Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal
Capítulo 235
Curación milagrosa en la India.
Dilip cura tras un accidente de automóvil.
Por el Beso que he dado, mi Hijo hará prodigios.
Curación en la India.
30 de Diciembre de 1988.
Dilip cura milagrosamente tras un accidente.
Relato de la Hermana Rosita Gómez:
Salía de mi trabajo cuando al acercarme a la terminal de autobús de Hill Road, me di cuenta que un coche Fiat blanco entró por una dirección prohibida y atropelló a un hombre. Le vi saltar por los aires y rodar calle abajo.
El coche paró. Dos hombres le recogieron, lo llevaron al auto y salieron, seguramente al Hospital Bhabha en Bandra. Fui a informar a las Hermanas encargadas de la Basílica de Nuestra Señora.
A la mañana siguiente fui a la iglesia sobre 4:30 de la mañana como de costumbre. Sobre las 5:15, el vigilante nocturno vino a abrir las ventanas del coro donde yo estaba rezando. Cuando se acercó más para abrir las ventanas de atrás, me di cuenta que este hombre era el que había visto en el accidente del día anterior.
Le pregunté cómo se encontraba. Me dijo:
-- No me encuentro bien. Tengo fuertes dolores, Hermana, me dijo en idioma Hindú.
Su cara tenía un aspecto horrible, por los golpes y heridas en el rostro y cabeza. Le pregunté:
-- ¿qué vas a hacer?
Me dijo:
-- Tengo que ir al Hospital King Edward a las once de la mañana para un examen por rayos X.
Le dije:
-- Muy bien, pero si el doctor te dice de operar, infórmame primero. No te operes sin avisarme antes.
Así lo acordamos y yo continué rezando mientras él continuaba abriendo ventanas.
Yo tenía una medalla relicario que me envió el P. Benac S.J., el 29 de Diciembre de 1988, diciéndome:
-- La Bendita Madre te envía este regalo de Navidad.
Era un regalo de gran valor por su contenido: una medalla que al abrirse tenía por sus dos caras interiores una reliquia. Por un lado un trozo de misal besado por Nuestra Señora en Garabandal, por el otro, se ve en la foto, un fragmento del escapulario de los Hermanos de San Juan de Dios, besado por el Arcángel San Miguel. Fue precisamente al día siguiente de recibir la reliquia que sucedió el accidente.
Estaba en Oración en el coro cuando de repente oí una voz que me dice:
-- Hermana, teniendo mi reliquia ¿por qué no le tocas con ella?
Por un momento me quedé atónita al oir la Voz de la Virgen. Llamé al hombre y le pregunté su nombre. Entonces le dije:
-- Dilip, esta es una reliquia de Nuestra Señora, bésala, voy a tocar tu cabeza y tu cara con ella.
Después de una Oración le toqué con la reliquia y le dije que me contase lo que el doctor le dijera.
Al día siguiente, el 1 de Enero de 1989, estaba rezando en la Basílica y el vigilante vino a abrir las ventanas. Le dije:
-- Dilip, ¿cómo estás? ¿qué te dijo el doctor?
Con una gran sonrisa me dijo:
-- El doctor me preguntó: ¿a qué has venido?
Cuando Dilip salió de su casa para el Hospital, curó milagrosamente en el camino. Ahora me miraba completamente normal, sin rastro alguno de los golpes y heridas.
Nuestra Bendita Madre dio Su bendición a este joven Hindú. Él continua su trabajo de vigilante nocturno en la Basílica y es el primero en reconocer su curación milagrosa. Jesús nunca falla en hacer cualquier cosa que su Madre le pida.
Hermana Rosita Gómez.
Bandra, India.
A. M. D. G.