Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal
Capítulo 160
Dr. Jerónimo Domínguez.
Mi primera subida a Garabandal y encuentro con las Apariciones.
El Dr. Domínguez bendice a Conchita, en su hogar, momentos antes de salir para su Boda con Patrick Keena, en la Iglesia de la Esperanza, en Manhattan, New York.
El Doctor Jerónimo Domínguez nació en Pinilla de Toro, Zamora, España, en 1935, vive en New York desde 1961. Casado con Gladys Meza de Costa Rica y con dos hijos, Jerome y Frank.
Es Doctor en Medicina y Cirugía, graduado en Salamanca en 1959. Ha trabajado en varios hospitales de New York desde 1961 y en su Clínica de medicina interna tuvo como enfermera a Conchita durante tres años.
Dice el Doctor Domínguez:
Nunca había tenido gran interés por las Apariciones, aunque las aceptaba, admiraba y honraba, pero me parecía que tenía más que suficiente con recibir a Jesús en mi corazón cada día en la Eucaristía.
Viví en Salamanca por 16 años, y nunca ni siquiera se me ocurrió ir a Alba de Tormes, a ver el corazón incorrupto de Santa Teresa, que queda a unos 10 minutos de Salamanca, ni a Fátima que está también cerca de Salamanca, ni a Zaragoza, ni a Lourdes, ¡a ninguna! ¡nunca, ni pasó por mi imaginación!. Yo sabía que muchos iban a Fátima, a Lourdes, ¡que Dios los bendiga!, era mi única actitud.
Ahora he cambiado mucho de opinión: Cuantos más cariños le de a uno el Señor, ¡mejor!, más oportunidad de vivir continuamente en el Amor.
Mi interés comenzó hace años, cuando mi Suegra, Herminia Meza, llevó a casa un folleto donde se hablaba de unas Apariciones en Garabandal, España, en las que se anunciaba un "Gran Milagro" donde, entre otras cosas, Joe Lomangino iba a ser curado de su ceguera.
Joe vive en Long Island, cerca de Nueva York, y de joven le estalló una llanta en la cara que lo quedó sin globos oculares. Para mí, como médico, me llamó la atención. Llamé a Joe y le dije que deseaba hacerle una foto, para compararla luego después de que se sanase.
Joe me contestó muy cordial, diciéndome que podría ir cuando quisiera. Fui a Lindenhurst a los 3 días, y le saqué una foto con mi esposa, que tiene unos ojos grandes, así es que contrasta muy bien con la cara de Joe sin ojos.
Desde entonces he sido un buen amigo de Joe, una persona abierta, muy cordial y trabajadora. Sin ojos, hace un trabajo inmenso en la viñas del Señor.
Foto: P. Ramón Andréu, Joe Lomangino, Dr. Jerónimo Domínguez y Miguel González hermano de Conchita.
Había una conferencia sobre Apariciones por el Padre Ramón Andreu, que según decían era un experto, ¡y de verdad que lo es!, pero yo no estaba interesado.
Estuve en la conferencia cinco minutos, y me salí a la puerta donde me encontré con Miguel, el hermano de Conchita de Garabandal. Y con Miguel estuve charlando por una hora, mientras mi esposa atendía la conferencia del Padre Ramón Andreu.
Por cierto, Miguel me resultó agradable, sencillo, muy normal, y me contó muchos detalles impresionantes de las Apariciones en Garabandal, que él las había vivido cuidando a Conchita, su hermana menor, en las Apariciones que tuvo por 5 años. Total, que la conferencia me la dio Miguel sin yo querer ni buscarlo, ¡por la gracia de Dios!. Miguel y yo somos muy buenos amigos desde entonces.
En Garabandal:
Mi esposa estaba muy interesada en ir a Garabandal, en Santander, España. A mi no me interesaba, pero, como me gusta viajar, a los dos meses fuimos a Salamanca a pasar las Navidades con mis padres, dejamos con ellos los hijos, y nos fuimos Gladys y yo a Garabandal.
La ida a Garabandal fue una aventura, porque es un pueblecito metido entre las montañas, no tenía carretera, solo un caminito, y había más de un metro de nieve. El coche que nos subió se paró muchas veces, en una de ellas ya no podía salir del precipicio en que se había metido, ¡y gracias a Dios que no caímos rodando por la montaña!.
Gladys y yo nos salimos como pudimos del coche, y subimos andando unos 300 metros hasta que comenzamos a oir los aullidos de los lobos, y a verlos, ¡así es que otra vez para el coche!.
Finalmente, apareció por el caminito una camioneta destartalada, pero que agarraba bien en la nieve, le atamos unas sogas a nuestro coche, y nos sacó del atolladero y finalmente, ¡aquí estamos, Garabandal!.
En Garabandal, nos acomodamos en la casa de Serafín, hermano de Conchita. El y su esposa, Paquita, son muy afables, y de nuevo me impresionó los detalles que me daban de las Apariciones, así como lo que me contaron la gente sencilla del pueblo, los familiares de Jacinta y Mari Loli.
Entre otros, me decía Serafín que estaban cenando, y de repente, Conchita sentía una llamada especial, y a la tercera salía veloz, y el detrás, y cuando llegaba al lugar, ¡allí estaban también las otras 3 niñas, Jacinta, Mari Loli y Mari Cruz!.
Y esto ocurrió muchas veces, sin que nadie las viera, en el día, a las 3 de la noche, otros me decían cómo habían visto a las niñas andar en el aire, pasando por un riachuelo o darle un anillo, sin ver, a su dueño, después de que lo había besado la Virgen, y cogido entre un montón de docenas de objetos; recuerdo una anciana sencilla que me decía, ¡que venga el Obispo y me explique eso!.
En Nueva York:
Conchita estuvo trabajando en mi Oficina Médica por 3 años. Se graduó como "Enfermera Práctica" y como "Enfermera para Niños". En nuestra casa vivió hasta que se casó, unos 3 años. Cada mañana iba a Misa.
Regresamos a Garabandal con Conchita donde pasamos las Navidades. Allí estuve con mi esposa, Gladys, mis dos hijos y mis padres. Unas de las Navidades más bellas de mi vida. Conchita y yo le cantamos a nuestras dos madres la canción "Mi Madre".
Desde entonces, cada vez he estado más interesado en las Apariciones. He visitado Garabandal, Fátima, Lourdes, Guadalupe varias veces, el Corazón de Jesús en Paray le Monial (Francia), la Medalla Milagrosa en París, el Escapulario en Londres, Chestochova en Polonia, Luján en Argentina, la Virgen de los Ángeles en Costa Rica, Betania en Venezuela, el Pozo y la Montaña Santa en Puerto Rico, Altagracia en Santo Domingo, varios otros en Francia, Italia, España, Rusia, Israel, Egipto, China, India, África, Australia, Centro y Sudamérica, aquí en USA y Canadá, y hasta en Japón.
Si usted puede, visite algún Santuario, son sitios especiales elegidos por el Señor o la Virgen para darnos cariños e insistir en algún mensaje bíblico específico para nuestros días, de carácter local, nacional o mundial; ¡usted puede recibir el cariño o mensaje suyo especial!
Yo me atengo a lo que dice el Papa Urbano VIII en cuanto a las Apariciones o Revelaciones Privadas:
"En cuanto a las Revelaciones Privadas, es mejor creer que no creer en ellas; porque si crees, y resultan ser verdaderas, te sentirás feliz de que creíste, porque nuestra Santa Madre lo pidió; y si resultan ser falsas, tu recibes todas las bendiciones como si fueran verdaderas, porque creíste que eran verdad" (Papa Urbano VIII, 1623-44).
Por supuesto, trate ante todo de leer los Mensajes del Papa, de su Obispo, y de su Párroco, esos ¡seguro! que están aprobados por la Iglesia.
En casi todas Apariciones la Virgen insiste en que recemos el Rosario por la paz en la familia y en el mundo, y que nos enamoremos de la Eucaristía y de la Iglesia.
En Lourdes se apareció con el Rosario en las manos, y en Fátima como la "Virgen del Rosario". En las apariciones de Jesús, siempre insiste en su "Misericordia", tanto en Francia a Santa Margarita María de Alacoque, como en Polonia a Santa Faustina.
Hay Apariciones con mensajes locales, nacionales o mundiales. Las de Garabandal, por ejemplo, tienen un mensaje mundial impresionante: El "Aviso", que lo sentirá y verá cada persona que vive en la tierra.
A. M. D. G.