Las Apariciones de la Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 37

 

P. Gerald Farrel, M.M. misionero en Korea.
La Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento.

Curación: Angela Bolcic.
Los Besos de Nuestra Señora sanan mis huesos.

 

La Virgen María con el Niño Jesús,
dibujo tradicional Coreano.

 

Padre Gerald Farrell, M.M. misionero en Korea.

Me enteré de Garabandal por el libro del P. Joseph Pelletier, Our Lady comes to Garabandal, Nuestra Señora viene a Garabandal. Mi residencia en casa Betania no estaba lejos de la casa del P. Pelletier en Worcester, Massachusetts. Le visité varias veces durante cuatro años, con otros sacerdotes, y aprendimos mucho sobre los sucesos de Garabandal que él mismo nos explicó. Me impresionaron mucho tanto los hechos como los Mensajes de Garabandal y he visitado el pueblo de las Apariciones.

Cuando casa Betania se trasladó a Hastings-on-Hudson, New York, me encontré con un laico, en un conferencia, que me dijo que iba a una Hora Santa por los Sacerdotes en casa de Conchita González Keena en Queens. Conchita es una de las cuatro videntes de las Apariciones de Garabandal. Este señor me dijo que si yo quería ir a la Hora Santa que con gusto me llevaría. Así lo hice y fui a casa de Conchita por primera vez el 18 de Junio de 1981. Era el 20 aniversario de la primera Aparición de San Miguel Arcángel en Garabandal.

He estado con Conchita muchas veces. Conchita vivía a unos 45 minutos en automovil desde Betania. Fui a su casa con frecuencia y llevé muchos otros sacerdotes conmigo. Casi todos los miembros de casa Betania fueron en una u otra ocasión. Ellos quedaron favorablemente impresionados por la fidelidad de la gente que venía a la Hora Santa y por la seriedad con que todo se hacía allí. También conocí a Mari Loli y su familia a la vuelta de un viaje a Garabandal en 1982. Las videntes me parecieron sencillas y humildes y me impresionaron favorablemente.

Conocí a Joey Lomangino por medio de un amigo, el P. Carl Hammer de Albuquerque, New Mexico. P. Carl tuvo a Joey Lomangino en su parroquia, hablando sobre las Apariciones de Garabandal, y por ello, cuando vino como huesped a casa Betania en 1981, fuimos juntos a visitar a Joey en su casa. Un año mas tarde peregriné con Joey a Guadalupe, Méjico, donde celebramos, en el Santuario de Guadalupe, el quinto aniversario de su boda y el veinticinco aniversario de mi ordenación sacerdotal.

Foto: Loli y Jacinta escuchan y hablan con la Virgen. El Padre Luis Andréu, a la izquierda, las escucha atentamente.

Hay varios hechos relacionados con Garabandal que son de destacar. Lo mas notable de todo es Nuestra Señora, su persona, su actitud maternal, su cercanía; vino a ser Madre en toda su dimensión. En Lourdes Ella estuvo en una gruta, en Fátima en el arbol de las Apariciones, y en Guadalupe en la cima de una colina, pero en Garabandal actúa como una madre en su casa y en el pueblo: camina con las niñas por las calles, visita la Iglesia, el cementerio, los pinos, las casas, y atrae hacia sí a sus hijos de modo muy maternal. Esta cercanía y este amor maternal es lo mas notable para mí.

El siguiente punto importante tiene que ver con mi apostolado para establecer la Adoración Perpetua en las parroquias de Korea. Es la insistencia de la Santísima Virgen María sobre la importancia de la Eucaristía y de las visitas al Santísimo Sacramento. El primer mensaje público dice "visitar al Santísimo con frecuencia" y en el segundo mensaje es alarmante el hecho de que "cada vez se le da menos importancia al Santísimo Sacramento". Es muy notable el hecho de que San Miguel Arcángel diese la Comunión a las niñas cuando no había Sacerdotes en el pueblo y confirmar esto con el prodigio Eucarístico de la Hostia Visible.

Las profecias de Garabandal nos dicen que Dios, por su infinita Misericordia, va a dar una oportunidad de conversión a todos los hombres. El Aviso es el primero de los sucesos con que Dios quiere nuestro sincero arrepentimiento. Durante este acontecimiento, todos, creyentes y no creyentes verán cómo están sus vidas ante Dios y se nos dará la oportunidad de arrepentirnos de nuestros pecados. Es un acontecimiento único en la historia de la humanidad. Dios es un Padre lleno de Amor y Misericordia que busca con amor nuestro arrepentimiento.

El segundo suceso es el Milagro. Este atraerá a la humanidad hacia el Evangelio y a su verdadera Iglesia. Aquellos que durante el Aviso se arrepientan, estarán preparados para el Milagro, para creer en Jesús como su Redentor y Salvador.

En Korea, en 1983, dí a conocer los hechos de Garabandal al Obispo McNaughton, por medio del libro del P. Pelletier, "Our Lady comes to Garabandal", Nuestra Señora viene a Garabandal. El Obispo McNaughton ha sido Obispo de Inchon durante 25 años. Cuando el Obispo vino a Massachusetts, fue con su madre a visitar a Mari Loli Mazón La Fleur y quedó favorablemente impresionado por su sencillez y su sinceridad. Cuando murió su madre, Mari Loli fue a su funeral y en la semana siguiente el Obispo y sus familiares fueron a ver a Loli y vieron que ella y su esposo llevaban una vida en consonancia con lo que Nuestra Señora había pedido en Garabandal.

En marzo de 1986 el Obispo McNaughton dió a conocer los hechos de Garabandal a los Obispos de Korea y después, en la Conferencia Episcopal Koreana por medio de la película documental de Dick Everson sobre las Apariciones. Los Obispos me invitaron para contestar a varias preguntas sobre Garabandal. Quedaron muy favorablemente impresionados por las Apariciones y me dieron permiso para difundir el Mensaje en sus diócesis. Fue una hermosa respuesta, precisamente en el 25 aniversario de la primera Aparición del Arcángel San Miguel, ¡una hermosa coincidencia!.

El Obispo McNaughton ha mostrado el documental filmado sobre Garabandal en muchas parroquias y ha señalado la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento como la más adecuada respuesta a la petición de Nuestra Señora de Visitar al Santísimo con frecuencia.

La gente de Korea recibió el Mensaje de Garabandal con entusiasmo. Aman a Nuestra Señora, comprenden el signifcado del Mensaje y lo aceptan completamente. En la difusión del mensaje han colaborado laicos que han viajado por el país dando a conocer el Mensaje de Garabandal. Muchos párrocos y Obispos les invitan con gusto a sus parroquias por los muchos buenos frutos que se obtienen cumpliendo los Mensajes de Nuestra Señora.

Mi apostolado consiste en establecer la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento en las parroquias, lo que es un modo perfecto de cumplir el pedido de Nuestra Señora: "Hay que visitar al Santísimo con frecuencia". Cuando me invitan a una parroquia, doy una charla a la gente y les invito a comprometerse para, al menos, una hora a la semana de Adoración del Santísimo Sacramento. Intento que haya bastante gente de modo que cada hora de la semana haya al menos dos personas Adorando al Señor con el Santísimo Expuesto.

Siempre es necesario esto, especialmente durante la noche, cuando el sacrificio de la Adoración nocturna es mayor. Esto trae grandes gracias, consolaciones y bendiciones de Dios a los que hacen este sacrificio y a sus familias y parroquias. Una vez que ha comenzado a realizarse, encargo a un pequeño grupo para que lo dirijan y todo se haga bien.

He incluido además, para el cumplimiento del Mensaje, el que la gente lleve el Escapulario. Nuestra Señora así lo quiere, ya que siempre lo traía en sus Apariciones. A los Adoradores comprometidos les digo que no se preocupen si podrán cumplir bien o no porque hay una persona que les va a ayudar y esta persona es la Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Para lograrlo pido a los voluntarios que se consagren al Inmaculado Corazón de María y les impongo el Escapulario marrón de Nuestra Señora del Monte Carmelo como señal de Consagración. Les doy un pequeño folleto explicativo de la historia del Escapulario y su significado. Los Adoradores firman sus compromisos ante el altar. La gente ansía hacer esto. Todos quieren corresponder al Amor con que Jesús ha querido quedarse entre nosotros en el Santísimo Sacramento.

A medida que se difunden los mensajes de Garabandal, se dan cuenta que fue la misma Madre de Dios quien vino como Nuestra Señora del Monte Carmelo y puso especial énfasis en la Eucaristía. Si en una parroquia, el párroco tiene fé en dar a conocer esto, el pueblo responde.

Todo mejora en una parroquia donde se Adora al Señor. Él vino por Amor y nos dá Amor para amarle y amarnos, especialmente en los pobres y necesitados. Amar a Dios sobre todas las cosas dá, como fruto inmediato, el amar al prójimo.

Más párrocos me están pidiendo establecer en sus parroquias la Adoración Perpetua. Los frutos se multiplican continuamente cuando se hace la Voluntad de Dios que nos envía a su Santísima Madre como garantía plena de que, donde se la ama, hay vida cristiana. Todos se sienten verdaderamente como hermanos. Simultaneamente el pueblo aprende la Sagrada Escritura y la Doctrina de la Iglesia. Todos los mensajes de Nuestra Señora, incluidos los de Lourdes y Fátima son como un único mensaje de entregarnos completamente a Dios.

Korea es un caso único de la historia misionera porque la fé cristiana llegó aquí por medio de un laico en 1784. Cuando fué a pagar tributo al emperador chino, trajo de vuelta un catecismo cristiano en chino que los coreanos podían comprender. Lo estudió con un grupo de compañeros. Por la gracia divina lo comprendieron y creyeron.

Posteriormente el laico fue a Pekín y recibió el Bautismo. A su vuelta empezó a instruir y bautizar a los coreanos. No tuvieron sacerdote hasta 1790, cuando un Sacerdote atravesó clandestinamente la muralla china y evangelizó a los coreanos. Poco después fue descubierto y martirizado con otros muchos coreanos.

En 1830 vinieron nuevos misioneros y las persecuciones no hacían mas que florecer con mayores gracias de conversiones y bendiciones para los nuevos cristianos. Entre estos están los que el Papa Juan Pablo II canonizó en 1984, celebrando los doscientos años de catolicismo en Corea.

Fueron canonizados ciento tres mártires, incluidos cuatro sacerdotes franceses, un obispo y otros seis sacerdotes. Uno de ellos es el joven Andrew Kim, de veinticinco años, que había sido ordenado en 1845 y martirizado al año siguiente en 1846. El Cristianismo, en Korea, tiene una extensa historia de lucha por la fé cristiana. Nosotros sentimos que esto se lo debemos a las gracias que recibimos de nuestros mártires.

Después de la guerra de Corea hubo muchas conversiones porque los cristianos trabajaron con entusiasmo en ayudar a los pobres y necesitados, particularmente con alimentos y vestidos que, por causa de la guerra, fue una necesidad urgente. La gente, viendo como les queríamos los cristianos, comenzó a vivir nuestra Fe. Fue un tiempo de gracia durante el cual muchos se convirtieron al cristianismo.

 

Angela Bolcic.
Los Besos de Nuestra Señora sanan mis huesos.

Mi historia empieza el 20 de febrero de 1998 cuando volvía de mi trabajo, del turno de noche, a mi casa. Era casi medianoche. Cuando estaba cruzando la calle para alcanzar a mi hijo que había venido a buscarme, de repente, surgió un auto y me atropelló.

Una ambulancia se apresuró a llevarme al Hospital Grace de Scarborough, un suburbio al este de Toronto. Los rayos X revelaron que mi hueso pélvico estaba roto en tres lugares. Mi hueso sacro, en la base de mi columna, también se había roto, pero, a Dios gracias, no se veía ningún daño permanente. No necesitaba una operación. Sin embargo, era muy poco lo que podían hacer los doctores además de darme analgésicos y monitorear mi estado. No se puede enyesar la cadera.

Después de una semana en el hospital, fui enviada a casa con los analgésicos y un andador. No podía colocar nada pesado sobre mi pelvis. Hasta el hecho de sentarme era extremadamente doloroso. Caminar era apenas posible. Necesitaba la ayuda de mi familia para moverme alrededor de la casa e incluso para levantarme y acostarme. Soy muy afortunada ya que una amiga mía, María, era licenciada en enfermería. Venía a casa casi diariamente para controlar mi estado y ayudarme. Se suponía que mi recuperación duraría varios meses ya que el hueso pélvico es el más grueso del cuerpo y tiene que soportar su peso.

Mis amigos se quedaron muy aflijidos al recibir la noticia de mi accidente. Rápidamente contactaron con el Obispo Roman Danylak, quien se encontraba todavía en Toronto por aquel entonces. La semana después de retornar a casa, él fue tan amable como para venir a visitarme y traerme la Santa Comunión. Luego dijo una oración por mí.

Una semana más tarde, otro amigo mío, Johnny McGillion, llamó al Dr. Michael y a Helen Rozeluk y les pidió si podrían venir a mi casa para rezar  por mí con sus medallas que fueron Besadas por Nuestra Madre Bendita en Garabandal. Nunca antes había conocido a Michael y Helen, pero quise verlos después de haber escuchado sobre la curación del Doctor Michael y la visita de Nuestra Señora a Garabandal. Hicimos arreglos para que vinieran la noche siguiente. Esto fue el 11 de marzo de 1998.

Cuando llegaron, María, mi amiga enfermera, ya estaba allí. Me tomó una buen rato caminar hasta la sala de estar donde mi hijo había recibido a Michael y su esposa. La novia de mi hijo también estaba presente. El dolor en mi cuerpo era atroz. María me ayudó a incorporarme entre Michael y Helen. Para aliviar el peso sobre mis caderas, colocó un cojín bajo mis pies. Conversamos un rato. Me contaron sobre las Apariciones de la Madre Bendita en Garabandal, sobre sus mensajes, sobre la milagrosa curación del Doctor Rozeluk. Luego les pedí que rezaran por mí con sus preciosas medallas que llevan el Beso de Nuestra Señora en ellas.

Además de sus medallas, Michael también sacó de su bolsillo un crucifijo que contenía un pedacito de la Cruz Verdadera de Cristo. Cuando María lo tuvo en sus manos, experimentó algo muy especial. El Doctor insistió en que debíamos llamar al Obispo Danylak inmediatamente después de la Oración. Durante todo esto, yo estaba mitad sentada, mitad acostada y, naturalmente, con mucho dolor.

Ellos colocaron sus medallas en mis caderas y hueso pélvico. Empezaron a rezar. Las medallas se tornaron calientes y luego el dolor súbitamente desapareció. ¡Grité que el dolor había desaparecido!. Helen de repente preguntó si podía pararme. Sin siquiera pensar al respecto e inclusive antes de que alguien pudiera reaccionar, simplemente me levanté sin ningún tipo de apoyo. Mi hijo estaba todavía agachado tratando de alcanzar mi bastón para pasármelo, y ahí estaba yo, parada ante él. Es imposible describir el semblante atónito en su rostro.

En ese momento, Michael fue a la cocina para telefonear al Obispo Danylak. Mientras estaban conversando, comencé a caminar. Fui hasta la cocina por mí misma, luego al comedor, a la sala de estar, y además una vez y otra vez. Todos armaron un bullicio, gritando de alegría. El Obispo Danylak quería saber qué estaba ocurriendo. Cuando Michael se lo contó, pidió hablar conmigo inmediatamente.

Tomé el teléfono y le repetí al Obispo precisamente lo que acabo de escribir. El alabó a Dios y le dió gracias. Luego nos pidió reunirnos todos alrededor del teléfono y hacer una Oración de Acción de Gracias a Dios. Eramos seis alrededor del teléfono y el Obispo el séptimo. Luego me bendijo y nuestra conversación terminó.

Como los Rozeluks ya estaban disponiéndose para partir, sentí suma urgencia de subir las escaleras de mi casa. Mi hijo no quería que lo intentara pero yo sabía que podía lograrlo. Hubo más gritos de alegría cuando caminé escaleras arriba sin siquiera usar la barandilla de las escaleras. Llegué a lo más alto, me di la vuelta y declaré no sentir dolor en absoluto. Después bajé esas escaleras otra vez. ¡Lloré!. Todos lloramos. Michael y Helen me pidieron realizar unas nuevas radiografías de mi pelvis. Estuve de acuerdo.

Aquella noche me acosté totalmente libre de dolores y muy, muy feliz. La mañana siguiente, cuando María llamó a preguntar que tal me sentía, ya estaba levantada desde poco antes, cocinando un montón de cosas en mi cocina después de una muy sosegada y maravillosa noche sin dolor.

Una semana más tarde, me uní a Michael y Helen en la Catedral Católica Ucraniana de San Josafat para asistir a Misa, y subí las escaleras de entrada del templo por mí misma, sin auxilio externo. Me hice las radiografías de pelvis otra vez y mis huesos se habían sanado normalmente. Estoy bien y le agradezco a Dios continuamente por mi salud y este milagro maravilloso en mi vida.

Ya ha pasado cerca de un año desde que ocurrió este maravilloso milagro. Obediente a mi querido Obispo, escribo esta historia y les estimulo a otros a que crean en verdad. Nuestro Señor Jesucristo tiene el Corazón más maravilloso y misericordioso. Su Madre María intercede por nosotros todo el tiempo, pero tenemos que vivir como Nuestra Señora lo quiere y obedecer las leyes de Dios. Agradezco a Jesús todos los días por su amor y por los besos maravillosos que su Madre dejó en esas medallas y en muchos otros objetos benditos en Garabandal. Ella prometió que por sus besos, Su Hijo realizaría prodigios. Ciertamente, sus palabras se han hecho realidad una vez más. Amén.

Angela Bolcic
     Scarborough, Ontario, Canadá.
 

 

A. M. D. G.

 


 

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