

6.4.92 Miryam


VIDA A TRAVÉS DE LA FE

Vivir la vida de Dios
Quisiera ya en esta vida,
Un dulce encuentro con Vos,
Es lo que mi alma codicia.

Vacía mi alma siento,
Y en grandísimas tinieblas,
Fuego que purga y que quema,
El fuego que llevo dentro.

Señor, quiere esto decir,
Cuando esto siento, mi Amor,
Si estás muy lejos de mí
O estás más cerca, Señor.

Infundidas las verdades,
La fe las deja en el alma,
Era esto lo imperfecto,
Lo que San Pablo explicaba.

Cuando llegue lo perfecto,
La fe aquí se retiraba,
Y quedará al descubierto,
Dios, en su plena sustancia.

¡Oh!, fe clara, pura y fuerte,
Limpia de formas y errores,
Eres la única fuente,
Que mana al alma favores.

Jesús habló de esta fuente,
Que sus aguas saltarían,
Los que en Él fueran creyentes
A lo eterno llegarían.

Cubierta nos trae la fe,
La clara visión de Dios,
Si se desnuda esta fe,
Su rostro podremos ver,
Aún más radiante que el sol

2.4.92 Mi ryam.


SÓLO EN TI QUIERO VIVIR

Tú, Jesús, me enamoraste,
Sólo en Ti quiero vivir,
Yo, de amor, creí morir,
Cuando Tú a mí me llamaste.

Ven, buen Jesús, a mi alma,
Quiero que Tú en ella mores.
Ven a gustar mis amores,
Para que yo viva en calma.

Yo apoyaré mi cabeza
Sobre tu costado abierto
Que está, mi pecho sediento,
De beber de tu pureza.

Ven aunque siempre caminas,
Dentro de un haz de luz,
También traerás la cruz,
Flagelos, clavos y espinas.

Siempre fuiste para mí
Camino, Vida y Verdad,
Ésta es la gran realidad,
Que quiero grabar en mí.

Caminar por tu Camino,
Con la vida caminando,
¿Cómo será, dónde y cuándo?
Donde halle yo el destino.

Tenerte como Verdad,
Porque la Verdad no miente,
Esto tengo yo presente,
Como mi gran realidad.

Sabiendo que eres la Vida,
Quiero esta Vida vivir,
Aunque sé que he de sufrir
A lo largo de mi vida.

Ven, mas si traes los dolores,
Recorreré este camino,
Todo cubierto de espino,
Que transformarás Tú en flores.

Deseo sufrir yo aquí,
Para darte más contento,
Pues sé que en el sufrimiento,
Estoy más cerca de Ti.

Quiero que sea la Pasión
Compañera en mi camino,
Sabré así que mi destino
Será la Resurrección.

24.2.92 Miryam


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