Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal
Capítulo 198
Con el triunfo de San Miguel volverá la Paz.
El difícil ascenso de San Miguel hacia los Pinos.
Aquí, en la Calleja, hay "un trocito de Cielo", expresión subrayada por Conchita en su diario, llamado también el "cuadro", una lugar de la calleja señalado actualmente con esta imagen de la Virgen del Carmen. Hasta aquí, el Arcángel San Miguel trajo a las niñas desde un poco más abajo de la calleja debido a que, al principio, estando las niñas solas, unos críos les tiraban piedras.
En este lugar vio Jacinta, sobre una nubecilla blanca, al Sagrado Corazón de Jesús. Le señalaba con una mano a su Corazón mientras le decía con la otra que se acercase. Le impresionó mucho por su mirada y su infinito amor.
La Santísima Virgen se apareció a las niñas el 2 de julio de 1961 acompañada de dos ángeles que parecían mellizos, eran San Miguel y San Gabriel.
Un ojo, muy resplandeciente, iluminaba todo. Es una teofanía de Dios todo poderoso, que todo lo ve. Indica que Dios inicia el curso de los sucesos finales de la historia humana. Las Apariciones de Garabandal son un conjunto impresionante de sucesos obrados por Dios por medio de su Santísima Madre y de sus Ángeles, con la decidida actuación de San Miguel.
Aquí se apareció San Miguel Arcángel por primera vez, enviado por Dios para una de las mayores misiones de la historia. San Miguel llevó a las niñas desde aquí a un poco más arriba del recodo, en la parte superior de la foto, donde está el cuadro de la primera aparición de la Virgen.
Esto sucedió en los primeros días. Dice Conchita en su diario:
Cuando llegamos a la calleja nos pusimos a rezar y la gente y los niños y niñas que nos veían ir allá iban a echarnos. Los niños que nos veían, escondidos entre unas tierras que tenían maíz, nos tiraban con piedras a nosotras y nosotras nos mirábamos unas a otras y decíamos:
-- ¿Cómo nos tiráis piedras?.
Nosotras les decíamos que no tiraran piedras y ellos se reían de nosotras y nos volvían a tirar.
Cuando ya vino la gente, a partir del tercer día, el entusiasmo fue en aumento y el día de la venida de la Santísima Virgen, el entusiasmo era tan grande que la gente besaba a las niñas después de la aparición y se pusieron unos travesaños de madera a modo de "cuadro" para proteger a las niñas de las avalanchas de gente. Desde entonces se llamó a este sitio "el cuadro".
El Arcángel San Miguel no habló al principio, se entendía con las niñas por sus gestos. Sus Primeras palabras fueron para hablar de la Santísima Virgen. El día 1 de julio de 1961 les dijo:
-- Vengo para anunciaros que mañana se os aparecerá la Virgen María bajo la advocación del Carmen.
Este es el lugar del recinto de la Capilla, donde un día vino don Valentín Marichalar, el párroco de Garabandal durante las apariciones, y sin siquiera pedírselo hizo una ferviente defensa de la Apariciones. Un testigo que estaba sentado en este precioso monumento fue testigo de sus palabras.
Aquí, la Virgen de Garabandal, en lo alto del monumento, una campana a modo de llamada para el mundo, nos muestra el camino a seguir: "antes tenéis que ser muy buenos", es decir, cumplir los Mandamientos, señalados del I al X, y la urgencia con que vino: "Se fue presurosa a la montaña" y todo por Voluntad de Dios: "He aquí la esclava del Señor". Ella quiere llevarnos a todos a Jesús.
Todo este conjunto de inscripciones del monumento, incluidos los dos principales mensajes, hacen de este sitio un lugar inspirado, de belleza única.
También en este lugar, San Miguel tuvo que "pelear" para llegar hasta aquí y quedarse en la Capilla de San Miguel. Tan grande fue la lucha, que su autor, Francisco Sánchez Ventura, quiso llevarse la Capilla a otro lugar, ya que es desmontable.
Pero cuando D. Francisco quiso llevarse la Capilla de San Miguel, el señor obispo D. Juan Antonio del Val ya había cambiado completamente de opinión y le pidió a D. Francisco que no se llevase la Capilla "porque le constaba que estaba haciendo muchísimo bien".
Finalmente llegamos a los Pinos, lugar muy señalado, a donde también llegará de nuevo San Miguel, después del Milagro, a una Capilla que se construirá en su honor, como lo pidió la Santísima Virgen
Este lugar es un lugar santo, muy querido de Dios, como dijo la Santísima Virgen. Aquí se nota la presencia de la Bendita Madre y es donde quedará la Señal. El Milagro y la Señal vienen para convertir el mundo entero.
Este es el único sitio donde pidió la Santísima Virgen que se construya la Capilla. Mientras tanto y como precursora, está un poco más abajo la Capilla de San Miguel en la "Campuca".
Dice el Profeta Daniel:
"En aquellos días se levantará Miguel, el gran Arcángel que se ocupa de tu pueblo. Serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que existen las naciones. Entonces tu pueblo podrá salvarse."
En el Apocalipsis, 12:7-10, se lee:
Hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Dentro de la Iglesia, de modo similar a lo dicho, San Miguel tuvo un recorrido muy significativo. En lo alto del retablo, donde ahora está el gran santo español, San Ramón Nonato, estaba antes San Miguel Arcángel, en lo más alto del retablo. Desde allí fue trasladado, durante la guerra, al pórtico exterior de la iglesia y fue quemado.
En esta foto vemos una nueva imagen de San Miguel, muy venerada, en el presbiterio, junto a la imagen del Corazón Inmaculado de María, a la derecha del altar. Más adelante habría de ir a la Sacristía y luego, al último lugar de la iglesia en la esquina de atrás. Todo ello coincidió con las dudas y negaciones y el fin de las Apariciones y esto no fue una casualidad.
Nuevamente está volviendo a su lugar y ya está de nuevo a la entrada de la Iglesia, junto al altar de la Virgen del Rosario. No dudamos que volverá a lo mas alto del retablo y altar principal, donde estaba desde antiguo, y desde donde custodió la Fe de los habitantes de Garabandal y la Fe de toda la Iglesia.
Cuando más lo necesitaba la Iglesia, todavía en tiempo de las Apariciones de Garabandal, fue quitada de la Santa Misa la Oración del papa León XIII, con la que San Miguel protegía a la Iglesia.
El 13 de Octubre de 1884, el Papa León XIII había finalizado la celebración de una Misa en unas de las capillas privadas del Vaticano. Parado ante el pie del altar, de repente se tornó pálido y cayó al suelo, aparentemente víctima de una apoplejía o un ataque al corazón. Sin embargo, ninguna dolencia fue la causa de este ataque. Era una visión del futuro de la Iglesia que él tanto amaba. Después de algunos minutos, sumido en lo que parecía un estado de coma, el revivió y les dijo a todos los que estaban a su alrededor: "¡Oh, que horrible visión se me ha permitido ver!"
Lo que el Papa León XIII vio era un periodo de mas de cien años cuando el poder de Satanás alcanzaría su cenit. Este periodo incluía el siglo veinte y parte del siguiente, el actual. León XIII quedó tan afectado por la visión de la destrucción de los valores morales y espirituales, ambos dentro y fuera de la Iglesia, que compuso una oración para que se diga al final de cada Misa celebrada en cualquier Iglesia Católica. Esta Oración a San Miguel Arcángel era dicha continuamente hasta que la Misa fue reestructurada. La oración es como sigue:
«San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla ; sé nuestra defensa contra las maldades y trampas del demonio. Que Dios lo reprenda, humildemente rogamos ; y tu también, oh Príncipe de la Milicia Celestial, por el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a los otros espíritus malignos quienes rondan por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.»
San Miguel es el Ángel de la PAZ y cuando se retira vienen las grandes calamidades. De nuevo se volverá a invocar a San Miguel Arcángel, que nos perdonará este extravío, y volverá triunfante para traernos la verdadera PAZ que nos viene del Cielo y para que, por fin, se haga en la tierra la Voluntad de Dios, tal como lo pedimos a Dios Padre en el Padre Nuestro:
«
Hágase Tu Voluntad en la Tierra como en el Cielo.»La Santísima Virgen dijo en Garabandal que su Hijo Jesús vuelve de nuevo, NO para juzgar al mundo sino para que nos salvemos por Él. Jesús trae consigo un Reino de PAZ y felicidad como nunca antes se ha conocido porque es el que pedimos en el Padre Nuestro cuando decimos "Venga a nosotros Tu Reino". Por primera vez volveremos a vivir con Jesús el verdadero Paraíso en la Tierra, un tiempo precursor de lo que será el FIN como lo dice el Apocalipsis 21,3-7:
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo:
He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
A. M. D. G.