Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 146

 

José Lomangino, Daniel Fernández y Francisco
Javier Gallego Villa sanarán el día del Milagro.

 

Los enfermos que vengan sanarán
y los pecadores se convertirán.

 

 

El día del Milagro, todos los enfermos que estén presentes en Garabandal sanarán. Hay tres personas que la Santísima Virgen dijo que sanarán el día del Milagro, es decir estarán presentes ese día en Garabandal; sus nombres son:

José Lomangino, Daniel Fernández y Francisco Javier Gallego Villa.

José Lomangino, Joey, quedó ciego por el reventón de un neumático de camión; como consecuencia de la explosión tuvo un hundimiento del frontal con fractura del mismo y el vaciamiento de las dos órbitas. También le quedaron rotos los nervios ópticos y los del olfato.

Esto sucedió en junio de 1947. Después de un largo tiempo en coma recobró la conciencia el día de la festividad de la Santísima Virgen del Carmen.

Durante su estancia en Garabandal le habló a Conchita de su deseo de fundar un hogar para los afligidos abandonados, un proyecto que concibió por haber participado en repetidas peregrinaciones con enfermos al santuario de Santa Ana de Beaupré, en Canadá.

Conchita le dijo que hablaría de él a la Virgen. Ese mismo día, 18 de marzo de 1964, Joey se marchó a su casa en Nueva York. Dos semanas después recibió en su casa en Lindenhurst esta carta de Conchita:

Día de San José, 1964.

Querido Joey,

Dos líneas para decirte el mensaje que me dio hoy la Virgen en los pinos para ti.

Me dijo que la voz que oíste era la de Ella y que volverás a ver el día del Milagro. También me dijo que el Hogar de Caridad que fundarás en Nueva York dará gran gloria a Dios.

Conchita González.

El Hogar de Caridad, piensa Joey que se refiere al Centro Garabandal de Nueva York porque "todo lo que hacemos allí es para Gloria de Dios".

 

La segunda persona que ese día curará es Daniel Fernández.

Daniel padece de una parálisis infantil, sin curación posible a no ser por una intervención Divina.

La tercera persona que ese día curará es Francisco Javier Gallego Villa.

Padece, de nacimiento, una Ptosis Palpebral que después de varias operaciones efectuadas por los doctores Vilar Sancho y Zaragoza, sigue en el mismo estado de incurable por la ciencia médica.

Conchita dijo de Javier que:

«La Virgen me ha dicho que le curará el día del Gran Milagro».

Hablando de Javier y de Daniel dijo:

«Seguro, seguro, se curarán en este día».

porque así se lo había dicho la Virgen.

 

María Josefa Villa, madre de Javier, explica como sucedió:

La curación de mi hijo Javier fue una profecía que hicieron Conchita y Loli, que fue verdad que la Virgen se lo anunció y que se cumplirá en su fecha.

Cuando mi hijo Javier tenía cuatro meses lo llevé a Garabandal acostado en su serón. Una vez allí, rogué a las niñas que pidieran por él a la Santísima Virgen. Yo me encontraba esa noche en casa de Mari Loli, la pregunté si iba a tener aparición y me contestó que sí pero que no sabía la hora.

Yo estaba sentada en su cocina con mi hijo, su madre, Julia, Loli y alguna otra persona. Un poco más afuera había más gente que, como yo, esperaban el éxtasis.

Sobre las 12 de la noche, Loli tuvo la visión. Un rato antes, hablando con ella, la pedí que si esa noche veía a la Virgen que le dijera que curase a mi hijo.

Sobre la hora antes citada llegó el éxtasis y Loli, durante el mismo, se dirigió al serón, cogió a mi hijo, lo elevó hacia el cielo y se la escuchó cómo decía a la Virgen:

-- ¡Cura al nene!.

Después lo colocó de nuevo en su serón, y al concluir el éxtasis, le hice varias preguntas, y ella me respondió:

-- La Virgen lo curará y Conchita también ha pedido esta noche por él.

Entonces me dirigí a casa de Conchita, pude hablar con ella, y me dijo:

-- He pedido esta noche a la Virgen por tu nene y ya tengo su contestación, pero hoy no te lo diré, vete a tu casa y recibirás una carta mía, y en ella te lo contaré todo.

Me dio la impresión de que quería decirlo por escrito, porque de esa forma quedaría constancia de lo que me iba a comunicar. Me vine para mi casa y a los cinco días recibí su carta en la que, entre otras cosas, me decía lo siguiente:

-- La Virgen me dijo que a tu nene se le abrirán los ojos del todo ese día, así que mira qué bien.

Al leer su carta me dirigí a Garabandal para hablar con ella y ver si podía ampliarme algo sobre su conversación con la Virgen, y me dijo:

-- La Virgen me ha dicho que el día del Gran Milagro, se curará de todo.

Entonces yo le hice la siguiente consideración:

-- ¿Y si ese día no podemos llegar al pueblo, pues al anunciarlo tú al mundo entero, habrá tanta gente que será imposible subir?.

Me contestó:

-- Si dan las 8:30 y vosotros estáis en el camino, te paras, miras al Cielo, verás el Milagro; cuando éste termine y mires a tu hijo lo verás con unos ojos así.

Me hizo una figura con los dedos índice y gordo de la mano derecha; dándome a entender unos ojos grandes y sanos. Esta carta a la que aludo, que por supuesto conservo, está escrita y firmada por Conchita y es de fecha de 4 de Diciembre de 1961.

 

A. M. D. G.

 


 

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