Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 263

 

Olexandra Bortnyk cura de cáncer.

Una joven cura de la vista, un joven cura de parálisis.

 

Michael y Helen Rozeluk rezan por una niña. Helen pone la medalla en su frente, Michael da a besar la medalla Besada por la Santísima Virgen.

 

 

Helen Rozeluk:

Durante estas apariciones de Garabandal, la Bendita Madre insistió, con mucho énfasis, en la importancia de rezar por los sacerdotes, el santo rosario diario, la confesión frecuente, la Comunión diaria, llevar el escapulario, pero lo más importante: llevar una buena Vida Cristiana. Solamente así podemos evitar el castigo de Dios para el mundo.

Cuando Nuestra Señora apareció con el Niño Jesús, las niñas jugaban con él dándole pequeñas piedras. Madre María tomó estas piedras y las besó, pero dijo que prefería besar objetos religiosos. La gente respondió trayendo rosarios, medallas, estampas, misales. Madre María los besó y fueron devueltos a sus dueños.

Ella prometió que, por su Beso, Su Hijo haría milagros. Y esto es lo que ha sucedido y continúa sucediendo. Ha sido por medio de la medalla besada por Ella que mi esposo Michael fue curado milagrosamente el Domingo de Pascua de 1994.

 

Olexandra Bortnyk cura de cáncer.
 

 

Olexandra Bortnyk cura de cáncer.

Hace pocos años, lo médicos me dieron un difícil diagnóstico: cáncer. La enfermedad era progresiva e incurable. Más adelante se me hizo difícil caminar sin ayuda.

Después de las Oraciones de Sanación en la villa de Radcha, después que el Dr. Michael rezó por mí y puso la medalla sobre mí, caí al suelo, tan suavemente como si fuese sobre nubes. Sentí su Oración en mi alma. Para venir a las Oraciones de Sanación subí las escaleras del campanario con la ayuda de Luba Shyptur.

De vuelta, ya podía bajar las escaleras por mí misma, sin la ayuda de nadie. Créanme, al tercer día de las Oraciones de Michael y Helen, me sentí espiritualmente mucho mejor y físicamente ya era capaz de ir por comida al mercado por mi misma. Vine con gran fe en que todo me iría bien en el futuro. Comprendí que se debe llegar a esto por medio de la penitencia y la oración.

 

Una joven curada de la vista: Yo no podía ver de un ojo desde mi niñez. Ahora puedo ver y quiero dar gracias a la Madre de Dios por curarme.

 

Un joven muchacho: Yo no podía levantar el brazo izquierdo. El brazo estaba paralizado en una posición. ¡Ahora yo puedo moverlo!. Y lo levanta en alto con una pasmosa facilidad que todos vieron.

 

¡Alabado sea Dios!

 

 

A. M. D. G.

 


 

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