Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 253

 

Mi columna, rota por dos sitios, sanó completamente.

 

Por el Beso que he dado, mi Hijo hará prodigios.

 

 

El Beso de la Madre de Dios me curó.

Mi columna se rompió en dos sitios y mi cuello también.

Fue una gran catástrofe. Mi columna se rompió en dos sitios y mi cuello también. Hace doce años que un carro de hierba se volcó sobre mí.

Estuve largo tiempo en el hospital. Recé a Dios y a la Madre de Dios. Dios me ayudó pero, aún así, cuando el tiempo cambiaba o si hacía frío, tenía terribles dolores en la columna y en el cuello. Sentía una gran carga sobre mi espalda que me doblaba hacia abajo. Cuando esta gente vino, yo deseaba venir a ellos pero aunque esperaba en la fila y rezaba el rosario no pude llegar. Solamente besé la medalla que el Padre Zenovy tenía en su mano. Me fui a casa desolada. (Estaba preocupada de no haber podido besar las medallas de los Rozeluks, pero lo cierto es que la medalla del P. Zenovy fue besada por la Bendita Madre en Garabandal y todas estas medallas tienen el mismo Beso de la Madre de Dios).

Lloraba y me preguntaba por qué no pude besar las otras medallas. Pero el P. Zenovy (en la foto) me dijo más tarde que la Madre de Dios es buena y que Ella me ayudaría. Creí en sus palabras, en que de veras Ella me ayudaría.

El primer día no noté ninguna mejoría. A los seis días, el Sábado, desperté sin dolor, la cabeza, el cuello y la espalda todo bien, como si alguien me hubiese quitado todos mis dolores. Trabajé todo el día. El tiempo cambió y llovió y no tenía dolor. El Domingo por la mañana fui a la iglesia, estuve de pie toda la Santa Misa y recibí la Santa Comunión y no sentía ningún dolor. Me sentía con salud, espiritualmente y físicamente.

Primero de todo quiero dar gracias a Dios Nuestro Señor, a la Madre de Dios, a los Rozeluks y a ti también, Bohdan Shyptur, por traer a esta gente a Ucrania.

 

A. M. D. G.

 


 

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